lunes, 14 de julio de 2025

HEROES FOR HOPE + HEROES AGAINST HUNGER: LIVE AID SUPERHEROICO

Heroes For Hope. Autores: Brent Anderson, Terry Austin, Mike Baron, Bret Blevins, Brian Bolland, John Bolton, Ken Bruzenak, Ed Bryant, John Buscema, Sal Buscema, John Byrne, Chris Claremont, Richard Corben, John Costanza, P. Craig Russell, Howard Chaykin, Jo Duffy, Harlan Ellison, Steve Englehart, Archie Goodwin, Al Gordon, Dan Green, Mike Grell, Jackson Guice, Paul Gulacy, Klaus Janson, Bruce Jones, Jeffrey Catherine Jones (como Jeff Jones), Mike Kaluta, Stephen King, Bob Layton, Stan Lee, Steve Leialoha, Bill Mantlo, George R.R. Martin, Al Milgrom, Frank Miller, Alan Moore, Gray Morrow, Jay Muth, Ann Nocenti, Glynis Oliver, Denny O’Neil, Tom Orzechowski, Tom Palmer, Carl Potts, John Romita Jr., George Roussos, Joe Rubinstein, Steve Rude, Marie Severin, Jim Shooter, Bill Sienkiewicz, Louise Simonson, Walt Simonson, Joe Sinnott, Herb Trimpe, Charles Vess, Alan Weiss, Al Williamson y Berni Wrightson, entre otros. Sobre una historia original de Chris Claremont, Ann Nocenti, Jim Shooter, Jim Starlin y Berni Wrightson. Portadista: Arthur Adams. Ilustrador de contratapa: Jim Starlin. Editores: Chris Claremont, Ann Nocenti. Marvel Comics. EE.UU., diciembre de 1985.


Heroes Against Hunger. Autores: Alfredo Alcalá, Sal Amendola, Murphy Anderson, Ross Andru, Jim Aparo, Terry Austin, Mike W. Barr, Eduardo Barreto, Cary Bates, Robert Bloch, Joe Brozowski, John Byrne, Joey Cavalieri, Ernie Colón, Gerry Conway, John Costanza, Denys Cowan, Paris Cullins, Howard Chaykin, Gene D’Angelo, Albert DeGuzman, J.M. DeMatteis, Kim DeMulder, Tony DeZuñiga, Jan Duursema, Steve Englehart, Michael Fleisher, Robert Loren Fleming, Carl Gafford, José Luis García López, Dave Gibbons, Keith Giffen, Ed Hannigan, Andrew Helfer, Carmine Infantino, Tony Isabella, Klaus Janson, Jeffrey Catherine Jones (como Jeff Jones), Dan Jurgens, Mike Kaluta, Barbara Kesel (como Barbara Randall), Karl Kesel, Jack Kirby, Todd Klein, Andy Kubert, Joe Kubert, Paul Kupperberg, Steve Leialoha, Bob LeRose, Paul Levitz, Tom Mandrake, Elliot S. Maggin, Val Mayerik, Al Milgrom, Dan Mishkin, Doug Moench, Gray Morrow, Mindy Newell, Jerry Ordway, Joe Orlando, Bruce Patterson, George Perez, Marshall Rogers, David Ross, Bob Rozakis, Adrienne Roy, Joe Rubinstein, Tony Salmons, James Sherman, Walt Simonson, Jim Starlin, Joe Staton, Curt Swan, Romeo Thangal, Greg Theakston, Roy Thomas, Len Wein, Alan Weiss, Barry Windsor-Smith, Marv Wolfman, Michele Wolfman, Tatjana Wood, John Workman, Bill Wray, Berni Wrightson y Tom Ziuko, entre otros. Sobre una historia original de Jim Starlin y Berni Wrightson. Portadistas: Neal Adams y Dick Giordano. Ilustrador de contratapa: Bill Sienkiewicz. Editor: Dick Giordano. DC Comics. EE.UU., agosto de 1986.


Acabo de leer en el diario que ayer se cumplieron 40 años de Live Aid, el megaconcierto organizado por Bob Geldoff en busca de fondos para combatir el hambre en África. Recuerdo haberlo visto por tele, emocionado de saber que el mundo podía unirse por una causa humanitaria y enloquecido por el listado de artistas que subían a los escenarios de Inglaterra y los EE.UU.: De Queen al regreso de Led Zeppelin (con Phil Collins en la batería), pasando por Paul McCartney, Madonna, Elvis Costello, Sting, David Bowie, U2, Dire Straits, The Who, Elton John, Joan Baez, Black Sabbath, Simple Minds, Eric Clapton y Duran Duran, entre muchísimos otros.

Stephen King, Berni Wrightson, Jeffrey Catherine Jones, Tom Orzechowski y Christine Scheele

Esa jornada, al otro lado del televisor también estuvieron Jim Starlin y Berni Wrightson. Hasta donde sé, a los dos se les ocurrió replicar esa campaña solidaria desde la industria del cómic. Y convencieron a las dos grandes editoriales, Marvel y DC, de producir sendas revistas para seguir juntando recursos destinados a paliar la tremenda crisis en Etiopía. Después de reunir a los mejores de la industria (lean arriba), consiguieron la participación de Stephen King, George R.R. Martin y Robert Bloch, novelistas populares que saltaban al terreno del cómic por vez primera (si no me equivoco). Y para garantizarse la mayor repercusión posible, colocaron a los X-Men y a Superman y Batman al frente de tan especiales aventuras. Todos los involucrados, desde los artistas hasta los distribuidores, desde los proveedores hasta los puntos de venta, donaron su tiempo y su trabajo.

Gerry Conway, Barry Windsor-Smith, Jeffrey Catherine Jones, Todd Klein y Tatjana Wood

Por cuestiones de producción, las historietas salieron a la venta bastante después de Live Aid. Heroes for Hope starring the X-Men se conoció en diciembre de 1985; y Superman & Batman - Heroes Against Hunger, en agosto de 1986. Ambas montaron una estructura similar a la del cadáver exquisito, con un equipo creativo diferente alternándose cada dos o tres páginas. Y ambas contaron, básicamente, la misma historia. Eso sí, evitando las soluciones mágicas, generando conciencia entre los lectores y promoviendo el compromiso activo de la población a la hora de buscar soluciones colectivas e internacionales a problemáticas concretas que, en ese entonces, se sentían a universos de distancia aunque estaban a la vuelta de la esquina.

Alan Moore, Richard Corben, Jim Novak y Michelle Wrightson

Casi cuarenta años después de su ¿única edición? (creo que, lamentablemente, nunca nadie volvió a publicar estos cómics), las revistas mantienen el espíritu inocentón de la época, cuando parecía posible que la humanidad iniciara el camino de la revolución solidaria entre los pueblos y lograra imponerle ese mandato a los Gobiernos de sus respectivas naciones. Viendo los niveles obscenos de concentración de la riqueza que hoy ostenta el mundo, me queda clarito que la Esperanza encarnada por los X-Men se encuentra bastante pisoteada; y el Hambre que paliaron Superman y Batman se enseñorea alevosamente a nuestro alrededor.

Jim Starlin, George Perez, Kim DeMulder, Helen Vesik y Daina Grazanus

Pero si se perdió esa batalla, entonces habrá que luchar para volver a generar esa mística e intentar ganar la guerra, no? La chispa que encienda el cambio puede encontrarse en el lugar menos pensado. Incluso en dos revistas viejas, cuyo mensaje (otra tragedia de nuestro tiempo) sigue siendo nuevo.
Fernando Ariel García

jueves, 10 de julio de 2025

SUPERMAN: VOLVER A CREER

Superman. Director: James Gunn. Protagonistas: David Corenswet (Clark Kent / Superman), Rachel Brosnahan (Lois Lane), Nicholas Hoult (Lex Luthor), Jolene (Krypto), Skyler Gisondo (Jimmy Olsen), Wendell Pierce (Perry White), Nathan Fillion (Guy Gardner / Linterna Verde), Isabela Merced (Hawkgirl), Edi Gathegi (Michael Holt / Mr. Terrific), Anthony Carrigan (Rex Mason / Metamorpho), María Gabriela de Faría (Angela Spica / La Ingeniera), Pruitt Taylor Vince (Jonathan Kent), Neva Howell (Martha Kent), Mikaela Hoover (Cat Grant), Alan Tudyck (voz del robot de Superman Nº4), Beck Bennett (Steve Lombard), Sara Sampaio (Eve Teschmacher), Terence Rosemore (Otis) y Frank Grillo (Rick Flag Sr.). Participación especial de Bradley Cooper (Jor-El), Angela Sarafyan (Lara), Sean Gunn (Maxwell Lord), Grace Chan, Michael Rooker, Pom Klementieff y Jennifer Holland (voz de los robots de Superman), Michael Rosenbaum (voz de un Raptor de Lex Luthor) y Will Reeve (periodista). Guionista: James Gunn. Basado en personajes y situaciones de los cómics de DC. DC Studios / Troll Court Entertainment / Safran Company. EE.UU., 2025. Estreno en la Argentina: 10 de julio de 2025.


Que si aparece tal o cual personaje. Que si este actor o aquel otro hacen un cameo. Cuestiones que el Superman de James Gunn le contestará a cada espectador cuando la vea. Lo que a mí me pasó durante las dos horitas largas que dura la película, tiene que ver con el placer de reencontrarme con un Hombre de Acero luminoso, diáfano, inocentón y tan esperanzado como esperanzador. Sin esa pátina de dramatismo existencial agotador, que tan bien le va a Batman.


Este Superman modelo 2025 tiene en su ADN mucho del de Christopher Reeve, que para mi seguirá siendo la versión más acabada del personaje. Suena la música, por supuesto, y uno ya está en ese tono de pertenencia que se necesita para no cuestionar nada de lo que va a pasar en la pantalla. Básicamente, la puesta en valor del sentido de maravilla, desparpajo, asombro y noble bizarría que caracterizó a la Edad de Plata de los cómics de superhéroes. Lógica y necesariamente aggiornado bajo el paraguas canónico del relanzamiento de John Byrne a mediados de los ‘80 y la última relectura de Grant Morrison.


Altamente disfrutable, con un Krypto que se come la película de punta a punta, este Superman es un tren que va más rápido que una bala; y más de una vez amenaza con descarrilar. Si no lo hace (no lo hizo para mí) es porque uno ya está canchero en el tránsito de esos climas, atmósferas e identidad narrativa. Si no se trae tanta información previa, el film pareciera que arranca por la mitad, con un buen número de cuestiones asumidas de antemano que pueden terminar generando algún tipo de ruido.


Más allá de todo esto, me parece innegable que Gunn entiende a la perfección el Superman que inaugura el nuevo universo cinematográfico de DC. Un alienígena que se autopercibe como humano gracias a la crianza de sus padres adoptivos, porque tiene claro que las relaciones interpersonales no están determinadas por los lazos sanguíneos. Un inmigrante ilegal que lucha por los derechos de las personas, inmerso en una batalla cultural y simbólica contra Lex Luthor, megaempresario manipulador, concentrador de riquezas y promotor de políticas de odio, mezcla de Donald Trump, Elon Musk y Santiago Caputo. Un superhéroe con un pie flotando sobre la fantasía más liberadora; y el otro firmemente apoyado en la coyuntura global. Un relato que mira de lleno al futuro, incorporando lo mejor que la tradición tiene para ofrecer (personificado en las participaciones especiales de Will Reeve, hijo de Christopher Reeve; y Michael Rosenbaum, el Lex Luthor de la serie Smallville). Una fiesta, que a mí me hizo volver a creer que el hombre puede volar.
Fernando Ariel García

miércoles, 11 de junio de 2025

MARVEL UNITED. A PRIDE SPECIAL: SUPERHÉROES CONTRA LOS DISCURSOS DE ODIO

Marvel United. A Pride Special. Guiones: Al Ewing, Wyatt Kennedy, Zoe Tunnel, Anthony Oliveira. Dibujos: Kei Zama. Bayleigh Underwood, Federica Mancin, Pablo Collar. Coloreado: Brittany Peer, Irma Kniivila, Tamara Bonvillain, Michael Wiggam. Letreado: Ariana Maher. Introducción: Emmett Yonemura. Entrevista a J.M. DeMatteis: Angélique Roché. Portadas: Lucas Werneck (regular), Jan Bazaldua y Marte Gracia, Mateus Manhanini, Ernanda Souza, Rickie Yagawa y Tamra Bonvillain (variantes). Edición: Michelle Marchese y Lindsey Cohick. Marvel Comics. EE.UU., junio de 2025.


No importa si los guiones son interesantes y/o atractivos, si están bien o mal resueltos, si son originales o refritos de viejas aventuras, si sorprenden al lector o anuncian su resolución desde el primer cuadrito. No importa si los dibujos relatan y/o ilustran, si cumplen o no con los mínimos estándares técnico-narrativos, si comunican algo o carecen de proyección empática. No importa si la paleta cromática ayuda o dificulta el proceso de lectura. No importa si la revista está destinada a ser un clásico del noveno arte o un saldo invendible de aquí a la eternidad. Lo único que importa (que me importa, en realidad) es que este Marvel United. A Pride Special dice lo que hay que decir sobre el presente de la comunidad LGBTIQ+ en los países donde la extrema derecha más conservadora y retrograda está gobernando.

La energía vital de Adolf Hitler corporizada como El Heredero del Odio, vehículo principal para los discursos ídem en el Universo Marvel

En cuatro aventuras extremadamente simples, llanas y lineales (más una introducción que debería ser de lectura obligatoria en las escuelas), este número especial de Marvel enfrenta los discursos de odio hacia las (mal llamadas) minorías y/o disidencias. Discursos que (en algunos casos), ya transformados en políticas de Estado, bajan con grosera impunidad desde las estructuras gubernamentales, para ser defendidos en los medios masivos de comunicación y viralizados desde las redes sociales; hasta terminar repetidos por una opinión pública que naturaliza de manera escandalosa la deshumanización total y absoluta de esa otredad a la que se pretende normatizar o aniquilar.


En el marco internacional del Mes del Orgullo, Marvel United reúne a un grupo de personajes acostumbrados a pelear contra la violencia, el miedo, la discriminación, la xenofobia, la misoginia, la polarización social, la persecución, el escarnio, el desprecio, la intimidación y el más largo etcétera que se pueda imaginar. Son seres superpoderosos, místicos, mutantes que (¿hace falta decirlo?) debajo de sus coloridos uniformes son sólo personas, tan diferentes y tan similares al resto de los mortales e inmortales que pueblan el Universo Marvel como reflejo de nuestro planeta Tierra.


Paladines que, con la excusa del entretenimiento masivo, aprovechan la oportunidad para luchar contra el delito, denunciar las injusticias, educar desde el diálogo, generar reflexiones sobre los prejuicios que cargamos; y promover la inclusión y el respeto a la diversidad. Porque saben (y nos lo dicen con palabras y actos) que garantizar los derechos de las personas LGBTIQ+ es, simplemente, garantizar el efectivo cumplimiento de los derechos humanos de las personas. Y que cada uno sea quien quiera ser, sin tener que andar dando explicaciones o pidiendo permiso.
Fernando Ariel García

lunes, 9 de junio de 2025

LILO Y STITCH: CORRECCIÓN MATA CREATIVIDAD

Lilo y Stitch. Dirección: Dean Fleischer Camp. Protagonistas: Maia Kealoha (Lilo Pelekai), Chris Sanders (voz de Stitch), Sydney Elizabeth Agudong (Nani Pelekai), Zach Galifianakis (Dr. Jumba Jookiba), Billy Magnussen (Wendell Pleakley), Courtney B. Vance (Cobra Bubbles), Hannah Waddingham (voz de la Gran Consejera), Kaipo Dudoit (David Kawena), Tia Carrere (Sra. Kekoa), Amy Hill (Tūtū) y Jason Scott Lee, entre otros. Guionistas: Chris Kekaniokalani Bright y Mike Van Waes. Basado en la homónima película animada (2002), escrita por Chris Sanders y Dean DeBlois, sobre una historia original de Chris Sanders. Walt Disney Pictures / Rideback. EE.UU., 2025. Estreno en la Argentina: 22 de mayo de 2025.


Primer aviso para los fanáticos: No está la escena más viralizada en Tik Tok de la película animada de 2002. Para mi hija, esto se traduce en un sacrilegio imperdonable; pero para mí, que no registré el hecho, la ausencia no movió el amperímetro en ninguna dirección. De hecho, la adaptación en imagen real de Lilo y Stitch (Lilo & Stitch) me produjo lo mismo que me vienen produciendo las anteriores versiones en imagen real de los dibujitos clásicos de Disney: No entiendo por qué las hacen. Creativamente hablando, por supuesto. Lo de seguir facturando me queda más que claro.


Con muy poco por modificar para alcanzar el estándar de corrección política que Disney prometió abandonar para estar a tono con la actual doctrina Trump, la película falla en el punto más interesante que había exhibido la versión original: El carácter caótico y deconstructivo de Stitch. Para 2002, la irrupción del experimento genético alienígena con forma de koala azul, implicó una explosión disruptiva para los comportamientos aprobados por una empresa obsesionada con no moverse del decálogo de buenas costumbres asociadas al entretenimiento familiar. Apelando a mi memoria emotiva (puede fallar), ese Stitch era lo más parecido a la libertad expresiva patentada por la Warner en los cortos animados de la era dorada de los Looney Tunes. Un Stitch que se comería de un bocado a este Stitch ultrapasteurizado.


Último aviso para los fanáticos: El modelo 2025 de Lilo y Stitch está lleno de referencias al veterano clase 2002. Chris Sanders (alma mater de la franquicia) volvió para ponerle la voz y los sentimientos a Stitch. También regresaron otros tres integrantes de la saga original: Tia Carrere, Amy Hill y Jason Scott Lee, aunque a cargo de distintos papeles que les granjean un interesante lucimiento actoral. La música de Elvis, elemento identitario de todo el combo, está presente pero no se luce. Como todo en este film.
Fernando Ariel García

Bonus Track
Lo mejor de todo: La serie de afiches publicitarios con Stitch interviniendo el capital audiovisual de Disney. Lástima que no sea original, ya lo había hecho el Stitch modelo 2002. 





viernes, 30 de mayo de 2025

MISIÓN: IMPOSIBLE 8: LO VIEJO FUNCIONA

Misión: Imposible - La sentencia final. Director: Christopher McQuarrie. Protagonistas: Tom Cruise (Ethan Hunt), Hayley Atwell (Grace), Ving Rhames (Luther Stickell), Simon Pegg (Benji Dunn), Esai Morales (Gabriel), Pom Klementieff (Paris), Henry Czerny (Eugene Kittridge), Angela Bassett (Erika Sloane, presidenta de los EE.UU.), Tramell Tillman (Jack Bledsoe), Shea Whigham (Jasper Briggs / JP Jr.), Greg Tarzan Davis (Theo Degas), Rolf Saxon (William Donloe) y Lucy Tulugarjuk (Tapeesa), entre otros. Guionistas: Christopher McQuarrie, Erik Jendresen. Basado en personajes y situaciones creados por Bruce Geller para la serie de TV Misión: Imposible (1966-1973). Banda sonora: Incluye el tema principal compuesto por Lalo Schifrin. Productores: Tom Cruise, Christopher McQuarrie. Paramount Pictures / Skydance / TC Productions. EE.UU., 2025. Estreno en la Argentina: 22 de mayo de 2025.


Dos años después de la primera parte, llega el final de esta aventura y ¿el cierre? de la saga de Misión Imposible. No vamos a spoilear aquí el final, pero la última escena (no hay post-créditos) permite fabularlo todo. Todo. Lo que sí es cierto es que, al menos, Misión: Imposible - La sentencia final (Mission: Impossible – The Final Reckoning) carga en su adn un gen nostálgico que funciona como moño perfecto para el estado actual de la franquicia. Con un balance adecuado entre el cine de espionaje de la primera entrega (la de 1996, dirigida por Brian De Palma) y el icono del cine de acción que terminó encarnando Tom Cruise.


Con la Inteligencia Artificial ocupando el rol de próximo despótico tirano a escala planetaria, Ethan Hunt y su grupo tendrán que recurrir al ingenio humano y la tecnología analógica si quieren que mañana haya un mañana para todos. De Londres a Sudáfrica, con proezas cuasi-superheroicas y pendulando entre la paz impuesta a la fuerza y el apocalipsis nuclear, La sentencia final tiene el gran mérito de no perder nunca el verosímil que mantiene a los espectadores pegados a las butacas. Porque esta es, sobre todas las cosas, una experiencia audiovisual para disfrutar en la oscuridad de una sala y no en la comodidad de la plataforma.


Sin escatimar sorpresas y guiños para los fanáticos, dentro y fuera de la trama la película se pregunta ¿cuánta ficción hay en este escenario de ciencia-ficción? De ahí que el propio film sirva como respuesta y toma de posición. Sus secuencias larguísimas (no confundir con aburridas, por favor) en el fondo del mar y en lo más alto del cielo, están resueltas íntegramente con efectos especiales hechos por personas y no por máquinas. Durante todo su extenso metraje (tres horitas al palo), el film vuelve a poner en primer plano el trabajo humano y un sistema laboral de vieja usanza que la industria pareciera querer jubilar. Por suerte (para nosotros), Tom Cruise está muy de acuerdo con el tano Fava: Lo viejo funciona.
Fernando Ariel García

miércoles, 14 de mayo de 2025

PEPE MUJICA: RETRATO DE UN TIPO ATÍPICO

Pepe Mujica y las flores de la guerrilla. Guion: Matías Castro. Arte: Leo Trinidad. Salamandra Graphic. España, mayo de 2023.


El guerrero ya está descansando. José Alberto Mujica Cordano, “Pepe” para todo el mundo, falleció ayer en su chacrita en las afueras de Montevideo. Uno de los líderes más importantes de la izquierda, partió en un momento en que el mundo anda necesitando, desesperadamente, más tipos como él. Íntegro, solidario, lúcido, revolucionario y demócrata. Pero sobre todo, comprometido y empático con sus semejantes. Un faro que nos seguirá iluminando, una utopía que debería movilizarnos más, un símbolo aspiracional en escala humana y reconocible.


Apenas conocí la noticia me entró la necesidad urgente de entrarle a Pepe Mujica y las flores de la guerrilla, historieta biográfica que el uruguayo Matías Castro y el costarricense Leo Trinidad publicaron por primera vez en Francia en 2021 (Les fleurs de la guérilla). Un álbum sensible, sencillo y brillante, como la figura que abordaron con respeto, cariño y cercanía. Mostrando el proceso de más de dos años de gestación y armado del libro, que terminó con la pandemia mordiéndole los talones, los autores elaboran la historia personal y la búsqueda colectiva de Mujica, sin descuidar la coyuntura uruguaya como parte de una América Latina con las venas bien abiertas.


A saltos de mata temporales, la historieta va enhebrando hechos, relatos, anécdotas, recuerdos, coberturas periodísticas y lecturas históricas, antes de llegar a una entrevista cara a cara con el “Pepe”, un par de páginas que deberían circular entre todas las personas de buena voluntad. Con la misma rigurosidad, Castro y Trinidad exponen luces y sombras, acciones y contradicciones de un Presidente irrepetible, dueño de una filosofía de vida basada en valores inquebrantables y no negociables. Valores que cristalizaron en transformaciones políticas, sociales, educativas y culturales, en pos de una sociedad cada vez más libre, cada vez más responsable, cada vez más inclusiva y con más derechos para todos. Con más trabajo, más industria y más conciencia de clase.


Adoptando (y adaptando) el modelo periodístico que instaló Maus, los autores desandan los sueños del Mujica militante y los ponen a dialogar con la gestión del Mujica gobernante y el análisis del Mujica ex-presidente. Aparecen así su pertenencia al movimiento obrero, su lucha contra la desigualdad social, el imperialismo y la Dictadura militar; su actividad guerrillera en Tupamaros, las cárceles, la fuga cinematográfica, la tortura, el regreso a la democracia y la carrera política que lo llevó a lo más alto. También su opción por una vida despojada de los oropeles con que el Poder obnubila la moralidad de los máximos mandatarios.


Parafraseando las palabras que Mujica dice en algún momento del libro, lo más importante de la historieta no es lo que Castro y Trinidad dicen sobre Mujica, sino lo que Mujica demuestra (con palabras y con hechos) sobre la condición humana: Se puede cambiar el mundo (aunque sea un poquito) sin dejar que el mundo lo cambie a uno. Un tipo atípico, que ya descansa en paz.
Fernando Ariel García

lunes, 5 de mayo de 2025

EL ETERNAUTA: NADIE SE SALVA SOLO

El Eternauta (primera temporada). Director: Bruno Stagnaro. Protagonistas: Ricardo Darín (Juan Salvo / El Eternauta), Carla Peterson (Elena), César Troncoso (Alfredo “Tano” Favalli), Andrea Pietra (Ana), Ariel Staltari (Omar), Marcelo Subiotto (Lucas Herbert), Claudio Martínez Bel (“Ruso” Polsky), Mora Fisz (Clara Salvo), Orianna Cárdenas (Ingrid, “Inga”), Aaron Park (Pablo), Jorge Sesán (Franco) y Leandro Sandonato (Ruperto Mosca), entre otros. Guionistas: Bruno Stagnaro, Ariel Staltari, Gabriel Stagnaro, María Alicia Garcías, Martín Wain. Basado en la historieta homónima (1957), creada por Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano López. Diseñador de los Cascarudos: Martín Canale. Compositor musical: Federico Jusid. Asesor creativo: Martín Mórtola Oesterheld. Creador de la serie: Bruno Stagnaro. K&S Films. Argentina, 2025. Estreno en la Argentina: Disponible en Netflix desde el 30 de abril de 2025.


Primero lo primero. A mi modo de ver, toda adaptación es, básicamente, una traducción de un lenguaje a otro. La fidelidad, entonces, no pasa por la trasposición literal de los contenidos, sino por el respeto y el apego a las ideas y valores que la obra original haya puesto en juego. De manera consciente o inconsciente, en forma directa o indirecta. Teniendo en cuenta el diálogo que haya entablado con su coyuntura primigenia y el impacto que el paso del tiempo haya terminado instalando sobre la ficción.


Segundo. El propio Oesterheld situó la historia de El Eternauta en tiempo presente. En 1957 cuando la empezó a serializar en el Hora Cero semanal, en 1959 cuando Solano López terminó de dibujarla; y en 1969 cuando la reescribió para el lucimiento de Alberto Breccia en la revista Gente. Que la adaptación dirigida por Bruno Stagnaro y protagonizada por Ricardo Darín transcurra en la década de los 2020 no sólo es coherente con las decisiones creativas de HGO, sino que es absolutamente necesario para no tergiversar su esencia (y mantener el giro dramático del final de la historieta, si es que algo así vaya a pasar en la serie).


En este sentido, ninguno de los cambios se me hizo forzado y todos me resultaron bienvenidos. Casi setenta años después de su primera publicación impresa, son otros los caminos a transitar si queremos arribar al mismo destino final. Y en una aventura identitariamente argentina, el peronismo, la Dictadura, la guerra de Malvinas, Alfonsín, Menem, De la Rúa y Kirchner son mojones que no deben obviarse si nos interesa que la ficción interpele la Historia y el presente. Y confronte, tal como permite hacerlo la historieta de HGO y Solano, dos modelos de Sociedad y Estado. El de la solidaridad contra la exclusión planificada, el de la construcción colectiva frente a la capitalización individual, el de la Justicia Social contra el de la Libertad de Mercado; el de Memoria, Verdad y Justicia contra el de la Teoría de los dos demonios. Y que lo haga, además, poniendo en valor a la llamada tercera edad, justo cuando el Gobierno argentino tiene plata para pegarle a los jubilados y no para pagarle a los jubilados, me pareció soberbio.


Dicho esto, los seis episodios de la primera temporada de El Eternauta son, sencillamente, perfectos. Más allá de la asombrosa proeza tecnológica y del afiatado tono actoral (salvando aquellas pocas performances que, a mi entender, no están a la altura del elevadísimo promedio), porque la calidad de su propuesta ideológica viene a demostrar que otro mundo es posible y que es posible luchar para alcanzar ese otro mundo. Al igual que en la historieta, el leitmotiv de la serie está puesto en la resistencia al modelo deshumanizado, violento y cruel que pretende instalarse para siempre en la Argentina y en gran parte del planeta. Y eso es todo lo que está bien, al menos para mí.


Lo único que me hizo ruido, mucho ruido, es la desaparición del personaje de Oesterheld. Y utilizo la palabra “desaparición”, justamente, por el grado de simbolismo que implica y evoca para la trama. Y utilizo la palabra “personaje” porque sé que el HGO real fue asesinado por la Dictadura y sus restos continúan desaparecidos. Me hubiera gustado que se incluyera la equivalencia audiovisual de esa icónica secuencia inicial, principalmente por el involucramiento personal que HGO tuvo a futuro en la aventura que iba escribiendo a lo largo de los años. Y, sobre todo, por la profunda emoción que me dio ver los dos guiños a la historia personal de la familia Oesterheld: Las referencias a la casa del Tigre, el lugar donde HGO pasó sus días de clandestinidad mientras escribía El Eternauta segunda parte; y la secuencia dentro y fuera del monumental edificio conocido como Torre Dorrego, ubicado en el barrio porteño de Palermo y donde (como bien señaló Hernán Ostuni) supo tener su vivienda Elsa Sánchez de Oesterheld.

En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, ciudadanos anónimos intervinieron los afiches en vía pública con los rostros y los datos de HGO y sus cuatro hijas, todos secuestrados y asesinados por la Dictadura

Quiero ya la segunda temporada. Por favor. Y si naciste entre 1975 y 1983; y tenés dudas sobre tu identidad o conocés a alguien que podría ser hijo o hija de personas desaparecidas, podés contactarte con Abuelas de Plaza de Mayo. Dos hijas de HGO y Elsa Sánchez estaban embarazadas al momento de ser secuestradas por la Dictadura.
Fernando Ariel García