martes, 22 de abril de 2014

PICSOU Nº 500: IN BARKS WE TRUST

Picsou Magazine Nº 500. Autores: Carl Barks, Giorgio Cavazzano, Cizo, Patrice Crocci, Tove Dester, Andrea Freccero, Evert Geradts, René Guillaume, Guido Martina, Pascal Mesenberg, Don Rosa, Marco Rota, Romano Scarpa, Maximino Tortajada Aguilar, William Van Horne, Vicar, Winshluss, entre otros. Color: No acreditado. Portada: No acreditado. Directora: Anne-Marie Labiny. 128 páginas a todo color. Disney Hachette Presse. ISSN: M02341. Francia, abril de 2014. 

Scrooge McDuck. Así lo bautizó Carl Barks cuando lo presentó en una historieta del Pato Donald publicada en 1947. Tratándose del pato más rico del mundo, el nombre funcionaba como un claro homenaje al Ebenezer Scrooge del clásico Cuento de Navidad de Charles Dickens; y servía para definirlo de un plumazo (¡cuac!): Codicioso, sumamente avaro y bastante miserable. Un personaje magistral e inigualable que terminó, como corresponde a alguien de su calaña, apropiándose del protagonismo de Donald, sus sobrinos y gran parte del universo Disney. 

En The Round Money Bin (Four Color Nº 495, EE.UU., septiembre de 1953), Carl Barks menciona por vez primera a la moneda de diez centavos Nº 1, amuleto de la suerte del Tío Rico

Pieza de colección: The Coin, historieta que Don Rosa realizó especialmente para el mercado francés, publicada en Picsou Magazine Nº 333 (octubre de 1999) bajo el título Le prix du “sou”venir 

Al Uncle Scrooge, los hispanoparlantes lo conocemos de diferentes maneras. El mote más popular, obvio, es el de Tío Rico, pero también lo llamamos Tío Gilito, Gilito McPato o Rico McPato, ninguno de ellos a la altura metaliteraria del original, si hemos de sincerar los tantos. Gracias a El avaro de Molière, a los franceses les resultó mucho más fácil encontrar un equivalente con la misma carga referencial. Y así, en 1949, optaron por un Oncle Harpagon que duró lo que un suspiro, porque al año ya se lo habían cambiado por un ridículo Oncle Edgar. Hasta diciembre de 1952, cuando Raymond Calame (redactor en jefe de la revista Le Journal de Mickey) le calzó el definitivo Balthazar Picsou que inmediatamente adoptó el mercado francófono. 

Zio Paperone e il grappolo indiano (Almanacco Topolino 162, junio 1970), colaboración artística de los dos dibujantes más representativos de Disney Italia: Romano Scarpa y Giorgio Cavazzano, al frente de un guión escrito por Guido Martina 

En dos años, Picsou ya le había serruchado el piso a los ratones y los patos, quedándose con el cariño y la fidelidad de miles de fantasiosos niños que (como en el resto del mundo) conocieron la Aventura de la mano de Carl Barks. Por lo que cuenta la leyenda editorial, Françoise Langrognet fue quien vio la veta comercial y a ella se debe la existencia de la revista Picsou, cuyo primer número llegó a los kioscos el 21 de febrero de 1972 y, por eso mismo, ahora está presentando este demoledor y contundente Nº 500. 

Una historia realmente impronunciables: Ingen tur med tukronan, de Tove Dester (guión) y Vicar (dibujos), para la dinamarquesa Anders And & Co. Nº 1973-45 (noviembre de 1973)

Como Le Journal de Mickey y Le Journal de Spirou, Picsou Magazine se asume como una revista de interés general infanto-juvenil, con un amplio porcentaje de páginas dedicadas a las historietas Disney, complementadas con una serie de artículos y juegos que han sabido amoldarse a los nuevos intereses y estímulos que definieron las infancias de las últimas cuatro décadas. Y desde su último reformateo editorial (2003), Picsou ha construido una identidad deudora del estilo gráfico y el espíritu simbólico de la obra de Barks, seleccionando lo mejor de la producción en serie realizada, ayer y hoy, por historietistas de los EE.UU., Italia, Alemania, Polonia, los Países Bajos y América del Sur. Y con muy buen criterio, al parecer, ya que desde 2012 ha quedado instalada como la tercera publicación francesa más vendida para la franja etarea de 7 a 12 años.

Además de historietas, Picsou Nº 500 incluye un dossier informativo con la historia de la revista, ilustrado con una galería de portadas originales a cargo de los franceses René Guillaume, Patrice Crocci y Pascal Mesenberg (Mezzo) 

Temáticamente, este Nº 500 está dedicado al fetiche más importante que reconoce la saga del Tío Rico: Su moneda de diez centavos Nº 1, símbolo del éxito para este personaje imbuído de la fe capitalista en el mercado. Y los encargados de ir contándonos cómo la obtuvo, cómo la perdió y volvió a recuperarla; cuándo y por qué decidió construir la famosa bóveda inviolable a su alrededor, son un seleccionado estelar de artistas internacionales, llegados desde los EE.UU. (Carl Barks, Don Rosa, William Van Horne), Italia (Romano Scarpa, Giorgio Cavazzano, Marco Rota, Guido Martina), Holanda (Evert Geradts), Dinamarca (Tove Dester), España (Maximino Tortajada Aguilar) y Chile (Vicar, seudónimo de Víctor José Arriagada Ríos), junto con los franceses Winshluss (seudónimo de Vincent Paronnaud, codirector del filme Persepolis) y Cizo, creadores de Wizz & Buzz, pareja de inútiles algo bizarra que representa el único material no Disney incluído en la revista.

Wizz & Buzz, colados en el festejo disneyano, rinden su homenaje a Picsou 

Como si todo esto fuera poco, el número contiene la especialísima aventura realizada en 2010 para el histórico Donald Duck Nº 3000 de Holanda, que se mantenía inédita en Francia. El cómic, de Evert Geradts (guión) y Maximino Tortajada Aguilar (dibujos) tira la casa por la ventana y hace compartir el protagonismo entre Donald y sus sobrinos, el Tío Rico, Mickey, Tribilín, Pluto, Chip y Dale, José Carioca, Lobito y Lobo Feroz, el Hermano Oso y el Hermano Zorro, los Chicos Malos, Dumbo, Pinocho y Pepe Grillo, Panchito y un larguísimo etcétera. 

¿Crisis en las Tierras Infinitas Disney? No, la última página de Donald Duck: Kerel 3000, por Evert Geradts (guión) y Maximino Tortajada Aguilar (dibujos), épico festejo de los 3000 ejemplares de la edición holandesa de Donald Duck (abril de 2010)

Narraciones complejas en donde el humor y la aventura van de la mano. El encadenamiento de situaciones domésticas y avatares de raigambre fantástica. La conmovedora humanidad de un grupo de personajes antropomórficos. Una gota de cruel ironía. Más que un compilado de grandes historietas Disney, este Picsou Magazine Nº 500 tiene el mérito de ser un compilado de grandes historietas. El mejor homenaje al mejor artista que tuvo el Tío Walt: Carl Barks. 
Fernando Ariel García

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