Al cine con amor. Director: Steve James. Testimonios de: Roger Ebert, Martin Scorsese, Werner Herzog y Steve James, entre otros. Guionista: Steve James, parcialmente basado en el libro de memorias Life Itself, de Roger Ebert. Film Rites / Kartemquin Films / CNN Films. EE.UU., 2014.
Si es cierto que el cine es la reproducción a escala de la vida, entonces la vida de un hombre, con todos sus ascensos y caídas, sus logros personales y profesionales, las marchas y contramarchas en base a decisiones acertadas y equivocadas, los golpes del destino y el precio a pagar por seguir el camino de sus obsesiones, debería conformar (como mínimo) una gran película. Y si resulta que ese hombre es, además de todo, amante del cine, crítico por vocación y elección, una de las voces culturales más influyentes de los EE.UU. y un personaje con personalidad pública arrolladora y pasional como Roger Ebert, el resultado debería ser una joya del séptimo arte.
Y, en parte, Al cine con amor (Life Itself, 2014) lo es. Sobre todo cuando el documental de Steve James asume que debe dejarse intervenir y modificar por la acción de esa vida misma a la que alude el título original, que en el caso de Ebert significa lidiar con la aparición de un cáncer de tiroides, el notorio deterioro de su condición humana y su ulterior muerte. Todo ello en medio de un rodaje que hizo materia cinematográfica de esas volteretas incomprensibles (emocionalmente inabarcables) que la existencia se empeña en poner en el camino de algunos grupos familiares.
La lucha contra la enfermedad es devastadora; y el documental lo muestra con una crudeza abominable, exigida por Ebert aunque sea difícil de tolerar. Y si se salva de caer en la gratuidad visual (que se salva) es sólo por la testarudez del crítico en mostrarnos los enormes resquicios de dignidad que el cáncer le va quitando a dentelladas secas y calientes. Enhebrando el paso de esos días, una serie de entrevistas y mucho material de archivo van reconstruyendo el pasado común de Ebert con el cine estadounidense (e internacional) de los ’60 y ’70, de Russ Meyer a Martin Scorsese y de Ingmar Bergman a Werner Herzog; de su premio Pulitzer y de la influencia de sus críticas sobre el masivo público de la televisión y la prensa gráfica; de la soledad y el uso abusivo del alcohol al matrimonio redentor de tanto vacío interno.
No creo haber visto una película sobre el rol de la prensa en la industria cinematográfica; ni sobre el lugar del crítico como mediador cultural con responsabilidad directa en la formación de los gustos y las elecciones sociales; ni una valoración subjetiva sobre el arte (y el negocio) de emitir opiniones. Aunque, pensándolo bien, Al cine con amor también es todo eso. Pero desde un lugar transversal y convergente. La vida misma, a 24 cuadros por segundo, es el tema excluyente del documental. Y lo bien que hace.
Fernando Ariel García
No hay comentarios:
Publicar un comentario