lunes, 18 de marzo de 2024

MONICA: ENSAYO SOBRE LA FRAGMENTACIÓN

Monica. Autor: Daniel Clowes. Traductores: Hernán Martignone y Mauro Golfier. Letreado: Juan Damián Correa y Javier Hildebrandt. Hotel de las Ideas. Argentina, octubre de 2023.


En el ámbito científico, la fragmentación remite al mecanismo de división asexual donde un individuo determinado puede escindirse en diferentes partes y, desde esos mismos pedazos, dar inicio al proceso de reconstrucción del organismo completo. En el campo bélico, la fragmentación es un tipo específico de bomba que, al abrirse, despide una gran cantidad de explosivos más pequeños, cada uno con capacidades diferentes. En el terreno informático, por último, la fragmentación es la generación de espacios en blanco, derivada del manejo de la información al momento de crear, modificar y/o eliminar algunos archivos.


La última obra de Daniel Clowes, Monica (EE.UU., octubre de 2023), compone un thriller psicológico que, en forma y fondo, abraza estas tres definiciones como sujeto de estudio y ejercicio creativo. Retrato fragmentado de una persona fragmentada, que funciona como representación de una sociedad fragmentada, individualista e insensible. Como personaje, Monica busca en el pasado las razones de su indeterminismo y los motivos que la obliguen a avanzar y superar el estadío que la aqueja y la perturba. Como (meta)narración secuencial, rompe la linealidad para reconstruirla en base a conexiones aparentemente inconexas, en sintonía con los géneros que el autor leyó de chico y que cimentaron algunas obras maestras del cómic estadounidense: Guerra, romance, terror, policial, sobrenatural y erotismo underground, con un apego especial a la sensibilidad crítica de la EC Comics.


A saltos temporales, el lector deberá completar el rompecabezas que es la historia de vida de la protagonista, jalonada por sus acciones y las de algunos familiares directos que, de manera satelital, van ayudando a definir las aristas de una personalidad compleja y doliente, sufrida y abandonada, esperanzada y oscura. Piadoso viaje por el sufrimiento que resuena en el vacío eco de la frustración más íntima, el cómic echa una mirada surrealista sobre la naturaleza humana. Estilo clowesiano que potencia el misterio y la extrañeza, la distante frialdad y enajenación que serpentea en la cotidianeidad más chata del mundo suburbano, el lado b del sueño americano ya asentado como pesadilla global.


Monica exhibe contemporaneidad desde sus convenciones estéticas de los ‘50, transpira atemporales traumas y neurosis como modo de interpelar esa condición existencial irresuelta y exponencial. Mientras busca a su padre y a su madre, irá forjando la paranoia identitaria que necesita comprender, sin saber que la insatisfacción que la habita es hija del fracaso de los ideales de la contracultura y del fracaso del materialismo capitalista. Alimentos de la desilusión colectiva, motores del hastío, la bronca y el odio que, como sociedad, hemos transferido reconvertido en poder político a los trumps, bolsonaros y mileis de nuestra era, garantes de la destrucción de todos los consensos que supimos conseguir. Elementos constitutivos del fenómeno de la fragmentación que Clowes traduce en preguntas ardientes y certeras. Formuladas al borde del precipicio, en el momento que antecede a la toma de la decisión postrera.
Fernando Ariel García

viernes, 15 de marzo de 2024

MAVKA: ENTRE EL OSO Y EL ÁGUILA

Mavka. Guardiana del bosque. Directores: Oleh Malamuzh, Oleksandra Ruban, Yevheniy Yermak. Protagonista: Kateryna Kukhar (referencia corporal para Mavka). Voces (ucraniano): Nataliya Denisenko (Mavka), Artem Pivovarov (Lukash), Elena Kravets (Kylyna), Mykhailo Khoma (Hush), Oleh Mykhailvuta (Tío Lev), Serhiy Prytula (Frol), Nazar Zadneprovskiy (Lesh), Yuliya Sanina (Ondina) y Nina Matviyenko (narradora), entre otros. Voces (castellano): Jacqueline Recalde (Mavka), Diego Mazacote (Lucas), Maco Cacavelos (Kilina), Alejandro Villamayor (Hush / Tío Leo), Hugo Ezequiel Velázquez (Frol), Marcos Sánchez (Lesh), Sifri Sanabria (Ondina) y Cynthia Schaerer (narradora), entre otros. Guionista: Yaroslav Voytseshek. Basado en el poema La canción del bosque (Lisova pisnia, 1911), de Lesya Ukrainka. Canciones (ucraniano): Mavka. Lisova pisnia, interpretada por Khrystyna Soloviy; y Moba bitpy, interpretada por Artem Pivovarov y Khrystyna Soloviy. Canciones (castellano): La canción del bosque y Lenguaje del viento, interpretadas por Amambay Narváez, Aquiles Oviedo y Maco Cacavelos. Animagrad / Film.UA Group. Ucrania, 2023. Estreno en la Argentina: 8 de febrero de 2024.


La esencia del pueblo ucraniano está siendo atacada por un malvado y desalmado agresor, que sólo quiere destruirla para apropiarse de su vida y sus riquezas. Parece una síntesis muy apretada de la invasión rusa a Ucrania; y tal vez eso explique el por qué Mavka: Guardiana del bosque (Mavka: Lisova pisnia) terminó siendo la película animada más taquillera del cine ucraniano del año pasado, superando en taquilla al tanque hollywoodense Avatar: El camino del agua.


Y si bien
hoy resulta casi imposible separar la historia del discurso nacionalista frente a la coyuntura bélica, lo cierto es que el film nació hace ocho años con un propósito muy distinto: Adaptar el popular relato folklórico La canción del bosque, escrito en 1911 por Lesya Ukrainka, una de las escritoras más conocidas y reconocidas de la nación. El poema, primer exponente del género fantástico ucraniano, puede ser leído también como una comedia romántica entre una mítica criatura del bosque (Mavka) y un joven humano de buen corazón (Lucas). Una unión que simboliza el nacimiento de la identidad ucraniana, forjada en el amor inquebrantable entre el espíritu del pueblo y la fecundidad terrenal del país.


Por ahí, más o menos, va la aventura dirigida por Oleh Malamuzh, Oleksandra Ruban y Yevheniy Yermak. Reducción bastante estereotipada (¿responsabilidad del doblaje o era así en el original?) que pone el bien y el mal en espacios y personajes nítidamente opuestos, junto con una batería de prejuicios y opiniones infundadas, distribuidas por igual a ambos lados de la grieta. El recorrido tampoco es muy original, y cualquiera con un par de fábulas animadas encima llega al final sorpresa antes que los protagonistas y la película.


A nivel general, a pesar de las vestimentas, músicas, canciones, escenarios, costumbres y algún vocabulario con color local, Mavka se ve (se siente) como la versión Disney de un cuento tradicional ucraniano; y no como la expresión ucraniana de un fenómeno cultural propio. La apropiación de formatos y estilos patentados por el tío Walt, termina permitiendo la entrega del patrimonio simbólico propio al imaginario hegemónico globalizado. No sabemos en qué terminará el enfrentamiento con el oso zarista, pero la estratégica sumisión al águila imperial pareciera ser un hecho consumado.
Fernando Ariel García

miércoles, 13 de marzo de 2024

ECHO: LA ENUNCIACIÓN AL PODER

Echo. Directores: Sydney Freeland, Catriona McKenzie. Protagonistas: Alaqua Cox (Maya López / Echo), Chaske Spencer, Tantoo Cardinal, Devery Jacobs, Zahn McClarnon, Cody Lightning y Graham Greene, entre otros. Con Vincent D’Onofrio (Wilson Fisk / Kingpin). Participación especial de Charlie Cox (Matt Murdock / Daredevil) y Jeremy Renner (Clint Barton / Ronin, en material de archivo). Guionistas: Marion Dayre, Josh Feldman, Steven Paul Judd, Ken Kristensen, Rebecca Roanhorse, Bobby Wilson, Jason Gavin, Shoshannah Stern, Chantelle M. Wells, Amy Rardin, Ellen Morton. Basado en personajes y situaciones creados por David Mack, Joe Quesada, Stan Lee, John Romita y Bill Everett, entre otros, para los comics Marvel. Productores ejecutivos: Kevin Feige y Victoria Alonso, entre otros. Marvel Studios. EE.UU., 2024. Estreno en la Argentina: Disponible en Disney+ desde el 9 de enero de 2024.


Lo voy a decir de entrada. La serie me pareció un plomazo. Larga (a pesar de que son sólo cinco episodios), lenta, poco interesante y, por momentos, demasiado soporífera). La trama mística se ve venir desde el primer fotograma y el meollo familiar no llegó a involucrarme, quizá porque la química entre los actores pivotea entre lo exiguo y lo nulo. El entramado de imágenes de la apertura, junto con el tema musical que la viste a la perfección (Burning, del grupo indie rock Yeah Yeah Yeahs), promete todo lo que la serie debería haber tenido pero (para mí) no tuvo: Fuerza, empuje, reflexión, intensidad, curiosidad. Y un hálito lo suficientemente oscuro para deconstruir la luz sin necesidad de anularla.


Desde su premisa argumental, desanda y anda la historia personal de Maya López a partir de lo visto en Hawkeye. Básicamente, la exploración de sus raíces indígenas (la tribu Chocktaw) en Oklahoma, la tregua con su pasado nativo y citadino, el descubrimiento de su capacidad para hacer reverberar en sí misma el poder mágico que le legan sus ancestros mujeres. Pero para ser un ensayo sobre el trauma visto desde la perspectiva del policial negro, abusa del discurso sobre la rabia, la furia y la emocionalidad contenida; y del recurso visual de la acción ultraviolenta, sin generar fluidez narrativa entre ambos compartimentos estancos.


Soy de los que creen que lo mejor que Echo tiene para ofrecer pasa por el Kingpin de D’Onofrio y el cameo de Daredevil. Porque incorporan definitivamente la cancelada pata Netflix al Universo Cinematográfico de Marvel, incluye una nueva mención a los X-Men (sin necesidad de nombrarlos) y abre la puerta para el despegue de la carrera política del ¿alcalde de New York? Wilson Fisk. Pero también creo que, si todo lo secundario a la trama principal de Echo resulta más atractivo que el arco argumental de la propia protagonista, es porque ese arco argumental no funciona como debería.


Mi teoría (siempre personal, siempre intransferible) es que la corrección política de las formas volvió a primar sobre la calidad de los contenidos. Está buenísimo que una actriz descendiente de indígenas nativos, sorda y amputada, interprete a un personaje descendiente de indígenas nativos, sorda y amputada. Que una gran parte del equipo técnico sea descendiente de indígenas nativos y que la trama incorpore cultura e historia chocktaw. Que todos los involucrados, dentro y fuera de la ficción, hayan sido capacitados en lengua de señas; y que se hayan utilizado planos y enfoques que permitan incorporar la lengua de señas entre los personajes y para los espectadores. Todas decisiones que apuntan a una inclusión real y una representación fidedigna de las (mal llamadas) minorías.


Pero un hecho artístico es (o debería ser) algo más que la sumatoria de resoluciones técnicas puestas al servicio de convicciones inclaudicables. Per se, la presencia de estos valores no garantiza ningún resultado cualitativo para la serie o producción cultural en cuestión. Porque el logro creativo no depende de la inclusión o exclusión de estos valores, sino de la capacidad para articularlos dentro de los elementos constitutivos del relato. Y entre la enunciación y la praxis narrativa dentro del universo de la ficción, Marvel volvió a optar por la primera opción. Por eso, Echo terminó siendo el eco de lo que podría haber sido.
Fernando Ariel García

jueves, 7 de marzo de 2024

INVASIÓN SECRETA: MENTIRA LA (POS)VERDAD

Invasión secreta. Director: Ali Selim. Protagonistas: Samuel L. Jackson (Nick Fury), Ben Mendelsohn (Talos), Emilia Clarke (G’iah), Kingsley Ben-Adir (Gravik), Don Cheadle (James Rhodes), Cobie Smulder (Maria Hill), Martin Freeman (Everett K. Ross), Killian Scott (Pagon), Dermot Mulroney (Ritson, presidente de los EE.UU.), Olivia Colman (Sonya Falsworth), Charlayne Woodland (Varra / Priscilla Davis), O-T Fagbenle (Rick Mason) y Kate Braithwaite (Soren), entre otros. Guionistas: Kyle Bradstret, Brian Tucker, Brant Englestein, Roxanne Paredes, Michael Bhim. Basado en personajes y situaciones creados por Brian Michael Bendis, Leinil Yu, Stan Lee, Jack Kirby, Mark Millar, Bryan Hitch, Peter David, Gary Frank, Robbie Thompson, Niko Henrichon, John Byrne, David Michelinie, Bob Layton, David Finch, Kenny Martinez, Christopher Priest, James D. Hudnall y John Ridgway, entre otros, para los comics Marvel. Desarrollador televisivo: Kyle Bradstreet. Productores ejecutivos: Brian Tucker, Kyle Bradstreet, Ali Selim, Samuel L. Jackson, Victoria Alonso y Kevin Feige, entre otros. Marvel Studios. EE.UU., 2023. Estreno en la Argentina: Disponible en Disney+ desde el 21 de junio de 2023.


El guiño a la Argentina del primer episodio me cayó muy bien, tengo que decirlo. No sé si eso me predispuso de otra manera, pero entre todos los tropezones que (a mi entender) viene dando Marvel en cine y streaming, esta Invasión secreta (Secret Invasion) me terminó gustando. Mucho. Sacando el exabrupto superheroico del final, que no se corresponde con el tono y los contenidos que habíamos venido viendo desde el principio, el resto me generó intriga y sorpresa.


El veterano Nick Fury, cansado de sacar las papas del fuego, tiene que salir de su escondite después de descubrir una clandestina invasión extraterrestre a la Tierra. Que no es nueva, está pasando desde hace años, de a cuentagotas y en el más callado de los silencios. La lleva adelante una facción rebelde de la raza alienígena cambiaforma Skrull, que al arrancar la acción ya está ocupando el lugar de algunas de las personas con mayor poder de decisión en el planeta. Y están a punto de dar el zarpazo final.


Como continuación y contracara de Capitana Marvel, esta aventura se anima a complejizar el abordaje sobre la utilización política de los fenómenos migratorios y el terrorismo contemporáneo, poniendo en debate el discurso xenófobo enarbolado por Trump y Le Pen (por dar sólo dos ejemplos), explotado desde sus usinas de fake news y replicados en redes sociales y medios de comunicación masivos. Al mismo tiempo, equilibra la escala interplanetaria del problema con una reveladora mirada a la intimidad afectiva de Nick Fury, generándole una humanidad que se sobrepone a cualquier golpe de efecto. Habrá que ver cómo sigue el desarrollo de esta línea argumental, pero por ahora tiene mi crédito.


Tomando como parámetro a Invasion of the Body Snatchers, clásico de la ciencia ficción conspirativa de 1956, los seis episodios de Invasión secreta componen una inteligente amalgama entre el film noir y el western, adoptando el modelo narrativo del thriller de espionaje al estilo James Bond o Misión: Imposible, algo que le calza como anillo al dedo a Samuel L. Jackson y su crepuscular encarnación de Nick Fury. Yendo del complot político a la paranoia identitaria, la serie explora la capacidad de la posverdad para moldear la opinión pública. ¿En quién confiar cuándo no se puede confiar en nadie?
Fernando Ariel García

viernes, 1 de marzo de 2024

ANATOMÍA DE UNA CAÍDA: THRILLER PROCESAL SOBRE LA DISOLUCIÓN DE UN VÍNCULO AMOROSO

Anatomía de una caída. Directora: Justine Triet. Protagonistas: Sandra Hüller, Swann Arlaud, Milo Machado-Graner, Antoine Reinartz, Samuel Theis, Jehnny Beth, Saadia Bentaieb, Camille Rutherford, Anne Rotger, Sophie Fillières y el perro Messi. Guionistas: Justine Triet, Arthur Harari. Les Films Pelléas / Les Films de Pierre. Francia, 2023. Estreno en la Argentina: 25 de enero de 2024.


Un remoto chalet de montaña en los Alpes franceses, lo suficientemente alejado de la ciudad de Grenoble. En el ático, el frustrado escritor galo Samuel Maleski escucha música a un volumen altísimo. En la planta baja, su esposa, la exitosa escritora alemana Sandra Voyter, se ve obligada a cortar la entrevista que le estaba concediendo a una de sus alumnas, con quien había evidenciado cierto coqueteo. Unas horas más tarde, Daniel, hijo adolescente de la pareja con una importante discapacidad visual, llega a la casa junto con su perro Snoop. Debajo de la ventana, sobre la nieve manchada de sangre, se encuentra el cadáver de su padre.


Inspirándose en el caso real de Amanda Knox, periodista y activista estadounidense injustamente encarcelada en Italia por la sospechosa muerte de un compañero de cuarto, la directora Justine Triet dio forma a esta atrapante (aunque algo larga) Anatomía de una caída (Anatomie d’une chute). Mientras el film intenta dilucidar si se trata de un accidente, un suicidio o un asesinato, protagonistas y espectadores asistiremos a un tratado sociológico sobre la disolución de un vínculo amoroso, analizado bajo la formal perspectiva de un thriller procesal con aires hitchcockianos.


Tras el hecho concreto e irreversible de la muerte, seremos testigos de una importante serie de flashbacks que, en vez de certezas, nos arrojan cada vez más dudas. Queda claro que el contrato inicial del matrimonio (explícito o tácito, no importa) se había vencido. Los mutuos pases de facturas, los reclamos profesionales de él, la bisexualidad de ella, la elección del inglés como lengua común entre ambos, el rol de la pareja en el accidente que afectaría a su hijo, la mudanza a ese chalet, las discusiones cada vez más frecuentes y virulentas. Todo había venido dinamitando la convivencia. Y todo alimenta ahora cualquiera de las tres teorías posibles, una de las cuales deberá ser probada en juicio.


Las secuencias del tribunal configuran (para mí) lo más interesante del film. Sobre todo porque no hay forma de llenar el bache temporal que antecede a la caída mortal de Samuel. Es (¿y será?) una página en blanco sobre la cual las partes interesadas intentarán escribir sus tesis incriminatorias o exculpatorias. Por el estrado desfilarán informes criminalísticos no concluyentes, perfiles psicológicos poco vinculantes y suposiciones presentes en base a hechos proyectados con parcialidad desde el pasado. Ante la ausencia de una verdad fáctica, comprobable y comprobada, fiscales y defensores pugnarán por construir una verdad tan veraz y convincente como para sostener el dictado de una sentencia. ¿Será Justicia?
Fernando Ariel García

jueves, 29 de febrero de 2024

PORTEÑAS: HISTORIA FEMENINA DE LA PATRIA

Porteñas. Director: Manuel González Gil. Protagonistas: Julia Calvo, Cecilia Milone, Andrea Politti, Romina Richi, Micaela Riera, Maite González y Rodolfo González Estévez. Autores: Manuel González Gil y Daniel Botti. Argentina, 2003. Teatro Astral. Estreno en la Argentina: 5 de enero de 2024. Funciones: jueves y domingos a las 19 hs, viernes y sábados a las 20 hs.


Una mujer aristocrática, esposa de un diputado de la Nación. Una mujer analfabeta, esposa del almacenero del barrio. Una mujer trabajadora, esposa de un obrero anarquista. Una mujer ultraconservadora, esposa de un militar de carrera. Una mujer feminista y de avanzada, soltera. Y una mujer invisibilizada, la empleada doméstica de la casa de la primera mujer, donde se va a desarrollar la acción cada vez que el grupo se reúna.


Los encuentros que vamos a vivenciar como espectadores cubren el abanico histórico del siglo XX, en una Argentina vista y pensada desde la Ciudad de Buenos Aires. Las porteñas en cuestión expondrán sus coincidencias y desaveniencias a través de las décadas, arrancando en el 1900 y terminando a mediados de los años ‘80. Y si ninguna envejece a pesar del paso del tiempo, es porque además de personas son arquetipos. Paradigmas conceptuales que, con humor, dolor y esperanza, desandarán la historia femenina de la patria, enfocada en sus luchas personales y colectivas, privadas y públicas, políticas y sociales, simbólicas y concretas.


Entre la represión a los anarquistas de 1909 y el retorno a la Democracia con Alfonsín, por el escenario pasarán el peronismo y la conquista del voto femenino, el asesinato en el Congreso de la Nación, el Cordobazo y las marchas de las Madres de Plaza de Mayo. Cada uno de los cuadros, además, irá enhebrando el proceso de concienciación ideológica y la sedimentación social de los cambios culturales, permitiendo el lucimiento de cada una de las protagonistas en un monólogo que desnuda sus infiernos propios. No hay ninguna que desentone, pero lo de Cecilia Milone, Andrea Politti y Julia Calvo eriza la piel y conmueve hasta las lágrimas. Son teatro en estado puro.


Nacida hace casi 20 años como respuesta al éxito teatral Porteños, la premisa de Porteñas sigue tan vigente como en ese entonces, si no más. En principio, por la construcción de la idea de “mujer” en base a la identificación y diferenciación con respecto de los hombres y (en particular) de otras mujeres, posición que pone a las asimetrías machistas dentro y fuera del modelo conductual masculino. Pero sobre todo por su mensaje de lucha por la Libertad en base al amor y la unión, no a providenciales motosierras que sólo saben empobrecer y desgarrar.
Fernando Ariel García

jueves, 22 de febrero de 2024

AVATAR: EL CAMINO ESPIRITUAL DE UNA EPOPEYA MULTIÉTNICA

Avatar: La leyenda de Aang. Directores: Michael Goi, Roseanne Liang, Jabbar Raisani, Jet Wilkinson. Protagonistas: Gordon Cornier (Avatar Aang), Kiawentiio (Katara), Ian Ousley (Sokka), Dallas Liu (príncipe Zuko), Paul Sun-Hyung Lee (Iroh), Ken Leung (comandante Zhao), Daniel Dae Kim (Ozai, Señor del Fuego) y Elizabeth Yu (princesa Azula): Participación especial de Maria Zhang (Suki), Lim Kay Siu (Gyatso), A. Martínez (Pakku), Amber Midthunder (princesa Yue), Yvonne Chapman (Avatar Kyoshi), C.S. Lee (Avatar Roku), Meegwn Fairbrother (Avatar Kuruk), Uktarsh Ambudkar (Rey Bumi), Sebastian Amoruso (Jet) y George Takei (voz de Koh, el ladrón de rostros), entre otros. Guionistas: Albert Kim, Michael Dante DiMartino, Brian Konietzko, Joshua Hale Fialkov, Christine Boylan, Keely Mac Donald, Gabriel Llanas, Ubah Mohamed, Emily Kim, Hunter Ries, Audrey Wong Kennedy. Basado en personajes y situaciones creados por Michael Dante DiMartino y Brian Konietzko para el dibujo animado Avatar: The Last Airbender (2005). Desarrollador: Albert Kim. Albert Kim Pictures / Rideback / Nickelodeon Productions. EE.UU., 2024. Estreno en la Argentina: Disponible en Netflix desde el 22 de febrero.


Si sos fanático del dibujo animado original de Nickelodeon, esta serie es para vos. No sólo por el casting perfecto, sino porque logra dar vida concreta y simbólica a ese mundo entramado mediante referencias múltiples e imbricadas a las artes, filosofías, mitologías y cosmogonías chinas, del sudeste asiático, esquimales, siberianas y de los pueblos originarios de los EE.UU., sin restarle veracidad ni profundidad al abordaje.


Si no sabés de qué estoy hablando, o pensás que el único universo Avatar es el plasmado en pantalla grande por James Cameron, esta serie también es para vos. Sobre todo porque aúna la estética animé con la espectacularidad visual del moderno cine de artes marciales y un puñado de temáticas tan serias y actuales como para abordarlas desde el género fantástico con toques de comedia. Genocidio, imperialismo, totalitarismo, adoctrinamiento de masas, terrorismo, revueltas sociales, feminismo e inclusión igualitaria de las minorías, abriendo diálogos entre el pensamiento conservador de los adultos y la postura rupturista y abierta de las generaciones más jóvenes y tanto (o más) comprometidas.


Los ocho episodios de esta primera temporada de Avatar: La leyenda de Aang (Avatar: The Last Airbender) dejan en claro que hay una guerra por el dominio de esa tierra dividida en cuatro naciones ligadas, cada una de ellas, al control de un elemento de la Naturaleza: Aire, Agua, Tierra y Fuego. Y también estipula que la única garantía de paz descansa en la figura mítica y todopoderosa del Avatar, único ser con la capacidad de dominar los cuatro elementos. Pero claro, ¿qué puede pasar cuando semejante responsabilidad recae en un bonachón chico de 12 años, que deberá aprender a comportarse como Avatar cuando su entrenamiento primario no está ni siquiera avanzado?


La respuesta vendrá a través del autoconocimiento y la forja de una amistad entrañable con el grupo de adolescentes encargados de salvar al mundo. Pero lo más interesante (para mí, al menos) viene dado por el camino espiritual que esta epopeya multiétnica pone en primerísimo primer plano. Para frenar tanta barbarie, la serie propone una toma consciente de nuestro sentido de la existencia, apostando a una (re)conexión con lo esencial y trascendente del ser humano: El amor, la compasión y la empatía. Un proceso individual que el poder del Avatar podría convertir en un fenómeno colectivo primero, y en un estado permanente después. ¿Falta mucho para la segunda temporada?
Fernando Ariel García