viernes, 27 de febrero de 2015

LARGA VIDA Y PROSPERIDAD

In Memoriam: Leonard Nimoy (1931-2015)

Bill Sienkiewicz 

Crist, en Clarín

F. Mérides Truchas, de Daniel Paz, en Radar (suplemento cultural de Página 12)

jueves, 26 de febrero de 2015

"DE AMOR Y DINERO", CON VIGGO MORTENSEN, SE ESTRENA EN LA ARGENTINA EL 23 DE ABRIL

(Información de prensa) ¿Cuál es el límite de la ambición? De amor y dinero (The Two Faces of January, 2014) se estrena en la Argentina el próximo 23 de abril (sí, hubo cambios). Protagonizada por Viggo Mortensen, Kirsten Dunst y Oscar Isaac, la película de Hossein Amini (guionista de Acción a máxima velocidad) está basada en la homónima novela de Patricia Highsmith. 


1962. Una glamorosa pareja norteamericana formada por el carismático Chester MacFarland (Viggo Mortensen) y la bella y joven Colette (Kirsten Dunst) se encuentra en Atenas durante unas vacaciones en las que recorren Europa. Durante una visita a la Acrópolis conocen a Rydal (Oscar Isaac), un joven estadounidense que habla griego y trabaja como guía turístico, situación que aprovecha para timar a turistas ricas. Atraído por la belleza de Colette e impresionado por el dinero y sofisticación de Chester, acepta encantado una invitación a cenar.


Un thriller centrado en un artista de la estafa, su esposa y un extraño que huyen de Atenas después de que uno de ellos está en la mira por la muerte de un detective privado.










martes, 24 de febrero de 2015

EN UN PATIO DE PARÍS: DOS SOLEDADES HACEN UNA COMPAÑÍA

En un patio de París. Director: Pierre Salvadori. Protagonistas: Catherine Deneuve, Gustave Kervern, Féodor Atkine, Pio Marmai, Michèle Moretti y Nicolas Bouchaud, entre otros. Guión: Pierre Salvadori y David Colombo-Léotard. Les Films Pelléas / France 2 Cinéma / Delta Cinéma / Tovo Films. Francia, 2014. 

En un momento de la trama, la lectura de un poema de Raymond Carver ancla definitivamente el tono y el espíritu de En un patio de París (Dans la cour, 2014) en el país de la melancolía que no cesa, del minimalismo agridulce que define la comedia dramática que les toca representar a Antoine (Gustave Kervern) y Mathilde (Catherine Deneuve), un insomne músico cuarentón que decide desprenderse del lastre en que se ha convertido su presente; y una jubilada hiperactiva con miedo a detenerse y dejarse dominar por el pánico que la habita. 


Los dos, básicamente, están solos aunque estén acompañados. Incapaces de contactarse con alguna zona interior que les devuelva un sentido al fisurado hueco en que han transformado sus días, él encontrará falso refugio en las adicciones que nunca abandonó; y ella aprenderá a boicotearse hasta el punto de hacer peligrar la estabilidad emocional de su matrimonio de años. Al coincidir en un patio interno de una encantadora (y bastante venida a menos) casona de París, entablarán una cierta relación laboral y un cálido compañerismo que será determinante para sacudir las estanterías. 


Con estas almas perdidas, estancadas en un eterno tiempo muerto que los pasa sin que les pase nada, Pierre Salvadori (guionista y director) va enhebrando una historia muy cómica y muy trágica, tan surreal como costumbrista, explorando la naturaleza de esos lazos dependientes que los hermanan sin la intromisión del deseo, hasta hacerles recuperar un motivo minúsculo, valedero e intrascendente para seguir respirando. 


Narrada con notable economía de recursos, concentrándose en la interacción entre los protagonistas y una batería de secundarios que le dan color, gracia y una dosis de bienvenido delirio al conjunto, la atención al contexto (y los subtextos) va dotando de carnadura humana y entrañable empatía a En un patio de París, una historia de las tantas que ensombrece cualquier gran ciudad, preservada por el brillo intenso de una bella, breve, profunda e irrepetible amistad. 
Fernando Ariel García

SE ACABÓ LA ÉPICA: EL SENTIDO DEL SINSENTIDO

Se acabó la épica. Alrededor de la vida y obra de Néstor Sánchez. Dirección: Matilde Michanie. Testimonios de: Ruth Taiano, Claudio Sánchez, Carlos Sánchez, Teresa Wangeman, Albert Bensoussan, Emilio Sánchez Ortiz. Voz en off: Hernán Lucero, Néstor Sánchez. Investigación y Guión: Matilde Michanie. Música: Horacio Manuel Diéguez. Michanie Film. Argentina, 2014. 

Si, como yo, no tenían idea de quién era Néstor Sánchez (1935-2003), este documental es para ustedes. Porque después de asomarse al vacío vertiginoso que propone su poética prosa urbana, su estoica rebeldía contra el impiadoso accionar de la vida sobre el ser humano; su búsqueda del sentido del sinsentido en bares y fondas, entre los vicios y la fe mística, desde los arrabales bonaerenses hasta los callejones neoyorquinos y desde el barroco barcelonés hasta el romanticismo parisino; van a querer ir corriendo a devorarse sus únicas cuatro novelas, muy difíciles de conseguir. Todas imprescindibles para intentar apaciguar (en vano) la angustia existencial que nos es inherente. 


Tremendo trabajo el de Matilde Michanie, guionista y directora de Se acabó la épica. Alrededor de la vida y obra de Néstor Sánchez, documental iluminador y necesario, que va rehaciendo el calvario humano del invisibilizado escritor argentino, figura del boom latinoamericano, dueño de un genio autodestructivo que iguala la obstinación enfermiza con la fragilidad psíquica de un ser hipersensible, atravesado por la duda, apuñalado por la certeza de saber que existen más preguntas que respuestas. Siempre. 

Néstor Sánchez

Mediante material de archivo y entrevistas a familiares, amigos y médicos que lo trataron; recorriendo los caminos que esos pies dolientes transitaron con amargura y placer, con amores y penas, vamos penetrando los poros de este exquisito escritor, traductor, eximio bailarín de tango y aficionado a las carambolas inefables del billar y del azar. Nos impregnamos de su obra, escuchamos su voz y el eco de su voz en otras lecturas de sus escritos, imaginamos la belleza de ese infierno que lo atravesó de cabo a rabo, lo entendemos y dejamos de entenderlo todo. 

De puño y letra

Si, como yo, son de los que no suelen ir al cine a ver los estrenos en su primer fin de semana (porque viven acumulando películas, porque quieren esperar a ver qué dicen algunos medios alternativos o por la razón que fuera), rompan con esa tradición. La performance del filme durante el primer fin de semana es la que, en gran parte, definirá la duración de su permanencia en cartel. Con tanto tanque hiperpromocionado, este documental de Matilde Michanie va a necesitar de todo el apoyo necesario para sobrevivir en la jungla salvaje. Sería un pecado que Se acabó la épica pase sin pena ni gloria. Sin los mundos de Néstor Sánchez, este mundo va a ser mucho más pobre. 
Ya lo fue una vez. No reincidamos en el error. 
Fernando Ariel García

lunes, 23 de febrero de 2015

VIVIR ES FÁCIL CON LOS OJOS CERRADOS: AQUELLO QUE NOS PASA MIENTRAS ESTAMOS OCUPADOS EN OTRAS COSAS

Vivir es fácil con los ojos cerrados. Director: David Trueba. Protagonistas: Javier Cámara, Natalia de Molina, Francesc Colomer, Jorge Sanz, Ariadna Gil, Ramán Fontserè y Rogelio Fernández, entre otros. Guionista: David Trueba. Música: Pat Metheny y Charlie Haden. Fernando Trueba Producciones Cinematográficas / TVE / Canal+ España / Audiovisual Aval SGR / ICO / ICAA. España, 2013. Parte de Espanoramas. Muestra de cine español, en el cine Gaumont (Av. Rivadavia 1637), con exhibiciones programadas para el 26 de febrero (19:00 horas) y el 4 de marzo (21:30 horas). 

1966. John Lennon, atravesando un momento crítico de la historia de Los Beatles, pasa un tiempo en Almería, rodando la película How I Won the War bajo las órdenes de Richard Lester. Al enterarse, Juan Carrión Gañán, profesor de inglés en una escuela de Murcia, que enseña la lengua de Shakespeare con las letras del cuarteto de Liverpool, decide lanzarse a las rutas españolas con la loca empresa autoimpuesta de charlar con Lennon y pedirle alguna ayuda especial para sus clases, sin saber ni intuir que esa estrambótica idea cambiará radicalmente la forma de editar discos en el mundo entero.


Una gran historia de ficción que, sin dudas, alguien debería haber inventado si no fuera real. Porque así de inverosímil como suena, pasó. Y en base a esos hechos reales, David Trueba montó esta Vivir es fácil con los ojos cerrados (2013), íntima road-movie que el año pasado se alzó con los premios Goya a Mejor Película, Mejor Director, Mejor Actor Protagonista, Mejor Actriz Revelación, Mejor Guión Original y Mejor Música Original. Y que, al no haberse estrenado comercialmente en la Argentina, llega ahora a la Ciudad de Buenos Aires como uno de los platos fuertes de la muestra de cine español Espanoramas.


Cálida y esperanzadora mirada sobre las generaciones que cambiarán la historia de la península al romper con el miedo a los mandamientos sociales y culturales que el franquismo imponía con mano de hierro, Vivir es fácil con los ojos cerrados (título tomado de una línea de la canción Strawberry Fields Forever) suma al viaje del profesor idealista y comprometido (un enorme Javier Cámara, dueño de todos los registros de la humanidad sutil), la compañía de una veinteañera embarazada y de un rebelde adolescente, ambos en fuga de aquellos entornos conservadores que los ahogan y limitan.


Como toda historia de ruta, esta también es una metáfora para hablar del aprendizaje y el crecimiento, del amor y del despertar sexual, del dolor y de las pérdidas, de las frustraciones y de la capacidad de optar. Más allá de los puntos de partida y llegada de cada uno de los protagonistas, lo que cuenta aquí es la huella que deja el camino recorrido. El sueño de la libertad como semilla de la actual libertad para soñar. La vida, o aquello que nos pasa mientras estamos ocupados en otras cosas.


No es una película de Marvel, pero conviene quedarse hasta el final. Para dejarse envolver por la dulce melancolía de la música compuesta y tocada por Pat Metheny y Charlie Haden. Y para apreciar las dos escenas mínimas que cierran el filme, síntesis conceptual del embriagante destilado que nos hemos bebido; y demostración fáctica de que en las historias pequeñas anidan las grandes obras. Una verdadera gozada. 
Fernando Ariel García

CÓMIC Y COMPROMISO SOCIAL: CONGRESO INTERNACIONAL EN VALENCIA, DEL 18 AL 20 DE NOVIEMBRE

(Información de prensa) Hasta hace poco el lugar de la historieta en los estudios académicos había sido relegado debido a su carácter popular y a la asociación que, desde la alta cultura, se hacía con un público exclusivamente infantil o juvenil. Sin embargo, a partir de los años sesenta, se reconoce progresivamente la función comunicacional del medio. Así, la historieta surge y se renueva, con importantes cambios en su estilo gráfico, en sus signos y especialmente en las temáticas, los géneros y la narrativa.


Esta transformación ha dado un conjunto de obras de gran madurez, que unen a la función primera de entretener la intención de hacer reflexionar sobre aspectos y problemas concretos de la sociedad, con una propuesta de lectura crítica dirigida a lectores maduros. Desde estos planteamientos han surgido obras de la importancia de Maus (Art Spiegelman), El Eternauta (H.G. Oesterheld y Francisco Solano López), Adolf (Osamu Tezuka), Paracuellos (Carlos Giménez), From Hell (Alan Moore y Eddie Campbell), El grito del pueblo (Jacques Tardi), Trazo de tiza (Miguelanxo Prado), Valentina (Guido Crepax), No pasarán (Vittorio Giardino), Persépolis (Marjanie Satrapi), Palestine (Joe Sacco), etc. 


De esta manera, la historieta se ha construido como un artefacto de memoria colectiva capaz de trasmitir las preocupaciones que subyacen al artista, e impregnar la obra de una mirada responsable sobre el entorno. Como también lo han hecho la literatura, la pintura o el cine, el cómic ha mostrado su vigor subversivo en el momento de plantear interrogantes, cuestionar y desestabilizar, y algunas manifestaciones similares, como el humor gráfico, la viñeta o recientemente los memes o montajes de internet, tienen el plus de alcanzar a un público más amplio, lo que los constituye como un soporte idóneo para la reflexión sobre algunos hechos históricos, procesos traumáticos o temas sociales. 


En el congreso Cómic y compromiso social, que se realizará en Valencia (España) del 18 al 20 de noviembre de 2015, se pretende discutir sobre la capacidad de la historieta para representar los cambios sociales, políticos y culturales. En base a ello se plantean las siguientes líneas temáticas, como campos en los que inscribir las aportaciones de los ponentes y como posibilidad de abrir un debate que contribuya a la evolución de los estudios científicos de la historieta: 
- La construcción identitaria a partir de la historieta; 
- La historieta testimonial; 
- El humor gráfico y la política; 
- La transición española dibujada;
- Viñetas del exilio;
- La historieta y el uso público del pasado;
- Géneros y fronteras entre el dibujo y la palabra; y
- Sátira, libertad de expresión e incidencia social. 


Las comunicaciones presentadas deben ser inéditas. Cada ponente tendrá 20 minutos para su exposición. Los interesados pueden enviar sus propuestas a comicycompromisosocial@gmail.com
Los resúmenes no superarán la extensión de 300 palabras. 
La fecha límite para el envío de propuestas es el 15 de julio de 2015. 
Cuota de inscripción para comunicantes: 50€. 
Cuota de inscripción para asistentes con certificado: 20€. 


Comité Científico: Álvaro Pons (Universitat de València), Antonio Altarriba (Universidad del País Vasco), Jesús Jiménez (Universidad de Sevilla), Joan Oleza (Universitat de València), Marie Linda Ortega (Université Sorbonne Nouvelle - Paris 3), Raquel Maciucci (Universidad Nacional de La Plata). 
Comité Organizador: Antonio Martín (Universidad Complutense), David Guinart (Universitat de València), Javier Lluch (Universitat de València), José Martínez Rubio (Università di Bologna), Luz C. Souto (Universitat de València), Violeta Ros Ferrer (Universitat de València). 

Más información: 
Sitio web del Congreso

viernes, 20 de febrero de 2015

TINKER BELL Y LA BESTIA DE NUNCA JAMÁS: LAS APARIENCIAS ENGAÑAN

Tinker Bell y la Bestia de Nunca Jamás. Director: Steve Loter. Protagonistas (versión original): Mae Whitman (Tinker Bell), Ginnifer Goodwin (Fawn), Rosario Dawson (Nyx), Lucy Liu (Silvermist), Raven-Symoné (Iridessa), Megan Hilty (Rosetta), Pamela Adlon (Vidia) y Anjelica Huston (Reina Clarion), entre otros. Protagonistas (versión traducida): Chrystine Bird (Tinker Bell), Karla Falcón (Fawn), Verónica López Treviño (Nyx), Mireya Mendoza (Silvermist), Leyla Rangel (Iridessa), Romina Marroquín Payró (Rosetta), Carla Medina (Vidia) y Gabriela Michel (Reina Clarion), entre otros. Guionistas: Steve Loter, Tom Rogers, Robert Schooley, Mark McCorkle, Kate Kondell, basado en personajes y situaciones creados por J.M. Barrie. Disney. EE.UU., 2014. 

Tercera película de Campanita que estrenan desde que abrí este blog. Y tercera película de Campanita que voy a ver al cine con mi hija desde que abrí este blog. Y no sólo una vez, sino dos, porque mi hija quiso invitar a dos amiguitas distintas, en dos días distintos. Y nosotros, padres condecendientes al mango, no supimos ni quisimos llevarle la contra. Así que decidí enfrentar Tinker Bell y la Bestia de Nunca Jamás (Tinker Bell and The Legend of the NeverBeast, 2014) con la mayor capacidad zen que pudiera caber en mi amorosa resignación. 


Estrenada en cine a fines del año pasado en Inglatera y a punto de ser editada en DVD en los EE.UU. (donde sale a la venta en marzo), Tinker Bell y la Bestia de Nunca Jamás se despega de las anteriores entregas de la serie al dar un bienvenido y necesario volantazo a la reiterativa saga de las haditas escindidas de Peter Pan (El secreto de las hadas y Hadas y Piratas). No se escapa del básico y altamente previsible entretenimiento infantil, pero apela a herramientas discursivas que la Tierra de Nunca Jamás parecía tenerles reservadas al género masculino, principalmente la aventura, el suspenso y una dosis de terror. 


Con Campanita relegada a un espacio periférico de la trama, el peso del relato cae en las alitas de Fawn, hada de los animales; Nyx, la líder de un equipo de militarizadas hadas ninja; y la Bestia del título, que disparará el dilema ético del filme, el de dejarse (o no) llevar por las apariencias. Y con un nervio narrativo cercano al del género superheroico y la ciencia-ficción apocalíptica, propone (y expone) la posibilidad de que las hadas decidan por sí mismas, aprendan por sí mismas y hasta se equivoquen por sí mismas. Que no deja de ser una eficiente metáfora del crecimiento, apelando a la mediación entre el corazón y el cerebro, el sentimiento y el pensamiento, la intuición y la razón. 


Las apariencias engañan; y las creencias instaladas lo llevan a uno a ejercer el malicioso prejuicio. De eso trata la historia escrita y dirigida por Steve Loter; y esa es la enseñanza que me llevo de la sala atiborrada de chicas eufóricas. Incluso después del final, sensiblemente atípico para cualquier producción Disney, sobre todo en lo concerniente a las formas de tramitar emocionalmente las pérdidas. La Tierra de Nunca Jamás podrá seguir siendo el último reservorio de inocencia, pero ahora ganó un toque de oscuridad que le da otro brillo al iridiscente polvo de hadas. 
Fernando Ariel García

jueves, 19 de febrero de 2015

ANNIE: POBRE HUERFANITA

Annie. Director: Will Gluck. Protagonistas: Jamie Foxx, Quvenzhané Wallis, Cameron Diaz (Hannigan), Rose Byrne y Bobby Cannavale, entre otros. Participación especial de Michael J. Fox, como él mismo. Guionistas: Will Gluck y Aline Brosh McKenna, en base a la historieta Little Orphan Annie, de Harold Gray; y la comedia musical Annie, de Thomas Meehan. Marcy Media / Olive Bridge Entertainment / Overbrook Entertainment / Sony Pictures Entertainment / Village Roadshow Pictures. EE.UU., 2014. 

Una porquería. Sincerémonos de entrada, que a este tanque hollywoodense ni mella le hará esta crítica desinteresada. Es cierto que no me gustan los musicales; y que la historieta original me sigue pareciendo tan sobrevaluada como rancia en su patetismo conservador, telenovelero y lacrimoso. Es un clásico del noveno arte, estamos de acuerdo, pero nació vieja, sigue vieja y (supongo) morirá vieja, aunque la pequeña huerfanita Annie se mantenga siempre por debajo de la pubertad. Y este modelo cinematográfico 2014 respeta esas premisas grabadas a fuego en el cómic y reproducidas en el musical de Broadway que se hizo película (y por John Huston, me quiero matar!!!!) y remake televisiva y qué se yo cuántas cosas más.


Una porquería. Y si era realmente innecesario este insufrible rehecho, más innecesario y gratuito se me antoja el cambio racial de los protagonistas principales, Annie y Will Stacks (nuevo nombre para el viejo Oliver “Daddy” Warbucks, dicho sea de paso), aquí protagonizados por las estrellas de color Quvenzhané Wallis y Jamie Foxx, respectivamente; sobre todo porque esta radical modificación no le agrega ninguna dimensión nueva a la historia y reduce el aporte de la cultura afroamericana a unas notas de Rythm & Blues


Una porquería. Fábula menemista de niños pobres con alegría, adultos millonarios con tristeza y rubias malas que en el fondo (muy en el fondo) son más buenas que el pan (y están tan buenas como Cameron Diaz, porque se trata de Cameron Diaz). Semejante mamotreto sentimentaloide nunca busca despegar de la consabida historia de superación personal y redención ética de los ricachones que viene arrancando lágrimas y mocos desde la Gran Depresión.


Una porquería, esta Annie (2014) resulta demasiado sobreactuada, demasiado predecible, demasiado caricaturesca, demasiado acaramelada, demasiado pasada de moda, demasiado falsa y demasiado cantada (al menos, para mi gusto). 
Una porquería, por si no quedó claro. 
Fernando Ariel García

AL CINE CON AMOR: LA VIDA MISMA, A 24 CUADROS POR SEGUNDO

Al cine con amor. Director: Steve James. Testimonios de: Roger Ebert, Martin Scorsese, Werner Herzog y Steve James, entre otros. Guionista: Steve James, parcialmente basado en el libro de memorias Life Itself, de Roger Ebert. Film Rites / Kartemquin Films / CNN Films. EE.UU., 2014. 

Si es cierto que el cine es la reproducción a escala de la vida, entonces la vida de un hombre, con todos sus ascensos y caídas, sus logros personales y profesionales, las marchas y contramarchas en base a decisiones acertadas y equivocadas, los golpes del destino y el precio a pagar por seguir el camino de sus obsesiones, debería conformar (como mínimo) una gran película. Y si resulta que ese hombre es, además de todo, amante del cine, crítico por vocación y elección, una de las voces culturales más influyentes de los EE.UU. y un personaje con personalidad pública arrolladora y pasional como Roger Ebert, el resultado debería ser una joya del séptimo arte. 


Y, en parte, Al cine con amor (Life Itself, 2014) lo es. Sobre todo cuando el documental de Steve James asume que debe dejarse intervenir y modificar por la acción de esa vida misma a la que alude el título original, que en el caso de Ebert significa lidiar con la aparición de un cáncer de tiroides, el notorio deterioro de su condición humana y su ulterior muerte. Todo ello en medio de un rodaje que hizo materia cinematográfica de esas volteretas incomprensibles (emocionalmente inabarcables) que la existencia se empeña en poner en el camino de algunos grupos familiares. 


La lucha contra la enfermedad es devastadora; y el documental lo muestra con una crudeza abominable, exigida por Ebert aunque sea difícil de tolerar. Y si se salva de caer en la gratuidad visual (que se salva) es sólo por la testarudez del crítico en mostrarnos los enormes resquicios de dignidad que el cáncer le va quitando a dentelladas secas y calientes. Enhebrando el paso de esos días, una serie de entrevistas y mucho material de archivo van reconstruyendo el pasado común de Ebert con el cine estadounidense (e internacional) de los ’60 y ’70, de Russ Meyer a Martin Scorsese y de Ingmar Bergman a Werner Herzog; de su premio Pulitzer y de la influencia de sus críticas sobre el masivo público de la televisión y la prensa gráfica; de la soledad y el uso abusivo del alcohol al matrimonio redentor de tanto vacío interno. 


No creo haber visto una película sobre el rol de la prensa en la industria cinematográfica; ni sobre el lugar del crítico como mediador cultural con responsabilidad directa en la formación de los gustos y las elecciones sociales; ni una valoración subjetiva sobre el arte (y el negocio) de emitir opiniones. Aunque, pensándolo bien, Al cine con amor también es todo eso. Pero desde un lugar transversal y convergente. La vida misma, a 24 cuadros por segundo, es el tema excluyente del documental. Y lo bien que hace. 
Fernando Ariel García

CHARGES de LAILSON


La Escuela de Samba Beija-Flor (Colibrí), campeona del carnaval de Río de Janeiro en 2015, recibió cinco millones de dólares desde el gobierno de Guinea Ecuatorial. Para aplaudir a este país, que es uno de los más pobres del África. 

TEBEOSFERA ENTREVISTA A LOS AUTORES ENCARGADOS DE RELANZAR LAS AVENTURAS DE CORTO MALTÉS

(Información de prensa) Tebeosfera presenta en primicia mundial un documento de excepción, la transcripción del encuentro con el guionista Juan Díaz Canales (Blacksad) y el dibujante Rubén Pellejero (Dieter Lumpen), conducido por Jordi Ojeda, durante las IX Jornadas Comiqueras Madrid 2014 organizadas por FNAC y SD, el pasado mes de diciembre. Se trata de la primera ocasión, desde el anuncio de la recuperación del personaje de Corto Maltés el pasado octubre, que los dos autores se encontraron a la vez en el mismo escenario hablando sobre el proyecto. 


En la larga entrevista, de hora y media de duración, los autores realizan repaso muy exhaustivo al proceso creativo y a la cronología del proyecto, que tiene prevista su publicación en octubre de 2015. Se trata de la trigésima aventura del personaje, la primera tras la desaparición de su autor, Hugo Pratt, hace ya veinte años. 


El documento esta disponible aquí.

LAS GRANDES ENTREVISTAS DE SONASTE MANECO: OSWAL (1933-2015. IN MEMORIAM)

(Por Fernando Ariel García) Oswal (Osvaldo Viola), historietista creador de Sónoman y uno de los más reconocidos docentes de la Argentina, falleció el pasado 13 de febrero. Había nacido en 1933 y, tras finalizar sus estudios secundarios comenzó su aprendizaje autodidacta del dibujo, apoyado en un curso por correspondencia. Un año después, en 1954, ya estaba trabajando en el campo de los dibujos animados y la publicidad, mientras colaboraba con El Hogar y otras revistas de interés general. 


Tras su paso por las revistas de Editorial Frontera, ilustrando algunos episodios del Ernie Pike guionados por Oesterheld, estalla cualitativamente en las páginas del semanario infantil Anteojito, donde adapta clásicos de la literatura universal y, a partir de 1966, estrena las aventuras de Sónoman. Además del superhéroe con el poder músico-mental, a lo largo de su fructífera carrera Oswal publicó Consummatum Est (guión de Yaqui), Big Rag y Lejos Pratt (ambas con Carlos Albiac), Mark Kane (Linton Howard), Buenos Aires, las Putas y el Loco (Ricardo Barreiro), y una serie de negros unitarios escritos por Enrique Sánchez Abulí, publicadas en Chaupinela, Skorpio, Cóctel, Satiricón, Trix, la española Cimoc y la italiana L'Eternauta, entre otras clásicas revistas del noveno arte. 

Homenaje de Fernando Calvi

En marzo de 1991, junto con Panda, tuve el enorme placer de entrevistarlo para el fanzine Poco Loco. Una charla centrada en Sónoman y que, a manera de homenaje, reproducimos a continuación.

Homenaje de Sebastián Dufour

Sábado al mediodía. Bajando por la calle Lavalle, llegamos a la escuela de Garaycochea. A Oswal lo encontramos en el bar de la academia, picando algo durante un intervalo de su clase. Le preguntamos si podíamos hacerle un reportaje y gustosamente nos dijo que sí. Dio comienzo a la segunda parte de su clase (dibujo con modelo vivo) y nos condujo a un saloncito vacío donde, entre calcomanías de Astérix, viejos afiches de la ADA y posters de Walt Disney, se desarrolló el siguiente diálogo. 
¿Cómo nació Sónoman? 
Sónoman nació por encargo de García Ferré. Sus puntos de contacto con Superman son producto del desgano con que tomé la cosa al principio. Yo no quería dibujar superhéroes, no me interesaba. Pero como sí me interesaba trabajar, no lo pensé mucho y me pregunté. ¿Cómo puede ser un superhéroe? Como Superman. Finalizado el primer episodio descubro las grandes posibilidades que Sónoman me ofrecía para jugar con una fantasía total; y entonces tuve que rehacer todo lo andado, descartar la personalidad secreta y todo lo tradicional al género para ir a otro tipo de relatos, mucho más humanos. Sónoman se transformó en una excusa para presentar y desarrollar a los personajes secundarios, inspirados generalmente en gente conocida. 


Bueno, si bien hay similitudes con Superman también hay grandes diferencias. En algunos momentos, Sónoman se cuestiona y se siente inferior al ser humano común. Cosas así no eran muy comunes en esa época en el comic-book norteamericano de superhéroes (de la DC). 
Sónoman se publicaba en una revista específicamente dedicada a un público infantil, lo cual para mí era una gran responsabilidad. El chico que leía Sónoman vivía en una familia. A mí me parecía algo terrible que el chico, en su inocente fantasía infantil, llegara a creer que cualquier superhéroe era superior al padre. Realmente, el que hace el mérito, el que lucha, el que se desloma laburando, el que merece ser premiado es el padre y no un superhéroe cualquiera que no hace nada. Eso es lo que intentaba decirle al chico. 


¿Por qué un poder músico-mental? 
A mí siempre me gustó la música, me parece una expresión artística sublime. De chico se me ocurrió la idea de un personaje con poderes derivados de la música, pero quedó aechivada en algún lugar de mi memoria. Cuando García Ferré me pide un superhéroe, yo me desilusiono mucho porque estaba enganchado con historias más humanas, tipo David Copperfield. Así que, dispuesto a trabajar; y para no perder tiempo pensando, recupero la idea del héroe con poderes músicomentales y lo bautizo Sónoman. 


Sónoman escapa de las características argumentales que regían al género durante los ’60. ¿Cómo elegía los temas y desarrollaba el guión? 
La característica norteamericana era explotar al máximo al personaje principal, cosa que a mí no me interesaba. Lo que sí quería era desarrollar los personajes secundarios y, mediante ellos, contar historias que atraparan a un lector adulto por su contenido y a un lector infantil por su forma. Es un poco una mezcla, no? Fantasía y realidad, nombres extranjeros y ambientes nacionales. En Sónoman me interesaba contar historias de las llamadas “menores”. Para mí es algo fantástico poder entretener al individuo que viene cansado de trabajar o que quiere leer algo “liviano” tras haber concluido la lectura de un libro. No todo lo que uno lee tienen que ser historias “mayores”. Personalmente, cuando quiero leer “en serio” acudo a un libro; y en los momentos en que quiero entretenerme busco algo más “liviano”. No veo por qué las lecturas tienen que tener un nivel intelectual alto para valer; vale porque me entretiene, me distrae, me distiende. No hay que tener prejuicios. 


Todas las historias de Sónoman parten de lo emocional, de deseos míos. Hay una aventura en la cual Sónoman viaja al pasado y encuentra a Charles Dickens. Ese es un sueño mío. Poder estar con Dickens. Poder estar en ese teatro que se llenaba para poder oírlo leer. Una de las cosas que a mí me fascina es escuchar a la gente que sabe leer; y dicen que Dickens lo hacía tan maravillosamente que llenaba el teatro. Siempre hubiera querido oírlo. No lo hice yo, pero lo hizo Sónoman. Creo que por ese elemento emocional, las historias de Sónoman llegan al lector. Por otra parte, hay algo que es esencial: Tenés que creer en tus personajes. Y ojo, que esto no es cuento. Todo lo que pensás y sentís en el momento de trabajar, lo transmitís. ¿Cómo? No sé, no me lo preguntes. De tanto creer en tus personajes llega un momento en que ellos dominan la acción y tuercen las historias que les tenías pensadas. En ese instante tenés que dejar que el personaje haga su vida y limitarte a seguirlo. Si el lector lo entiende y lo recibe, es porque lo estabas sintiendo. Si sos necio, borrás todo y hacés exactamente lo que habías previsto y calculado mentalmente. El resultado sería una cosa fría y estúpida. 

Historieta publicitaria para una marca de mermeladas

¿Anteojito le condicionaba los argumentos? 
No puedo decir que me condicionaran los argumentos de forma premeditada, pero en Anteojito había muchos prejuicios que partían de su autocensura. Por ejemplo, Sónoman no podía enamorarse, algo terrible y completamente antinatural. Ninguna mujer podía besarlo o darle las gracias. A la Condesa Dómina tuve que cambiarle el nombre (en este momento no me acuerdo cuál era el original) porque les parecía que tenía connotaciones con el ciclo menstrual femenino. Lo que sí me pedían en Anteojito era que incorporara cuestiones didácticas en el medio de las aventuras, que generalmente aparecían como apuntes del Cuaderno de Notas de Sónoman

Stevenson & Co., buscadores de tesoros, con guión de Carlos Trillo

Pero todas estas limitaciones surtieron efectos positivos en mí. Me enriquecieron. Está bien, Sónoman no podía enamorarse, pero en algún lugar estaban él y ella (muy separados) bajo la luz de las dos lunas del planeta. En los cuadritos siguientes los personajes ya no aparecían y las dos lunas se juntaban. Al terminar el capítulo, la Princesa se separaba de Sónoman (porque había sido coronada Reina) y lloraba. Cuando el cortejo se alejaba, Sónoman ponía la mano en el suelo, justo en el lugar en que había caído la lágrima. Esas son riquezas que surgen de la imposibilidad cuando buscás expresarte. Si no me lo hubieran prohibido, a lo mejor se dan el último beso, algo mucho menos original. Siempre hay que trabajar con algunas limitaciones, evitan que uno se acomode y lo obligan a crear. 

Nisbi, tragedia en ritmo de tango para Cóctel

¿Cómo ve hoy día su trabajo en Sónoman? 
Tiene muchos altibajos. Date cuenta de que yo me hice como historietista en esas páginas. Como era prácticamente mi debut; y no vivía de los cómics, me daba el lujo de tener poca producción, trabajarla como si fuera para el King Features y cobrarla como si fuera para Poco Loco (risas). En serio, entre la primera y la última página de Sónoman está toda mi formación. Vos sabés que en mí hay mucho de literato, de escritor que se expresa con dibujos, pero no de dibujante. Siempre me molestó que me dijeran: “Qué gran dibujante que sos, Oswal”. Para mí ese no es ningún cumplido, a mí me interesa llegar a ser un buen historietista. 


¿Le molesta que lo comparen con Will Eisner? 
No, nunca tuve problemas. Me acuerdo que yo recién había empezado; y Hugo Pratt me dijo: “Siempre en todo comienzo hay suerte. Si algo te inspira, toma de ello todo lo que te sirva y exprésate. Yo no lo hice con (Milton) Caniff, acaso?”. No estoy a favor de las copias, sino de los buenos originales. Creo que hay que absorber los distintos elementos foráneos y recrearlos con códigos propios, como Mozart hizo con Bach. Esa es la continuación de un estilo o una escuela, son influencias que uno traslada a otros terrenos.


En 1975, Sónoman gana su propia revista. ¿Qué pasó que sólo salieron dos números? 
Pasó el Rodrigazo. El tercer número estaba terminado y armado pero no se imprimió porque, a la venta al público, hubiese costado más que la revista Gente. No lo hubiese comprado nadie. 


No anduvo como revista pero funciona como restó-bar en Fitz Roy 1655, Ciudad Autónoma de Buenos Aires (no es chivo)

En el segundo número se anunciaba el debut de una nueva serie: Chicoluz y el León Sabio. ¿En qué consistía? 
Chicoluz es una antigua idea mía, que se llamaba De susto en susto. En un momento dado la trabajé con Carlos Albiac, que le realizó algunos cambios y después la continué solo. Básicamente era la historia de un chico que iba de susto en susto. Al león lo puse como acompañante porque esos animalitos son muy lindos de dibujar. Al principio, Chicoluz iba a aparecer en el Anteojito junto con Sónoman. Cuando me abro para sacar la revista, García Ferré me dice “no va más” y Chicoluz fue a parar a La Urraca, donde al final tampoco salió. Todavía está inédita. 


¿Por qué cambió Sónoman en Humi, la revista infantil desprendida de Humor?
Primero y principal, el Sónoman de Humi apareció en los años ’80. Yo ya no era el mismo del Sónoman de Anteojito de los ’60, mis emociones tampoco. Lo de Humi fue una búsqueda personal que no llegó a realizarse porque la revista estaba dirigida a lectores más chicos que los de Anteojito. En Humi no podía excederme porque corría el peligro de que el chico no me entendiese. Hubo un intento por escapar a ciertas fórmulas y tics a los cuales me había obligado Anteojito, pero no caminó. Yo mismo nunca estuve convencido del asunto de la flauta del coya Atahualpa, que en esta versión cumplía el rol que Chingololo cumplía en el Anteojito



Al volver al Anteojito, Sónoman es el personaje clásico, como si el Sónoman de Humi no hubiera existido. ¿Por qué? 
Para mí, esa búsqueda que encaré en Humi no daba para más. Ya no tenía sentido. En esa época me interesaba trabajar el formato de la tira diaria. Incluso llegué a pensar en Sónoman como una tira diaria. Si te fijás bien, vas a ver que el primer cuadro de cada tira es reiteración de lo anterior. 

Sello postal emitido por el Correo Argentino en 2003

¿Tuvo ofertas u oportunidades para publicarla en tira diaria? 
No. Bueno, en realidad yo tampoco me moví mucho que digamos; y cuando lo hice, solamente fueron tanteos tímidos. Lo preparé en ese formato porque siempre me gustó y porque quería manejarme con una tira diaria. La anterior que había hecho (Mark Kane, detective de Hollywood) se cortó después de sesenta tiras. Esta obra me gustaba mucho porque Linton Howard, el guionista, manejaba muy bien el idioma propio de la historieta.


¿Cómo aterriza Sónoman en Teatro de Papel, serial que publicaba El Parachicos, suplemento infantil de la revista Esquiú Color, en 1986? 
Teatro de papel es eso: Teatro, siempre una actuación distinta. Me gustó mucho realizarlo porque tenía gran cantidad de historias para contar y puse todo lo que se me ocurrió. Fue mi homenaje al Thimble Theatre de Segar. Sónoman se integra a la tira como un personaje más. La idea era ir transformándolo paulatinamente en el protagonista principal, pero la cosa se pudrió y no funcionó más. 


¿Cómo sería Sónoman hoy (por 1991)? 
Lo repensaría un poco. Me imagino que lo haría para adultos, sin censura, incluyendo violencia y erotismo siempre y cuando estén muy justificados en el argumento. Digo para adultos por las temáticas que abarcaría, buscando hacer pensar y no dar soluciones. Hoy estoy convencido de que a la obra no hay que cerrarla nunca. 

La carnada, violento unitario escrito por Sánchez Abulí

¿Qué hay de cierto tras la leyenda del traspaso fílmico de Sónoman? 
Mucho. Alguna vez se pensó hacer una serie de dibujos animados para la TV. Esa canción que canta Chingololo en las historietas (¡Es Sónoman!... ¡Es Sónoman! ¡Es Sónoman y su poder músico mental! ¡Con sus sonidos triunfa siempre… Siempre triunfa Sónoman! ¡Es valiente… Y es audaz! ¡Es Sónoman!) fue la letra del boceto de jingle musicalizado por Quique Viola, un tipo genial. Yo, particularmente, había pensado en un largometraje que combinara el dibujo animado y la imagen real. Allá por el ’68, más o menos, me pregunté cuál sería, a mi parecer, el director ideal para ese proyecto. Leopoldo Torre Nilsson, me contesté. Así que busqué el número telefónico de su estudio en la guía y lo llamé. Sabiendo que no iba a conseguir nada, imaginate mi sorpresa cuando levantan el tubo y me atiende él en persona. Yo no sabía qué hacer, así que le comenté la idea. Él se interesó un montón y quedamos en volver a contactarnos. Como yo no entendía nada, no lo llamé más. Después, Torre Nilsson murió y mi proyecto personal se fue al tacho. Otra cosa que imaginé, pero nunca hice, fue componer una ópera sobre Sónoman con música de Piazzolla. 

En Comfort y música para volar (1996), Soda Stereo le dio cuerpo sonoro a Sónoman
¿Por qué no prosperaron esos proyectos? 
Por problemas económicos, por qué va a ser? 
¿Hay alguna idea de reeditar Sónoman? 
Muchas veces me lo han propuesto y a mí me gustaría. La última vez tuve una oferta de Bruguera española y, justo cuando nos estábamos poniendo de acuerdo, Bruguera quebró. 


A partir de 2010, Ediciones de la Flor comenzó a reeditar Sónoman en formato libro a todo color 

¿Sónoman se publicó en el extranjero? 
No, pero hay un grupo de coleccionistas italianos que lo conocen de Anteojito y lo llaman “El Superhéroe Sudamericano”. Dentro de poco voy a Italia justamente para hablar de Sónoman. No quiere decir que pase algo pero… 
Entonces, podemos decir que la saga de Sónoman todavía no terminó. 
Y ojalá no termine nunca. El día que culmine termino yo también.