miércoles, 25 de octubre de 2017

EL SEDUCTOR: CASA DE MUÑECAS

El seductor. Directora: Sofia Coppola. Protagonistas: Colin Farrell, Nicole Kidman, Kirsten Dunst, Elle Fanning, Oona Laurence, Angourie Rice, Addison Riecke y Emma Howard, entre otros. Guión: Sofia Coppola, basado en el guión cinematográfico de El engaño (1971), de Albert Maltz e Irene Kamp, sobre la novela The Beguiled de Thomas Cullinan. American Zoetrope / FR Productions. EE.UU., 2017. Estreno en la Argentina: 26 de octubre de 2017. 

Gótico sureño. Así se llama al subgénero literario estadounidense con serias fijaciones alrededor de lo monstruoso, entendido como la resultante del cruce entre la melancolía, la soledad interna y un entorno donde mandan el verde mustio, el gris y la niebla. La sensación de extrañeza elevada a la categoría de arte. Una dosis de horror que prescinde de lo sobrenatural porque le alcanza y le sobra con la exploración de la naturaleza humana. 

Estamos en el condado de Virginia, en 1864, con los cañonazos postreros de la Guerra de Secesión sonando como asordinado telón de fondo. En la enorme casona que funciona como escuela de señoritas para las futuras damas sureñas, conviven cuatro niñas vírgenes, una adolescente en llamas y dos adultas algo quemadas. Solas y abandonadas. En tensa armonía hasta que aparece un soldado del norte. Se trata, obviamente, de un enemigo. De un enemigo herido. Pero, sobre todas las cosas, de un hombre. 


¿Juego del gato y las ratoncitas? ¿Juego de las gatas y el ratoncito? La oscuridad que se esconde tras las rosas rococó rosadas es el anuncio del martirio. La exploración del deseo sexual femenino (desde el despertar hasta la supresión, pasando por la concreción y la represión) revienta el imaginario pacientemente construido sobre la culpa que sermonea el deber cristiano. En esta alegoría religiosa, la atracción del opuesto es proporcional al peso de la tentación y a los costos de morder la manzana. 


En El seductor (The Beguiled), todos seducen y se dejan seducir. Todos engañan y se dejan engañar. Lo que se vive entre esas paredes algo mustias es una doliente puesta en escena. La procesión real va por dentro. Y cuando caigan las máscaras, la violencia se esparcirá como reguero de pólvora, dinamitando los cimientos de la convivencia. Dejando a un costado sus civilizadas pieles de cordero, los lobos se atacarán a dentelladas secas y calientes, que es cómo se logra sobrevivir en cualquier guerra. 


Más que una remake de la película El engaño (1971), dirigida por Don Siegel y protagonizada por un joven Clint Eastwood, El seductor de Sofia Coppola es una reescritura de la trama original (basada en una novela de Thomas Cullinan) desde una moderna perspectiva de género, donde la mirada es el detonante para abordar la tramitación de las pérdidas en las diferentes etapas del desarrollo madurativo femenino. Instancias que nos hablan de brutales castraciones físicas y emocionales, nacidas con la pérdida de la inocencia y llevadas al paroxismo con la pérdida de la juventud. Arrebatos de una femineidad sensual y salvaje, bucólica y tenebrosa. Siempre al mando, siempre agazapada, a la espera del zarpazo decisivo y final. 
Fernando Ariel García

viernes, 20 de octubre de 2017

THOR: RAGNAROK: CRECER Y CAMBIAR

Thor: Ragnarok. Director: Taika Waititi. Protagonistas: Chris Hemsworth (Thor), Mark Ruffalo (Bruce Banner / Hulk), Tom Hiddleston (Loki), Cate Blanchett (Hela), Idris Elba (Heimdall), Jeff Goldblum (Gran Maestro), Tessa Thompson (Valquiria), Karl Urban (Skurge, el Ejecutor), Taika Waititi (Korg), Rachel House (Topaz), Tadanobu Asano (Hogun), Ray Stevenson (Volstagg), Zachary Levi (Fandral), Clancy Brown (voz de Surtur). Participación especial de Anthony Hopkins (Odín), Benedict Cumberbatch (Doctor Strange), Scarlett Johansson (Viuda Negra) y Stan Lee. Guión: Eric Pearson, Craig Kyle y Christopher Yost, basado en distintos cómics Marvel, principalmente las aventuras de Thor a cargo de Stan Lee, Jack Kirby, Larry Lieber, Roy Thomas y John Buscema; y la saga Planet Hulk, escrita por Greg Pak y dibujada por Carlo Pagulayan y Aaron Lopresti. Marvel Studios. EE.UU., 2017. Estreno en la Argentina: 26 de octubre de 2017. 


“De eso se trata la vida, Loki. De crecer y cambiar”. Palabras más, palabras menos, esto le dice el Dios del Trueno a su medio hermano en uno de los momentos más introspectivos de Thor: Ragnarok, tercera entrega de la saga nórdica de la Casa de las Ideas. Y de eso se trata la película de Taika Waititi, de crecer y cambiar. Para dejar establecido el nuevo status quo de este rincón mitológico del Universo Marvel antes de dar el paso que lo meterá de lleno en Avengers: Infinity War


Crecer significa aceptar aquello que uno es sin negarse a los cambios que nos permitirán ser aquello que debamos, podamos y queramos ser. En lo formal, queda establecido que el Universo Cinematográfico Marvel es un lugar dirigido por las leyes de la comedia superheroica. Dejando las sombras pretenciosamente ominosas para DC, cuando la hecatombe venga asomando por estos lares, lo hará replicando el humor físico de Buster Keaton, la mirada sarcástica de Groucho Marx y la sangrante épica shakesperiana. Una gran síntesis del estilo Marvel, como la de Led Zeppelin sonando cual Wagner para la carga final de las valquirias. 


Cambiar, por su parte, significa aprender a seguir después del fin del mundo. Que no por nada esta película se llama Thor: Ragnarok, el nombre que la mitología nórdica reserva para (justamente) su fin del mundo. Las implicancias externas de esta aseveración son lo de menos (aunque permitirán algunas de las escenas más lujuriosamente vistosas de toda la filmografía marvelita, con una cuidadosa estética que remite al tratamiento de masas tal como lo entendía la pintura renacentista), porque lo que pasa internamente es lo que hace que este filme de aventuras sea también una gran cinta filosófica sobre el sentido de la existencia. 


Queda claro que estamos ante una Épica con mayúsculas, el cierre definitivo de una etapa majestuosa para avanzar hacia el terreno de una nueva era poblada de desafíos e interrogantes. Habrá que esperar para ver qué se construye de aquí en más, por eso (tal vez) resulte tan disfrutable la vuelta de página que le toca en destino a cada quién. Más que justificada la duración, la divergencia argumental hacia otros mundos, los desarrollos individuales de Thor, Loki, Hulk, Valkiria, Odín, Los Tres Guerreros, Heimdal, Skurge, el Gran Maestro, Topaz (completa recreación del personaje terciario del cómic Werewolf by Night) y, reinando sobre todo y sobre todas, Hela, brutal composición de Cate Blanchett que hace de la Diosa de la Muerte una hembra en celo, un explosivo cóctel de sexualidad y dolor. Lo que se dice, una verdadera femme fatale


El resto, un festín para los lectores de las historietas, que entenderán cada una de las referencias comiqueras, las menciones veladas (ni se les ocurra pestañear si quieren ver las citas a Man-Thing, Beta-Ray Bill, Bi-Bestia y Ares) y el doble estándar con que se aborda la idea de Universo: La interacción de los distintos personajes de las diferentes series; y la exploración cosmológica de la vida fuera de los confines espaciotemporales de Midgard. Ojo, que la emoción de ver al Hulk de Steve Ditko y de recorrer la Asgard de John Buscema, no les impida gozarse todo el resto. Y sí, como en cada película Marvel conviene quedarse hasta el final. 
Fernando Ariel García 

Marvelinks 
Agents of S.H.I.E.L.D. (1º temporada y 2º temporada
Daredevil (1º temporada

jueves, 19 de octubre de 2017

PENDEJA, PAYASA Y GORDA: LA VENGANZA ES COSA DE MINAS

Pendeja, Payasa y Gorda. Director: Matías Szulanski. Protagonistas: Mirta Wons, Flor Benítez, Ana Devin, Germán Tripel, Fernando Miró, Claudia Schijman, Macarena del Corro, Vicky Alsúa, Andrés Gil y Denise Yañez. Guión: Matías Szulanski. Afiche: Gabriel Altamirano. Música: Leo y Mateo Sujatovich. Kligger + Szulanski/Crescia. Argentina, 2017. Estreno en la Argentina: 19 de octubre de 2017. 

La culpa es del afiche. Cuanto más miraba ese laburazo de Gabriel Altamirano, más me imaginaba esa síntesis perfecta de cine bizarro, hiperviolento y pornosoft, con mucho humor negro, mala leche, acelere lúdico y shots de adrenalina. Intuía esos aires tarantinescos en los diálogos, los toques meyerescos de su estética barata y estridente. Si hasta respiraba esos aires de western barrial del conurbano, idónea ambientación marginal para situaciones marginales. 


No es que Pendeja, Payasa y Gorda no cumpla con las promesas que yo puse en ese afiche, es sólo que, aun estando bien (y, por momentos, muy bien), el afiche está mucho mejor que la película. Lo mejor de la trama original de Matías Szulanski no es lo que cuenta, sino cómo lo cuenta. En ese sentido, la premeditada fragmentación de su discurso temporal es el gran acierto narrativo del filme, yendo y viniendo en el tiempo para que el principio cierre de maravillas al final, como corresponde a un relato de amor y venganzas disfrazado de policial negro. 


La fusión de géneros, traducida a los códigos argentos, aprovecha hasta el último centavo el bajo presupuesto que está en el adn del cine clase B. Y en el camino, mientras resignifica pegadizas canciones viejas y pedorras, baja línea sobre los trasplantes de órganos y se planta con un discurso anticosificación de la mujer que ya quisieran para sí las organizaciones feministas. Porque la acción, la emoción y la ternura (como la brutalidad y la completa deshumanización) se articulan aquí en los cuerpos, las palabras y la testosterona femenina, haciendo que todas las mujeres vayan alternando sus roles de víctimas y victimarias. 


Película impulsiva, que avanza a pesar de todo porque avanza sobre todo, Pendeja, Payasa y Gorda tiene con qué plantarse ante cualquiera, pero no lo hace valer. Eso, o yo me pasé de rosca viendo el laburazo de Gabriel Altamirano. 
Ya lo dije. La culpa es del afiche. 
Fernando Ariel García

ANIDA Y EL CIRCO FLOTANTE: LUCHANDO CONTRA LA CORRIENTE

Anida y el circo flotante. Directora: Liliana Romero. Voces: Nicolás Scarpino (Fígaro), Gabriela Bevacqua (Anida), Alejandro Paker (Justine), Adrián Navarro, Fabio Aste, Diana Lelez, Tatiana Temerlin, Belén Piegari y Segio Paglieri. Guión: Liliana Romero y Martín Méndez. Diseño de personajes: Mauricio Fernández y Liliana Romero. Imageneers / Didafilm / Cinemadigital / Toma Virtual. Argentina, 2016. Estreno en la Argentina: 19 de octubre de 2017. 

Despixarizar el cine de animación argentino está muy bueno. Si se toma esta decisión para retomar la tradición de Quirino Cristiani (literalmente, hacer dibujos animados moviendo figuras de papel cortado), mucho mejor. Y si se le suman influencias pictóricas bernianas relacionadas con el mundo circense y la estética carnavalesca, yo (al menos) aplaudo de pie. Eso no quiere decir que Anida y el circo flotante sea una aceitada maquinita narrativa, pero sí que presenta interesantes consignas sobre la identidad y la memoria, bien resueltas bajo el formato melodramático del despertar del amor. 



Lenta por momentos y previsible por otros, la linealidad argumental queda notoriamente relegada ante la búsqueda (y concreción) de un universo visual fantástico, lleno de color, sugerente en sus formas y cargado de simbologías poéticas. Su impronta onírica parece apuntar hacia anacrónicos imaginarios anclados en riberas y puertos, particularmente aquellos conventillos costeros de La Boca vistos con la mirada fantasmagórica de la plástica social obrera. La relación de los cuerpos con el agua habla del ciclo de la vida, por supuesto, pero también linkea al accionar de la última dictadura, abriendo una puerta que el filme no termina de cruzar. 


El circo es una presencia constante, algo obvio en una película que se llama Anida y el circo flotante. Aquí es una especie de circo criollo gigante, una isla que brota de las entrañas de las aguas para ofrecer una única función a las poblaciones cercanas. Un circo al que le sobra belleza pero le falta sorpresa, el vértigo de una pista sin red donde la vida misma se juega en cada cabriola, en cada carta, en cada pase de manos. 


Sobre este mundo triste, decadente, agobiante, manda con mano de hierro una anfitriona despótica y cruel, Justine, carente de empatía con el prójimo. Lo opuesto de Anida, la chica que adivina el futuro porque desconoce su pasado. Hasta que el afuera (en forma de Fígaro, náufrago sensible) llegue hasta la isla flotante para romper, justamente, la aislación de la joven protagonista y la troupe de artistas prisioneros. Antes de que el circo vuelva a las profundidades físicas y metafísicas que le son propias. 


Si al final los personajes no quedan a la deriva es porque luchan denodadamente contra la corriente. A brazo partido. Y aunque salgan bastante golpeados, terminan ganando. 
Fernando Ariel García

miércoles, 18 de octubre de 2017

"EL SEDUCTOR", LA NUEVA PELÍCULA DE SOFIA COPPOLA, CON COLIN FARREL Y NICOLE KIDMAN, SE ESTRENA EN LA ARGENTINA EL 26 DE OCTUBRE

(Información de prensa) Inocentes, hasta ser traicionadas. El seductor (The Beguiled, EE.UU., 2017) se estrena en la Argentina el 26 de octubre.


La nueva película de Sofia Coppola, por la cual obtuvo el galardón de Mejor Directora en el último Festival de Cannes, es un drama de época protagonizado por Colin Farrell, Nicole Kidman, Kirsten Dunst, Elle Fanning, Angourie Rice, Oona Laurence, Emma Howard y Addison Riecke. 


El seductor es una adaptación de la novela homónima de Thomas Cullinan. La historia se desarrolla durante la Guerra Civil estadounidense, en un internado sureño para señoritas. Sus jóvenes refugiadas encuentran a un soldado enemigo herido. 


Mientras le proveen refugio y atienden sus heridas, la casa es invadida por tensión sexual, rivalidades peligrosas y tabúes que se rompen en un giro inesperado de los acontecimientos.



jueves, 12 de octubre de 2017

"PATERSON", DE JIM JARMUSH, SE ESTRENA EN LA ARGENTINA EL 9 DE NOVIEMBRE

(Información de prensa) Una película escrita y dirigida por Jim Jarmusch. Paterson (EE.UU., 2016) se estrena en la Argentina el 9 de noviembre. Adam Driver, Golshifteh Farahani, Barry Shabaka Henley, Chasten Harmon, William Jackson Harper y Brian McCarthy protagonizan el filme.


Una semana en la vida de Paterson (Adam Driver), un colectivero que vive con su ecléctica pareja Laura y su fiel perro Marvin en la ciudad homónima de Paterson en Nueva Jersey.


Allí, su tranquila rutina al volante le permite dedicarse a lo que verdaderamente ama hacer: escribir poesía. 


Estrenada en la competencia oficial del Festival de Cannes, la nueva película de Jim Jarmusch viene cosechando elogios y premios tras su paso por festivales como Toronto y Nueva York y su estreno comercial a lo largo de todo el mundo. 


Tras la inolvidable Sólo los amantes sobreviven, el director eligió a Adam Driver (mundialmente famoso por Star Wars y las últimas películas de Martin Scorsese, los hermanos Coen, Steven Soderbergh y Noah Baumbach) para interpretar a Paterson, un colectivero con un gran don para la poesía que vive con su pareja Laura (Golshifteh Farahani) y su perro Marvin (ganador de la Palme Dog en Cannes) en la ciudad de Paterson en Nueva Jersey. 


Dijo la prensa: 
Rolling Stone: Un pequeño milagro. 
Vanity Fair: Extremadamente graciosa. 
Time: Adam Driver está fantástico. 
The Daily Telegraph: Un tesoro para los años que vendrán.

DEL 2 AL 5 DE NOVIEMBRE, LLEGA LA 5º EDICIÓN DEL ANIMA FILM FEST A CINEMARK DE PALERMO

(Información de prensa) Anima Film Fest, Cine para el Alma, regresa con un renovado contenido y una excelente programación. Del 2 al 5 de noviembre, en las salas de Cinemark Palermo, el Festival busca difundir valores y estimular la reflexión individual y colectiva a través del cine para transformar la mirada cotidiana, apostando a mejorar nuestra calidad de vida. No sólo está dedicado al público interiorizado en esta temática, sino también a aquél que quiera comprometerse en la exploración personal desde una mirada social y cultural. 


Con contenidos internacionales de calidad, el Festival acerca películas inspiradoras -que de otra manera no llegarían al país- para promover alegría y motivación y para convertirse en vehículos de toma de conciencia. Anima Film Fest está producido por Green Tara Producciones Culturales (productora integral del Green Film Fest, Festival Internacional de Cine ambiental, y del Ciclo de cine francés Les Avant-Premières). 
En esta oportunidad, apuesta nuevamente al cine como herramienta de transmisión de mensajes, con la certeza de que las artes pueden contribuir y ser poderosos instrumentos de reflexión sobre nuestro propio modo de vida, desafiándonos a transformar nuestros hábitos para lograr mayor plenitud y felicidad. 

Programación 


Camina conmigo (Walk With Me, Reino Unido, 2017), de Marc Francis y Max Pugh: Mucho se habla del “mindfulness”, pero ¿cómo nos ayuda en nuestro día a día? ¿Por qué cada vez son más las empresas que lo ponen en práctica en sus oficinas? 


Las respuestas las encontraremos en la comunidad budista de Plum Village (Francia), en la que sus miembros renunciaron a toda posesión material para alcanzar una conexión más profunda consigo mismos, con el mundo. El actor Benedict Cumberbatch pone voz a unas bellas imágenes rodadas durante tres años y las enseñanzas del maestro zen y activista por la paz Thich Nhat Hanh. 


Sacred (EE.UU./Japón, 2016), de Thomas Lennon: Más de 40 equipos de filmación, múltiples lugares alrededor del mundo, y un objetivo común: profundizar en el uso cotidiano de la fe y la práctica espiritual. 


En un mundo donde el caos y la crisis llega a los titulares, el filme busca dar cuenta cómo cada vez son más las personas que encuentran en el reencuentro con la fe una vía para salir adelante. Un trabajo distinto en el que se destaca la edición de diversos trabajos, pero en donde incluso la ausencia de expertos, de narradores, de palabra alguna, cumple un rol, invita a la reflexión. 


The Last Dalai Lama? (EE.UU., 2016), de Mickey Lemle: ¿Qué le preocupará al Dalai Lama hoy a sus 80 años? Ese es el interrogante que este documental busca responder a partir de los temas de mayor interés del Dalai Lama número 14, que van desde la histórica confrontación entre el Tibet y China hasta su influencia en las esferas políticas, espirituales y educativas. 


Desde sus sentimientos más íntimos en esta generación de su vida hasta la duda sobre la continuidad o no de su figura. El filme incluye testimonios del propio Dalai Lama, de su familia y de sus aprendices. 


All the Rage (Saved by Sarno) (EE.UU./Grecia, 2016), de Michael Galinsky, Suki Hawley y David Beilinson: Vivimos en un siglo donde el dolor parece haberse instalado como una epidemia. El Dr. John Sarno -con experiencia en medicina de rehabilitación y autor de múltiples libros- se preocupó por ello, intentó dar una solución, pero la tradición médica lo ignoró. 


A través de su historia y su trabajo, el documental examina ese vínculo tan fundamental entre la mente y el cuerpo, entre el estrés cotidiano y el dolor físico. ¿Nos duele la espalda como una cuestión física o la respuesta la encontramos en algo que depende de nosotros más de lo que pensamos? 


InnSaei: The Sea Within (Islandia/Reino Unido, 2016); de Hrund Gunnsteinsdottir y Kristín Ólafsdóttir: Un viaje por el mundo, un viaje hacia el futuro, un viaje para preguntarnos qué podemos hacer hoy para reencontrarnos como humanidad. 


Los pronósticos no son buenos: el clima cambia por nuestras actividades, el 65% de los niños trabajarán en unos años en puestos que aún no se han inventado, la depresión será la enfermedad más extendida en el mundo occidental para 2020. Dos emprendedores culturales invitan a sumarse a esta aventura para conocer cómo pensamos y sentimos nuestro mundo. 


From Business to Being (Alemani, 2015), de Hanna Henigin y Julian Wildgruber: Tres ejecutivos emprenden la búsqueda para poder trabajar con más sentido, entusiasmo y autenticidad. ¿Son las crisis de trabajo en verdad crisis de conciencia? 


Con entrevistas a expertos de economía, ciencia y meditación, el filme genera una mirada diferente sobre cómo hacer negocios garantizando un bienestar para todas las partes involucradas. Un filme para reflexionar, debatir y volver a definir: quién soy, qué me inspira, cómo actúo en base a ello.

"LIEBIG" SE ESTRENA EN LA ARGENTINA EL 9 DE NOVIEMBRE

(Información de prensa) Un pueblo en busca de su identidad. Liebig (Argentina, 2017) se estrena el próximo 9 de noviembre. Opera prima de Christian Ercolano, participó de la sección Panorama Argentino del 31° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, y formó parte de la programación de varios festivales de cine en Europa (Reino Unido, Rumania). Liebig ganó en Concurso Quinta Vía de Proyectos Digitales del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA). 


A partir de la historia de vida de varios ex empleados de la Fábrica inglesa Liebig (Entre Ríos, Argentina) y sus respectivas familias, se reconstruye el esplendor de la industria de las carnes enlatadas, el modo de vida de un pueblo y su posterior decadencia. A través de sus testimonios descubrimos cómo sus recuerdos sostienen una realidad que dista mucho de la gloria pasada y que pretende sepultar los últimos restos materiales que quedan.

 

A principios del siglo XX, un grupo de europeos desembarcaron a la orilla del Río Uruguay para fundar Liebig’s Extract of Meat Company Limited, una planta industrial especializada en producir extracto de carne. 


Liebig, el pueblo ubicado en Entre Ríos, se fundó sobre las columnas de este frigorífico, y fue bautizado con el nombre del químico alemán creador de la fórmula de ese extracto. 


La feroz demanda, en tiempos de guerra, de los productos enlatados convirtió al territorio en una localidad próspera. 


Pero los años dorados no duran para siempre: a fines de los setenta la fábrica cerró, y el descomunal monstruo se redujo a una pequeña escultura con forma de envase de Corned Beef. 


El documental recorre las instalaciones oxidadas de Liebig, hoy casi un pueblo fantasma, y expone el contraste entre un pasado suntuoso y un presente plagado de privaciones, inundado por la nostalgia. 


Para José Martínez Suarez (Presidente del 31º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata), "Liebig es un excelente documental que debe ser visto por todos los que quieren a nuestro país. Es una hermosa y ejemplar historia con final frustrante que entristece por la desidia de quienes dejaron que ese sueño convertido en realidad, desapareciera. Hay que cuidar con todo esfuerzo e ingenio que eso no vuelva a ocurrir porque es un auténtico retroceso en lo social y lo que debemos tener presente y luchar por ello es una relación positiva con el futuro, no solo manteniendo nuestras fuentes de trabajo sino también nuestro avance hacia la cultura".

“EL INFORMANTE” SE ESTRENA EN LA ARGENTINA EL 2 DE NOVIEMBRE

(Información de prensa) Basado en hechos reales. El informante (Mark Felt: The man who brought down the White House, EE.UU., 2017) se estrena en la Argentina el 2 de noviembre. 


Protagonizado por Liam Neeson, Diane Lane, Maika Monroe y Michael C. Hall, el thriller está dirigido y escrito por Peter Landesman. 


El informante cuenta la historia de Mark Felt, un agente del FBI más conocido como “Garganta Profunda”, que se convirtió en una fuente anónima para los periodistas Bob Woodward y Carl Bernstein, ayudándolos en la investigación que los llevó al escándalo de Watergate en 1974.

miércoles, 11 de octubre de 2017

BARCELONA ERA UNA FIESTA: UTOPÍA DE LA LIBERTAD, REALIDAD DE LA TRANSICIÓN

Barcelona era una fiesta (Underground 1970-1980). Director: Morrosko Vila-San-Juan. Entrevistados: Mariscal, Nazario, Montesol, Onliyú, Pau Riba, Pepe Ribas, Marta Sentís, Quim Monzó, Oriol Tramvia, Luis Racionero y Josep M. Martí Font, entre otros. Guión: Morrosko Vila-San-Juan, Roger Roca. Afiche: Estudio Mariscal. Séptimo Elemento / Monsieur Alain / TV3 / TVE. España, 2010. Sin estreno comercial en la Argentina, exhibido dentro del ciclo de cine De Barcelona a Buenos Aires

No soy un experto en política internacional. Y no me siento capacitado para intentar analizar lo que está pasando en Catalunya. Son muchas las variables que están en juego y sólo sé que sé dos cosas. Que estoy de acuerdo con la autodeterminación de los pueblos. Y que la represión enviada desde Madrid a Barcelona entra dentro de lo que entiendo como Violencia ejercida por un Estado autoritario. Cuán cerca o lejos esté ese Estado de la vieja dictadura franquista es algo que, sinceramente, me supera. Y no hace a la intención de estas líneas. 


Tampoco me queda muy en claro qué hizo (o qué quiso hacer) Carles Puigdemont, presidente de la Generalitat, al anunciar la independencia de Catalunya un minuto antes de ponerla en suspenso. A mí, más que a declaración me sonó a declamación, sensación que (obviamente) no comparten ni un poquito los organizadores del festival De Barcelona a Buenos Aires que trajeron al Casal de Catalunya una serie de imperdibles documentales y ficciones centradas en la cosmopolita ciudad capital de la comunidad autónoma catalana. 


El que vimos ayer (y se repite el 13 de octubre a las 19 horas) tiene una profunda relación con los ánimos expectantes que mantienen copadas las calles de Barcelona. Porque el documental de Morrosko Vila-San-Juan aborda (sin tapujos y sin concesiones) el caldo de cultivo que era la Barcelona de los ’70 y los ’80, un lugar y una época en donde la libertad, la creación y el rupturismo bajaron del ideario generacional a los barrios, las plazas, los cuartos y los cuerpos de aquellos hombres y mujeres dispuestos a refundar las costumbres hippies y las prácticas beatniks, abrevando en las coplas y el punk, el cómic underground y la psicodelia. 


Barcelona era una fiesta (Underground 1970-1980) deja en claro que el espectro editorial (desde Ajoblanco hasta Star, pasando obligadamente por El Rrollo Enmascarado y toda la parafernalia impresa que decantaría en El Víbora) fueron hacedores, divulgadores, amplificadores y referentes de una movida cultural anterior y tanto (o más) influyente que la madrileña. La vida en comunas, la conciencia ecológica, la lucha por los derechos de la comunidad gay y de las mujeres, nuevas visiones sobre el sentido de la familia y la autopercepción de género, anticonformismos y anticonsumismos varios, sexo, droga y rock’n’roll. 


Todas banderas que hoy flamean porque ellos las plantaron ayer, haciéndole frente a la represión, a la dictadura, a la crisis económica y un presente gris que los obligaba a pensar que no habría futuro, que la única vida posible era ese aquí y ese ahora que terminó pasando, como (parece) terminan pasando la mayor parte de las revoluciones. ¿Gran éxito compuesto por infinidades de pequeños fracasos? ¿Gran fracaso compuesto por infinidades de pequeños éxitos? No soy quién pueda demostrar cualquiera de las dos hipótesis. 


En las palabras de algunos de sus protagonistas históricos, Barcelona era una fiesta deja entrever que aquella utopía underground empezó a desvanecerse cuando la transición democrática comenzó a dejar de ser transición. Tal vez porque, al haber ido superando sus propios límites una y otra vez, aquella marginalidad se mudó de las periferias al centro, de lo contracultural a lo establecido, de los barrios rebeldes a las zonas de confort burgués. Tal vez porque las utopías sólo sirven para hacernos caminar hacia un lugar mejor; y al establecernos en ese lugar mejor toda aquella teoría idealista, optimista y esperanzadora se vuelve irrealizable, quedando recortada, limitada por una realidad mucho más práctica, interesada y anclada en los límites de lo posible. El largo trecho (¿fatídico? ¿inevitable?) que va del dicho al hecho, de la declaración a la declamación. 
Pero a todos los que estuvieron invitados a la fiesta, la verdad, ¿quién les quita lo bailado? 
Fernando Ariel García

lunes, 9 de octubre de 2017

CHE: EL QUE LUCHA PARA VENCER

Che. Vida de Ernesto Che Guevara. Guionista: Héctor Germán Oesterheld. Dibujantes: Alberto Breccia, Enrique Breccia. Portada: Enrique Breccia. 96 páginas en blanco y negro. Doedytores. ISBN: 978-987-9085-36-3. Argentina, junio de 2008. 

(Este texto se publicó originalmente como prólogo de Che. Vida de Ernesto Che Guevara) ¿Cuál es el verdadero Che Guevara? ¿El que nació el 14 de junio de 1928 en Rosario? ¿El que aprendió a sobreponerse del asma leyendo y releyendo novelas de aventuras, cual Quijote cordobés? ¿El que recorrió el noroeste argentino para conocer de cerca el hambre y la pobreza? ¿El que se dio un baño de Sudamérica profunda viajando en moto? ¿El que soñó revoluciones junto con Fidel Castro, café va y habano viene, en las largas noches mexicanas del Café La Habana? ¿El que subió al Granma y bajó en la Sierra Maestra? ¿El que entró en La Habana triunfante de Revolución o el que dejó Cuba, con identidad falsa? ¿El que le reclamó a la Unión Soviética su apoyo a las luchas revolucionarias del Tercer Mundo? ¿El que partió a Bolivia prácticamente solo? ¿El que empezó a nacer en La Higuera, el 9 de octubre de 1967, libre ya de las ataduras que impone la carne? Demasiadas personas para un único cuerpo. Demasiado peso sobre esos hombros cargados de solidaridad para con sus semejantes. Quizás por eso el Che se quemó tan rápido. Para no ser absuelto por la historia, porque lo suyo era algo más grande que el Hombre y que la Historia. Ser y estar; y no sólo perdurar. 


¿Y cuál es el sentido del Che? Porque una vida así no pasa por este mundo sin marcar territorio ni dejar huella. ¿Es el Che la Revolución como un estadío permanente y superador de la condición humana? ¿El surco hondo sobre la tierra que nos permitirá, algún día, germinar y florecer? ¿El ejemplo palpable de que otro mundo es posible? ¿De que otro Hombre es posible, sobre todo porque el Che ya fue ese Hombre Nuevo que escribió con sus actos y describió en su prosa? ¿Debe terminar en una consigna inocua, pegada en las paredes de cuartos adolescentes? ¿Una imagen travestida que nos marca los límites que el sistema tolera para garantizar su cíclica reproducción? ¿Puede ser el Che ese icono pop que Renault canibalizó en 2008 para vender su descapotable a aquellos estudiantes que supieron llevarlo como estandarte durante el mayo parisino del '68? ¿Acaso vivió y murió para ser un tatuaje en el brazo de Maradona? Y lo que es peor, aquellos que copian el tatuaje, ¿lo hacen para parecerse al Che o para parecerse al Diego? 


Hoy, a 50 años del asesinato del Che, el mayor capital simbólico de Ernesto Guevara de la Serna es también su talón de Aquiles. La universalidad de este argentino que se animó a ser fiel a sus ideales hasta las últimas consecuencias, es un valor apropiado tanto por el opresor como por el oprimido. Símbolo de un ideal íntegro y prácticamente inalcanzable, el Che es un mito. Eterno, como todos los mitos, pero también (y sobre todo) moderno y contemporáneo. O sea, maleable objeto de consumo, idiotizado por la repetición masiva que terminó por inutilizarlo, separando la forma del contenido, exhibiendo la paja y ocultando el trigo. 


Pero antes de ser mito, el Che fue hombre. Y esa transición es justo lo que refleja esta historieta recuperada en todo su esplendor por Doedytores. Nacida cuando el Che estaba recién muerto, Vida del Che llegó a los kioscos argentinos en enero de 1968. Atrás quedaban un mes y medio de intensa labor por parte de Alberto Breccia y Enrique Breccia, los dibujantes escogidos por Héctor Germán Oesterheld para poner en viñetas las acciones y los pensamientos de Guevara. Es sabido que los Breccia no lo vivieron como un acto de militancia política, pero en esos momentos en que la CIA hacía desaparecer el cuerpo de Guevara (que sería encontrado y desenterrado recién en 1997), tomar una figura de la dimensión política del Che y hacerla circular entre la población era un acto de naturaleza revolucionaria. 


En primera instancia, Vida del Che iba a contar con dos historietas separadas, una dibujada por Alberto Breccia y otra por Enrique Breccia. Los guiones de Oesterheld mostraban claramente las dos facetas del Che, la del hombre (Alberto) y la del mito revolucionario (Enrique). Y lo hacía desde la propia estructura discursiva, escogiendo un narrador en tercera persona para los años formacionales que comenzaban en Rosario y se detenían en El Congo, tras pasar por la Sierra Maestra; y abrazando la primera persona para el fatal destino boliviano y su salto sin red a la eternidad. Un texto mucho más moroso y cargado de detalles en la primera instancia, que dejaba paso al libre fluir de la conciencia del Che, en el último tramo. Un recurso creativo que le permitía ir metiendo al lector en la piel y las tripas de Guevara, yendo de la razón al sentimiento, del dicho al hecho. La pasión según el Che, apelando a la clásica metáfora cristiana de sacrificio personal en pos del bienestar general. O el paso del hombre al Hombre Nuevo. 


Esta transformación quedaba en notoria evidencia ante los registros gráficos escogidos por cada Breccia. Alberto, ejerciendo un estilo documental de ribetes periodísticos, realista y algo distante, se luce en la tarea de transmitir datos y organizar la información necesaria para saber de qué se está hablando. A años luz de su padre, Enrique, en su primer trabajo historietístico profesional (aunque suene como algo increíble después de ver sus páginas), explota un nervio pictórico previamente inexplorado, emparentado con la tradición social del muralismo mexicano y el arte como expresión política de los pueblos. Es la sublimación de la subjetividad humana, del debate interno ante las decisiones a tomar. Las formas descoyuntadas de la desesperación, la sublevación ante la miseria naturalizada. Más que la praxis de una doctrina revolucionaria, la Revolución como filosofía de vida que conduce a la dignidad del hombre. El triunfo irreversible de la voluntad sobre la materia.

Así como estaba, la Vida del Che servía para abrir los ojos del mundo ante los ojos abiertos del Che muerto, cerrando un ciclo y abriendo la lucha hacia nuevas postas, fogonenado el levantamiento ante las injusticias. Sin embargo, una decisión editorial de (aparente) último momento, terminaría dándole una vuelta de tuerca originariamente impensada. Al ver los originales, el editor Jorge Álvarez resolvió intercalar ambas historietas, articulando los registros en una espiral que, como el Che, rompía el tiempo y trascendía geografías ideológicas. El Che como arma, como herramienta, como un faro que nunca se apaga, recomenzando eternamente, sin principio ni final. El Che, en sí mismo, como mensaje. Como verbo para conjugar una sociedad nueva. 


En su raíz germánica, Ernesto quiere decir “El que lucha para vencer”. No sé si el Che estaba al tanto de ello. No sé si los Breccia estaban al tanto de ello. Y no sé si Oesterheld estaba al tanto de ello, aunque quiero presuponer que su ascendencia alemana le permitió jugar con cierta ventaja este partido. Hacer de cuenta que la vida le tiró ese centro al pecho para que se luzca clavando un golazo. El gol de la descarga y la recompensa, el que sabe a gloria porque libera la garganta de ese yugo de siglos de atraso y dependencia. El gol que nos robó un referí comprado, en una canchita de La Higuera donde no doblan ni la pelota ni las balas. El gol ahogado que nos dejó, literalmente, en bolas y a los gritos, mirando un póster vacío que mira a la nada. 
Fernando Ariel García