miércoles, 3 de noviembre de 2021

ETERNALS: TODO PARA TRIUNFAR

Eternals. Directora: Chloé Zhao. Protagonistas: Gemma Chan (Sersi), Richard Madden (Ikaris), Kumail Nanjiani (Kingo), Lia McHugh (Sprite), Brian Tyree Henry (Phastos), Lauren Ridloff (Makkari), Barry Keoghan (Druig), Don Lee (Gilgamesh), Salma Hayek (Ajak), Angelina Jolie (Thena) y Kit Harington (Dane Whitman), entre otros. Participación especial de David Kaye (voz del Celestial Arishem), Bill Skarsgård / Arie Dekker (Kro, líder de los Deviantes), Patton Oswalt (Pip el Troll) y (no vamos a spoilear nada, aunque ya salió por todos lados) como Eros / Starfox. Guionistas: Chloé Zhao, Patrick Burleigh, Ryan Firpo y Kaz Firpo, basado en el cómic The Eternals (1976), creado por Jack Kirby. Marvel Studios. EE.UU., 2021. Estreno en la Argentina: 4 de noviembre de 2021.


Un grupo de diez superhéroes con cupo femenino del 50 por ciento. Una latina que oficia de líder, una de ascendencia asiática, una yanqui típica, una afroamericana sorda interpretada por una afroamericana sorda; y una que representa el estándar hegemónico de belleza renacentista. Del lado masculino, un modelo de galán rudo y tierno, uno de ascendencia pakistaní, un afroamericano gordo y gay; y un caucásico con pinta de nerd. Si una película representa a la perfección el ideal inclusivo de la actual corrección política, es ésta Eternals de Marvel. Sobre todo, porque, si bien ninguno de estos seres todopoderosos ha nacido en el planeta Tierra, todos (algunos más que otros, es cierto) han llegado a autopercibirse como seres humanos. Y eso es lo que más le importa a la trama.


La película de la oscarizada Chloé Zhao arranca siguiendo, en líneas generales, la premisa original del cómic que marcó el regreso del Rey Jack Kirby a la Casa de la Ideas. Un pastiche fantacientífico influido por la literatura especulativa de Erich von Däniken (¿alguien se acuerda del best-seller Recuerdos del futuro?), donde los grandes progresos de la humanidad en la era antigua, habrían sido administrados y/o provocados por la injerencia de avanzada vida inteligente extraterrestre en nuestro planeta. En el Universo Cinematográfico de Marvel (UCM), ese rol le cabe a los Eternals.


Por suerte, Zhao se queda sólo con la premisa del cómic de Kirby. Porque, la verdad sea dicha, The Eternals fue (y sigue siendo) una de sus obras más ambiciosas y menos logradas. En algún momento del metraje, la directora de Nomadland sacude la estantería, cambia las reglas del juego y mejora notoriamente la propuesta primigenia. Dejando el humor en cómodo segundo plano, desarrolla una serie de cuestiones filosóficas mucho más compleja e interesante que la lucha por la supervivencia. Y se anima a plantear situaciones que el UCM no había tocado. Hasta ahora.


La construcción de una identidad queda en el centro de la escena. Y a su alrededor, se van concatenando distintas instancias que refieren, de manera aleatoria, al uso arbitrario de la fuerza como abuso de una posición dominante, la naturaleza tóxica de determinados liderazgos, la obediencia debida, las mentiras que oculta cualquier historia oficial travestida de palabra santa. Todo planteado como pequeñas escaramuzas que van a desembocar en la gran guerra final: El duelo definitorio entre la doctrina del destino manifiesto y el principio del libre albedrío.


En el medio, grandes secuencias de masas coreografiadas con buen gusto y precisión suiza, batallas monumentales con increíbles efectos visuales, momentos de poética introspección que se animan a bucear en el sentido de la melancolía, pasos de comedia musical, canciones de Pink Floyd, BTS y Lizzo. Con todas las fichas puestas a ganador, lo increíble es que Zhao haya parido una película larguísima y aburrida, tediosa y pesada, insoportable por momentos. Un film que le hace honor al nombre. Eternals no sólo es eterna, lo peor es que se hace eterna. Al divino botón.
Fernando Ariel García

3 comentarios: