Glamour. Ironía. Sofisticación. Distinción. Estilo. Convengamos, por un momento, que los años sesenta no pasaron, que siguen rigiendo en sus códigos de representación, continúan vigentes en el imaginario cultural del mundo, se perpetúan a la hora de generar sentidos, usos y costumbres. Estamos en medio de una ucronía, por supuesto, un estado de suspensión de la credibilidad en donde el mundo todavía es bipolar y los relatos nacionales continúan mirando lo extranjero con ojos propios. Lo hibridan hasta apropiárselo. Lo enriquecen. Lo globalizan multidireccionalmente. Generan nuevos códigos. Aceptemos que la existencia es una comedia dramática a go go, un cóctel con los mejores exponentes de la cultura pop de esos años: Moda, música, cine, televisión. Las realezas europeas como pruebas fácticas de la existencia del sueño americano. La ilusión de la paz y su contracara, el peligro latente de la aniquilación nuclear. El delicado equilibrio entre las estructuras de poder que lo gobiernan todo. El entramado de instancias superestructurales de espionaje que mueven las fichas del tablero de ajedrez internacional.
Sophia Loren (arriba) y los Beatles (abajo), iconos pop presentes en Argos 7
Imaginemos ahora que la revista Hola sintetiza esta visión del mundo. Pero no nos lo cuenta con muchas fotos y poco texto, nos lo va exhibiendo como un cómic. Un cómic con la lógica del Marvel Style delineado por Stan Lee y Jack Kirby, influido por la estética de Ultraman y revisitado por la mirada art-deco que Bruce Timm le imprimió a los dibujos animados superheroicos modernos. Es más, no lo relata desde la Gran Manzana, sino desde la Roma de La Dolce Vita, del cine hollywoodense clase B afincado en Cinecittá. Está la influencia del Swinging London, por supuesto. Y el poder alucinógeno de las secuencias de apertura del Bond de Sean Connery. Y el desfile warholesco del Batman de Adam West, El agente de C.I.P.O.L., El super agente 86. Y…
Esfinges gigantes y megalómanos directores cinematográficos, algunos de los archienemigos del mundo libre
Y este universo fantástico (por su carga de condimentos fantasiosos pero, sobre todo, por la recuperación emblemática de esa capacidad de asombro que supo inyectar una década irrepetible desde todo punto de vista) tiene nombre: Le avventure di Argos 7. Tiene dos creadores: Giuseppe Cozzolino (guiones) y Andrea Rovati (dibujos). Y tiene una historia de pequeños peldaños editoriales antes de este libro imprescindible y prácticamente desconocido. Pero lo que importa ahora es el universo creado por estos autores. Las relaciones de convivencia generadas entre ovnis, superhéroes, agentes secretos, asesinos inmisericordes, científicos locos, monstruos abominables, facultades paranormales desbocadas, esfinges gigantes, robots ultratecnificados que buscan eliminar el rock and roll para imponer el canto lírico, cowboys mexicanizados en medio del Coliseo, homenajes a James Dean, Boris Karloff, Totó y Rossano Brazzi; menciones al Che Guevara, la participación especial de Sophia Loren, los Beatles, Clint Eastwood y la princesa Soraya, ex consorte del sha de Persia. Entre medio de todo y de todos, Steve Van Drake, actor de día y Argos 7 cada vez que la situación lo requiera. Superespía miembro de D.A.M.O.C.L.E. (Defense Authority Master Organization Center For Law And Enforcement), organización secreta de defensa del mundo libre que representa también la inseguridad que conlleva el poder.
Spaghetti western y revolución cubana
Steve Van Drake, arquetipo de La Dolce Vita romana
Le aventure di Argos 7 no es un simple (o complejo) ejercicio de nostalgia, la evocación de una atmósfera conocida o intuida (pero siempre añorada), un catálogo de buenos muy buenos y malos muy malos. O sí. O, mejor aún, es mucho más que la sumatoria de esas partes. Es un cruce referencial de caminos en donde los autores se afincan para generar nuevos sentidos, desde el conocimiento posterior de algunos hechos culturales que allí se presentan. Guiños al lector que se reciben como lo que son. Metamensajes de inteligente belleza. Bocanadas de aire fresco en medio de tanto hueco esquematismo repetido.
Todo tiempo pasado (si es el de Argos 7, obvio) fue mejor.
Fernando Ariel García
Todo tiempo pasado (si es el de Argos 7, obvio) fue mejor.
Fernando Ariel García
Le avventure di Argos 7 (Colección yKronoS Especial Nº 2). Guión: Giuseppe Cozzolino. Dibujos: Andrea Rovati. 76 páginas en blanco y negro. Cagliostro Press. ISBN: 978-88-95114-21-7. Italia, 2009.
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