viernes, 16 de octubre de 2009

HGO EN AMADORA, PORTUGAL

No sé si están al tanto, pero en el 20º Festival Internacional de la Historieta de Amadora (FIBDA), que se llevará a cabo entre el 23 de octubre y el 8 de noviembre próximos en Portugal, una de las principales muestras estará dedicada a la vida y obra de Héctor Germán Oesterheld, el más importante guionista de historietas de la Argentina.
La exposición, titulada Héctor Germán Oesterheld: El Hombre como unidad de medida, fue producida especialmente para Amadora por Mariano Chinelli, la Fundación Franco Fossati y La Bañadera del Cómic, razón por la cuál estoy a punto de subir al avión que me llevará a la FIBDA, previa escala por las calles de Madrid.
Así que si no encuentran demasiadas actualizaciones a este blog por un par de semanas, ya saben cuál es la razón
Por lo pronto, para estar al tanto de lo ocurrido en la expo, pueden visitar el blog que, ex profeso, armó Mariano Chinelli: http://hgobdamadora2009.blogspot.com/.
Y los dejo con el artículo que escribí para la Exposición de Amadora del año pasado, centrado en la concepción humanista con que HGO encaró cada una de sus obras en el género de la ciencia-ficción que, no casualmente, se titula El Hombre como unidad de medida.
Hasta la vuelta
Fernando Ariel García

Ilustración de Sergio Castro para el blog de Mariano Chinelli


La ciencia-ficción en la obra de Héctor Germán Oesterheld
El Hombre como unidad de medida
Por Fernando Ariel García


Hablar de ciencia-ficción en la obra de Héctor Germán Oesterheld es hablar de dos miradas sobre el mismo fenómeno, de dos formas de encarar los componentes básicos de un género que, desde la década del ’50 en adelante, venía actuando como medio catártico para los miedos atómicos que asolaban a la humanidad. Ya fuera como literatura o como historieta (y en los traspasos varios que el mismo HGO hizo de su material, del cuento al cómic y del cómic a la novela), la SF oesterheldiana se manifestó como ficción científica y como ciencia-ficción, entendiendo a la primera como la narración de aventuras fuertemente asentadas en el conocimiento científico-técnico-tecnológico; y a la segunda como la exploración del espacio exterior y las formas de vida fuera de los confines conocidos de nuestra galaxia. Por supuesto, los adelantos terrestres y los contactos con nuevas civilizaciones funcionaban, en Oesterheld, como ejercicios introspectivos sobre la verdadera naturaleza de lo humano. Como los grandes escritores de ciencia-ficción, HGO entendía y comunicaba que lo ajeno era, principalmente, lo propio visto desde otras perspectivas.
En este sentido, como casi todo en HGO, la ciencia-ficción representaba un marco conceptual para desarrollar una visión humanista y humanitaria de los conflictos globales en pugna. A nivel internacional, con la carrera espacial entre los EE.UU. y la URSS como progresión geopolítica de la Guerra Fría; y localmente, con los cambios que impuso el peronismo en la escala societaria de la Argentina, con sus consecuentes revoluciones y contrarrevoluciones que terminarían eclosionando en el golpe militar del 24 de marzo de 1976. Esto quiere decir que la ciencia-ficción, más que un fin en sí mismo, fue elaborada por HGO como un medio. Un medio de comunicación, obviamente, donde lo más importante era el mensaje, un mensaje transversal a toda su obra, estuviera ambientada en una gran metrópolis urbana, en una olvidada zona rural o en las lunas de Plutón; en el lejano pasado, en los años recientes de la Segunda Guerra Mundial, en el presente cotidiano y/o en el futuro post-apocalíptico.
Oesterheld terminó con la visión unilateral de la historia y con los valores unilaterales que las historietas de género ponían en juego como si se tratara de verdades reveladas e inalterables. El acuerdo tácito que se firmó entre HGO y sus lectores estipulaba que el mundo de ficción se regía por las mismas reglas que el mundo que quedaba fuera de las viñetas. Nada se daba por sentado y nadie era absolutamente bueno o malo. Y así como lo ajeno era igual a lo propio, el otro pasó a ser uno mismo. Este cambio de dinámica le brindó a HGO la posibilidad de escarbar la más humana de las situaciones: La contradicción. “Ser o no ser”, se había preguntado Hamlet en la universal Dinamarca pintada por Shakespeare. Y desde el cono sur del mundo, a siglos de distancia, HGO se animó a mostrar esos momentos en que el Hombre debía tomar esa trascendental decisión de darle sentido a su vida/muerte, o traicionar la razón última de su existencia. Así como somos enteramente libres para decidir cada uno de nuestros actos, parece decir Oesterheld, también somos esclavos de las consecuencias que nuestros actos provocan. Y antes que como individuos, deberíamos pensarnos y asumirnos como comunidad.
Este reacomodamiento de los valores morales difuminaba los límites establecidos, favoreciendo así la relativización de las cosas y, en lo formal, la hibridación de los géneros. No es que Oesterheld desconfiara de la pureza de los cánones, sino que sabía encontrar los valores narrativos de la fusión y hacer que el resultado fuera más interesante que la mera sumatoria de las partes. Lo logró sobremanera con Bull Rockett y Sherlock Time, donde la ficción científica y la ciencia-ficción, respectivamente, cohabitaron armoniosamente con el policial y el terror, por poner dos ejemplos. Es que Oesterheld, sobre todas las cosas, concebía a la Aventura como gran aglutinador y formador de sentido. Más que un género per se, la Aventura pasó a ser concebida como una situación orgánica fundacional, el esqueleto articulador capaz de sostener las tramas más variadas.
Tal vez, lo más novedoso de Oesterheld no hayan sido las historias contadas, el qué; sino las formas escogidas para hacerlo, el cómo. Mort Cinder, una verdadera obra maestra del noveno arte, dibujada por Alberto Breccia y publicada entre 1962 y 1964 en las páginas de Misterix, lo ejemplifica claramente. Su premisa es la de un inmortal, pero a la inversa. No se trata de un hombre que no puede morir, sino de alguien condenado a renacer eternamente. Su experiencia empírica con la muerte le brinda una cosmovisión diferente de la humanidad, de lo finito de su existencia y de las posibilidades infinitas de trascendencia que ello conlleva. Los diferentes episodios pasean a Mort Cinder por las calles de Londres, la Torre de Babel, los cargueros piratas, la Primera Guerra Mundial y hasta la famosa Batalla de las Termópilas. Mort Cinder es ciencia-ficción, pero también es relato histórico, bélico y de terror gótico. O mejor aún, es todo eso al mismo tiempo. La clave oesterheldiana está en no perder nunca de vista el foco humano de los personajes, en la capacidad de dejar testimonio para explicitar que las cosas nunca pasan porque sí, sino que lo hacen por algo y por alguien. La previa instalación de disparadores fácil y rápidamente reconocibles (antigüedades en el caso de Mort Cinder), permite también establecer la justa comparación entre las fuerzas en juego, lo conocido y lo desconocido.
Con estos parámetros, la fusión más lograda de HGO se verificó entre la ciencia-ficción y el costumbrismo. Intelectual comprometido con su tiempo, Oesterheld se opuso a cualquier tipo de imposición forzosa. De allí que encontrara en la invasión extraterrestre la metáfora perfecta para escenificar el sangriento autoritarismo propio de las dictaduras. El Eternauta es, por complejidad y trascendencia, la obra cumbre no ya de HGO, sino de la historieta argentina toda. Dibujada por Francisco Solano López entre 1957 y 1959 para la revista Hora Cero semanal, la lucidez, profundidad y vigencia de sus planteos éticos y estéticos, terminó por convertirla en un desgarrador ejercicio profético de los años más negros de la historia argentina, aquellos de la dictadura militar que devastaron al país entre 1976 y 1983. Como si de Julio Verne se tratara, HGO y Solano López dejaron testimonio impreso de los tiempos por venir, de las prácticas mecánicas que institucionalizaría la muerte en la sociedad: El secuestro, tortura, asesinato y desaparición de los ciudadanos opositores al régimen, la creación de zonas liberadas y campos de concentración; y el dominio de la población a través del ejercicio unidireccional del terror.
En esta lucha, además de las palabras, Oesterheld puso el cuerpo. Se implicó personalmente en la Juventud Peronista primero; y en la organización guerrillera Montoneros después, fundiendo vida y obra en un discurso que apabulla por su coherencia entre el decir y el hacer. Volvió sobre El Eternauta, para radicalizar el mensaje antiimperialista de su contenido (en la versión dibujada por Alberto Breccia para el semanario Gente, en 1969); y para una segunda parte donde la Aventura quedó supeditada exclusivamente a la causa militante. El Eternauta II, dibujada por Solano López para la edición argentina de Skorpio entre 1976 y 1977, es el fresco más emotivo que el cómic local dedicó a la lucha armada de los ’70, seguramente porque le tocó atravesar la masacre perpetrada desde el poder sobre el propio HGO y su familia; y el exilio forzado de Solano López para salvaguardar la integridad física de su hijo.
La obra de Oesterheld no sólo fue prolífica en el descubrimiento de nuevos mundos y distantes civilizaciones, sino que prestó especial atención a la cabal comprensión de otras culturas. Sobre todo porque entendía que, para cambiar al mundo, primero hay que conocerlo. Porque todos los mundos caben dentro de nuestro mundo; y porque no hay nada más alienígena para el Hombre que el desconocimiento de sus semejantes. Por eso, al hablar de la ciencia-ficción en HGO uno siempre termina hablando del Hombre, de su capacidad potencial para mejorar con el paso del tiempo. Oesterheld comprendió, tal vez como ningún otro guionista de historietas de la época, que la ciencia-ficción es mucho más que la simple idealización del futuro, es el espejo en donde mirar nuestro presente. Y que el hombre, siempre, SIEMPRE, debería ser la unidad de medida de todas las cosas.

miércoles, 14 de octubre de 2009

MANUAL DEL MODERNO EGOISTA

Un “retrato complejo, atractivo y fascinante del moderno egoísta”, narrado mediante gags en formato de viñetas-páginas, cuya acumulación “va de la comedia a la tragedia”. Por lo poco que se sabe, así será Wilson, la nueva novela gráfica de Daniel Clowes (Ghost World, Ice Haven), a publicarse en mayo de 2010 por la editorial canadiense Drawn & Quarterly.


Habrá que esperar hasta mayo de 2010 para poder leerla. Pero, por lo que se sabe, la espera bien valdrá la pena. Estamos hablando de Wilson, la nueva historieta de Daniel Clowes que, por primera vez en su carrera, publicará su trabajo directamente en formato libro, prescindiendo de la serialización en la reputada revista Eightball.

Primera obra de Clowes para la editorial canadiense Drawn & Quarterly, Wilson promete transformarse en un “retrato complejo, atractivo y fascinante del moderno egoísta, ajeno a todos aquellos que lo rodean, pero en sincera búsqueda de su lugar en el mundo. Trabajando el gag en formato de viñeta-página; y dibujando en un amplio espectro de estilos, el autor de Ghost World, Ice Haven y David Boring nos entrega la más divertida y profunda novela gráfica que haya realizado hasta el momento”, de acuerdo con el comunicado de prensa oficial.

Para Chris Oliveros, propietario y editor en Jefe de Drawn & Quarterly, “es muy emocionante el poder publicar a Dan. Wilson es Clowes en estado puro. Es divertido, conmovedor y deja una impresión indeleble en el lector. Wilson ocupará un lugar de privilegio entre los personajes del autor, como Enid Coleslaw, David Boring y Dan Pussey”.

Si bien la noticia fue dada a conocer por la editorial sobre el final de la última Convención de Cómics de San Diego (EE.UU.), el dato más importante sobre los contenidos de Wilson salió a la luz en el blog de la revista The New Yorker. Según las declaraciones de Clowes a Leigh Stein, el cómic trataría sobre “un hombre que queda completamente solo tras la muerte de su padre, así que tratará de reconstruir aquello que ha perdido, el núcleo familiar; e intentará hacerlo buscando unirse a otras gentes”.

De acuerdo con Stein, “cada página del libro es una escena individual, un chiste en el formato de las planchas dominicales, pero la acumulación de escenas termina por crear una narración más larga, que va de la comedia a la tragedia”.

BUENOS AIRES MEXICANOS

Existe toda una historieta mexicana prácticamente desconocida en la Argentina. Y es aquella realizada por la Editorial Caligrama, Producciones Balazo y Conque Producciones. No casualmente, en las tres está Luis Gantús, fuerza creativa primordial que Hernán Ostuni tuvo la oportunidad de entrevistar, en exclusiva, en tierra azteca.

Hace un tiempo, por diversos motivos de índole laboral, visité la Ciudad de México, el DF como se lo suele conocer; o también la capital mas grande del mundo. Y en honor a la verdad, quedé impresionado. No sólo por sus dimensión y kilombo permanente, sino también por la calidez de la gente y su comida espectacular, la cual disfruté en toda su dimensión.
Pero como no todo fue trabajo (profesional), tuve tiempo de encontrarme con Rubén Eduardo Soto Díaz, autor del tomo cuatro de nuestra colección La historieta latinoamericana, dedicada íntegramente a México, un trabajo de increíble factura que, dicho sea de paso, me entregó en mano mientras lo acompañaba a un evento de cómics realizado en la Secretaría de la Juventud, donde debía dar una charla.
En el evento pude conocer a varios artistas, pero estreché relaciones con Luis Gantús, de ahora en más un amigo de la casa. Gantús comanda Conque Producciones; y colabora con Bachan y Sonia Batres en la editorial Caligrama, dedicada a publicar lo nuevo de la historieta mexicana. Que, a juzgar por lo visto, es de una enorme calidad. Además, Luis nos presentó todo el potencial de su editorial y de su sitio web http://produccionesbalazo.com/
- Presentate, por favor.
- Soy Luis Gantús, nacido en 1973; y me encargo de la promotoría, investigación y relaciones públicas de todo lo relacionado con la historieta en México.
- ¿Qué son Caligrama, Producciones Balazo y Conque Producciones?- Caligrama es una editorial mexicana fundada por Sonia Batres, que se enfoca a publicar novela gráfica. En especial, de autores mexicanos.
Producciones Balazo es un sitio de internet creado por Bachan para desarrollar web comics. Empezó con su propio personaje, El Bulbo; y ha ido creciendo con la adición de El cadáver exquisito, El muertito sabrosón, Aztecas versus Romanos y mi blog Esto es ferpecto, que habla sobre noticias, rarezas y situaciones de la historieta mexicana. Producciones Balazo se ha convertido en el centro de gravedad de los autores mexicanos de historieta.
De 1994 al 2001 se realizó en México la Conque, convención de historietas de la ciudad de México, fundada por mí, que contó con invitados como Stan Lee, Will Eisner, Roberto Fontanarrosa, Jerry Robinson, Rep, Joe Quesada y todos los autores nacionales de México, tanto los consagrados como las jóvenes promesas. El año pasado decidimos retomar la participación en eventos y la realización de cómics corporativos. Conque Producciones es la rama de este grupo enfocada a la realización y coordinación de eventos así como de cómic corporativo o empresarial.
- ¿Cómo surge el proyecto y dónde apunta?
- El proyecto que estamos desarrollando con la unión de la editorial, Producciones Balazo y Conque, busca crear alianzas para la distribución y realización de cómic o historieta mexicana de jóvenes autores. Y, por otro lado, busca el encontrar nuevos caminos para desarrollar este medio en nuestro país.
- ¿Cómo ves la situación actual del cómic mexicano, considerando la historia y la trascendencia que ha tenido?
- México es un país con una gran tradición en historieta, sin embargo por múltiples razones que a continuación expongo, las editoriales han cedido su espacio como medio de comunicación en nuestro país:
La repetición de formulas hasta agotarlas comercialmente.
El nulo apoyo al desarrollo de autores.
La falta de visión de mercado por parte de los editores.
La falta de adaptabilidad del medio por parte de las editorials y algunos autores, a las nuevas tendencias.
El eterno recurso de la queja y la poca acción de los creadores.
Y factores económicos propios de nuestro país han contribuido a que la historieta en México pierda fuerza en comparación a otros medios. En México sigue existiendo la historieta, pero tiene dos vertientes muy marcadas: El soft porno o los superhéroes extranjeros.
En el primer caso, su público es de estrato social bajo; y en el de los superhéroes su público es de coleccionistas o adolescentes.
Apenas se empieza a retomar la creación de personajes como El Bulbo y Micro, con lo que se busca retomar un nuevo estilo de historieta en nuestro país.
En México la historieta fue consumida por millones, pero esa época ya se acabó. Ahora los nichos de mercado y la autopublicación son el futuro, la realización de dichos cómics queda en manos de autores con un compromiso personal hacia la historieta. La búsqueda de narrar historias es lo que mueve a la realización y esto será el referente de este medio en México. El camino de las editoriales cada vez será menor mientras estas no abran los ojos a las nuevas tendencias y al trabajo autoral.
- ¿En qué maestros te ves reflejado?
- Yo tengo tres grandes maestros que me han permitido entender los alcances de la historieta: Sergio Aragonés, Will Eisner y Rius (Eduardo del Rio). La lectura de estos autores me hizo profundizar en el mundo de la historieta; y autores mexicanos actuales con los que he tenido la posibilidad de trabajar como Bachan, Micro, Humberto Ramos, Clement, Betteo, Bef y varios más, me permiten conocer la visión y talento de los autores en la actualidad.
No quiero olvidar a Sixto Valencia con su Memín Pinguín, Hugo Pratt, la revista Mad, Scott McCloud, Francois Boucq, Moebius, Jodorowsky, Ibañez y muchos grandes creadores que me alimentan la mente con sus historias.
A nivel lectura soy adicto a Julio Scherer, José Agustín, las novelas policíacas de Paco Taibo II y la obra de Marco A. Almazán
- ¿Hace cuanto tiempo están produciendo; y cómo les ha respondido el mercado considerando la calidad de lo que editan?
- Caligrama es uno de los eslabones en esta cadena que estamos creando, lleva dos años de publicar a autores mexicanos y la respuesta del público ha sido sorprendente.
A pesar de que hemos tenido que abrir este mercado, la gente se sorprende de la calidad de las publicaciones y de los contenidos, que van desde el humor hasta la reflexión social; y para desarrollar una producción constante se tiene a Producciones Balazo y para la difusión está Conque.
Como verás, estamos desarrollando los caminos para hacer llegar al público nuestros productos, y cada vez más personas conocen lo que hacemos.
- ¿Cómo ves el futuro de la historieta mexicana?- Tiene que adaptarse. Ya no son los tiempos donde la gente iba al puesto a buscar entretenimiento, ahora el entretenimiento llega a ellos de mil formas. La historieta tiene que crear contenidos que atraigan a la gente. Te tienes que acercar, competir y entretener. La historieta y su lenguaje deben de ser el medio, ya no el fin, lo importante ha sido y será el contar historias y si ya decidimos que este será el medio para contarlas lo que hay que buscar es que la gente las lea.
El futuro está en adaptarse a los tiempos, en buscar llegar a la gente y en desarrollar una calidad superior a la media.
- ¿Quiénes integran el equipo creativo y técnico de Caligrama?- En Caligrama estamos Sonia Batres como editora y yo en Relaciones Públicas, en Producciones Balazo el que dirige la orquesta es Bachan y lo acompañan una gran cantidad de creadores mexicanos, y en Conque Producciones yo estoy a cargo.
- Por favor, dime cómo podrían contactarte otros artistas latinoamericanos que eventualmente quisieran publicar contigo.
- Por medio de mi mail gantusluis@yahoo.com, y con gusto platicaremos con ellos y veremos como podemos trabajar en conjunto.

Links:http://produccionesbalazo.com/

Autores Caligrama
Patricio Betteo: Ilustrador de amplia trayectoria en México. Ha colaborado con su arte en las revistas Expansión, Quo, Sync y en antologías como Pulpo Comics, Sensacional de Chilangos y el catálogo realizado por el Consejo de Fomento de Cultura de España llamado ConSecuencias. Su primer libro para Caligrama Editores se titula Gris.

Sebastián Carrillo, Bachan: Destacado autor, cuyo trabajo se publica en los EE.UU. en la revista Mad Kids, y en Francia para la prestigiosa editorial Les Humanoides Associes. En México publica en las revistas Mad, Gamers y ha publicado en Caligrama Editores los libros La biografía no autorizada de Vinny, el perro de la Balbuena y el tomo 1 de El Bulbo.

Edgar Clement: Uno de los autores más elogiados de México, realizador de la que se conoce como la mejor novela gráfica mexicana, Operación Bolívar. Ha ilustrado para revistas como Expansión, Quo y algunas otras. Fundador del Taller del Perro donde se publicaron sus obras Operación Bolivar y Sensacional de Chilangos, entre otras. Representante mexicano en diversos festivales artísticos en Europa y Canadá, en la actualidad está dedicado a la realización de su nuevo trabajo gráfico para una editorial francesa.

Ricardo García, Micro: Talentoso dibujante de estilo cartoon, cuya habilidad le ha llevado a ser el dibujante oficial de los cómics de Las Chicas Súper Poderosas, El Laboratorio de Dexter y Mucha Lucha. Ha colaborado en México con la revista Big Bang y la antología Pulpo Comics.

Humberto Ramos: Dibujante con gran reconocimiento en el mercado norteamericano y europeo, ha sido el dibujante oficial de personajes como Spiderman y Wolverine. Tiene en su haber obras propias como Crimson, Out There y Revelations, publicadas en varios idiomas. El año pasado fue galardonado como el mejor dibujante en el festival de BD de Bélgica.

Tony Sandoval: Prolífico dibujante y autor, que tiene en su haber trabajos para el viejo continente como La Vieille Amérique y Johnny Caronte y el revólver, con gran éxito en Suiza, Francia y España. Ilustrador de varios libros infantiles y colaborador de las antologías Urban Dreams (EE.UU.), Pulpo Comics y ConSecuencias (México). Publicó en Caligrama Editores El cadáver y el sofá, obra que se publió al mismo tiempo en Europa.

Luis Gantús: Nacido en la Ciudad de México en 1973, especialista y estudioso de la historieta en todas sus variantes. Sus inicios en el medio de la historieta los realiza a la edad de 17 años, colaborando como ayudante de las revistas infantiles de grupo Editorial Vid. Posteriormente, a los 18 años, fue miembro de la Hermandad de Historietistas en su labor como colorista.
Fue organizador de la Conque, convención de historietas de la Ciudad de México desde 1994 hasta el 2001, donde reunió a grandes autores nacionales e internacionales como Stan Lee, Sergio Aragonés, Will Eisner, Humberto Ramos, Bachan, Jerry Robinson, Rius, Fontanarrosa y muchos más, con un promedio de 25 mil asistentes cada año.
Fue asistente de editor en Grupo Editorial Vid a cargo de las ediciones especiales, editor en Editorial Toukan donde coordinó las versiones mexicanas del cómic Hellboy y el manga Guerreras Mágicas. Posteriormente fue editor en Shibalba Press, donde publicó El Bulbo de Bachan y el cómic del luchador Tinieblas.
Impartió el taller de narrativa gráfica en el Instituto de Estudios Superiores de Monterrey Campus (Estado de México). Columnista y traductor para las revistas de Marvel Comics publicadas por Editorial Televisa. Ha escrito artículos para revistas como Cinemanía, Generación, Mad y Big Bang. Colaboró con el argumento de una de las historias del libro Biografía no autorizada de Vinny, el perro de la Balbuena de Bachan. En la actualidad está a cargo de las relaciones públicas de Caligrama Editores y colabora con Grupo Editorial Expansión en su sitio Ciudad de blogs, con el blog Esto es ferpecto, donde aborda diversos tópicos sobre el cómic y sus momentos históricos. Se ha convertido en el referente más importante de la historieta mexicana, en lo que respecta a las actividades de los autores contemporáneos y de investigación de ejemplares poco conocidos por el público.
Ha impartido pláticas sobre el cómic y su influencia e historia en las principales universidades y centros culturales de su país y fue representante mexicano junto con varios autores, en el festival Los colores del mundo en Amiens, Francia. Así como ha sido el coordinador y promotor en México y el extranjero de exposiciones y eventos, tales como la visita de Jean Moebius Giraud, reconocido autor francés que impartió talleres y pláticas. Coordinó la exposición Les colours du Mexique en la Universidad de la Picardie en Amiens, Francia.
Coordinador de la visita de Alejandro Jodorowsky junto con Editorial Grijalbo para la presentación de su libro Albina y los hombres perro, en 1999. Representante de autores nacionales de reconocido éxito en México y el extranjero, como Sebastián Bachan Carrillo, Edgar Clement, Ricardo García y Bernardo Bef Fernandez. También se encargó de la coordinación de la exposición La historieta mexicana en el evento Montevideo Comics en Uruguay.

EL INFIERNO TAN TEMIDO

La editorial inglesa Mainstream Publishing divulgó un adelanto de When the Comics Went to War, trabajo de investigación histórica firmado por el periodista Adam Riches, el diseñador Tim Parker y el coleccionista Robert Frankland. De acuerdo con la información suministrada, el libro “es una historia abarcativa y autorizada del género bélico en la historieta inglesa, desde sus primeras publicaciones aparecidas en la década de 1880, hasta los últimos títulos aparecidos en los ’90. Presentando valioso material tomado directamente de coleccionistas privados y las editoriales originales de estos cómics bélicos, el libro preciosamente ilustrado desarrolla la evolución de la historia militar en tiempos de guerra a través de la vida de los chicos que participaron en los conflictos, relacionándolos con los eventos históricos del Frente Occidental entre 1914 y 1918, el ascenso de los Nazis, el Imperio Británico, la Segunda Guerra Mundial, la Guerra Fría y las acciones policiales de Gran Bretaña en el resto del mundo. A finales del siglo XIX, los cómics bélicos ejercían una influencia tan grande sobre sus lectores, que fueron vistos como una oportunidad ideal para reclutar voluntarios para el Ejército y la Armada británicos, inspirando a los jóvenes a alistarse para servir a su patria. La popularidad creció sustancialmente a través del siglo XX, con títulos como Victor, Valiant y Warlord, que llegaron a alcanzar una circulación semanal que superaba los dos millones de copias durante los ’50 y los ’70. Si bien con el tiempo el género experimentó un notable declive, que una gran cantidad de esos viejos cómics bélicos continúen siendo reimpresos en la actualidad, habla de su duradera popularidad. De Union Jack a Boys of the Empire, de Commando a Air Force y Combat, esta única y nostálgica celebración de los cómics bélicos, reavivará las memorias de los viejos lectores, e introducirá a una nueva generación dentro de la magia de estas imaginarias estrellas del deporte”.


CHIRI VON FIESTA, por ALEJANDRO AGUADO

Nueva entrega de la creación de Alejandro Aguado, esta vez con la participación especial de cierto reconocido marinero nacido en la isla de Malta.

JOAQUIN CERVANTES BASSOCO Y LA EPOCA DORADA DE LA HISTORIETA MEXICANA

Uno de los principales forjadores del noveno arte azteca, Joaquín Cervantes Bassoco llenó de alegría y fantasías los años formativos de varias generaciones de niños que encontraron, en las historietas, el primer acceso al mundo de la lectura. Rubén Eduardo Soto Díaz nos brinda este perfil del artista que ayudó a consolidar una industria.

Hubo un lapso en que los mexicanos leían compulsivamente. Leían los niños y los adultos, los hombres y las mujeres, los burócratas y los desempleados; y además todos leían lo mismo. Es decir, leían los famosos pepines. El nombre genérico de pepines era aplicado a las variadas publicaciones de historietas seriadas que inundaban los puestos de periódicos, entre ellas Paquín, Chamaco, Pinocho, el mismo Pepín, Paquito. Casi todas tenían, además, versiones Chica y Grande (de acuerdo con sus tamaños de presentación). Se trataba de publicaciones diarias y en conjunto superaban por mucho el millón de ejemplares en circulación, un caso único en el desarrollo del cómic mundial. Cada ejemplar era prácticamente devorado por una decena de lectores, incluso había niños que ansiaban aprender a leer para poder también disfrutar como sus mayores.
Esa época ha sido llamada, con toda justicia, la Época Dorada de la historieta mexicana; y tuvo su mayor esplendor entre los años 1940 y 1950, aunque obviamente se gestó unos años antes y concluyó otros más tarde. Dos fueron las publicaciones icónicas del periodo, el Pepín editado por José García Valseca; y el Chamaco publicado por Ignacio Herrerías, aunque no debemos dejar de mencionar que fue Paquín, de Francico Sayrols, la revista que abrió la brecha para el desarrollo de esta industria de tinta y papel.

Dos de las revistas fundacionales de la Epoca Dorada de la historieta mexicana

Cada uno de estos “establos” tenía sus “vacas sagradas”, dicho sea con todo respeto. En Pepín brillaban Gabriel Vargas con Los Superlocos, José G. Cruz con sus historias de arrabal realizadas primero en medio tono y luego en fotonovela, Antonio Gutiérrez con Don Proverbio, Pancho Flores con su Gitanillo y Yolanda Vargas Dulché con Almas de niño. Por otra parte, en Chamaco, los hacedores de delicias eran Rafael Araiza con A batacazo limpio, Germán Butze con Los Supersabios, Gaspar Bolaños con Rolando el Rabioso; y Joaquín Cervantes Bassoco con Tirando a gol. Conste que sólo menciono algunos cuantos, porque eran muchos más; y había otro tanto de artistas en las reservas. Esto es, los aspirantes se preparaban en el estudio de algún importante historietista, en espera de una oportunidad para figurar en las páginas de las revistas consagradas. Ramón Valdiosera Berman, quien triunfó como historietista tanto en Chamaco (El Ladrón de Bagdad y Alex) como en Pepín (Relámpago Kid y Oreja y Rabo), fue uno de los artistas mexicanos que se preocupó por impulsar un estudio donde se formaran y foguearan nuevos artistas del cómic. Cabe aclarar que los artistas mexicanos de la historieta de esta etapa promediaban los veinte años; y aunque se habían inspirado en los cómics norteamericanos de Harold Foster (Tarzán), Milton Caniff (Terry y los piratas) y Alex Raymond (Flash Gordon), las historietas que desarrollaron fueron un producto netamente mexicano.
Por otra parte, el ritmo de trabajo al que eran sometidos los artistas hizo que en breve tiempo adquirieran una destreza y rapidez sorprendente para la realización de sus historias gráficas. Por desgracia, mientras desarrollaban esas habilidades, los editores buscaban la manera de escamotearles sus derechos autorales, intentando obtener el mayor beneficio a cambio de una miseria en el pago del trabajo creativo. Podemos asegurar que el cobro de regalías por parte de los historietistas en esa época fue nulo. Y lo peor, cuando un artista protestaba o solicitaba una mejoría en las condiciones de trabajo, era sin más despedido y además boletinado su nombre a las otras empresas para que no se le contratara. Hubo también un tiempo en que los editores amenazaban de muerte a sus trabajadores para que no se les ocurriera irse a trabajar a las revistas de la competencia. Así pues, el auge de la historieta mexicana propició una explotación acentuada de los artistas mexicanos; y generó entre los editores una suerte de mafias que conllevó prácticas gangsteriles para conservar cada cual sus cotos de poder.
Pero dejemos a un lado este oscuro costado de la Época Dorada; y hablemos de uno de los artistas más importantes de esta etapa, el maestro Joaquín Cervantes Bassoco.

Bassoco, retratado en una portada de su personaje más famoso, Tawa

Bassoco nació en el antiguo pueblo de Portales (Distrito Federal) el 11 de marzo de 1918. De niño, sus padres lo alentaron a que aprendiera a tocar el violín, instrumento que llegó a dominar pero que abandonó por su afición al fútbol. No obstante, fueron los cómics publicados en las secciones dominicales de los periódicos los que le despertaron el interés por adentrarse en el fantástico mundo de la historieta. Eso lo animó a ingresar a la Academia de San Carlos, institución de donde salían los artistas pintores y escultores más respetados de la época.
De las historietas de los dominicales hubo una que cautivó en forma muy particular a Bassoco: El Tarzán de Edgar Rice Burroughs dibujado por Harold Foster. Esta historieta lo inspiro para crear su primer personaje, Wama (El hijo de la luna).
Wama es un hombre que crece en una selva fantástica en donde abundan animales igualmente fantasiosos. Sus principales enemigos son los hombres gorila. A esa selva no tarda en llegar la bella Glory Morris, en una nave averiada, junto con su padre y su hermano. Mientras los familiares de Glory sucumben bajo las garras de los monstruos de la selva, Wama le salva la vida a la chica que se convertirá en su futura compañera, alegrándole así sus solitarios días.
Este inicial calco de Tarzán fue rechazado por los editores de Chamaco que, sin mayor consideración, mandaron a Bassoco a “vender pepitas”, según nos confesó el propio Joaquín en una entrevista. Por cierto, quien lo corrió fue José Martínez Estrada, entonces director de la publicación, que muchos años después se convertiría en multi compadre del artista, pues Cervantes Bassoco le bautizaría a sus cinco hijos.
En 1937 Bassoco hizo sus pininos historietiles publicando sus Aventuras de Exploradores en la revista Palomilla, publicada con patrocinio de la Secretaría de Educación Pública. Los dos años siguientes, dibujó varios cartones realizando una versión en historieta de la novela de Miguel Zevaco, Los amantes de Venecia o el Puente de los Suspiros. Estos cartones tuvieron mayor suerte y pasaron a ser publicados en la revista Hércules. Bassoco también trabajó en una versión más elaborada de su Wama, que pasó a formar parte de los contenidos de Mundial, revista editada por el periódico La Prensa.
Sin embargo, Cervantes Bassoco reconoció como el inicio de su carrera profesional su entrada al diario de toros y deportes La Afición, el 16 de julio de 1940, cuando dio a conocer la primera tira cómica de la serie Pies Planos. Esta tira se publicará diariamente durante dos años, relatando la historia de Slub Martin, un boxeador que casi siempre que está a punto de ganar una pelea, recibe las mofas del público por sus enormes pies, se sale de sus cabales e, invariablemente, se desconcentra y pierde los combates.
Pies Planos se convirtió en la tira favorita de los lectores de La Afición. Acorde con la línea editorial de la publicación, después de triunfar en el Box, Slub Martin incursionó en el fútbol, donde pronto se convirtió en una estrella del deporte de las patadas. Y sin más, al poco tiempo, Pies Planos (que pasó a llamarse La Pantera Blanca) fue transformado en un consumado gladiador de la lucha libre. A Bassoco, esos dos años de éxito le valieron para que el director de Chamaco lo invitara a colaborar en las páginas de esta prestigiada revista del consorcio de Ignacio Herrerías. Bassoco se hizo rogar un poco, recordándole al director Martínez Estrada aquella vez que lo mandó a vender pepitas, pero finalmente el 2 de diciembre de 1942 dejó de publicar en La Afición y se integró al equipo de artistas del Chamaco.
Desde 1939, Chamaco se publicaba diariamente y era considerado el primer diario de historietas del mundo. Inicialmente incluía tiras cómicas compradas a los servicios norteamericanos, pero paulatinamente estas fueron sustituidas por historias gráficas realizadas por artistas mexicanos. Así, en 1942, Cervantes Bassoco cumplió su sueño de trabajar al lado de los historietistas que más admiraba.
De 1942 a 1952, prácticamente toda la época dorada de la historieta mexicana, Joaquín Cervantes Bassoco colaboró en Chamaco, desarrollando historias y personajes de notable éxito. Al principio, pudimos apreciar su inconfundible estilo dibujando Anoche soñé que…, una sección en la que colaboraba el público enviando sus historias. Bassoco encaró este trabajo con entusiasmo, pues su obra estaba impregnada de lo que hoy llamaríamos surrealismo innato. Al poco tiempo, Cervantes Bassoco empezó a desarrollar la nueva serie Tirando a gol, que debutó en noviembre de 1943 y fue su primer éxito en Chamaco.
En la primera etapa de Tirando a gol el personaje principal es Tom Sullivan, jugador del New York Foot Ball Club en lucha contra los malvados que no quieren su ingreso al equipo titular, mientras combate a la mafia que se genera alrededor de este deporte. Todo esto, sin menoscabo del desarrollo y descripción de emocionantes y cardíacos encuentros deportivos.

Para abril de 1944, conmemorando que Tirando a gol alcanzaba las mil páginas, Cervantes Bassoco creó a uno de sus más entrañables personajes: El Pirata Negro. El autor hizo que el Pirata Negro ingrese al popular equipo Necaxa (1), El Campeonísimo, el también llamado equipo de los “Once Hermanos”: Raúl Pipiolo Estrada, Pichojos Pérez, Toño Aspiri, Chamaco García, Hilario López, Poeta Lozano, Abuelo Camarena, Calavera Ávila, Marcial Ranchero Ortiz, Chino López y Perro Ortega. Todos ellos, más Horacio Casarín, hicieron amistad con Bassoco y en no pocas ocasiones los aclamados jugadores fueron personajes de la también exitosa historieta.

Los "Once Hermanos" del gol

El ciclo de Tirando a gol terminó en febrero de 1946, después de haber llegado a nada menos que 3.200 páginas. Siempre en Chamaco, Cervantes Bassoco rehabilitó a sus primeros personajes, publicando nuevamente a Pies Planos y, más tarde, a Wama. En esta última, Bassoco se mantuvo fiel a su argumento inicial, cambiando sólo el nombre de Glory Morris por el latino Lupita. No sé si la palabra guamazo (2) tiene algo que ver con Wama, pero lo que sí es cierto es que El Hijo de la Luna llegó a ser tan popular entre los lectores de Chamaco como sus anteriores creaciones.
Joaquín Cervantes Bassoco fue un historietista completo, pues escribió sus historias y además las argumentó, al igual que sus colegas German Butze, Gaspar Bolaños, Rafael Araiza y Gabriel Vargas. Posteriormente, los editores procurarían que este tipo de historietistas no se desarrollaran, probablemente para tener mayor control sobre los derechos autorales de las obras. De esta manera, los editores podrían encargar historias a argumentistas por una parte y contratar dibujantes por la otra. Así, en el momento en que lo desearan, podían sustituir al escritor o al dibujante; y como siempre tenían relevos en espera, ejercerían su control absoluto sobre la historieta. A la postre, esta práctica llevó a la ruina a la historieta mexicana, pues los personajes pasaron a ser un producto maquilado y sin el alma, espíritu y corazón que les imponían los artistas creativos.
Para principios de la década de los ‘50, los editores del Pepín y el Chamaco ya habían amasado cuantiosas fortunas; y sus intereses se orientaron hacia la línea del periodismo de información y el deporte. Con el dinero de los pepines y chamacos, se consolidaron los consorcios de la cadena de periódicos encabezada por El Sol de México, Novedades y el diario deportivo Esto. Los pepines devinieron una carga para los editores; y Pepín se extinguió en 1957, mientras que Chamaco (a sugerencia de Sealtiel Alatriste y Laura Bolaños) se transformó en un libro mensual de novelas románticas, confeccionado con el conjunto de los episodios publicados previamente en la revista. Este último intento tuvo tanto éxito que pasó a publicarse quincenalmente hasta finalmente convertirse en La Novela Semanal.
Ante el derrumbe de Pepín y Chamaco, los historietistas mexicanos quedaron en el desamparo, negándoseles las indemnizaciones, retiros o apoyos de cualquier tipo. No obstante, esto los impulsó a trabajar con imaginación para recuperar a sus extraviados lectores, incluso probando suerte como editores. Muy pocos alcanzaron el éxito, pero sólo después de sobrevivir a casi una década de altibajos.
Uno de los primeros en independizarse fue José G. Cruz, que inició una aventura editorial llamada Muñequita, donde trabajaron Pancho Flores, Leopoldo Zea Salas y Francisco Palencia. Pero fue su editorial Ediciones José G. Cruz la que llegó a tener un éxito inusitado al publicar una serie de historietas encabezadas por las aventuras de Santo. El enmascarado de Plata, seguidas después por las revistas de Juan Sin Miedo y El Valiente, gratamente acogidas por los lectores.
Guillermo de la Parra y Yolanda Vargas Dulché unieron también sus talentos para fundar Editorial Argumentos, que no despegó hasta que se integró con ellos Antonio Gutiérrez. Toño Gutiérrez venía de una poca afortunada experiencia editorial, había intentado publicar por cuenta propia su famoso Don Proverbio, antiguo éxito del Pepín. En 1953, Germán Butze publicó su historieta Los Supersabios como revista de 32 páginas a todo color en Publicaciones Herrerías, la misma casa editorial del Chamaco. También Don Gabriel Vargas ubicó su historieta La Familia Burrón en Paquito presenta…, el último de los bastiones historietiles de García Valseca. Ese mismo año, otros dibujantes se asociaron con José Martínez Estrada, el antiguo director de Chamaco, dando origen a la Corporación Editorial Mexicana (CEM) y publicaron en historietas independientes sus anteriores éxitos: Juan Reyes Béiker resucitó El Monje Loco, Gaspar Bolaños su Rolando El Rabioso, Rafael Araiza su Currito de Arrabal, y Joaquín Cervantes Bassoco llegó a publicar tres títulos distintos en la misma semana: El Pirata Negro, Pies Planos y Wama, el Hijo de la Luna, otro hecho sin precedentes en la historia del cómic mundial. Para alcanzar este nivel de producción sin perder calidad, Bassoco contó con la colaboración de César Garduño España y Antonio Cabrales.

En 1959 Bassoco se integró a Editorial Argumentos; y contribuyó al despegue de esta casa editorial con su nuevo héroe, Tawa el Hombre Gacela. El inicio de los sesentas marcó un resurgimiento de la historieta mexicana, que logró capturar a los públicos de habla hispana allende nuestras fronteras, tanto del centro y sur de nuestra América como los de España. Fueron los años de Chanoc, Memín Pinguín, Lágrimas, Risas y Amor, Kaliman, Fantomas, El Payo, Los Supermachos y muchos otros.
México está en deuda con los artistas que llenaron una época en la que fuimos un verdadero país de lectores, dicho esto sin ninguna intención demagógica. Hay quienes se congratulan de que todo esto haya desaparecido, pues consideran que nada aportó a la cultura. Pero los más, aquellos que no tienen tribunas para expresar sus voces, agradecen desde lo más profundo de sus sentimientos a esos artistas que los hicieron pasar gratos momentos, llevándolos a volar con las alas de la imaginación a mundos insospechados.

Página interior de Tawa

Joaquín Cervantes Bassoco falleció el viernes 18 de enero de 2008. Yo lo conocí en su casa de Naucalpan, cuando lo invité a inaugurar el Museo de la Caricatura y la Historieta (MUCAHI) en la ciudad de Cuautla, Morelos, en el 2000. El maestro accedió con agrado a acompañarnos y, previo a la inauguración, el pueblo le rindió un sencillo pero emotivo homenaje. Ese día lo acompañó su esposa, Catalina Mora; y uno de sus colaboradores, Benjamín Orozco, dibujante y portadista de Tawa y El Pirata Negro. También lo acompañaron sus amigos Antonio Gutiérrez Sixto Valencia y muchos otros historietistas más.
El MUCAHI tiene en resguardo gran parte de la vasta obra del maestro Joaquín Cervantes Bassoco. Estamos a la espera de que alguna institución o autoridad se anime a realizarle un merecido y digno homenaje. Por lo pronto vayan estas sencillas líneas en su memoria.


NOTAS
(1) El Necaxa es un popular club de fútbol mexicano. Fue fundado el 21 de agosto de 1923 en México DF, mudándose a la ciudad de Aguascalientes en el 2003. Durante la temporada 1935-1936, el Necaxa se consagró Campeón de Campeones, Campeón del DF, Campeón de Liga, Campeón Nacional, Campeón Centroamericano y Campeón de los Juegos Centroamericanos del Salvador, primer título internacional del fútbol mexicano; razón por cual fue bautizado popularmente como El Campeonísimo. El sobrenombre de los “Once Hermanos” surgió a raíz de la capacidad de toque que los jugadores mostraban dentro de la cancha.
(2) Golpe fuerte, garrotazo.

CHIRI VON FIESTA, por ALEJANDRO AGUADO

Desde el sur, Alejandro Aguado (La Duendes, Historieta Patagónica) nos envía esta entrega de su popular personaje, Chiri Von Fiesta, enrolado esta vez en los postulados de André Breton. Aquellos que privilegiaban el descubrimiento de una verdad, a través de la escritura automática, sin la intermediación del razonamiento lógico, privilegiando la imagen como herramienta de expresión. Todo eso, además, con la participación especial de Las Tunas.

martes, 13 de octubre de 2009

TODAS LAS GLORIAS DE ESTE MUNDO EN UN SOLO GRANO DE MAIZ

Una cosa son las historietas pintadas. Y otra, bastante distinta, las historietas hechas con pinturas. Este último es el caso de Amores en aceite de Oliva, resultado de un laborioso proceso de casi cuatro años, a través del cual el caricaturista Francisco Blanco armó un cómic para adultos interconectando la obra pictórica de Pedro Pablo Oliva (Premio Nacional de Artes Plásticas 2006). Desde Cuba, El Delga nos entrega (en bandeja) este plato para sibaritas.


Una aspiración de todo editor de historietas es lograr hacer una colección de cómics ilustrados por pintores. Aquello que más dificulta esta tarea es lograr que esos artistas se dediquen, durante un largo tiempo, a ilustrar un guión de otro autor o de su propia cosecha. En Cuba, sin embargo, apareció en la Feria Internacional del Libro de La Habana del 2008, la historieta Amores en aceite de Oliva, realizada por Francisco Blanco, tomando como sustento la tarea pictórica de Pedro Pablo Oliva, Premio Nacional de Artes Plásticas 2006.

Todo comenzó cuando a Blanco, personal historietista y caricaturista que también es conocido en esta isla caribeña por su seudónimo, Blanquito; se le ocurrió contactarse con Pedro Pablo Oliva, a quien ya conocía por haberlo tenido de alumno en un taller que había realizado en la provincia de Pinar del Río, lugar de nacimiento y residencia del por entonces joven que quería aprender a hacer muñequitos o historietas.

Por suerte para todos nosotros, Oliva guarda constancia gráfica de cada una de sus obras. Blanco revisó, minuciosamente, las imágenes conservadas; seleccionó algunas, les dio un orden de visualización y después les inventó globos y textos. Con la ayuda de su hijo Paquito, las montó en páginas y logró imprimir la primera historieta cubana ilustrada por un pintor: Amores en aceite de Oliva.

“En tiempos de batalla de ideas -escribió Blanco en la contratapa del volumen publicado por la editorial Pablo de la Torriente-, universalización de la enseñanza y ser cultos para ser libres, el proyecto de llevar al cuaderno de historietas la obra de artistas de la plástica no era nada descabellado, y por eso, como fiel humorista gráfico, me sumé a la idea. Pero de ahí a formar yunta con el maestro Pedro Pablo Oliva constituía un privilegio y un reto. Tal vez dicha proposición provenía de una vieja amistad, cultivada por más de veinte años, aunque para Gardel eso no representaba nada. Lo cierto es que, más o menos por esa época, un 1º de enero visité por primera vez a Oliva en su humilde vivienda del Rancho, en la ciudad de Pinar del Río. El, personalmente en camiseta y con un papalote (1) en la mano, me abrió la puerta, excusándose por la tardanza, pues tuvo que bajar de la azotea donde saludaba el año nuevo empinando su chiringuita (2). Qué mejor prueba de la sencillez y la humildad de ese ‘guajiro (3) natural’, ya por entonces descollante en nuestra plástica. Pero Pedro Pablo es una cajita de sorpresas. En esa misma entrevista me reprochó mi poca memoria, pues nos conocíamos de antes, desde sus comienzos cuando colaboraba en el periódico Guerrillero y pudimos compartir en los Talleres de Humorismo Gráfico que allí realizamos en los años setenta. Con el tiempo, junto con su talentosa perseverancia, sus indiscutibles éxitos profesionales, su afianzamiento en las raíces autóctonas y su apoyo irrestricto a la promoción de nuevas hornadas de artistas locales, fue creciendo también mi admiración por alguien que ha podido reunir en un solo grano de maíz todas las glorias de este mundo. Esa fue la razón por la cual, hace cuatro años (por el 2002), me tomé el atrevimiento de realizarle la caricatura personal que acompaña esta semblanza, y es por eso también que ahora me atrevo a escribir el guión de esta versión libre basada en su obra, con la técnica que el maestro Will Eisner bautizara como arte secuencial, y más conocida entre nosotros como simple historieta. Por último, y como para confirmar lo dicho, mientras trabajábamos en este proyecto supimos del merecido otorgamiento a Pedro Pablo del Premio Nacional de Artes Plásticas 2006, por lo que nos sumamos con alegría a los que lo felicitan”.

NOTAS
(1) Barrilete o cometa de papel, también conocido como chiringa.
(2) Remontando el barrilete.
(3) Campesino.

SE ENTREGARON LOS HARVEY

Uno de los premios más prestigiosos de los EE.UU., el Harvey (así denominado en honor a Harvey Kurtzman), fue entregado durante la pasada Convención de Cómic de Baltimore. Los galardonados fueron:

Mejor Guionista: Grant Morrison, por All-Star Superman (DC Comics).

Mejor Dibujante: Gabriel Bá, por The Umbrella Academy (Dark Horse).

Mejor Humorista Gráfico: Al Jaffee, por Tall Tales (Abrams Books).

Mejor Letrista: John Workman, por Marvel 1985 (Marvel Comics).

Mejor Entintador: Mark Morales, por Thor (Marvel Comics).

Mejor Colorista: Dave Stewart, por The Umbrella Academy (Dark Horse).

Mejor Portadista: James Jean, por Fables (DC /Vertigo).

Mejor Nueva Serie: Echo, de Terry Moore (Abstract Studios).

Mejor Serie Regular o Limitada: All-Star Superman, de Grant Morrison y Frank Quitely (DC Comics).

Mejor Presentación Biográfica, Histórica o Periodística: Kirby: King of Comics, de Mark Evanier (Abrams Books).

Mejor Tira de Prensa: Mutts, de Patrick McDonnell (King Features Syndicate).

Mejor Antología: Comic Book Tattoo, editada por Rantz Hoseley (Image).

Mejor Album Original: Too Cool to be Forgotten, de Alex Robinson (Top Shelf).

Mejor Album Recopilado: Nat Turner, de Kyle Baker (Abrams Books).

Mejor Número o Historia: Y: The Last Man Nº 60 (DC / Vertigo).

Mejor Proyecto de Reimpresión Estadounidense: The Complete Peanuts (Fantagraphics).

Mejor Edición Estadounidense de Material Extranjero: Gus and his Gang, de Chris Blain (First Second).

Mejor Cómic Online: High Moon, de Scott O. Brown, David Gallaher y Steve Ellis, en http://www.zudacomics.com/.

Premio Especial al Humor en Cómic: Al Jaffee, por Tall Tales (Abrams Books).

Premio Especial a la Excelencia Editorial: Kirby: King of Comics, de Mark Evanier (Abrams Books).

Mejor Nuevo Talento: Bryan J.L. Glass, por The Mice Templar (Image).