viernes, 31 de agosto de 2012

MUMBAI CONFIDENTIAL Nº 1: BOMBAY AL DESNUDO

Desde 1995 pasó a llamarse oficialmente Mumbai. Al menos para el habla inglesa, ya que en nuestro castellano sigue siendo Bombay, la ciudad más poblada de la India y la segunda ciudad más poblada del mundo. Es también la más rica del país y la que ostenta el mayor PBI asiático, si es que uno ha de hacerle caso a los estudios económico-financieros que pululan por la web. Megaurbe moldeada por la globalización, guarda en su trazado los rastros de la más alta inequidad social, hacinando precarios asentamientos bajo la prepotente sombra de los rascacielos. Anárquica y espontánea infraestructura que transforma a los ciudadanos en engranajes descartables de una máquina fagocitadota de millones de billetes impresos con sangre inocente.


Escenario ideal para abordar la sordidez innata del ser humano en un relato que sigue a pie juntillas el manual de estilo de la buena novela negra estadounidense. La corrupción citadina como correlato de la descomposición ética y moral de los hombres, o viceversa. El drama urbano habitado por corazones rotos, futuros truncados y vidas detenidas en el tiempo. Un cóctel desesperanzado que tiene a la tristeza como única moneda de cambio entre los perdedores del sistema. Un panorama que puede encontrarse en cualquier geografía, pero que Saurav Mohapatra y Vivek Shinde (dos de los mejores emergentes del cómic indio) anclan en la Bombay que más conocen, la que cruza la realidad con el mito, las fuentes periodísticas con los rumores que se susurran sottovoce en oscuros callejones, las leyendas urbanas con las enseñanzas más perturbadoras que puedan tomarse de la realidad.


Thriller ambientado en el bajomundo local, con un sustrato histórico que no por conocido resulta menos terrible. A partir de los ’90, el crimen organizado puso en jaque a la ciudad. La respuesta oficial de la Policía fue la creación de una fuerza específica, el Escuadrón de Encuentros de Bombay, asumiendo por Encuentros al eufemismo utilizado para definir a los asesinatos sumarios de (reales o supuestos) delincuentes y terroristas, en acciones ilegales que la propia Policía disfrazaba de tiroteos. Obviamente, el remedio resultó peor que la enfermedad. Y al poco tiempo, se vio que la trata de blancas, la explotación de menores, el lavado de dinero, las extorsiones y el tráfico de drogas, entre otras redituables actividades, sólo habían cambiado de manos. Y las internas policiales pasaron a ser ajustes de cuentas mafiosos.


Recuento ficcionado de aquellos años, Mumbai Confidential desanda la vida (¿y la muerte?) de Arjun Kadam, uno de los policías estrella del Escuadrón de Encuentros, personaje marcado por el dolor, la culpa y la angustia que, se presiente, tienen su origen en algún drama familiar reciente. Arrepentido de su accionar, intentando alejarse de sus pares, el antihéroe de alma sombría y torturada, en permanente conflicto consigo mismo, deberá enfrentarse a su pasado si es que quiere encontrar justicia, redención y algo de paz interior. En el mientras tanto que cuenta esta primera entrega (de nueve), la historieta nos regala un notable uso del relato en off en primera persona, que la emparenta temáticamente con las producciones clase B de Bollywood, la mayor industria cinematográfica del mundo que, al parecer, también tendrá hundidas sus raíces en el resto de la trama. Hiperviolenta, cínica, sarcástica, romántica, con dosis de bienvenido humor negro y mala leche, Mumbai Confidential busca (y encuentra) una desencantada poesía existencialista que habla, por supuesto, de la vulnerabilidad de los vínculos y la fragilidad humana.


Publicada primero en formato digital serializado (la versión en soporte papel está pautada para marzo del año entrante), Mumbai Confidential refiere, desde su título y su enfoque sobre la temática, al clásico de James Ellroy L.A. Confidential (más conocido en la Argentina e Hispanoamérica como Los Ángeles al desnudo, título con que se distribuyó la excepcional adaptación cinematográfica de 1997), obra coral donde las tramas y subtramas van retroalimentando el entramado de un mundo angustiante, negro.
Más que negro, gris sucio.
Fernando Ariel García


Mumbai Confidential Nº 1. Guión: Saurav Mohapatra. Dibujos: Vivek Shinde. Color: Vivek Shinde. Portada: Vivek Shinde. 22 páginas a todo color. Archaia. EE.UU., julio 2012.

¿QUÉ VOY A HACER CON MI MARIDO? SE ESTRENA EN LA ARGENTINA EL 13 DE SEPTIEMBRE

(Información de prensa) Hay veces que para mantener la magia, necesitás aprender algunos trucos. ¿Qué voy a hacer con mi marido? (Hope Springs), la nueva comedia de David Frankel, director de El Diablo viste a la moda, llega a los cines argentinos el próximo 13 de septiembre. La cinta cuenta con los protagónicos de Meryl Streep, Tommy Lee Jones, Steve Carell, Mimi Rogers, Elisabeth Shue, Ben Rappaport y Marin Ireland (ver http://labitacorademaneco.blogspot.com.ar/2012/09/el-amor-es-mas-fuerte.html).


Kay (Meryl Streep) y Arnold (Tommy Lee Jones) son una pareja que lleva más de 30 años compartiendo sus vidas. Lo que desde fuera se percibe como la armonía y la estabilidad perfecta de un matrimonio adulto, se ha convertido en monotonía y tedio para Kay, quien echa de menos la chispa de la primera época, la pasión, la lujuria…


Para ponerle remedio a esta situación, va en busca de un exitoso y renombrado especialista en terapia de parejas que ejerce en el pequeño pueblo de Hope Springs. Finalmente consigue convencer a su escéptico marido, un hombre testarudo de rutinas firmes, de subir a un avión para vivir una semana de terapia matrimonial en el lugar. El verdadero reto para ambos llegará a medida que logren liberar a su dormitorio de antiguos complejos, en el intento de encender esa chispa que alguna vez los enamoró.

LIMA CITY (EN CÓMIC) - MEMORIA VISUAL

(Información de prensa) En la dirección http://es.scribd.com/doc/104485773/Lima-City-en-comic podrán encontrar una memoria visual del proyecto Lima City (en cómic), exposición que actualmente se desarrolla en Tijuana (México), con motivo del Encuentro Latinoamericano de Arte y Cultura Un Norte al Arte, evento organizado por el Instituto Municipal de Arte y Cultura (IMAC) de Tijuana, con el auspicio del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México, entre otras importantes instituciones.


Más información:

miércoles, 29 de agosto de 2012

LA MILONGA DE ORQUÍDEO MAIDANA: LO QUE SE CIFRA EN EL NOMBRE

Antes de bifurcarse en distintos senderos, el jardín que vio nacer a Orquídeo Maidana reconoce la sombra de dos deudas. Y no estoy faltando aquí a ningún código de honor, ya que su propio creador, José Massaroli, es quien se encarga de hacerlo hace notar. El primer árbol, desde cuyo tronco brotará toda la saga, es la figura borgeana del guapo, ese hombre de esquina y cuchillo, de niebla y nostalgia venidas desde un pasado remoto, esclavo de su destino por ser el portador del ineludible valor moral que reconocemos como coraje. Ese “plebeyo del arrabal” (como lo definiera el propio Borges) al que le dedicará distintas palabras, volviendo siempre a la interpretación quintaesencial del mito.
Páginas publicadas originalmente en Caras y Caretas

En particular, Massaroli adoptará la Milonga de Jacinto Chiclana, que Borges escribió sin saber que después sería musicalizada por Ástor Piazzolla para el fraseo quijotesco de Edmundo Rivero. Siguiendo los consejos del escritor, Massaroli suplió la música ausente por la figura humana, eludiendo la sensiblería innecesaria y la artificiosidad sistemática de un lunfardo superfluo. Y como todo gran creador, supo reconstruir la épica lírica desde otra perspectiva, bajo el registro satírico del humor y la caricatura respetuosa. Generando en el camino la complicidad con el estilo inconfundible de Fontanarrosa, segundo árbol que le legó la estructura deconstructiva del Inodoro Pereyra para La milonga de Orquídeo Maidana que hoy está celebrando sus primeros treinta años de vida con este flamante libro de la editorial patagónica La Duendes.

Secuencia de Orquídeo Maidana y los Alephnautas, iniciado en el diario La Voz y terminado en el blog Historieta Patagónica

Como todo hecho de identidad borgeana, Orquídeo Maidana es uno y muchos a la vez. Lo bueno de este tomo es que los reúne a todos y nos permite abarcarlo simultáneamente, por partes y por completo, como si del fantástico Aleph se tratara. Sus primeras apariciones, aquellas cobijadas por la renacida Caras y Caretas del fin de la última dictadura militar y la transición democrática, abordan la crítica política sin renunciar a la presencia física de Borges, a la agudeza del suburbio, al juego metalingüístico y a la puesta en escena de cierto choque de costumbres. Desde la forma, es en estos episodios donde el estilo Fontanarrosa queda más en evidencia. La corta secuencia de una o dos páginas, articulada alrededor de una anécdota central poblada por una acumulación de chistes que nos guía hasta el remate final.

Homenajes diversos

El segundo nacimiento de Orquídeo, el correspondiente al diario La Voz en 1985, mantiene estas características pero las subordina al nuevo formato escogido, el de la tira diaria de aventuras. Sin renunciar al humor, se mete en temas más “serios” y apela al largo aliento del continuará. Partiendo de las premisas de El Aleph, Orquídeo, Borges y María confrontan las culturas urbanas del tango y el punk, viajan por el tiempo hasta el Buenos Aires de 1910 e incorporan al Gardel hombre y al Gardel icono. Por su erudición sin pedanterías, por la medida aplicación de los símbolos recurrentes en la obra de Borges, por la intersección de los diferentes planos de realidad e irrealidad, por los juegos de espejo que genera al incorporar antiguas secuencias aparecidas en Caras y Caretas, por los lazos invisibles que va tejiendo entre la ficción y la vida; de todas las aventuras de Orquídeo esta se me hace la más borgeana. También por el manejo conceptual de la noción del tiempo, dentro y fuera de la viñeta, ya que la saga había quedado inconclusa en La Voz y fue retomada y finalizada por Massaroli en 2011, para el blog Historieta Patagónica (http://historietapatagonica.blogspot.com.ar).

Secuencia celebratoria del Bicentenario de la Revolución de Mayo

El resto del libro recupera a los Orquídeo Maidana especiales, que habían ido quedando diseminados por ahí, aparecidos para hablar de personajes célebres de la historieta mundial o de los festejos del Bicentenario de la Revolución de mayo de 1810. Borges solía decir que Dios había creado el Verbo antes que la Luz. De ahí que le diera tanto valor a la palabra, ya que en su interior se condensaba el máximo poder de la creación: La capacidad de dar entidad e identidad a cosas y gentes. El lenguaje como generador existencial, como sistema de posesión y dominio de los objetos y los sujetos. Con la palabra, que es sonido pero también imagen, Massaroli consiguió apropiarse de la esencia borgeana, haciendo que la evocación poética nos permita ver la dialéctica entre lo que fue y lo que sigue siendo.
Y le puso nombre y apellido. Orquídeo Maidana, un guapo de todos los tiempos.
Fernando Ariel García

La milonga de Orquídeo Maidana. 30 años. Autor: José Massaroli. Portada: Edilio A. Bustos. Filetes: Gustavo Ferrari. 100 páginas en blanco y negro. La Duendes. ISBN: 978-987-28002-2-2. Argentina, junio de 2012.

martes, 28 de agosto de 2012

VACACIONES EXPLOSIVAS: WELCOME TO TIJUANA

Tumberos, pero hecha en los EE.UU. y ambientada en la frontera con México. A grandes rasgos, así podría definirse a la nueva peli de Mel Gibson, Vacaciones explosivas (Get the Gringo, 2012), que marca el regreso a la pantalla grande del astro de Mad Max y la saga de Arma mortal. Pantalla grande en lo que respecta a la Argentina y América Latina (al menos), ya que en su país natal el filme se distribuyó mediante sistema de pago (video en demanda) antes de ser editado directamente en formato Blue-ray. Todo ello, aparentemente, como recriminación de la industria al actor y director, caído en desgracia tras sus declaraciones discriminadoras, sus aparentes problemas con el alcohol y la denuncia por violencia de género realizada por su ex esposa.

Explosivas sí, vacaciones no (¿en qué estaría pensando el traductor?)

Cínico y portador de un negro sentido del humor, Gibson es aquí un anónimo ladrón de corazón tierno y piel encallecida por los golpes de la vida, que decidirá jugar su carta redentora en medio del Infierno sobre la Tierra. Infierno sobre la Tierra que tiene la forma de una prisión de alta seguridad, enclavada en la frontera entre los EE.UU. y México. Más conocida como El Pueblito, resulta ser una especie de Ciudad Estado independiente, donde la Ley la dicta (y la ejerce) el más fuerte. Entre asesinos y narcotraficantes, haciendo un curso intensivo sobre el funcionamiento de un sistema penitenciario en manos del poder tripartito conformado por las mafias, las corruptas autoridades policíacas y políticas; y los grandes empresarios a ambos lados de la frontera, Gibson intentará mantenerse con vida mientras espera recuperar los millones de dólares que robó y que lo llevaron, sin escalas, detrás de las rejas. Y, de paso, terminará alzándose como modelo a seguir para un niño mexicano que es el máximo centro de interés del “dueño” de la cárcel.


Sin dudas, lo mejor de todo el metraje descansa en este salvaje universo carcelario y la crudeza del lenguaje narrativo utilizado para mostrarlo en su máximo esplendor sombrío. Aunque desafíe cualquier lógica racional, El Pueblito funcionó realmente en Tijuana, entre 1956 y 2010. Construido como correccional experimental para la reinserción social de los detenidos, permitía a los presos vivir allí con sus familias. Además de las casas, el penal estaba saturado de tiendas de comida al paso, bares, restaurantes, peluquerías, farmacias. Una urbe demencial y desbordada, en donde las diferencias entre las clases sociales era llevada al extremo por los carteles que marcaban el ritmo de vida. Ejércitos personales, venta de drogas, prostitución, armas de altísimo calibre, lujos desmedidos concentrados en las manos de unos pocos. Para la mayoría, hambre, hacinamiento y todo tipo de privaciones.


Mexicanísima en su puesta en escena, Vacaciones explosivas explota el barroco imaginario colectivo con tintes religiosos, oníricos y surrealistas, mientras se apoya (eficazmente) en una banda sonora que truena al ritmo de rancheras, narcocorridos y cumbias (por ahí se escucha a Los Fabulosos Cadillacs y a Manu Chao), mientras se derrama sadismo, sangre, machismo de fonda y el más alto promedio de hijos de la chingada dichos por minuto. Y una participación extraordinaria de Blue Demon Jr. que, por sí sola, cubrirá el valor de la entrada para todos aquellos que se declaren fanáticos del catch al más puro estilo Titanes en el ring.

Máxima síntesis del paternalismo

Previsible desde el primer fotograma, la cinta está construida para el lucimiento absoluto de Gibson. Nada raro, si tenemos en cuenta que el propio Gibson la produjo y escribió con esa intención. Lineal y simple en su argumentación, no pretende otra cosa que entretener. Y en ese camino, es justo decirlo, el director Adrian Grunberg (argentino, criado en España y asentado desde hace años en México) sabe sacarles el jugo a todos los tópicos, lugares comunes y estereotipos impuestos por el cine de acción paternalista, conservador y racista, donde lo norteamericano es superior a lo latino y lo latino siempre está tiznado de marginalidad, delincuencia, atraso, decadencia, inhumanidad y asquerosa barbarie.
100 % Mel Gibson.
Fernando Ariel García


Vacaciones explosivas. Director: Adrian Grunberg. Protagonistas: Mel Gibson, Peter Stormare, Dean Norris, Kevin Hernández, Dolores Heredia, Daniel Giménez Cacho, Fernando Becerril y Peter Gerety, entre otros. Participación especial de Blue Demon Jr. Guionistas: Mel Gibson, Adrian Grunberg y Stacy Perskie. Icon. EE.UU., 2012.

lunes, 27 de agosto de 2012

TINKER BELL Y EL SECRETO DE LAS HADAS: LA MALA EDUCACIÓN

Creo haberlo dicho. Tengo una hija de cuatro años con el cerebro comido por las Princesas Disney. Y estoy seguro de haber omitido que la pequeñita en cuestión también tiene los cuatro lóbulos cooptados por las Hadas Disney, que viene a ser lo mismo salvo que aquí sí hay una figura netamente predominante por sobre las otras: Campanita (me niego a llamarla Tinker Bell). Al año de aparecer en el clásico animado Peter Pan (1953), Campanita quedó instalada como una especie de icono institucional de los Estudios Disney, acompañando infinidad de avances cinematográficos y comerciales varios. Se ve que el Tío Walt veía en la pequeña hadita a la embajadora ideal de la “Magia Disney”, síntesis mercadotécnica que emparenta la empresa del castillo con los valores familiares del ideario popular más conservador.


Campanita formó parte de la franquicia Princesas Disney hasta que a una mente iluminada se le ocurrió, en 2005, extirparla para desarrollarle un universo propio con el que seguir facturando. Las Hadas Disney debutaron en forma de libros, después ganaron revistas y todo el merchandising imaginable hasta que, en 2007, accedieron a la primera película animada de una larga serie que se encuentra en plena expansión. Allí quedó establecido que Campanita es la mejor hada artesana de la Hondonada de las Hadas, un mundo dentro de Nunca Jamás en donde la sociedad está dividida de acuerdo con las características naturales de los personajes y su entorno. Una organización netamente verticalista donde el poder nunca se discute. O bien se lo pone en tela de juicio sólo para reafirmar sus condiciones de dominio.


Quinta entrega de la saga, Tinker Bell y el secreto de las hadas (Secret of the Wings, 2012) sigue a rajatabla la tónica impuesta por las anteriores aventuras. La exploración del mundo de las hadas llevará a Campanita hasta el Reino del Invierno, donde descubrirá que tiene una hermana, Periwinkle. La travesía, por supuesto, habrá sido hecha sin el consentimiento de la Reina Clarion, lo cual terminará poniendo al mundo de las hadas al borde de la destrucción. Destrucción que será evitada por Campanita y Periwinkle, brindando una lección de corrección política que expiará las culpas, servirá de aprendizaje, revelará el secreto de las alas que anuncia el título en inglés; y dejará a todos contentos y felices sin haber modificado notoriamente el status quo estructural. Continuando la estrategia Disney de despliegue corporativo territorialmente sectorizado, Tinker Bell y el secreto de las hadas llegó a la Argentina (y a toda América Latina) a los cines 3D, complicando un poco más el acceso de las producciones locales a las salas. En los EE.UU., en cambio, el filme no será estrenado comercialmente, sino que saldrá en venta directa el próximo 23 de octubre en cuatro formatos: DVD, Blue-ray, Blue-ray 3D y descarga online paga.



Película sectorizada hacia los chicos de entre 3 y 8 años, El secreto de las hadas no busca divertir a los padres, sino entretener y formar a los niños. Y no encuentro problema en ello. No puedo decir lo mismo de los contenidos que vehiculiza, sobre todo si se la pone en continuidad con los otros filmes de la saga. Esta aventura de Tinker Bell termina de desvirtuar a la Campanita original, aquella celosa, malhumorada y vengativa hadita que James Matthew Barrie creara para la obra teatral Peter Pan en 1904. Domesticada al punto de volverse irreconocible, Campanita aparece aquí ensalzada como modelo a seguir por las niñas que devoren sus aventuras. Un poco rebelde al principio, sí, pero sumisa al final. Consciente de los problemas que puede causar al romper las tradiciones, animándose a hacer aquello que le estaba prohibido. Debidamente adoctrinada para dar el paso al mundo adulto, aceptándolo todo sin ningún tipo de cuestionamientos. O sea, apta para la reproducción del sistema preexistente.
Corregir ese rumbo, claro, es tarea paterna.
Fernando Ariel García


Tinker Bell y el secreto de las hadas. Directores: Peggy Holmes y Roberts Gannaway. Protagonistas (versión original): Mae Whitman (Tinker Bell), Lucy Hale (Periwinkle), Anjelica Huston (Reina Clarion), Timothy Dalton (Lord Milori) y Lucy Liu (Silver Mist), entre otros. Protagonistas (versión traducida): Chrystine Bird (Tinker Bell), María Inés Guerra (Periwinkle), Gabriela Michel (Reina Clarion) y Mireya Mendoza (Silver Mist), entre otros. Guionistas: Peggy Holmes, Roberts Gannaway, Tom Rogers y Ryan Rowe. Disney. EE.UU., 2012.

4º FESTIVAL INCREÍBLE DE HISTORIETAS, FANZINES Y AFINES

(Información de prensa) Quedan todos invitados al 4º Festival Increíble de Historietas, Fanzines y Afines, a realizarse el sábado 8 de septiembre, de 15:00 a 22:00 horas, en FM La Tribu, Lambaré 873, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


Habrá feria de publicaciones independientes, la realización de dibujos y serigrafías en vivo por parte de los dibujantes, charlas y proyecciones.
Está abierta la convocatoria para el que quiera acercarse a vender sus publicaciones. Pueden confirmar su presencia a:
La entrada y la participación es libre y gratuita.
Convocan los historietistas y publicaciones independientes Burlesque, Grupo Convoy, Fanzine Caca, Frente de Artistas, Hotel de las Ideas, Clítoris, Escape! Comics, Loco Rabia, Sótano Blanco, Un Faulduo, Ultramundo y otras.

En Facebook: Festival Increíble de Historietas, Fanzines y Afines.

viernes, 24 de agosto de 2012

DENGUE: ÉPICA BARRIAL RIOPLATENSE

Me cuento entre aquellos porteños que encuentran en Montevideo algo así como una versión a escala humana de Buenos Aires. No porque sean parecidas (aunque comparten cierto aire y cierto río), sino porque en la Banda Oriental se puede disfrutar de todos los beneficios de una gran ciudad sin las descontroladas ansiedades ni los ritmos alocados que la vida moderna descarga sin compasión sobre los habitantes de las urbes apuradas y contemporáneas. Y aunque la situación parezca no dar para ello, mucho de este aire distendido (que no despreocupado), de esta sabia elección de vida, se respira en Dengue, la aventura de ribetes apocalíptico-sanitarios que Rodolfo Santullo y Matías Bergara ambientaron en una Montevideo futurista pero no tanto.


¿Policial condimentado con toques fantacientíficos? ¿Premonitoria ciencia-ficción narrada con recursos de la novela negra? Sí, Dengue es todo eso, pero también es mucho más. Claro ejemplo de costumbrismo híbrido, el color local es el elemento central que da entidad e identidad a este relato que camina las veredas del thriller de anticipación, sin perder nunca la mencionada escala humana en cuanto a las creíbles posibilidades de respuesta existentes en este rincón del mundo. Ello la emparenta con El Eternauta mucho más que la reconocible (y muy bien explotada) ambientación montevideana o el recurso de los trajes aislantes que deben vestir los protagonistas si es que quieren sobrevivir al aire libre.


Intuyo que Santullo, uno de los dos mejores guionistas latinoamericanos en actividad, tomó estas decisiones de manera consciente al elucubrar esta fantasía rioplatense que se anima a encarar lo universal desde la mirada de lo propio, construyendo así una épica barrial que sólo podría (sólo puede) suceder en este sur del mundo. Principalmente, porque nuestro imaginario está marcado por la hibridación entre la Biblia y el calefón, la mutación derivada de la cópula entre los blancos y los negros que terminaron pariendo estos grises. Los límites difusos entre la ley y el crimen, entre lo justo y lo injusto, entre lo correcto y lo incorrecto. Límites que aparecen determinados por la posición ética y moral que cada uno tome. Una cuestión de principios que requiere mucho cinismo escéptico, mucha ironía y humor negro, si es que uno está dispuesto a mantener sus convicciones en un entorno que intentará destruirnos por eso.


Dengue parte de una premisa científica tan plausible como improbable. La mutación de hombres mosquito a partir de una epidemia invasora de aedes aegypti que forzó a modificar hábitos y costumbres, hasta naturalizarlos bajo los nuevos parámetros de encierro perpetuo. Lo más fascinante, sin embargo, es esa idea de la conspiración como ecuación económica, la implementación salvaje del darwinismo social donde el más apto para la supervivencia termina siendo, siempre, el sistema capitalista. Tras los recursos humorísticos que linkean la obra con otros referentes de la actual cultura audiovisual globalizada, Santullo y Bergara hablan de cosas más densas, cuya incumbencia sobre nuestra percepción de la realidad está en perpetuo debate, sobre todo en estas épocas de ocultamiento como práctica sistemática de control social. ¿Dónde descansa la verdad, si es que hay una sola? ¿Cuál debe ser el rol de los medios masivos de comunicación? Y si todo queda reducido a una cuestión de negocios, ¿qué hacer cuándo el Estado y las corporaciones se unen contra nosotros?
Fernando Ariel García


Dengue. Guión: Rodolfo Santullo. Dibujos: Matías Bergara. Color: Matías Bergara. Portada: Matías Bergara. 96 páginas a todo color. Editorial Estuario / Editorial Belerofonte. ISBN: 978-9974-98-635-0. Uruguay, mayo de 2012.

jueves, 23 de agosto de 2012

L'UOMO DEL MESSICO / ¡VIVA MÉXICO!: EL CAMINO DE SERGIO

Patrimonio de la Humanidad. El título honorífico más importante que ha sido otorgado al Camino de Santiago, esa ruta mística (externa e interna) que, cada año, peregrinos venidos de todo el mundo, desandan estoicamente desde distintos lugares de España, Francia, Portugal, el Reino Unido, Alemania y Austria, hasta llegar a Santiago de Compostela, para venerar las reliquias del apóstol Santiago en la Catedral de la ciudad. Más que una prueba de resistencia física (que también lo es), quienes han hecho esta peregrinación la definen como un acto de fe, de reafirmación de una fe debilitada por los tiempos que corren.


Como muchos, soy devoto de Hugo Pratt, el maestro italiano que expandió los límites de nuestra percepción a la hora de abordar la laberíntica naturaleza del ser humano. Y como muchos otros, durante toda mi vida, he mantenido una relación de atracción-abandono hacia otras dos figuras fundamentales del fumetto italiano y la historieta mundial: Dino Battaglia y el recientemente desaparecido Sergio Toppi (1932-2012). No recuerdo cuál fue mi primer contacto con la obra de Toppi. Sí estoy seguro de que ¡Viva México! (L’Uomo del Messico) fue mi primera lectura consciente de Toppi. Corrían los ’80, el cómic de autor empezaba su andadura hacia la cima cultural que le aguardaba a la vuelta de la esquina; y los kioscos de revistas de la ciudad de Buenos Aires habían empezado a mostrar, con cierto recato, la avanzada española en cuanto a revistas antológicas que hacían de la lectura de viñetas una experiencia renovadora y revolucionaria para mis ojos y neuronas adolescentes.


Venía comprando con precisión matemática los álbumes de la colección Super-Totem, extasiado ante las puertas de la imaginación que me estaban abriendo Pratt, Paul Gillon, Battaglia, Enric Sió, Guido Crepax y Milo Manara, en obras que eran (casi en su totalidad) traducciones de la colección italiana Un Uomo Un’Avventura, creación de Sergio Bonelli para la editorial que aún no llevaba su nombre. Pero al tomar en mis manos el volumen de Toppi me pasó algo distinto. Algo parecido a una revelación.


Este tipo era otra cosa, diferente a todo lo anterior (y diferente a todo lo porvenir, aunque todavía no lo supiera). Y no era solamente por la arquitectura emocional de su puesta en página, capaz de explotar la imaginería ilustrativa del póster sin perder nunca la capacidad narrativa de las secuencias. Tampoco era por la tensión latente entre la línea y el color que traía consigo, ni por la evocación de los tiempos idos (tiempos míticos) que exhibía como testimonio sedimentado de la Historia del Arte, de la fiereza y la belleza que cabe en el cuerpo de un Hombre. Lo que más me impactó fue su capacidad para transmitir la relación (reverencialmente religiosa) que, siempre, las personas terminamos por entablar con el ambiente que nos rodea, ya sea en su estado natural o intervenido por la cultura humana: La pequeñez del Hombre frente a la Creación.


Esto hacía de Toppi el artista idóneo para encarar la historia de ¡Viva México!, que no era otra que la historia de la revolución mexicana, apretada en un par de páginas simbólicas que intentaban transmitir la idea de la lucha política por el poder para cambiar el correlato de fuerzas y devolverle la dignidad (y la posesión de las tierras, que no es un dato menor) a los pisoteados de siempre, los campesinos a los que se les estaba robando la vida. Hay una prejuiciosa mirada sobre lo mexicano, es cierto, pero el cómic se esfuerza por mostrar la coexistencia entre la civilización y la barbarie en ambos bandos, en un momento en que el final histórico todavía no había sido escrito. Con la intervención norteamericana como sombrío telón de fondo, la escala humana de la Revolución queda resuelta en el cruce de cuatro personajes, dos mexicanos (Pancho Villa y Emiliano Zapata) y dos norteamericanos (un cineasta y un agente secreto), ejemplos yuxtapuestos de lo que debería ser la moral revolucionaria.

Con el tiempo, mi percepción de Toppi fue variando. No me gustaron sus trabajos más industriales, dedicados a vidas de santos, papas y figuras históricas varias. Me parecieron (me siguen pareciendo) distorsiones innecesarias (o necesarias para pagar las cuentas, que para eso también se trabaja, no?) que quitaron a Toppi el tiempo para hacer otras obras maestras como Il Collezionista o Sharaz’de, por nombrar las más conocidas entre sus vastas colaboraciones para las revistas Alter Alter, Linus, Comic Art y L’Eternauta. Con el tiempo, distintos libros de Toppi han pasado por mis manos pero, por una u otra razón, nunca terminaron definitivamente en mi biblioteca. ¡Viva México!, en cambio, me ha venido acompañando desde aquellos lejanos ’80, un par de mudanzas incluidas. El martes pasado, 21 de agosto, mientras recorría una vieja librería de Avenida de Mayo, me encontré con un ejemplar de L’Uomo di Messico, edición italiana original del ¡Viva México! del que venimos hablando. Estaba a un precio irrisorio de saldo y la compré, a pesar de que (o tal vez porque) tenía las tapas descajetadas, le faltaba un pedazo del lomo y algunas hojas estaban sueltas. Se notaba que era un ejemplar que había sido leído y releído, muchas veces. Al llegar a mi casa me enteré de la muerte de Toppi. Y ahí tuve la verdadera revelación.


Los alquimistas hablan del proceso de transmutación de la materia como “el Camino de Santiago”, forma metafórica de referirse a la transmutación del espíritu que se alcanza recorriendo el trayecto entre el punto de partida y el lugar de la llegada. Puede realizarse en días, meses o años, porque depende del peregrino y no de la ruta. Mi Camino de Sergio me llevó cerca de treinta años, pero al fin he arribado a este nuevo nivel de sabiduría, cerrando circularmente el ciclo que me trajo a un nuevo principio. Nunca más esa relación de atracción-abandono. Tarde (¿aunque será cierto que nunca es tarde?), Sergio Toppi ha pasado a formar parte del Patrimonio de mi Humanidad.
Gracias, Maestro. Y buen viaje.
Fernando Ariel García


L’Uomo del Messico (Colección Un Uomo Un’Avventura Nº 7). Guión: Decio Canzio. Dibujos: Sergio Toppi. Color: Sergio Toppi. Portada: Sergio Toppi. Director Editorial: Sergio Bonelli. 52 páginas a todo color. Edizioni Cepim. Italia, mayo de 1977.


¡Viva México! (Colección Super-Totem Nº 9). Guión: Decio Canzio (no acreditado). Dibujos: Sergio Toppi. Color: Sergio Toppi (no acreditado). Portada: Sergio Toppi. Traducción: No acreditada. 52 páginas a todo color. Editorial Nueva Frontera. ISBN: 84-85391-50-0. España, sin fecha (década del ’80).

Nota: El blog italiano sobre literatura latinoamericana SUR, ha publicado una versión de este artículo (traducido por Angela Masotti) en:

http://blog.edizionisur.it/19-09-2012/il-cammino-di-sergio/

miércoles, 22 de agosto de 2012

LA DESPEDIDA: ROAD MOVIE FUTBOLERA

El costumbrismo y el fútbol se llevan bien. Como género, el costumbrismo opina sin pontificar, mostrando los usos populares, exaltando tipologías y actitudes, exhibiendo sin pudor aquella sumatoria de valores que alcanzan para definir y entender, al menos superficialmente, a la divisoria de clases sociales. Suele alimentarse de la sátira, del humor, del melodrama. Es instintivo y pasional, como la relación que une al ser humano con la pelota de fútbol. De ahí que el tono escogido para narrar una pequeña gran historia como La despedida (2012) sea el naturalmente apropiado.


Comedia romántica de ribetes trágicos, con situaciones pintorescas y cotidianas, el filme de Juan Manuel D’Emilio maneja más que bien la escala barrial de los personajes, tres inseparables amigos de vuelo rasante y ambiciones medidas, cuyas anécdotas personales y motivaciones colectivas vienen enredadas desde la infancia y van a entrelazarse aún más en lo que dure el metraje. Anclada en la cultura futbolera, la historia busca la emoción cómplice del espectador, apelando para ello al universo de la práctica amateur, donde el amor a la camiseta, el sentimiento de pertenencia al potrero es la marca de identidad del juego, lejos (muy lejos) de la faz comercial adosada al deporte de alto rendimiento.



José (Carlos Issa) tiene depositado en el fútbol el único sentido de su vida, saturada por el hastío laboral y la rutina íntima de su matrimonio con Andrea (Natalia Lobo), un amor de pareja que (se intuye) viene siendo jaqueado por un deseo no compartido de paternidad y la falta de futuro que amenaza con transformar su existencia gris en una negrura total. La sentencia médica que obligará a José a alejarse de las canchas, pondrá en marcha el largo viaje que lo llevará a despedirse de su pasión. Un viaje (real y simbólico) en el que revisitará su pasado y recuperará la alegría del presente, redefiniendo los lazos que lo unen con Andrea y sus dos amigos, Rossi (Héctor Díaz) y Fede (el ex jugador de fútbol Fernando “Rifle” Pandolfi).



Teniendo en cuenta que gran parte de la película (la más importante, la de la transformación interna) sucede literalmente en la ruta, en el camino hacia la última estación futbolera, La despedida comete un pecado insalvable, que es le de la previsibilidad. Sabiendo cómo va a terminar desde que empieza a rodar la primera escena, las instancias del viaje se suceden sin sorpresa, dando paso a todas las situaciones imaginables: La risa, la nostalgia, la bronca, el engaño, la deuda con el pasado, el amor, la amistad.


Road Movie futbolera con resultado cantado, a La despedida le faltó la gambeta del minuto final, la que el goleador sabe sacar de la galera para darlo vuelta todo, ahogando a la hinchada con el silencio expectante que antecede al gol.
¿El resto del partido? Bien, gracias.
Fernando Ariel García



La despedida. Director: Juan Manuel D’Emilio. Protagonistas: Carlos Issa, Natalia Lobo, Fernando “Rifle” Pandolfi, Héctor Díaz y Gustavo Castellano, entre otros. Guionistas: Juan Manuel D’Emilio y Gabriel Nicolini. Carrousel Films/Pampa Films. Argentina, 2012.

SALIÓ EL LIBRO EL SUPERVISOR, DE RODOLFO FUCILE

(Información de prensa) ¡Ya salió El Supervisor!, con texto y dibujos de Rodolfo Fucile. El libro narra la historia de tres empleados de una oficina estatal que practican en secreto un extraño juego nemotécnico, hasta que son descubiertos y (como aseguran todas las sinopsis de ficción) se produce un hecho inesperado que altera drásticamente el rumbo de sus vidas.


Impreso sobre opalina texturada. 24 páginas con guardas. Formato: 17 x 21. Encuadernado en cartoné.
Atención: No se consigue en librerías. Sólo VENTA DIRECTA. Precio: $ 120.
Para consultar formas de pago y entrega: info@rodolfofucile.com.ar

Más información en:
www.rodolfofucile.com.ar/supervisor 
(desde ahí también se puede descargar una versión PDF gratuita)

HISTORIETA A TODA COSTA

(Información de prensa) Historieta a Toda Costa es la celebración del 4 de septiembre, Día de la Historieta Nacional, en Mar del Plata.
Durante septiembre vestimos de historieta a nuestra ciudad y exhibimos una muestra colectiva de artistas locales y nacionales reconocidos internacionalmente, y una muestra invitada. Estas muestras funcionan como marco de charlas y actividades que generan un intercambio entre los artistas invitados y el público asistente.
Algunos de los artistas que participarán en este 2012 son: Miguel Rep, Tute, Lucas Nine, Max Aguirre, Juan Sáenz Valiente, Quique Alcatena, Alejandra Lunik, Ángel Mosquito, Javier Rovella, Juan Sasturain, Salvador Sanz, Ariel Olivetti, Eduardo Risso, Gustavo Sala, Julieta Arroquy, Humberto Miranda, Santiago Maisonnave, Pablo Lizalde, Valentin Lerena, Esteban Sterle, Nicolas Colacitti y Roberto Fontana, entre otros.
En esta cuarta edición, a desarrollarse entre el 7 y el 30 de septiembre en la Plaza del Agua (Güemes y Roca, Mar del Plata), exhibiremos junto a una muestra colectiva de más de 30 artistas locales y nacionales, la Muestra Homenaje de Mendoza a Oesterheld y a la Historieta Argentina que fue expuesta en el ECA de Mendoza en octubre pasado, y cedida para estas celebraciones. También parte de la Muestra 50/30 (http://muestra50-30.blogspot.com.ar/) y ¡Cómo me hubiera gustado!, curadas por Mariano Chinelli. 
Las actividades son de acceso libre y gratuito para la comunidad. Cabe destacar que para esta edición tenemos a la fecha confirmadas visitas guiadas para más de 650 chicos de escuelas públicas de nuestra ciudad.

miércoles, 15 de agosto de 2012

CYBERSIX VOL. 1: CUESTIÓN DE IDENTIDAD

Como muchos, descubrí al poeta portugués Fernando Pessoa a través de Cybersix. Con su historieta, Carlos Trillo y Carlos Meglia me abrieron las puertas de un universo intelectual tan enigmático como interesante, centrado en la mirada subjetiva de la personalidad. Pessoa (palabra que en portugués quiere decir persona) es hoy famoso por sus heterónimos, identidades completas que, de tan falsas, terminaron convirtiéndose en verdaderas. Más que un hombre, Pessoa fue varios hombres dentro de un hombre, el diálogo entre las diversas voces cohabitantes de un mismo tiempo y un mismo espacio. La expresión de la tensión dialéctica existente entre la consensuada creación de “la” verdad, la búsqueda existencialista y atormentada del sentido de la vida; y la concepción de la identidad como el tipo de relación que uno puede entablar consigo mismo y sus propias contradicciones.


Posiciones filosóficas decantadas en símbolos narrativos que, no casualmente, laten en el corazón de Cybersix, una obra que hizo de la identidad su máximo signo de identidad. Más que una historieta, Cybersix fue (es) varias historietas dentro de una historieta. Historieta de superhéroes, de ciencia-ficción, de terror, policial, erótica, de amor. La simultaneidad facetada de estas distintas construcciones identitarias devenida en compleja arquitectura argumental abierta a diversos tópicos sensibles. Como un iluminado Dr. Frankenstein de cuatro manos, Trillo-Meglia crearon vida uniendo naturalezas de distinto origen, generando los impulsos eléctricos que retroalimentan los diferentes géneros. Una criatura de laboratorio, creada por los nazis, escapada de un genocidio, travestida para poder sobrevivir, condenada a cazar a sus pares para obtener el alimento que le garantice un nuevo amanecer. Una mujer que deberá enfrentar sus temores, sus dudas, sus ansias, sus deseos, su dualidad humana mientras se encuentra empeñada en que no la maten.


La mención a Frankenstein tampoco es gratuita, ya que uno de los tópicos fundacionales de Cybersix es el alcance ético de la manipulación genética. El debate filosófico-religioso que se desprende de la dualidad creador-creación, sobre todo cuando la creación es un ser humano con pretensiones de ejercer su libre albedrío a la hora de (otra vez) construir su identidad. La lucha ominosa contra cualquier tipo de discriminación, contra el avasallamiento de las voluntades, del derecho humano a ser. Los conflictos que nacen entre el pensar y el sentir, el peso del pasado y la presencia constante del pasado en el presente, la culpa como motor de las personalidades múltiples, los procesos de íntima invisibilización que imponen las grandes urbes sobre la vida cotidiana de los considerados diferentes, los rechazados, los estigmatizados, los perseguidos por el orden preestablecido, siempre vigilante y negado a la integración armoniosa.


Olvídense de la olvidable serie televisiva con Carolina Peleritti (perfecto physique du rol, por otra parte). Olvídense del inolvidable dibujo animado coproducido por Japón, Francia y los EE.UU. Cybersix es mucho más que eso. Una mirada cruda y descarnada hacia el abismo de la condición humana, el espejo en donde reconocer lo mejor y lo peor que tenemos. Una obra parida el día de mañana, que se lee como el diario de hoy y que, sin embargo, fue realizada en 1991. Se la leyó completa en Italia, se la leyó completa en Francia. En la Argentina no, se la publicó de manera errática e incompleta. Ahora estamos frente a la posibilidad de acceder, por vez primera, a sus más de 6 mil emotivas páginas, en una serie aproximada de 30 libros de aparición bimestral. Cómo enfrentemos esta oportunidad hablará, también, de nuestra identidad.
Fernando Ariel García



Cybersix Vol. 1. Guión: Carlos Trillo. Dibujos: Carlos Meglia. Portada: Carlos Meglia. 192 páginas en blanco y negro. Napoleones sin Batallas - Deux Graphica Studio - Entelequia. ISBN: 978-987-26123-6-8. Argentina, julio de 2012.

martes, 14 de agosto de 2012

MARTIN MYSTÉRE Nº 320: PULP FICTION

Nueva York en los ’30. El reinado del New Deal propuesto por Roosevelt con la idea de superar los nefastos efectos de la Gran Depresión. Momentos donde la preocupación presidencial pasaba por mejorar la situación social de la población más afectada, que no casualmente había sido la más pobre. Época de acciones que buscaban motorizar nuevamente la economía, dinamizar el mercado del trabajo y dejar atrás la ola de quiebras, despidos, cierres y desempleo creciente. Dicen los que saben que no hay pruebas concretas que demuestren la efectividad de estas políticas contra la crisis, que los EE.UU. lograron superar después de (y gracias a) la Segunda Guerra mundial. Pero si algo está probado es que estos años fueron los años dorados de la Aventura.



Pulp Fiction le llamaban (mucho antes de que Tarantino se apropiara del nombre). Rústica ficción evasiva de amplio consumo popular, dónde el qué mandaba sobre el cómo y los por qué que estructuran cualquier tipo de narración. Literatura, cómic, cine, radio, periodismo sensacionalista. Argumentos simples, directos y arrebatados, más grandes que la vida. Figuras arquetípicas con la capacidad de levantarse sobre ese gris horizonte para derramar un puñado de emoción, de intriga, de suspenso, de terror, de romance, de la evasión necesaria para seguir soportando la hazaña de vivir un día más en un presente sin futuro, mientras las energías se iban consumiendo en la construcción de un mito: Nueva York en los ’30. Una hermosa época para vivir, el lugar ideal para estar si uno es explorador, arqueólogo, detective y aventurero.


¿Habrán pensado esto Alfredo Castelli y Giancarlo Alessandrini al decidir festejar los 30 años de vida de Martin Mystère con una aventura especial, ambientada en los años ’30? No lo sé. Y, la verdad, no importa mucho. Sí importa el resultado. Y en este sentido, el resultado es maravilloso. Fina y atrapante relectura emotiva de los iconos característicos que poblaron (y pueblan desde entonces) el imaginario popular del mundo entero. Times Square, la Quinta Avenida, el Empire State, la prepotencia visual de los rascacielos, las despampanantes rubias (tan tontas como lindas) que dan identidad a un mundo en blanco y negro, habitado por los grises que el claroscuro de Alessandrini sabe conjugar en cada línea, con cada pleno. La sensación de que algo grande (muy grande) está pasando.


El ejemplar incluye la primera aventura de Martin Mystère tal como había sido pensada por Castelli y Alessandrini, con 32 páginas menos, el título inicial de I grandi misteri di Doc Robinson, Detective dell’Ignoto, la ambientación londinense y hasta los “errores” originales que fueran corregidos en subsiguientes entregas

Y es que en verdad está pasando algo muy grande. La historieta es una ingeniosa variación sobre el primer encuentro de Martin Mystère con su amigo y compañero Java, el último Neandertal vivo; y del origen del archienemigo por antonomasia de la saga, el malvado Sergej Orloff, con los condimentos necesarios para poner (o no) una bomba atómica al alcance de Hitler. Pero más allá del discurso argumental, la trama de Castelli logra entablar un diálogo reverencial con la faz mítica de una realidad hecha sueño: La mafia, Nero Wolfe, Ellery Queen y Philo Vance, el fotoperiodismo de Charles C. Ebbets, Dick Tracy, las leyendas urbanas, los Horizontes perdidos de Frank Cappa, La guerra de los mundos (la de Wells y la de Welles), La Sombra y Doc Savage, El halcón maltés, El mundo perdido de Conan Doyle, Tarzán, el Dr. Cíclope y Boris Karloff, el Mickey Mouse de Floyd Gottfredson, la Marilyn Monroe de Con faldas y a lo loco. Y King Kong... ¿Qué más se le puede pedir a un cómic? ¿Qué más se le puede pedir a la vida?


Festejo redondo, opíparo y pantagruélico. Una de esas pocas ocasiones que justifican la existencia y perdurabilidad de personajes y situaciones condenados a la eternidad repetitiva que exige la industria. Una instancia que nos reconcilia con la historieta de género, masiva e industrial. Feliz cumpleaños, Martin Mystère.
Y gracias por la invitación.
Fernando Ariel García


I grandi enigmi di Martin Mystère, Detective dell’Impossibile Nº 320. Guiones: Alfredo Castelli. Dibujos: Giancarlo Alessandrini. Portada: Giancarlo Alessandrini. Director: Alfredo Castelli. 226 páginas en blanco y negro. Sergio Bonelli Editore. ISSN: 9-771121579003. Italia, abril-mayo de 2012.