Animales fantásticos – Los secretos de
Dumbledore. Director: David Yates. Protagonistas:
Eddie Redmayne (Newt Scamander), Jude Law (Albus Dumbledore), Mads Mikkelsen
(Gellert Grindelwald), Ezra Miller (Credence Barebone / Aurelius Dumbledore), Dan
Fogler (Jacob Kowalski), Alison Sudol (Queenie Goldstein), Callum Turner (Theseus
Scamander), Jessica Williams (Lally Hicks), William Nadylam (Yusuf Kama), Victoria
Yeates (Bunty Broadacre), Poppy Corby-Tuech (Vinda Rosier), Richard Coyle (Aberforth
Dumbledore), Aleksandr Kuznetsov (Helmut), Oliver Masucci, Maria Fernanda
Cândido y Dave Wong, entre otros. Participación especial de Katherine Waterston
(Tina Goldstein), Fiona Glascott (Minerva McGonagall) y Hebe Beardsall (Ariana
Dumbledore). Guionistas: J.K. Rowling y Steve Kloves,
basado en personajes y situaciones creados por J.K. Rowling. Warner Bros. Pictures / Heyday Films. EE.UU., 2022. Estreno en la
Argentina: 14 de abril de 2022.
Digámoslo de entrada. Los secretos que
promete Animales fantásticos: Los secretos de Dumbledore (Fantastic Beasts: The
Secrets of Dumbledore) no son tan secretos. Tampoco son tantos ni tan
importantes como para sostener el interés de una película que, se supone,
debería hacer avanzar la acción de manera decidida, atrapante y entretenida. De
hecho, con un poco de perspicacia y la lectura de un par de melodramas aventureros
clásicos, se adivina todo lo que está por aparecer en pantalla.
La saga parece trabajar exclusivamente
para los fanáticos de Harry Potter; y por eso apunta sus cañones al corazón de
los seguidores incondicionales. Para ellos, el primer visionado de la película
estará lleno de golpes emotivos tan bajos como certeros. Reminiscencias varias,
referencias de distinto gramaje y color. Declamaciones que abundan sobre lo ya
conocido y explicado, vuelto a presentar como si fuera nuevo tan sólo por haber
cambiado el color del envoltorio.
Decidida a ser precuela de Harry Potter, la
saga parece haber renunciado a todas las posibilidades de ampliar sus
horizontes más allá del escenario geopolítico que plantea la escalada que
desembocará en la Guerra Global de Magos. Después de Animales fantásticos ydónde encontrarlos y Los crímenes de Grindelwald, este tercer escalón se
detiene específicamente en la relación personal que une (y enfrenta) a
Dumbledore (Jude Law) con Grindelwald (ahora con el rostro y la presencia
escénica de Mads Mikkelsen, reemplazo del renunciado Johnny Depp), en un marco
que equipara la cruzada segregacionista del hechicero oscuro con el
afianzamiento del nazismo en la Alemania de 1930.
Con Newt Scamander y sus animales
fantásticos corridos del eje central, Los secretos de Dumbledore comete dos
pecados insalvables. El primero, insistir en seguir contando algo que ya se
sabe cómo y cuándo terminará, sin animarse a mezclar las cartas para sumarle
algún grado de tensión e incertidumbre a la partida que se está jugando. Y
segundo, mostrarlo todo de la manera más anodina posible. Como si quisiera
refutar al genio ilusionista de René Lavand (uno que la sabía lunga a la hora
de encantar a la platea con sus actos de magia) y confirmar que sí, al final,
todo se puede hacer más lento.
Fernando Ariel García
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