Damiana Kryygi. Dirección y guión: Alejandro Fernández Mouján. Investigación: Alejandro Fernández Mouján, Susana Margulies. Producción: Alejandro Fernández Mouján, Gema Juárez, Allen Alejandro. Montaje: Valeria Racioppi. Música: Sami Buccella. Océano Films / Gema Films. Argentina, 2015.
1896. Un grupo de colonos blancos masacra a tiros y machetazos a los integrantes de una familia de la etnia Aché. De la frondosa selva paraguaya, los asesinos vuelven trayendo a una niña de alrededor de tres años como trofeo de su faena sangrienta. Deciden (im)ponerle el nombre de Damiana; y hasta un siglo después de su muerte (a los 14 años, a causa de una tuberculosis), la cautiva será víctima de los abusos de la ciencia, que hará de ella un objeto digno de estudio pero indigno del respeto. Desinteresándose de sus intereses, invisibilizándola como sujeto, avasallándola en nombre de ese supuesto bien mayor que hemos dado en llamar Conocimiento.
El de arriba es un párrafo que, periodísticamente, cumple con la premisa de informar de dónde parte Damiana Kryygi, imponente documental de Alejandro Fernández Mouján que reconstruye esta historia, la pone en el debido contexto histórico y geográfico; y cierra el círculo narrativo al mostrar qué pasó con los restos de Damiana, diseminados entre La Plata y Berlín antes de ser repatriados por los Aché para ser sepultados en la tierra de sus ancestros, bajo los ritos de sus ancestros y rodeada de los actuales descendientes de sus ancestros. Como ayer, desde siempre, expulsados de sus territorios, pisoteados por las prácticas de los blancos, despojados por los gobiernos de turno.
Cumple con la premisa de informar de dónde parte Damiana Kryygi, es cierto, pero no alcanza a reflejar el máximo logro del documental, que es el planteo ético de quién registra el material, consciente de que no aborda cosas sino personas. En ese sentido, la incorporación de la primera persona por parte del director abre la subjetividad de la mirada, genera empatía con el espectador y facilita el tráfico de una información durísima, despiadada, inhumana. Natural y orgánicamente, Fernández Mouján elabora un registro (en forma y fondo) que armoniza sus intereses documentales con los derechos de los documentados. Me resulta paradigmático, en ese sentido, el tratamiento que le brinda a la foto más conocida y difundida de Damiana, de pie contra una pared, desnudada en cuerpo y violentada en alma, expuesta al frío innecesario del patio del neuropsiquiátrico que la vería salir en pedazos, reconvertida en osamenta de museos.
Con Damiana Kryygi, Fernández Mouján no sólo logra concretar el milagro del cine, también restituye el pleno ejercicio de sus derechos identitarios a una niña. Y lo hace de la manera más simple, conmovedora y directa, desandando el camino que va de Damiana a Kryygi, dejándonos solos frente a los ojos tristemente inquisidores de esa muerta que sólo sabe vivir.
Fernando Ariel García
En relación con el tema abordado en este documental, invito a conocer la guarania “Kryygi…Kryygimaî…”, con letra de Jorge Padula Perkins y música de Rodrigo Stottuth, interpretada en versión original por Nery González Artunduaga y Rodrigo Stottuth.
ResponderEliminarhttps://youtu.be/WJo_5UFYM6o
http://www.lasletrasqueescribi.blogspot.com.ar/2014/08/kryygikryygimai-una-cancionhistoria-de.html