miércoles, 10 de abril de 2019

HELLBOY: REINICIO CON ERRÓNEO CAMBIO DE COORDENADAS

Hellboy. Director: Neil Marshall. Protagonistas: David Harbour (Hellboy), Milla Jovovich (Nimue, la Reina Sangrienta), Ian McShane (profesor Broom), Sasha Lane (Alice Monaghan), Daniel Dae Kim (Mayor Ben Daimio), Stephen Graham (Gruagach) y Emma Tate (Baba Yaga), entre otros. Participación especial de Thomas Haden Church (Lobster Johnson), Mario de la Rosa (Esteban Ruiz / Camazotz) y Markos Rounthwaite (Grigori Rasputín). Guión: Andrew Cosby, basado en personajes y situaciones creadas por Mike Mignola para los cómics de Hellboy, especialmente las sagas Darkness Calls, The Wild Hunt, The Storm y the Fury. Lionsgate / Summit Entertainment / Millennium Films / CB Films / Dark Horse Entertainment / Lawrence Gordon Productions. EE.UU., 2019. Estreno en la Argentina: 11 de abril de 2019. 




Qué película esperada y qué película decepcionante. Entiendo que sintieran la necesidad de despegarse todo lo posible de la estética acuñada por Guillermo Del Toro en la encarnación anterior de la saga cinematográfica. Después de El laberinto del Fauno y La forma del agua, ese estilo visual y ese tempo narrativo se habían vuelto más representativos de la identidad del cineasta mexicano que de la del detective paranormal ideado por Mike Mignola hace poco más de un cuarto de siglo. 


De hecho, el registro narrativo de Hellboy siempre tuvo más que ver con el terror existencial que con la fábula fantástica explotada en Hellboy (2004) y Hellboy II: El ejército dorado (2008); así que un cambio de coordenadas hubiera servido para devolverle al personaje cornudo su esencia original. Pero una cosa es Lovecraft y otra, muy distinta y alejada, el gore pedorro de los ochenta. Y lamentablemente, este Hellboy modelo 2019 eligió la segunda opción. Renunció a la seducción del miedo inasequible para abrazar el asco sanguinolento y gratuitamente explícito de un rockero heavy sin imaginación. 


Una pena, porque el relato que enhebra el film es sumamente fiel al hilo cronológico que Mignola fue desmadejando a los saltos temporales en la página impresa. Tiene un deliberado armado argumental con escalas en la lucha libre mexicana, la tradición folklórica de Europa del este y el mito artúrico; así como un rápido repaso al origen del personaje y el anclaje de la aventura en el universo ampliado que el cómic fue edificando con los años, principalmente a través de personajes más oscuros de la Agencia de Investigación y Defensa de lo Paranormal; y la participación especial de Lobster Johnson. 


En todo en general; y en Mignola en particular, el cómo se me hace tan importante como el qué. Gran parte del enorme atractivo que Hellboy ejerce sobre mí viene dado por el cómo se elige tramitar ese qué. La atmósfera, la mística de los protagonistas, la hibridación de géneros y la poética tensión entre lo monstruoso y lo bello, lo natural y lo sobrenatural, es lo que marca la diferencia entre Hellboy y el resto. 
Pero esta vez, al cine, sólo se presentó el resto. Hay que quedarse hasta el final. 
Fernando Ariel García

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