Dugong y Manatí. Autor: Quique Alcatena. Portada: Quique Alcatena. 96 páginas en blanco y negro. Comic.ar Ediciones. ISBN: 978-987-28876-4-3. Argentina, noviembre de 2013.
Hace mucho, mucho tiempo que no me divertía así con una historieta. Y cuando digo así, no me estoy refiriendo sólo a la cantidad y la calidad del entretenimiento encontrado, sino al tipo de diversión provista por estas páginas de Quique Alcatena, maestro cerrajero con las llaves para abrir los candados de mi adormilada inocencia infanto-juvenil. Será por el formato apaisado, que me llevó en un viaje temporal sin escalas a mi época de atiborrado lector de patoruzitos, don nicolas, pilusos e hijitus varios, paladines mexicanizados por la Editorial Novaro; y los infaltables libros amarillos de la Colección Robin Hood.
Es que las aventuras en formato tira diaria de Dugong y Manatí, pensadas y realizadas para la revista Comic.ar, zarpan desde los puertos del asombro y, en su travesía mar adentro, van hollando reconocibles (y reconocidos) territorios aventurables, con la naturalidad que sólo posee lo verdadero. Impulsado por los motores del ensueño, el barco de Alcatena pone proa a los acantilados de Salgari, el archipiélago de Segar, el fiordo de Verne, la prattiana costa de Ferro. Un mundo más grande (e interesante) que el real, cruzado multicuralmente por Charly García y los Beatles, Lovecraft y Bob Esponja, el libre fluir de la conciencia propuesto por la poesía beatnik.
Mirada adulta sobre la ingenuidad infantil, Dugong y Manatí discurre por las tranquilas aguas de una mitología costumbrista (¿o será costumbrismo mitológico?), abrevando y fusionando panteones superheroicos, pasos de comedia, intrigas policiales, horrores ancestrales y, por supuesto, peripecias marítimas. Géneros y personajes que engarzan mecanismos creativos autoconcientes de las propiedades metalingüísticas de la historieta. Suspensión del racionalismo que libera la ambigüedad del azar para (con)fundir lo incierto con lo dado por cierto.
Fieles a la identidad gráfica de Alcatena, las ocho aventuras completas que recupera este volumen, encuentran la belleza mediante el sabio uso de una ornamentación recargada (muy lejos de la innecesaria saturación), cuyas raíces se hunden en los imaginarios occidentales y orientales, en la mística hindú y el drama victoriano. Formando e informando a sus lectores, recuperan el sentido lúdico primigenio de las historietas, abriendo las puertas de la imaginación para que salgamos a jugar en el patio trasero de nuestros recuerdos más preciados.
Fernando Ariel García
Otras obras de Alcatena:
Imperator
Hexmoor, en LancioStory
El Eternauta: El perro llamador y otras historias
ok.
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