Hawkeye. Directores: Rhys Thomas, Bert &
Bertie. Protagonistas: Jeremy Renner (Clint Barton / Hawkeye), Hailee Steinfeld
(Kate Bishop / Hawkeye), Jolt (Lucky, el Perro Pizza), Florence Pugh (Yelena
Belova / Black Widow), Alaqua Cox (Maya Lopez / Echo), Aleks Paunovic (Ivan
Banionis), Vera Farmiga (Eleanor Bishop), Tony Dalton (Jack Duquesne /
Espadachín), Fra Fee (Kazimierz "Kazi" Kazimierczak), Linda
Cardellini (Laura Barton), Ava Russo (Lila Barton), Ben Sakamoto (Cooper Barton)
y Cade Woodward (Nathaniel Barton), entre otros. Participación especial de
Vincent D’Onofrio (Wilson Fisk / Kingpin). Rogers el Musical: Tom Feeney
(Capitán América), Aaron Nedrick (Iron Man), Avery Gilham (Hawkeye), Harris
Turner (Hulk), Jason Scott Macdonald (Thor), Meghan Manning (Black Widow), Nico
DeJesus (Ant-Man) y Jordan Chin (Loki). Guionistas: Jonathan Igla, Elisa
Climent, Katie Mathewson, Tanner Bean, Erin Cancino, Heather Quinn y Jenna Noel
Frazier, basado en el cómic Hawkeye de Matt Fraction y David Aja; y en
personajes y situaciones creados por Stan Lee, Don Heck, John Romita, Allan
Heinberg, Jim Cheung, David Mack, Joe Quesada, Devin Grayson y J.G. Jones.
Consultor creativo: Matt Fraction. Marvel Studios. EE.UU., 2021. Estreno en la Argentina:
Disponible en Disney+ desde el 24 de noviembre de 2021.
Espionaje internacional. Sitcom. Thriller
político. Artes marciales. Terror burocrático. Especulación científica. Hace
rato que Marvel se dio cuenta de que su Universo Cinematográfico (UCM) se
expande más rápido y crece mejor cuando hibrida al superheroico con algún otro género
del entretenimiento popular. Obviamente, Hawkeye no iba a ser la excepción; y
el resultado son estos seis deliciosos episodios que sacan al arquero Vengador
del fondo de la cancha para darle la responsabilidad de definir el partido en
una aventura de neto espíritu navideño.
Sincronizada, dicho sea de paso, con la
temporada navideña real (el último episodio se estrenó el 22 de diciembre) y
con los tiempos ficticios del megatanque Spider-Man: Sin camino a casa, que termina
justo en la misma locación, aunque con algunos minutos de diferencia. Los
necesarios para que los héroes no se crucen las miradas, aunque mantengan el
juego de referencias cruzadas con Rogers - El musical (más de eso después), las
ridículas modificaciones a la Estatua de la Libertad; y la incorporación de la
pata Netflix al UCM.
Fuertemente influida por el arco argumental del
cómic de Hawkeye a cargo de Matt Fraction y David Aja, la serie podría
definirse como la versión Marvel de Mi pobre angelito, con el Bruce Willis de
Duro de matar en lugar del travieso Macaulay Culkin. Y antes de llegar a casa
para el festivo brindis correspondiente, Clint Barton tendrá que poner en orden
las partes más oscuras y dolorosas de su pasado, convertirse en mentor forzoso
de ¿su heredera? Kate Bishop, apadrinar al Perro Pizza, hacer las paces con Yelena
Belova (que quiere matarlo como consecuencia de la escena post-créditos de
Black Widow) y revelar un par de secretos de su familia. En el tiempo que le
quede libre, dará pie a la presentación de la luchadora sorda Echo, que de
miembro de los mafiosos en joggineta saltará a su propia serie por Disney+ este
año.
Por supuesto, como en toda historia navideña neoyorquina
que se precie de tal, la Gran Manzana es uno de los principales protagonistas
de la trama, que sabe capitalizar la mágica imaginería visual de los lugares
icónicos, revestidos de muérdago y nieve, envueltos para el regalo y el
regocijo del espectador. En secuencias narrativas, en insertos que funcionan
como coloridas postales de estación y hasta en una ficticia comedia musical de
Broadway, dedicada al Capitán América. Evaluado por separado, Rogers - El musical
es una porquería intragable, pero que lo hayan mostrado y evaluado como la
porquería intragable que es, hace que uno (yo, al menos) termine viéndolo con
ojos más caritativos y algo kitsch. Y con muchas ganas culposas de verla en un teatro de verdad.
Fernando Ariel García
No hay comentarios:
Publicar un comentario