jueves, 17 de mayo de 2012

REVOLUCIÓN. LA NUEVA CARA DE LAS HISTORIETAS BRASILEÑAS

(Información de prensa) Están todos invitados a la presentación del nuevo libro de Paulo Ramos, Revolução do Gibi. A nova cara dos quadrinhos no Brasil, recientemente editado en el Brasil por Devir.



El evento se llevará a cabo el sábado 19 de mayo, a las 19:00 horas, en HQMix Livraria de San Pablo (Brasil), ubicada en Tinhorão 142, enfrente de la FAAP).

Paulo Ramos es autor del libro Bienvenido. Um passeio pelos quadrinhos argentinos (ver http://labitacorademaneco.blogspot.com.ar/2010/07/argentina-territorio-de-historietas.html)

DIBUJANTES TRABAJANDO

(Información de prensa) Un proyecto de ley muy interesante para la Historieta Argentina; y que cuenta con la difusión del multiespacio Dibujantes Trabajando (http://dibujantestrabajando.blogspot.com.ar/), espacio de defensa de los derechos de los dibujantes, coordinado por ADA (Asociación de Dibujantes de Argentina) y el Foro de Ilustradores de Argentina; con el apoyo de Banda Dibujada. Abajo de este artículo encontrarán el link para leer el proyecto de ley, así como una dirección de mail para apoyarla y adherirse.
Proyecto de Ley para el incentivo de la historieta nacional




El dibujante cordobés Fernando Sosa, del grupo Barricada Cómics, redactó un interesante proyecto de ley que propone impulsar, desde el Estado Nacional, el desarrollo de la Historieta Argentina en todos sus niveles. Se trata de un proyecto similar al presentado por el diputado Vicentinho del PS-PT (partido del ex-presidente Lula da Silva) en el Brasil.
Dice el dibujante: "Basándome en el escrito en portugués, lo traduje y adapté a nuestra propia historia, leyes y necesidades, porque básicamente el marco de la problemática de la historieta brasileña es similar a la nuestra".
En su periplo y después de golpear algunas puertas, Sosa logró presentar dicho proyecto a los asesores de la diputada nacional Victoria Donda (Libres del Sur, Frente Amplio Progresista) y, con gran aprobación de ese sector político, recibió la promesa de que la iniciativa sería apoyada.
Mientras tanto, Sosa viajó a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y expuso el proyecto de ley en la asamblea abierta de ADA del 8 de mayo pasado, donde dibujantes de diversos sectores, agrupados bajo el lema Dibujantes Trabajando, se encuentran abocados en el reconocimiento de los derechos de su gremio.

El proyecto de Ley redactado por Fernando Sosa se encuentra en:

Quienes estén de acuerdo en apoyar este proyecto de ley, deben enviar un e-mail a:
dibujantestrabajando@gmail.comcon el asunto "Adhiero a la Ley de Historieta Nacional", indicando en el cuerpo del mail el nombre y DNI.

EL SUPERVISOR, DE RODOLFO FUCILE, EN DESCARGA GRATUITA

(Información de prensa) Los invito a descargar el cuento ilustrado El supervisorEs la historia de tres empleados de una oficina estatal que practican en secreto un extraño juego mnemotécnico, hasta que son descubiertos y (como aseguran todas las sinopsis de ficción) se produce un hecho inesperado que altera drásticamente el rumbo de sus vidas.


Versión PDF completa, libre y gratuita:
 http://www.rodolfofucile.com.ar/elsupervisor.pdf  

viernes, 11 de mayo de 2012

TROZOS ARGENTINOS

(Prólogo de Un tal Daneri, editado por Doedytores en 2003) “Hay un momento en que la noche agota su euforia y su melancolía. Y se dispone a morir”.
Estas dos frases iniciales de un episodio de Un tal Daneri vienen a cuento por dos motivos: Sirven para delimitar el espacio metafísico en que se desenvolverán las historietas que siguen (“Hay un momento en que la noche agota su euforia y su melancolía”); y para conceptualizar el tiempo que comenzará a correr para sus protagonistas (“Y se dispone a morir”).


El espacio de Daneri se presenta como un contrapunto entre lo aparente y lo esencial, explotando la imagen del laberinto como un instrumento ordenador de las cosas y las gentes, materia artística que les sirve a los autores, Carlos Trillo y Alberto Breccia, para exponer sus ideas filosóficas. Como en el mejor de los Borges, lo importante no se esconde en la resolución de los pequeños conflictos planteados, sino en el camino que recorre el lector para encontrarlo.


Un tal Daneri está compuesto por ocho historias. 8. El número que puesto de costado grafica la cinta de Moebius, una de las infinitas representaciones del infinito. Y durante los ocho episodios Daneri camina, buscando a. O escapando de, que no es más que el reflejo del mismo sentimiento. El amor y el espanto. El Borges de Cambridge y el Borges de Ginebra.


El espacio de Daneri es el arrabal. Nostálgico y poético. El de Carriego y el de (obviamente) Borges. Frontera primitiva entre el sueño y el mito, lo fantástico y lo cotidiano. Tarde monstruosa que permite la operación despiadada del azar sobre el tuétano de los hombres. Tierra donde lo criminal y lo prostibulario conjugan los condicionamientos de la fatalidad, el esplendor de la miseria. Crepúsculo que (otra vez Borges) “ha perdido la luz y teme la noche”. Opresivo. Cruel. Abominable. Lúcido.


“Los lugares se llevan, los lugares están en uno”, decía (acertaron) Borges. Y en cada trazo, en cada pegatina del Viejo Breccia, Un tal Daneri respira Mataderos. Para Trillo, “lo de Mataderos, que nunca se nombra en la historieta, es parte de la leyenda que salió de los reportajes que le hicieron a Breccia. Ese detective de barrio, ese pesado sin esperanzas, tenía que tener un clima así. Y Breccia tenía un Mataderos en su cabeza y en sus recuerdos, así que si hubo una idea de situarlo allí, claro, fue de él”.


Vayamos a las fuentes. Revista SuperHumor Nº 1 (julio-agosto de 1980), página 65, columnas dos y tres. Entrevista a Alberto Breccia realizada por Carlos Trillo (el que piensa en un juego borgeano que levante la mano) y Guillermo Saccomanno. “Mataderos era un barrio que se me fue metiendo muy adentro –dice el dibujante-. Yo creo que en ‘Un tal Daneri’ salió algo de lo que yo veía en esos años de juventud. Esos paredones de ladrillo, esas calles de barro, esas nubes que parecían estar al alcance de las manos tan bajas. En Mataderos yo vi dos duelos criollos protagonizados por el Pampa Julio, un príncipe ranquel que se había hecho guapo. Uno de esos duelos, me acuerdo, era sólo a planazos, y se iban rebanando de a poco. Sí, ese era el Mataderos de Daneri”. El barrio que todavía no dejaba de ser campo, donde (¿otra vez Borges?) “la soledad y la muerte eran temas fundamentales, y también la meditación sobre el tiempo”.


Tiempos violentos que frasean furiosas pintadas sobre paredes descascaradas (“Por la libertad del pueblo”; y no, esta cita no es de Borges), que remiten al discurso del Eternauta; al collage sublimado del Richard Long de Oesterheld que después Breccia decantará en Lovecraft; al expresionismo gótico de la inmolación militante; a los monstruos de verdad, mucho más peligrosos que los de la ficción; a la Policía que busca gente; a la gente que tiene que mudarse de casas para “estar más seguro”; a un salón de espejos donde la realidad y la pesadilla se prodigan en una multiplicidad autofagocitante de imágenes y reflejos.


No es para menos. La historieta se gestó entre 1974 y 1977. Años de plomo; de la Triple A como premonición de lo peor del Proceso; de la juventud maravillosa devenida un imberbe, estúpido e infiltrado Gregorio Samsa; del volver a luchar después del “luche y vuelve”. En este punto, la historieta participa del ensayo y la ficción se muestra como un retrato que confluye con la Argentina de esos años. Metáfora de un exterior gris que se ennegrece irremediablemente. Hablando de Un tal Daneri, el Larousse define la palabra sinestesia: “Tipo especial de sensación que se percibe en más de una localización, siendo el estímulo único”. Inteligente. Imaginativo. Rigurosamente angustiante.


“En 1974, después de la muerte de Perón, empezamos a preparar (la revista humorística) Mengano –recuerda Trillo- y pensamos que, cada tanto, no le vendría mal tener una historieta. Junto con (Lorenzo) Amengual, (Jorge León) Limura y (Carlos) Marcucci, entre otros, hablamos con Breccia. El Viejo me pidió que le preparara un guión y yo escribí el del hombre con la marca en la cara. Para que pudiéramos publicar otro capítulo, Breccia pidió demasiada plata y no la pudimos seguir, ya que en la revista teníamos un presupuesto muy ajustado y muchos colaboradores fijos a sueldo. Pero igual Breccia me dijo que le gustaría continuarla y así hicimos dos episodios más, que aparecieron en Sancho, una rareza que duró muy poco. Cuando terminamos los tres primeros capítulos, Breccia viajó a Italia y se la vendió a la revista Linus, de la Milano Libri, que pidió más; y a la editorial de libros Editiemme, que la sacó en un álbum. Como cada aventura era autoconclusiva, nunca planteamos ningún final. Terminó porque se acabaron los editores que quisieran comprarla. O porque Breccia empezó con Los mitos de Cthulhu, no me acuerdo”.


Aunque no lo parezca, Un tal Daneri es la primera colaboración entre Carlos Trillo y Alberto Breccia. Redonda por donde se la mire, se asemeja más al consustanciado esfuerzo de dos viejos amigos, que saben dónde y cuándo apoyarse en el otro. En estas historias de ultratumba, de magia, de predicciones, Trillo escribe algunos de sus guiones más literarios en el uso sugestivo de la palabra impresa. Para qué redundar con el habla si al lado está el más grande de todos los tiempos. ¿O acaso alguien en su sano juicio convocaría a Maradona para ponerlo en el banco? Vean si no el peso de esos silencios muertos, de esas miradas sin vuelta de hoja.


Reflejo del momento, en el país la historieta fue apareciendo a los ponchazos. A los episodios de Mengano Nº 5 (1974) y Sancho Nº 1 y 2 (1975), le siguieron otros cuatro en el libro Breccia negro (1978, uno de ellos reimpreso dos años después en SuperHumor Nº 2). Esta es la primera vez que se la puede leer, completa, toda de un tirón. Y al abarcarla en su totalidad se hace más evidente aún la fascinación por el universo borgeano que profesan los autores, sobre todo al presenciar el efectivo cumplimiento de estos destinos “vernáculos y violentos”. Como un calidoscopio, cada capítulo de Un tal Daneri compone figuras geométricas con coincidencias extrañas y curiosas simetrías.


Dos temas neurálgicos recorren los suburbios de estas páginas. El designio predeterminado e inexorable; y la muerte tan inmerecida como esperada. También está el honor, por supuesto. Y la lealtad y la amistad. Y el coraje y la cobardía. Y la nobleza y la traición. Y todo eso junto, que es el amor de una mujer. Están dos cuchilleros gastados, con el engaño todavía afilado. Se juega al billar. Se escucha tango (y suena Sur, de Homero Manzi, justo aquel de “paredón y después”). Si hasta queda tiempo para un homenaje al Torito de Mataderos, a Cortázar y al box.


Todos los personajes de esta historieta vagan por las páginas como desterrados añorando lo ajeno. Fogonazos de un presente continuo que no vislumbra futuro y no reconoce su pasado. ¿Quién es Daneri? Un administrador de justicia empírica que supo ser “importante en otro tiempo”, de mucha memoria y pocas palabras. “La Triple A estaba naciendo junto con Daneri –rememora Trillo-. El era un pesado, tal vez de pasados gobiernos militares, tal vez del primer peronismo. A lo mejor, pensamos alguna vez, era un cana retirado a la fuerza porque mató a golpes a alguien. De detective tiene poco, es más bien un pesado con una suerte de moral. Algo así”.


Lo concreto es que el protagonista lleva ese nombre en homenaje a Carlos Argentino Daneri, el personaje dueño de la casa en donde se encuentra el Aleph que denomina al homónimo cuento de Borges. Pero como en el cieguito malo de Sábato nada es lo que parece ser, Carlos Argentino Daneri no es otra cosa que el anagrama de Dante Alighieri. Otra vez el juego de espejos. El poeta italiano que descendió al infierno es el reflejo del pesado que camina por Mataderos, que es en lo que realmente se ha convertido la Argentina, que de verdad se parece a un infierno.


El Aleph, como simultánea abarcativa totalidad, no es más que un punto de vista, el punto de vista desde donde abarcar, también, todas y cada una de sus propias facetas. En la postdata del 1º de marzo de 1943, Borges se refirió al Aleph como “la primera letra del alfabeto de la lengua sagrada”, que “tiene la forma de un hombre que señala el cielo y la tierra, para indicar que el mundo inferior es el espejo y es el mapa del superior”.
Para Trillo y Breccia ese hombre es un arrabalero manchado de sangre y luna. Un tal Daneri.
Fernando Ariel García

SICK BIRD VOL. 1: EL TATUAJE: SIGUIENDO LA RUTA DE UN PÁJARO HERIDO

(Publicado en Sonaste Maneco Nº 10, octubre a diciembre de 2006) Trillo es un genio. No es ninguna novedad, ya sé, pero siempre sigue sorprendiéndome el dominio de los recursos narrativos que tiene. Y la naturalidad y la gracia con que los pone en funcionamiento. Como Hitchcock, sabe involucrar empáticamente al lector en el destino aparentemente trazado de los personajes. En este caso, remixada versión de Scherezada, la muerte violenta de Bird Tahi Whakautu a manos de un sicario, una vez que la joven y exitosa top model termine de contar su historia. Para este primer actor de la trilogía, la historia es una historia de transformaciones. Externas e internas. El viaje iniciático que convertirá a Jobeth Benson en Bird, a la rica heredera industrial en una exótica maurí destinada a caminar las pasarelas del mundo.

Bobillo, el otro 50 por ciento de esta dupla creativa, también es un genio. Su trazo fluye orgánicamente entre la arquitectura emocional de los protagonistas y el espacio físico que enmarca el devenir sensorial de los mismos. El arte de Bobillo me trae a la mente las imágenes fotográficas del francés Robert Doisneau, en especial aquellas instantáneas de la resistencia. Esas imágenes, como las viñetas de Sick Bird, están pobladas por infinidad de gestos sutiles y corrientes, que traslucen la ominosidad del escenario sin prescindir de la sonrisa, la sorpresa y el asombro ante las vueltas de la vida.


Detrás de todas estas gentes se yergue la urbe que prolonga el entorno interior y completa la mirada. Por la premisa argumental, Bobillo articula el glamour, la bohemia y la marginalidad de la Nueva York previa al 11 de septiembre, entorno ideal para una venganza que se perfila musicalizada por Tom Waits.


Y en este punto se para el libro. Con la calma que preanuncia la tempestad y la vida a punto de pegar una nueva voltereta.
Habrá que ver con qué nos sorprende.
Fernando Ariel García


Sick Bird Vol. 1: El tatuaje. Guión: Carlos Trillo. Dibujos: Juan Bobillo. Portada: Juan Bobillo. 48 páginas a todo color. Editorial Ivrea. ISBN: 987-562-650-3. Argentina, 2006.

CLARA DE NOCHE: LA PUTA MADRE

(Publicado en Sonaste Maneco Nº 5, julio a septiembre de 2005) “Desde 1992, Clara Fernández revolea su carterita en una doble página del semanario español El Jueves y en una media vertical del suplemento No de Página 12. Nos la pidió el legendario Gin, gran dibujante y, por entonces, director de El Jueves. ‘Quiero una historia humorística con el jodido dibujo realista y negro del Jordi’, nos dijo. Y agregó: ‘Eso sí, tiene que ser una historieta de puta madre’. Como es sabido, Bernet y yo somos de esos obsecuentes que cumplimentan al pie de la letra los pedidos, sobre todo si provienen de la autoridad del medio en el que vamos a publicar. Y Clara resultó puta y madre. Como yo, con la experiencia de historias muy largas, no sé rematar en pocos cuadros, pedí auxilio a Eduardo Maicas, humorista gráfico y radial habituado a la contundencia del chiste de un solo cuadro. Cuando nos juntamos a escribir por primera vez decidimos exprimirnos las neuronas al máximo para hacer un año de Clara de Noche. ‘No va a dar para más’, profetizamos. La venimos haciendo todas las semanas desde hace trece, y esto -parece- es sólo el principio”.

Primera tira de Clara de Noche tras la muerte de Carlos Trillo, publicada en la Argentina en el suplemento No del diario Página 12 el 12 de mayo de 2011

La primera voz del singular que cuenta el origen (no tan secreto) de Clara de Noche pertenece a Carlos Trillo, uno de los tres gestores (los otros dos son Maicas y el trazo absoluto de Jordi Bernet) de esta comedia de situaciones que, a través de Iron Eggs, volvió a los kioscos argentinos con una compilación que continúa, sin repetir y sin soplar, el volumen y las dos revistas que Meridiana Comics editó en 1996 y 1998, respectivamente. Se trata de veintitrés historias autoconclusivas que hacen del erotismo un atajo directo al humor, el policial, el drama familiar y, sobre todo, el amor y la ternura.


Clara de Noche es puta y es inocente –escribió Miguel Rep-, joven y madre, materialista y sensible. (...) Es, quizás, la historieta más audaz en términos sexuales de todas las que se publican en los diarios de este mundo. En ella hay erecciones, pajas, fellatios, poses de toda índole, poluciones nocturnas, orgías, cunnilingus y todo tipo de perversiones. (...) Historieta directa, muy de los 90. Clara de Noche exhibe su semipornografía de blanco y negro, y nos cuenta de una puta hermosa recibiendo tipos y dinero, más tipos y dinero, aguantando las atropelladas por dinero, metáfora perfecta de nuestras relaciones urbanas”.
Fernando A. García


Clara de Noche Vol.1. Guión: Carlos Trillo y Eduardo Maicas. Dibujos: Jordi Bernet. Portada: Jordi Bernet. Iron Eggs Ediciones 48 páginas en blanco y negro. ISBN: 987-21004-5-4. Argentina, 2005

jueves, 10 de mayo de 2012

SASHA DESPIERTA: ABRE LOS OJOS

Cara y ceca. Cuerpo y mente. Sano y enfermo. Orden y desorden. Disciplina e indisciplina. Agradable y revulsivo. Signo y representación. Exhibición y ocultamiento. Decoro y obscenidad. Amor y pasión. Virtud y pecado. Sexualidad y erotismo. Gozo y culpa. Pureza y perversión. Soledad y compañía. Represión y liberación.


Día y noche. Historia y mito. Realidad y ficción. Verdad y mentira. Consciencia e inconsciencia. Miradas y perspectivas. Acto y representación. Concreto e ilusorio. Centro y márgenes. Barrio y villa. Lindo y feo. Legal y clandestino. Arte y pornografía. Amateur e industrial. Juicio y prejuicio. Vida y muerte. Justicia y venganza.


Luz y sombra. Bien y mal. Vicio y moral. Querer y poder. Tener y desear. Actuar y reflexionar. Dudar y decidir. Presunción y convencimiento. Profesional y paciente. Bar y consultorio. Impavidez y sensibilidad. Afectos y ausencias. Recuerdos y olvidos. Aparición y desaparición.  Hombre y mujer. Frío y caliente. Problema y solución.

La historieta había sido serializada previamente en Fierro

Clásico y moderno. Ética y estética. Tradición y ruptura. Permisos y prohibiciones. Aire y encierro. Rostro y máscara. Piel y maquillaje. Ideales y convicciones. Sinceridad y artificio. Candor y malicia. Confianza y traición. Noticia y chisme. Espionaje y espectáculos. Tráfico de influencias y compraventa de información sensible. Cotidianeidad y show. Creación y recreación. Fin y principio.

El libro incluye todo el material que la dupla autoral realizó para el proyecto inconcluso Los lindos

Miranda Vidal y Sasha. Vuelta de tuerca al tema del doble, a los opuestos que se atraen. La generación de algo nuevo a partir de las tensiones existentes entre los polos. El despertar de un trance, el proceso de construcción de una identidad detenida entre el pasado y el futuro. La comprensión de las obsesiones como puerta al cambio. Y la última colaboración de una dupla con mucho más para decir: Carlos Trillo y Lucas Varela.
Fernando Ariel García


Sasha despierta (Biblioteca MP de Novela Gráfica Nº 10). Guión: Carlos Trillo. Dibujos: Lucas Varela. Portada: Lucas Varela. 96 páginas a dos colores. Doedytores. ISBN: 978-987-9085-55-4. Argentina, diciembre de 2011.

HISTORIA DE LA HISTORIETA: TRAMA Y TEMA

(Publicado en Sonaste Maneco Nº 14, agosto de 2008) Tengo que confesarlo. Soy un militante fanático, ferviente y perdido de este libro, que no es otro que la traducción al italiano (correspondientemente actualizada) del clásico Historia de la Historieta Argentina de Carlos Trillo y Guillermo Saccomanno, aquel que Ediciones Record publicó en los '80 después de haberlo serializado largamente en las páginas del Tit-Bits durante el último tramo de la década anterior.


Sé que siempre se ha dicho que el libro contenía varios (y hasta gruesos) errores, que algunas cosas se habían pasado por alto y que a otras no se les dedicó el espacio que merecían. Probablemente que todo esto debe ser verdad, como cantaría Serrat, pero la realidad es que, sin este libro, nada de lo que se está publicando ahora (ni ninguno de los que ahora estamos escribiendo) sería lo que hoy es, estaría en donde hoy está. Porque aún con sus fallas (que las tuvo), la Historia de la Historieta Argentina fue el primer texto en serio que se animó a sistematizar rigurosamente, con las herramientas tecnológicas a mano en ese momento (principalmente bibliotecas, colecciones particulares y la memoria de hacedores y lectores), un discurso histórico del noveno arte en el país.


Y cuando escribo discurso no hablo de un mero relevamiento cronológico de autores y obras destacables y destacadas. No, me refiero a un cuerpo teórico de pensamiento alrededor del subvaluado mundo de las viñetas. Creación de sentido, se le diría hoy, a ese ejercicio complejo de entramar referentes y referencias; historias, Historia e historietas. No me equivoco si asevero que este volumen educó y formó a una generación (al menos) de degustadores de la historieta como arte, como medio y como mensaje. Nos enseñó a mirar y a ver, mientras leíamos las peripecias editoriales de los italianos que fundaban Abril y, casi sin darse cuenta, fundaban también el moderno relato de aventuras dándole a Oesterheld permiso de imaginar un mundo, un mundo que después terminó siendo demasiado parecido a la Argentina que nos tocó habitar. Un libro que nos acercó el pensamiento de HGO, de Alberto Breccia, de Oski, de Hugo Pratt, de Landrú, de Quino, de Hermenegildo Sábat, con una serie de entrevistas que hablaban de historietas, es cierto, pero se referían a otras cosas.


Porque si algo lograron Trillo y Saccomanno es hacernos pensar la historieta, así como es posible y necesario pensar la industria, la educación, las políticas públicas. Para atrás y, sobre todo, para adelante. Pensar, como primer paso para entender; y entender como primer paso antes de debatir. Por eso, lo que más le agradezco a este texto es que me haya hecho entender la diferencia entre trama y tema. Entendiendo a la trama como al necesario escalonamiento argumental que se necesita para contar algo, cualquier cosa. Y tema como la estructura de ideas en donde se apoya el argumento. O sea, la diferencia entre lo que se cuenta y aquello que se quiere decir.
Y dicho todo esto, la pregunta que me sigue carcomiendo: ¿Nadie, aquí en la Argentina, piensa reeditar esta obra?
Fernando Ariel García


Historia de la Historieta. Storia e storie del fumetto argentino. Autores: Carlos Trillo y Guillermo Saccomanno. Traducción: Giovanni Scanzo, Marco Guasti y Murizio Villotta. Supervisión: Giovanni Scanzo. 292 páginas en blanco y negro. Proglo Edizioni. ISBN: 978-88-903071-1-9. Italia, 2008.

CHICANOS: AL OTRO LADO DEL RÍO

(Publicado en Sonaste Maneco Nº 5, julio a septiembre de 2005) Como todo género, el policial negro tiene sus reglas que lo rigen y le dan forma definida. En la combinación que se elija, tanto como en las excepciones que se utilicen para confirmarlas, descansará parte del atractivo de la propuesta. Desde el vamos, las protagonistas femeninas más interesantes de este tipo de relatos se han venido mostrando como femmes fatales, victimarias antes que víctimas, maquinarias de seducción cuyo órgano sexual más importante es el cerebro.


Conscientes de este rol tan asumido como predeterminado, Carlos Trillo (guión) y Eduardo Risso (dibujos) lo derrumbaron de un plumazo al concebir a la protagonista de Chicanos, Alejandrina Yolanda Jalisco, inmigrante mexicana que se gana la vida como detective privado en esa jungla de cemento que son los barrios latinos de Nueva York. Petisa y fea, algo bruta, bastante ingenua, miedosa e insegura, Jalisco está tan necesitada de trabajo como de un hombre. Y si su cuerpo encontrará bastante del primero, su corazón seguirá buscando.


Al menos en este primer tomo editado por Iron Eggs, que presenta los cuatro episodios iniciales de la serie producida para el mercado europeo a partir de 1995. “El título original -recuerda Trillo- era AY Jalisco, obvio juego de palabras entre la popular canción mexicana y el nombre de la protagonista. Pero a los franceses les pareció que la relación no era clara y la rebautizaron Chicanos. Se nota que de la cultura latinoamericana mucho no conocen, no?”.


Drama jugado con pasos de comedia, el claroscuro de Risso es el vehículo ideal para describir el sueño inmigratorio de progreso ahogado bajo el peso de una realidad que discrimina como primera opción. Y si no, vean la presentación de Jalisco ante los lectores. Dos páginas que muestran el prejuicio más patético y degradante que pueda ejercer la sociedad.
Fernando Ariel García

Chicanos Nº 1. Guión: Carlos Trillo. Dibujos: Eduardo Risso. Portada: Eduardo Risso. Iron Eggs Ediciones. 48 páginas en blanco y negro. ISBN: 987-21004-7-0. Argentina, 2005.

miércoles, 9 de mayo de 2012

BATMAN - FLASHPOINT: EL CABALLERO DE LA VENGANZA: EL HIJO DE LA LÁGRIMA

En un mundo perfecto, Brian Azzarello y Eduardo Risso serían los autores regulares de Batman. Pero estamos lejos, muy lejos, de esa deseada perfección, así que conviene aferrarse a cada visita guiada a la Baticueva que emprendan los creadores de 100 Bullets. Y no tomen lo de la Baticueva como un inocuo juego de palabras, porque no lo es. De hecho, siempre que Azzarello y Risso se metieron con el Caballero de la Noche, terminaron pariendo un thriller psicológico electrizante, literal descenso a los infiernos que arden en el corazón del hombre disfrazado de murciélago. O en el murciélago disfrazado de hombre, que no es lo mismo.


En este Batman-Flashpoint. El Caballero de la Venganza (edición local, en un tomo, de la miniserie de tres entregas Flashpoint Batman. Knight of Vengeance, publicada el año pasado por DC en los EE.UU.), los autores vuelven a abordar el tema identitario que sustenta gran parte del éxito del que goza el personaje: ¿Qué o quién es Batman? ¿Un ser humano signado por la tragedia, llevado al extremo de la cordura por su pulsión tanática? ¿Una figura de la noche nacida de la desesperación, encarnación viva de una obsesión primaria que camina por el filo de la navaja? ¿Entidad o Identidad? ¿El hombre que se calza el uniforme noche tras noche? ¿El karma que se viste con la piel del hombre bajo la capucha? Sea lo que sea, es algo o alguien signado por la ausencia, la falta, el dolor y la culpa.


Todas estas puntas, que la dupla autoral ya había abordado en la magnífica Ciudad quebrada (ver http://labitacorademaneco.blogspot.com.ar/2012/05/fuera-de-control.html) y en el serial de Batman para Wednesday Comics (ver http://labitacorademaneco.blogspot.com.ar/2010/03/las-partes-del-todo.html), se ven aquí liberadas de las ataduras impuestas por los límites canónicos del establecido Universo DC. Para quienes no estén al tanto, esta aventura forma parte de un mosaico mayor llamado Flashpoint, macrosaga que ocupó todos los títulos de DC Comics durante gran parte del año pasado y sirvió de plataforma para el relanzamiento conceptual de la editorial. Especie de Historia imaginaria (para los lectores veteranos) o Elseworld (para los más jovencitos), la premisa de Flashpoint incluye una línea temporal de acontecimientos similares pero distintos a los conocidos. Cómo afectó esto al Hombre Murciélago deberán descubrirlo mediante la lectura, porque la seguidilla de impactos que marcan a El Caballero de la Venganza tiene que ver con los cambios sucedidos al alterar el origen de Batman. Y aquellos que decidan pasarle de largo al evento Flashpoint general, esta instancia particular les proveerá de todo lo necesario para entenderla sin problemas de ninguna índole.


Dicho esto, con Batman a cargo de un casino desde dónde financiar y controlar el crimen con la intención de extirparlo; y una nueva dinámica para la interrelación de los personajes, Azzarello y Risso ponen el mito del Hombre Murciélago patas para arriba. Manteniendo intacta la obsesión, mezclando las cartas de manera tan inesperada como irreversible, barajan un relato duro, negro y desalmado, que se anima a elaborar la Venganza como el atajo más contundente de la Justicia. El trauma de seguir cuando no quedan ni razones ni motivos. El peso de la tragedia que no cesa. Y la posibilidad de cambiarlo todo para que todo siga peor.
Batman: Un destino, una entidad. El hijo de la lágrima.
Fernando Ariel García


Batman-Flashpoint. El Caballero de la Venganza. Guión: Brian Azzarello. Dibujos: Eduardo Risso. Color: Patricia Mulvihill. Portada: Dave Johnson. Traducción: Felip Tobar Pastor. 64 páginas a todo color. ECC Ediciones. ISBN: 978-987-184184-4. Argentina, abril de 2012.


Flashpoint Batman: Knight of Vengeance Nº 1 a 3. Guión: Brian Azzarello. Dibujos: Eduardo Risso. Color: Patricia Mulvihill. Portadas: Dave Johnson. Editores: Rex Ogle y Eddie Berganza. 32 páginas a todo color. DC Comics. ISSN: 7-61941-30409-0. EE.UU., agosto a octubre de 2011. 

EL NEGRO BLANCO Nº 1: TELETEATRO PARA LA HORA DEL DESAYUNO

(Publicado en Sonaste Maneco Nº 10, octubre a diciembre de 2006) Cuando en 1987 Horacio Altuna abandonó a su andar a El Loco Chávez, el mundo pareció detenerse a la expectativa de ver qué iba a pasar. Vana espera. El Loco no volvería.
¿Qué hacer? Pues bien, reemplazar un clásico por otro con probabilidad de serlo. ¡Muy fácil!
¿Fácil? Aún para Carlos Trillo, creador literario del Loco, debe haber resultado un desafío amurallado de interrogantes. ¿Cómo hacerlo? ¿Cómo conseguir un sustituto que dibujara las mujeres bellísimas del anterior artista y que les diera, en el más lato sentido de la palabra, carnadura? ¿Cómo debía ser el guión?


Trillo encontró la solución: Una transición dentro del ámbito de la antigua redacción del diario donde trabajaba el Loco, con los personajes habituales y una espera ¿angustiosa? hacia el nuevo protagonista.
Varias tiras, que no han sido reeditadas en este primer volumen, sirvieron al propósito de introducir al nuevo personaje que se hizo esperar e irrumpió con todo el glamour visual que sólo Ernesto García Seijas sabe dar a las imágenes.
Estas, detalladas hasta la obsesión, muestran al Maestro con toda la técnica acumulada en años de fecunda actividad profesional, a través de una carrera siempre ascendente, trabajando los claroscuros magistralmente, los gestos, posturas y movimientos, impecables y exactos; y sobre todo (alivio para nostálgicos) la belleza de las mujeres, un despliegue impresionante.


La lectura tranquila de las tiras en un álbum hace descubrir varios homenajes a dibujantes, entre ellos Walt Disney, Caloi y Milton Caniff, sabiamente ensamblados, con naturalidad.
Trillo, finalmente, realiza uno de los mejores guiones de su carrera, creo que no bastante valorado. Utiliza un esquema ya usado por Nené Cascallar en la exitosísima telenovela Cuatro hombres para Eva, el “turno” de los personajes secundarios de primer orden junto al principal, imbricándolos con anécdotas secundarias a ellos y formando un entramado que se resuelve netamente hasta el próximo encuentro. A través del transcurso de edición de la tira nunca quedaron cabos sueltos.


Los caracteres están limpiamente trazados y sobresale entre ellos Flopi (ausente en esta primera entrega), reportera arribista y a la vez candorosa, que con el tiempo obtuvo sus aventuras en solitario y la portada de la edición argentina de Playboy. Muchas cosas más podrían destacarse de cada uno de los personajes y las historias. De estas últimas, el ritmo trepidante.
Esta muy digna edición de Ivrea, de precio accesible, trae también un humorístico prólogo de Carlos Marcucci, personaje a su vez de la tira y un muy buen color de cubiertas por Leonardo
Gutiérrez.
Rodríguez Van Rousselt


El Negro Blanco Nº 1. Guión: Carlos Trillo. Dibujos: Ernesto García Seijas. Portada: Ernesto García Seijas. 96 páginas en blanco y negro. Editorial Ivrea. ISBN: 987-562-628-7. Argentina, 2006.

EL LOCO CHÁVEZ. GATO: LOS LOCOS DE BUENOS AIRES

(Publicado en Sonaste Maneco Nº 15, abril de 2009) En noviembre de 1987, el Loco Chávez se despedía de su casa, de su trabajo y… de Buenos Aires. Emprendía un viaje hacia la Madre Patria, siguiendo los pasos de Pampita para, finalmente y después de más de una década, sentar cabeza en algún lugar. Ese día comenzaba la leyenda. Idas y venidas en la memoria, un personaje tan presente que en realidad parecía no haberse ido nunca.


En su primera biblioteca de historietas, Clarín publicó un olvidable tomo que, lejos de hacerle honor a la creación de Carlos Trillo y Horacio Altuna, casi destruyó el recuerdo. Pero, al generar el efecto de reencuentro con ese amigo al que hace mucho tiempo no vemos siempre está cerca nuestro, se convirtió en uno de los volúmenes más vendidos de la colección a pesar de la edición. Ese reencuentro dejó algo en claro: Todos queríamos más.


Hubo que esperar bastante para el nuevo (y esperemos que definitivo) regreso del Loco. Esta vez de la mano de Doedytores, como segunda entrega de la Biblioteca MP de Novela Gráfica. Este El Loco Chávez. Las minas del Loco: Gato, presenta un pequeño recorrido por una de las primeras conquistas amorosas del Loco. Y en 96 páginas discurre el universo entero que acompañó nuestras mañanas felices de juventud, el del Loco, sus amigos y, obviamente, sus minas. La cuidada edición está a la altura del mito y de la calidad de la historieta; y nos deja ese expectante saborcito a continuará tan al estilo de los viejos seriales cinematográficos de clase b, adelantando lo único que importa, la palabra clave para el deseo de toda una generación: Pampita (ver http://labitacorademaneco.blogspot.com.ar/2010/01/amigos-son-los-amigos.html).


Así como el dulce de leche, la birome y las huellas dactilares (como resalta Javier Doeyo en la introducción), el Loco Chávez es parte de nuestra cultura y de nuestra historia personal. Unico e irrepetible, como todos los Locos de Buenos Aires, un poco cheroncas, chantas, mujeriegos y verseros. Sabés una cosa, Chávez: ¡Qué bueno es volver a verte, Loco!
Hernán Ostuni





El Loco Chávez. Las minas del Loco: Gato (Biblioteca MP de Novela Gráfica Nº 2). Guión: Carlos Trillo. Dibujos: Horacio Altuna. Portada: Horacio Altuna. 96 páginas en blanco y negro. Doedytores. ISBN: 978-987-9085-38-7. Argentina, septiembre de 2008.