Jóvenes brujas: Nueva hermandad.
Directora: Zoe Lister-Jones. Protagonistas: Cailee
Spaeny, Gideon Adlon, Lovie Simone, Zoey Luna, Nicholas Galitzine, Michelle
Monaghan y David Duchovny, entre otros. Participación especial de Fairuza Balk.
Guionista: Zoe Lister-Jones, basada en personajes y situaciones creadas por
Peter Filardi. Columbia Pictures / Blumhouse Productions / Red Wagon
Entertainment. EE.UU., 2020. Estreno en la Argentina (sólo en la provincia de
Córdoba): 28 de enero de 2021.
Si vivís (o estás de paso) en la provincia de
Córdoba, vas a poder ir al cine a ver esta película en pantalla grande, porque
es el primer lugar de la Argentina que habilitó la apertura de las salas. Con
estricto protocolo, por supuesto, porque la pandemia no terminó. Si no vivís (o
no estás de paso) por esos lares, no te desesperes. Seguro que ya viste Jóvenes
brujas: Nueva hermandad (The Craft: Legacy) aunque no hayas visto ni el tráiler.
Es que la película de Zoe Lister-Jones, al
mismo tiempo secuela y reinicio de aquel suceso de culto conocido como The
Craft (1996), no se aparta ni un milímetro de lo ya transitado hasta el
hartazgo por este tipo de producciones de género. El nuevo Gótico romántico,
dirigido principalmente al público femenino pre-adolescente, combinando la
típica historia de crecimiento físico, psicológico y moral de las protagonistas
(Coming of Age, que le dicen los yanquis), con una subtrama amorosa y contexto sobrenatural.
Nada nuevo bajo el sol (o la luna, ya que se
trata de brujas), con vueltas de tuerca que van cayendo cuándo y dónde tienen
que caer, para que la cosa avance. O dé la sensación de avanzar. Chica nueva en
pueblo viejo. Familia ensamblada con algún secreto oculto. Primer día de
colegio. Bullying. Y tres brujitas que la estaban esperando para armar el aquelarre
cool de referencia. Consagración de la femineidad. Aparición de los poderes y
un hecho que descajeta los íntimos logros obtenidos. Una tabla ouija. La
revelación de la verdad y el enfrentamiento final que reordena los tantos,
dejándolos a punto caramelo para la secuela ¿que viene?
Lo único interesante (ya ni siquiera novedoso)
es la intención de transformar la trama en una lectura metafórica del
empoderamiento femenino que define esta época. El enfrentamiento entre las
brujas y el enemigo es, claramente, una lucha de poder. Específicamente, entre
el poder machista del viejo orden patriarcal y el poder no binario del nuevo
orden feminista. El problema, por supuesto, no está en la ideología, sino en el
apego explícito al manual hegemónico de la corrección política. Sigo pensando
que el cine es (y debería seguir siendo) otra cosa. Más narración, menos
discurso.
Fernando Ariel García
Coincido totalmente.
ResponderEliminarLa película original no necesitaba un discurso, tenía una buena historia, que incluso respetaba la idea de la brujas, conectadas con la naturaleza. Con una de las brujas, magistralmente interpretada por la bella Fairuza Balk, saliéndose de control.
Saludos.