viernes, 13 de septiembre de 2024

MADAME WEB: ATRAPADA EN LA RED

Madame Web. Directora: S.J. Clarkson. Protagonistas: Dakota Johnson (Cassandra Webb / Madame Web), Sidney Sweeney (Julia Cornwall / Spider-Woman), Isabela Merced (Anya Corazón / Araña), Celeste O’Connor (Mattie Franklin / Spider-Woman), Tahar Rahim (Ezekiel Sims) y Adam Scott (Ben Parker). Participación especial de Emma Roberts (Mary Parker). Guionistas: Matt Sazama, Burk Sharpless, Claire Parker y S.J. Clarkson, sobre una idea original de Kerem Sanga, Matt Sazama y Burk Sharpless. Basado en personajes y situaciones creadas por Denny O’Neil, John Romita Jr., Jim Shooter, Mike Zeck, Joe Quesada, Fiona Avery, Mark Brooks, John Byrne, Rafael Kayanan, J. Michael Straczynski, Stan Lee, Steve Ditko y Larry Lieber, entre otros, para los cómics de Marvel. Columbia Pictures / Di Bonaventura Pictures / Marvel Entertainment / TSG Entertainment. EE.UU., 2024. Estreno en la Argentina: 15 de febrero de 2024.


No se puede hacer más chato. No se puede hacer más previsible. No se puede hacer más repetitivo. No se puede hacer más lento. No se puede hacer más aburrido. Dicho esto, me queda claro que el Universo Arácnido de Sony (en imagen real y sin la presencia de Spider-Man) no puede caer más bajo de lo que ha caído con esta esperpéntica Madame Web. Es cierto que todavía no vi Morbius y que Kraven espera fecha de estreno, pero quiero creer que ya llegamos al fondo del abismo. Por favor.


Entiendo que, por alguna cuestión contractual que me supera, acá haya que evitar las menciones directas al trepamuros más famoso de Marvel. Está bien, la película se encarga de comunicar, en lenguaje de señas, que ese bebé que viene al mundo es Peter Parker; y que ese Ben Parker que anda dando vueltas junto a la protagonista, está destinado a ser el Tío Ben que le enseñará al Hombre-Araña la responsabilidad que conlleva todo gran poder. Si eso queda claro, si ese código es rápidamente aceptado por el público espectador, ¿por qué la película no lo elabora argumentalmente?


Tal vez, porque se dedica a perder el tiempo siguiendo los pasos de Cassandra Webb, paramédica huérfana con capacidades premonitorias, a la que vemos tropezarse varias veces con la misma piedra, reaccionando en cada ocasión de idéntica manera. Razón por la cual en vez de estar viendo una película de superhéroes podríamos pensar que estamos presos de un loop satírico que intenta demostrar que Scorsese tiene razón al denostar al cine de superhéroes.


Para una aventura que cuenta el origen de cinco personajes con poderes arácnidos, el film sobreprivilegia la exposición de sus dilemas familiares, relegando a menos de cinco minutos en pantalla la presencia de las heroínas con sus coloridos uniformes. Es una pena que, al incorporar el legado de una civilización arcaica en comunión con místicos artrópodos de ocho patas, se quede sólo en la enunciación retroactiva de semejante información. Con tantas limitaciones de base, Madame Web sólo podía aspirar a una mecánica narrativa hueca, sobrepoblada de efectismos y lugares comunes. Eso sí lo hizo bien.
Fernando Ariel García

jueves, 15 de agosto de 2024

HARRY POTTER AND THE CURSED CHILD: LA MAGIA EXISTE

Harry Potter and the Cursed Child. Director: John Tiffany. Protagonistas: Steve Haggard (Harry Potter), Cara Ricketts (Hermione Granger), Daniel Fredrick (Ron Weasley), Angela Reed (Ginny Potter), Aaron Bartz (Draco Malfoy), Joel Meyers (Albus Potter), Erik Christopher Peterson (Scorpius Malfoy), Maya Jerome Thomas (Rose Granger-Weasley), Jane Bruce (Delphi Diggori) y Edward James Hyland (Amos Diggory / Albus Dumbledore), entre otros. Guionista: Jack Thorne, sobre una historia escrita por J.K. Rowling, Jack Thorne y John Tiffany. Basado en personajes y situaciones creadas por J.K. Rowling. Magia e ilusiones: Jamie Harrison. Música: Imogen Heap. Harry Potter Theatrical Productions. Reino Unido, 2016. Estreno en EE.UU.: 16 de marzo de 2018. Funciones: Lyric Theatre, de martes a domingos a las 19 hs.


Si no sos fanático de Harry Potter (como yo), si no leíste los libros ni viste ninguna de las películas basadas en la exitosa saga (como yo), no hay problema. Harry Potter and the Cursed Child te brinda toda la información necesaria para que entiendas cuándo y de qué va lo que pasa en escena. No sea cosa de que te pierdas entre los saltos temporales y los cambios multiversales por los que va a transcurrir la trama principal.


Si sos fanático de Harry Potter (como mi hija), si leíste los libros y viste todas las películas basadas en la exitosa saga, más de una vez (como el 99% de los presentes en el repleto Lyric Theatre de Times Square), la obra de teatro está pensada y ejecutada al milímetro para tu placer, asombro y felicidad. No vas a descubrir nada nuevo, pero vas a revalidar tu fanatismo con más pasión y entrega que antes.


Si estás pendiente de la cronología interna de la saga (como la pareja que estaba sentada al lado mío y no paraba de discutir las convergencias y divergencias con el material canónico), vas a tener por delante tres horas y media (sin contar el intervalo) llenas de desafíos. Casi veinte años después del último libro / film, ¿la vida del Harry Potter adulto se condice (o no) con los comportamientos anteriores? Los cambios raciales y/o de elección sexual en personajes clave, ¿suman o restan? Las modificaciones argumentales post-pandemia, ¿enriquecieron o empobrecieron el resultado final?


Si te gusta el teatro (como a mi), la noche terminará siendo una experiencia descojonante, al decir español. No tanto por el texto, sino por la puesta. Completamente inmersiva, toda la sala juega su rol en diferentes momentos, obligando al espectador a retirar la vista del escenario para seguir las distintas instancias de la acción. Pero son los efectos visuales los que se roban todo el protagonismo. Resueltos mediante técnicas físicas, mecánicas y proyecciones audiovisuales, lo más impactante corre por el asombroso carril del teatro negro, la acrobacia y la interacción de humanos y animatrónicos. Lo que se ve es tan intenso y está tanto (o más logrado) que el prodigio digital al que nos acostumbró el cine. Sin necesidad de suspender la credibilidad, Harry Potter and the Cursed Child demuestra que la magia existe. Y la comparte con su público.
Fernando Ariel García

lunes, 12 de agosto de 2024

YUKU Y LA FLOR DEL HIMALAYA: LA MUERTE COMO PARTE DE LA VIDA

Yuku y la flor del Himalaya. Director: Arnaud Demuynck y Rémi Durin. Voces (en francés): Lily Demuynck-Deydier (Yuku), Agnès Jaoui (la Zorra), Arno (la Rata), Tom November (El Lobo), Alice On The Roof (el Conejo), Igor Van Dessel (la Ardilla), Carine Seront (la Abuela), Thierry De Coster (el Gato), Maia Baran (Mamá Ratona), Martin Spinhayer (el Cuervo)Lou Durin, Manon Durin y Elisabeth Langlois-Bekaert (ratoncitos). Guionista: Arnaud Demuynck. Música: Alexandre Brouillard, David Rémy y Yan Volsy. Vivement lundi! / Nadasdy Film / Les Films du Nord / Artémis Productions / La Boîte... Productions. Bélgica / Francia / Suiza, 2022. Estreno en la Argentina: 11 de julio de 2024.


Olvídense del hiperrealismo al que nos tienen acostumbrados las producciones de Pixar, Disney o Illumination; y también de esa estética 3D que, con mejores o peores resultados, hemos visto en el cine de animación argentino, español, chino, ruso, francés o de cualquier otra nacionalidad. La delicada Yuku y la flor del Himalaya (Yuku et la fleur de l´Himalaya) propone estética y sensaciones distintas. Más que una película, lo que vamos a ver durante poco más de una hora es un libro ilustrado de gran tamaño, de esos que tanto nos gustan leerles a nuestros hijos, poco antes de apagar la luz para que duerman tranquilos.


El film es un cuento iniciático lleno de color, música y fantasía, con diseño elegante y refinado, expresado en cálidos tonos pasteles y una dinámica narrativa tan calma como serena. Se nota que está puntualmente dirigido a la platea más pequeña; y esto significa que, a ojos adolescentes y adultos, la estructura terminará sintiéndose demasiado cuadrada y reiterativa, con la presentación de un personaje o situación específica que desembocará, irremediablemente, en una canción alegre y bienintencionada al son del ukelele. Que, a veces, produce un rutinario efecto de cansancio que, de seguro, no estaba en los planes de los directores Arnaud Demuynck y Rémi Durin.


No sé si el tema y los destinatarios necesitaban este tipo de tratamiento, pero lo cierto es Yuku… abrazó esta opción y, por lo tanto, hay que evaluarla por lo que ofrece y no por aquello que podría haber sido. Apoyada en la tradición del relato oral, la película aborda el trámite del duelo infantil ante la partida de un ser querido, desdramatizando la idea de la muerte como hecho traumático y final, que también lo es. Entendiendo que el fin de la vida forma parte de la vida, trabaja la metáfora de la flor del título como camino de inclusión al descubrimiento y la pérdida, la alegría y la tristeza, el relevo y la memoria, la amistad y la solidaridad, la asunción del riesgo y el coraje necesarios para abrazar la despedida, sin enterrar la inocencia y el amor.
Fernando Ariel García

INTENSA MENTE 2: NEUROCIENCIAS ANIMADAS DE AYER Y HOY

Intensa Mente 2. Director: Kelsey Mann. Voces (en inglés): Amy Poehler (Alegría), Phyllis Smith (Tristeza), Lewis Black (Furia), Liza Lapira (Desagrado), Tony Hale (Temor), Maya Hawke (Ansiedad), Ayo Edebiri (Envidia), Adèle Exarchopoulos (Ennui), Paul Walter Hauser (Vergüenza), Kensington Tallman (Riley Andersen), Lilimar (Valentina “Val” Ortiz), Grace Lu (Grace Hsieh), Sumayyah Nuriddin-Green (Breonna “Bree” Young), Diane Lane (Jill Andersen), Kyle MacLaclan (Bill Andersen), Yvette Nicole Brown (entrenadora Roberts), Ron Funches (Bloofy), James Austin Johnson (Bolsi), Yong Yea (Lance Slashblade), Steve Purcell (Secreto Oscuro) y June Squibb (Nostalgia), entre otros. Voces (en castellano): Cristina Hernández (Alegría), Kerygma Flore (Tristeza), Jaime Vega (Furia), Erika Ugalde (Desagrado), Moisés Iván Mora (Temor), María José Guerrero (Ansiedad), Nycolle González (Envidia), Edurne Keel (Ennui), Luis Leonardo Suárez (Vergüenza), Pamela Mendoza (Riley Andersen), Zoe Ivanna Mora (Valentina “Val” Ortiz), Regina Ruiz Carrillo (Grace Hsieh), Danna Alcalá (Breonna “Bree” Young), Graciela Gámez (Jill Andersen), Moisés Palacios (Bill Andersen), Erica Edwards (entrenadora Roberts), Héctor Gómez Gil (Bloofy), Emmanuel Bernal (Bolsi), Alejandro Orozco Antúnez (Lance Slashblade), Ricardo Tejedo (Secreto Oscuro) y Diana Santos (Nostalgia), entre otros. Guionistas: Meg LeFauve y Dave Holstein, sobre una idea de Kelsey Mann y Meg LeFauve. Basado en personajes y situaciones creados por Pete Docter y Ronnie del Carmen para el film Intensa Mente (2015). Pixar Animation Studios. EE.UU., 2024. Estreno en la Argentina: 13 de junio de 2024.


Hemos tenido que esperar casi una década para conocer Intensa Mente 2 (Inside Out 2) y el mismo lapso temporal ha pasado para todos los personajes de la entrañable saga animada que acompaña el creciente interés del público en la neurociencia. La que más sufre este paso del tiempo es Riley Andersen, aquella niña dominada por las emociones primarias que, ahora mismo, potencia su montaña rusa sensorial por estar atravesando el estado de contradicción permanente conocido como pubertad.


Sin alcanzar el nivel de la primera parte, la secuela mantiene el nivel técnico de su predecesora (algo obvio a esta altura del partido) y fusiona muy bien los tránsitos entre el drama y la comedia. Si bien el nudo argumental pasa por la lucha entre Alegría y la recién llegada Ansiedad por el dominio del estado anímico de Riley en el fin de su niñez, queda claro de entrada que el único resultado posible (y viable) para la psiquis adolescente es el acuerdo entre las partes y no la negación de cualquiera de ellas.


En ese sentido, el derrotero hacia el final cantado de antemano es vital. Y la película lo lleva de manera inteligente, sensible, empática y entretenida, poniendo en inmenso valor a emociones con mala prensa como Tristeza y Vergüenza, indispensables para mantener el precario equilibrio entre sentimientos, pensamientos y acciones. La negociación entre los intereses de la infancia y los atractivos del mundo adulto que empiezan a perfilarse frente a Riley serán bruscos, espasmódicos, injustificados y hasta violentamente dañinos, pero nadie dijo que atravesar tantos cambios estructurales, fisiológicos y funcionales (que de eso se trata crecer, no?) fuera una tarea sencilla e indolora. Para hijos y para padres por igual.


Tuve la suerte de ver la película con mi hija adolescente, para quien Riley funcionó como una especie de espejo. Y por lo que hablamos después, entre las risas y el llanto que la dominaron durante el metraje, supo encontrar herramientas nuevas para leer su presente y poner en justa perspectiva alguna que otra situación que debe resolver para construir su nuevo y cada vez más autónomo Yo. Algo que se agradece en las siempre complejas coyunturas de cambio paradigmático. Sin importar cuánto tengamos que esperar para la tercera parte, nuestro pedido es que le den más protagonismo a Nostalgia y al Secreto Oscuro. Se lo merecen. Nos lo merecemos.
Fernando Ariel García

THE ACOLYTE: QUE LA FUERZA (OSCURA) TE ACOMPAÑE

Star Wars: The Acolyte (episodios 1-4). Creadora: Leslye Headland. Directores: Leslye Headland, Kogonada, Alex García López, Hanelle Culpepper. Protagonistas: Amandla Stenberg, Lee Jung-jae, Carrie-Anne Moss, Manny Jacinto, Dafne Keen, Charlie Barnett, Jodie Turner-Smith, Rebecca Henderson, Dean-Charles Chapman y Joonas Suotamo. Guionistas: Leslye Headland, Jason Micallef, Charmaine DeGraté, Jasmyne Flournoy, Eileen Shim, Claire Kiechel, Kor Adana, Cameron Squires, Jocelyn Bioh, Jen Richards. Basada en personajes y situaciones creadas por George Lucas. Lucasfilm. EE.UU., 2024. Estreno en la Argentina: Disponible en Disney+ desde el 4 de junio de 2024.


Un siglo antes de los sucesos narrados en Star Wars Episodio 1: La amenaza fantasma, alguien está matando a un grupo de jedis. No se sabe de quién (o quiénes) se trata, ni el motivo que le lleva a aniquilar a estos caballeros de la luz y el orden. Sin embargo, todo parece guardar relación con Osha Aniseya, joven y talentosa padawan (aprendiz de jedi) que hace años abandonó la academia para transformarse en mecánica espacial. Un hecho traumático de su pasado, encadenado al veterano Sol, su ex Maestro Jedi, podría guardar la llave que destrabe el misterio y explique si Osha es una asesina desalmada, la doble exacta del criminal más buscado por la Orden Jedi o la víctima de un plan maquiavélico orquestado por las fuerzas de la oscuridad y el caos. O todo ello junto.


Para su debut en el universo creado por George Lucas, la dramaturga, guionista y directora Leslye Headland, eligió una trama deudora del policial detectivesco, registro que ya había visitado (y con notable éxito) en la serie Muñeca rusa. El punto de partida es sumamente atractivo, con tono y ritmo de novela negra que le sienta muy bien al espectro fantacientífico de la saga. Un enigma base que, por momentos, coquetea con el thriller político y el drama psicológico, perfilándose como una propuesta superadora de la acción coreográfica y el desfile de sables láser.


Lamentablemente, a partir del segundo capítulo, Star Wars: The Acolyte se dedica a dilapidar el crédito obtenido con el primer episodio. De manera sobradamente lineal, bastante ramplona y algo discursiva, Headland y su equipo de guionistas despejan las dudas a toda velocidad, dejando como gran interrogante la desconocida identidad del entrenador del o la asesina. Visto la pobreza argumental de la primera mitad de la serie estrenada el 4 de junio por Disney+, la sorpresa final debería ocultar una bomba a escala Skywalker para que el impacto levante retroactivamente el interés cualitativo del programa.


Los fanáticos, sin embargo, podrán deleitarse con el abordaje del periodo temporal conocido como Alta República, explorado en detalle en novelas y cómics pero nunca antes de manera audiovisual. Se trata de la mayor era de equilibrio y progreso intergaláctico patrocinado por la vigilancia jedi, que en The Acolyte empieza a mostrar sus primeros signos de decadencia y declive, permitiendo el surgimiento del Lado Oscuro de la Fuerza. Sobre este escenario, la serie busca su identidad conceptual en el conflicto de la dualidad: Bien y mal, luz y sombra, maestro y aprendiz, padres e hijos, hermanos y hermanas, intelecto y espíritu, destino y libre albedrío, individuo e institución, lo viejo y lo nuevo. Por ello cobra preponderancia la presentación de un disruptivo aquelarre de brujas con la capacidad de manejar el poder metafísico y vincular de la Fuerza, sin necesitar la mediación jedi.


Uno de los grandes problemas de la serie es su permanente sensación de déja vu. Personajes, roles y dinámicas relacionales van replicando, con respeto casi religioso, los parámetros impuestos por la trilogía original. Contra esa comparación, nada pueden hacer los protagonistas con sus nuevos personajes: Amandla Stenberg (Osha) y Lee Jung-jae (Sol), llegados a la franquicia desde Los juegos del hambre y El juego del calamar respectivamente; Joonas Suotamo (Kelnacca, primer jedi wookie en acción real), Rebecca Henderson (Vernestra Rwoh, icono de la serie de libros infanto-juveniles Star Wars: la Alta República) y Carrie-Anne Moss (Indara), completamente desperdiciada en el rol de una Maestra Jedi demasiado reminiscente a su Trinity de Matrix.


Entre Frozen y Kill Bill, con referencias al Aladdin Sane de David Bowie y el cine de artes marciales al estilo El tigre y el dragón, la cucarda más importante que puede exhibir The Acolyte es la factura de un nuevo estilo de pelea, el “Fuerza fu” o “Kung Fuerza”, sistema energético de defensa y ataque que integra los movimientos del kung fu con el poder de los jedi. El resto, sin abandonar la zona de confort claramente resguardada por la franquicia, va a lo seguro y apunta al corazón de los feligreses que buscan ratificar sus preferencias. Que la Fuerza los acompañe.
Fernando Ariel García
Nota publicada originalmente en La Nación el 4 de junio de 2024.

martes, 11 de junio de 2024

VENOM. CARNAGE LIBERADO: ANACRÓNICA SOBREDOSIS DE TESTOSTERONA

Venom: Carnage liberado. Director: Andy Serkis. Protagonistas: Tom Hardy (Eddie Brock / Venom), Woody Harrelson (Cletus Kasady / Carnage), Naomie Harris (Frances Barrison / Shriek), Michelle Williams (Anne Weying), Reid Scott (Dan Lewis), Stephen Graham (Patrick Mulligan) y Peggy Lu (Sra. Chen). Participación especial de Tom Holland (Peter Parker / Spider-Man) y J.K. Simmons (J. Jonah Jameson), en escenas de archivo. Guionista: Kelly Marcel, sobre una idea de Tom Hardy y Kelly Marcel. Basado en personajes y situaciones creadas por David Michelinie, Todd McFarlane, Mark Bagley, Tom DeFalco, Ron Lim, Peter Milligan y Clayton Crain, entre otros, para los cómics de Marvel. Columbia Pictures / Marvel Entertainment / Arad Productions / Matt Tolmach Productions / Pascal Pictures. EE.UU., 2021. Estreno en la Argentina: 7 de octubre de 2021.


Si la primera Venom resultaba chata y previsible, aburrida y sin gracia, tonta y gratuitamente violenta, esta secuela es igual de chata y previsible, aburrida y sin gracia, tonta y gratuitamente violenta. Pero al ser aún más descerebrada que la anterior, Venom: Carnage liberado (Venom: Let There Be Carnage) termina siendo (mucho ) más intragable. Para mí, al menos.


Duplicar simbiontes no es una buena idea. Ni para la trama ni para el espectador. Todo bien con Tom Hardy y Woody Harrelson, le ponen el cuerpo a una película sin alma, sin gracia y sin otro sentido que el comercial, pero a esta tercera entrega del Universo Arácnido de Sony no la salva ni el innegable carisma actoral ni la química existente entre los antagonistas negro y rojo.


El problema más grande parece estar en la perspectiva desde donde se abordó el material original. No era ningún dechado de virtudes, es cierto, pero esa exhibición de machismo ultramontano guardaba relación con el clima noventero en que estos personajes ultracebados y unidimensionales fueron concebidos. Esa misma sobredosis de testosterona, hoy, no sólo queda fuera de registro por anacrónica, sino que resulta una degradada muestra de mal gusto.


Por último, la escena post-créditos resulta de una vileza y crueldad innecesaria para los fanáticos. La promesa de fusión con el Universo Cinematográfico de Marvel (vía la incorporación del Trepamuros en imágenes de archivo de Spider-Man: Lejos de casa) estimulaba algo mucho más épico y grandilocuente que el chiste pedorro que remató la escena post-créditos de Spider-Man: Sin camino a casa. Así... no (diría Mirtha), porque realmente eso no se hace. Ahora me toca fumarme Morbius.
Fernando Ariel García

lunes, 27 de mayo de 2024

SPIDER-MAN. UN NUEVO UNIVERSO: PODER, RESPONSABILIDAD, HUMOR, ACCIÓN Y CONCIENCIA SOCIAL

Spider-Man: Un nuevo universo. Directores: Bob Persichetti, Peter Ramsey, Rodney Rothman. Voces (en inglés): Shameik Moore (Miles Morales / Spider-Man), Jake Johnson (Peter B. Parker / Spider-Man), Hailee Steinfeld (Gwen Stacy / Spider-Woman), John Mulaney (Peter Porker / Spider-Ham), Kimiko Glenn (Peri Parker / SP//dr), Nicolas Cage (Peter Parker / Spider-Man Noir), Mahershala Ali (Aaron Davis / Merodeador), Liev Schreiber (Wilson Fisk / Kingpin), Brian Tyree Henry (Jefferson Davis), Luna Lauren Vélez (Rio Morales), Lily Tomlin (May Parker), Zoë Kravitz (Mary Jane “MJ” Parker) y Kathryn Hahn (Dra. Olivia Octavius), entre otros. Participación especial de Chris Pine (Peter Parker / Spider-Man), Oscar Isaac (Miguel O’Hara / Spider-Man 2099), Jorma Taccone (Peter Parker / Spider-Man 1967), Lake Bell (Vanessa Fisk), Jorma Taccone (Norman Osborn / Duende Verde), Marvin Jones III (Lápida), Joaquín Cosío (Escorpión), Greta Lee (Lyla), Adam Brown (J. Jonah Jameson), Cliff Robertson (Ben Parker, en un audio de Spider-Man 2) y Stan Lee (Stan). Voces (en castellano): Emilio Treviño (Miles Morales / Spider-Man), Miguel Ángel Ruiz (Peter B. Parker / Spider-Man), Alondra Hidalgo (Gwen Stacy / Spider-Woman), Óscar Flores (Peter Porker / Spider-Ham), Alejandra Delint (Peri Parker / SP//dr), Salvador Delgado (Peter Parker / Spider-Man Noir), Daniel del Roble (Aaron Davis / Merodeador), Rubén Moya (Wilson Fisk / Kingpin), Dan Osorio (Jefferson Davis), Gisella Ramírez (Rio Morales), Rebeca Manríquez (May Parker), Mireya Mendoza (Mary Jane “MJ” Parker) y Kerygma Flores (Dra. Olivia Octavius), entre otros. Participación especial de Gerardo García (Peter Parker / Spider-Man), José Luis Rivera (Miguel O’Hara / Spider-Man 2099), Raúl Anaya (Peter Parker / Spider-Man 1967), Adriana Casas (Vanessa Fisk), Erick Selim (Norman Osborn / Duende Verde), Mauricio Pérez (Lápida), Joaquín Cosío (Escorpión), Leyla Rangel (Lyla), Humberto Solórzano (J. Jonah Jameson), Pedro D’Aguillón Jr. (Ben Parker), Jesse Conde (Stan), Humberto Ramos y Luis Gantús. Guionistas: Phil Lord, Rodney Rothman. Basado en personajes y situaciones creados por Stan Lee, Steve Ditko, John Romita, Brian Michael Bendis, Sara Pichelli, Larry Hama, Tom DeFalco, Mark Armstrong, Gerard Way, Jake Wyatt, David Hine, Fabrice Sapolsky, Carmine Di Giandomenico, Marko Djurdjević, Peter David y Rick Leonardi, entre otros, para los cómics de Marvel. Columbia Pictures / Marvel Entertainment / Sony Pictures Animation / Pascal Pictures / Arad Productions / Lord Miller Productions. EE.UU., 2018. Estreno en la Argentina: 10 de enero de 2019.


Si los pocos minutos como escena post-créditos de la insufrible Venom le alcanzaban para generar altos picos de ansiedad y esperanza, el visionado completo de Spider-Man: Un nuevo universo (Spider-Man: Into the Spider-Verse) cumple al satisfacer todas y cada una de las expectativas prometidas. Principalmente, por saber supeditar los méritos técnicos a las necesidades narrativas de una saga compleja. Y si logra hacer fácil lo difícil es porque el trabajo está (muy) bien realizado.


Antes (y, para mí, mejor) que Spider-Man: Sin camino a casa, la segunda entrega del universo arácnido de Sony define y establece el concepto del Multiverso de manera entretenida, sorprendente y netamente cinematográfica. Y lo plasma en una estética deliberadamente anárquica, supercolorida, hiperdinámica y anclada en la iconografía clásica del cómic. Triunfa al crear su propio marco de referencia, explotarlo al mango y dejarlo abierto a nuevos desarrollos y desafíos técnicos más grandes.


Sin poder usar al trepamuros del Universo Cinematográfico de Marvel, el film de Bob Persichetti, Peter Ramsey y Rodney Rothman aprovecha la interacción de nueve hombres araña venidos desde distintas, diferentes y complementarias realidades alternas. El afroamericano Miles Morales, un Peter B. Parker quintaesencial (que bien podría ser el de Tobey Maguire), la Spider-Woman (Spider-Gwen) de un mundo sin hombres araña; el Spider-Man Noir de un universo monocromático anclado en la novela negra, la SP//dr deudora de la cultura Mecha del animé; y el irascible Puerco Araña (Spider-Ham) al que Homero Simpson le dedicara una inolvidable melodía. Todo ello sin contar las apariciones cuasi-decorativas del Peter Parker del universo de Miles Morales, el Spider-Man del 2099 y el Spider-Man del dibujito animado original de 1967.


Además de compaginar las historias de cada arácnido, evitando reiteraciones innecesarias y desarrollando personalidades propias y reconocibles, la película saca provecho de la biblia emocional del personaje, aquellos trances que lo han encumbrado como una de las grandes creaciones culturales del siglo XX. Sin importar que versión multiversal esté llevando la acción adelante, el poder, la responsabilidad, el humor y la acción espectacular sostienen el metraje del film. Apoyados, siempre, en el sostén que lo definió (y define) como superhéroe: La conciencia social que brinda un barrio de clase trabajadora. Hay segunda (y tercera) parte. Y ya la quiero ver.
Fernando Ariel García