Le Journal de Spirou Nº 3.949 a 3.952. Autores: Didier Ah-Koon, Steve Baker, Bédu, Ben BK, Bercovici, Christophe Bertschy, Thomas Bonin, Claire Bouilmac, Raoul Cauvin, Cerise, Clarke, Stephan Colman, Christelle Coopman, Laurence Croix, Luc Cromheecke, Clara Cuadrado, Ian Dairin, Darasse & Bosse, Philippe De Kemmeter, Del, Dino, François Duprat, Benoit Feroumont, Brigitte Findakli, Floris, Olivier Goka, Mark Hardy, Hubersch, Hubert, Isa, James, Janry, Joan, Pascal Jousselin, Anne-Claire Jouvray, Jéróme Jouvray, Kerascoët, Klub, Kox, Labruyère, Lady C, Laudec, Manu Larcenet, Pic Lelièvre, Leonardo, Libon, Madaule, Éric Maltaite, Midam, Boris Mirroir, Nob, Nolwenn, Obion, Ohm, Marco Paulo, Sergio Salma, Mathieu Sapin, Olivier Schwartz, Sti, Stuf, Thiriet, Tome, Lewis Trondheim, Yann, Zidrou. Portadas: Olivier Schwartz, Yoann y Vehlmann, Darasse y Zidrou, Clarke. Editor: Olivier Perrard. 52 páginas a todo color. Éditions Dupuis. ISSN: 07718071. Bélgica, 18 de diciembre de 2013 al 8 de enero de 2014.
Hace más de cuatro décadas que leo historietas. Y si bien tuve acceso a diversas series y personajes del mítico Journal de Spirou (en álbumes, en el Billiken y hasta en algunos números desperdigados de las revistas españolas Spirou Ardilla y Fuera Borda), nunca antes había tenido entre mis manos un ejemplar del longevo semanario francobelga. Y la sensación tras leer no uno, sino cuatro números corridos recién salidos del horno, fue de esas experiencias que hacen envidiar aquellos fenómenos culturales que nosotros hemos ido perdiendo, por los vaivenes de la Historia, por decisiones empresariales, por haberlos dejado caer, por todo eso junto y más…
Spirou et le fetiche des Marolles (por Yann y Olivier Schwartz), especie de continuación de Le Groom Vert-De-Gris, traza líneas entre la Bruselas de posguerra y el Congo belga colonial, incluyendo una misteriosa mujer leopardo, gorilas robots y un estilizado diseño con influencias del Art-Deco
Me refiero, específicamente, a la revista de historietas infanto-juvenil. Un espacio de encuentro, descubrimiento y aprendizaje de formas, lenguajes y lecturas que, más allá de los reales logros alcanzados por la gente de Banda Dibujada, parece haber quedado muy lejos del presente editorial argentino. Es cierto que el fenómeno de Le Journal de Spirou es de una marcada raigambre territorial, aparentemente imposible de transplantar y/o traducir en otras latitudes, pero si el mercado francobelga supo mantener esa sana costumbre, sin escaparle a los distintos aggiornamientos contemporáneos, por qué quedarse pensando que aquí no podemos hacerlo.
Choc (de Stephan Colman y Éric Maltaite), recupera la figura del homónimo amo del mal, al mejor estilo Fantomas, nacido como enemigo público Nº 1 de Tif y Tondu, clásica historieta creada por Fernand Dineur para Le Journal de Spirou en 1938
Si estos cuatro números pueden ser tomados como ejemplo de la identidad de la publicación, la razón de su éxito sostenido parecería estar asentada en un par de pilares muy bien conceptualizados:
1. El equilibrio justo entre los personajes de peso y las series de relleno, que cumplen con creces su función de complemento al material principal.
Ralph Azam, serializada y exitosa saga de fantasía heroica a cargo de Lewis Trondheim
2. La alta calidad promedio de la segunda línea de autores, sostenida por un grupo estelar que le saca varios cuerpos (Lewis Trondheim, Manu Larcenet, Mathieu Sapin, la dupla Yann y Olivier Schwartz) y eleva exponencialmente el saldo cualitativo de la lectura.
Pin Pin Reporter, página humorística de Mathieu Sapin
3. La cobertura del actual imaginario infantil, en cuanto a géneros (aventura, ciencia-ficción, costumbrismo, policial, cuentos de hadas, fantasía heroica), personajes arquetípicos (piratas, genios del mal, animales antropomórficos, niños magos, príncipes bárbaros, superhéroes, agentes secretos, náufragos) y figuras reconocibles de la contemporaneidad urbana de clase media (chicos terribles, padres insoportables, estudiantes adolescentes, psiquiatras, enfermeras, el encargado de una comiquería, periodistas, los propios autores del Journal en plan autobiográfico; y hasta un sepulturero), así como los compartidos intereses generacionales (de la ecología a los videojuegos, pasando por las historietas, los dibujos animados y el desarrollo de sus propias capacidades creativas).
Antes de protagonizar su propia película, los Minions de Mi villano favorito ganaron esta serie de gags firmados por Didier Ah-Koon y Nolwenn
4. El abordaje de problemáticas comunes a los niños de hoy día, como son el sobrepeso, el ensamblaje familiar y la posibilidad de atentados terroristas.
Tamara (de Zidrou, Darasse & Bosse) es una adolescente que debe lidiar con su sobrepeso y la conviviencia en una familia ensamblada
5. La adopción (en regla general) de la comedia de enredos como eje transversal a todo el material publicado por la revista, autoconclusivo y/o continuado, de aparición fija o con cadencia rotativa, buscando generar lazos emocionales e intelectuales con los lectores directos del Journal (los chicos) y su universo ampliado (los mayores).
Aún siendo anterior a Harry Potter, la brujita adolescente Mélusine (Clarke) acepta referenciarse con el modelo impuesto por J.K. Rowling; y marca las necesarias distancias de estilo, ambientación y tono narrativo
Con la ligereza que permiten los distintos niveles de modulación del tono humorístico; asumiéndose como parte de una sociedad moderna, lo suficientemente flexible para adaptarse a los cambios que vienen sin por ello renunciar a las tradiciones que la definen particularmente, Le Journal de Spirou tiene algo para ofrecerle a cada uno de sus destinatarios: Diversión garantizada para los chicos de 0 a 99 años.
Fernando Ariel García
Yoann y Vehlmann
Darasse y Zidrou
Clarke
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