lunes, 14 de marzo de 2011

RIGOR MORTIS: NOSOTROS SOMOS LOS MUERTOS

Si es cierto lo que afirman, que tenemos sólo una vida para vivir; también debe ser verdad lo que demuestra el Chelo Candia en este libro, que hay una cantidad enorme de muertes. Tanto en el espacio real como en el figurado. Veamos: Muertes injustas, clandestinas, aberrantes, evitables, buscadas y alcanzadas. Naturales, antinaturales y hasta naturalizadas. Esta presencia constante y casi saturadora de sentidos, aparece resuelta en las páginas de Rigor Mortis (que antes fueron tiras y chistes publicados semanalmente en el blog Historietas Patagónicas) a través del humor, en sus vertientes social, costumbrista y hasta político, con una mirada poética, negra y encantadoramente tierna.
Hay algo en la mirada de Candia que se me emparenta con la concepción mexicana de ese estadío absoluto que pareciera ser la muerte. No hay temor (ni reverencial ni de otro tipo), no hay incertidumbre ni veneración. Ni amor ni espanto. Sí un gran respeto, distintos niveles de comprensión y una carga empática que se asemeja a la hermandad. Tal vez porque la muerte (o las muertes, debería decir), aparecen retratadas como sufridos laburantes de una lógica místico-religiosa que no siempre comparten y, a veces, se les hace realmente intolerable. Una muerte cansada (asqueada es la palabra que usa Candia) de su trabajo segador. Una muerte capaz de llegar al suicidio. Otra capaz de embarazarse y engendrar vida. Y un montón más haciéndole un piquete a Dios.
La humanización de la muerte no es un recurso nuevo en ningún estilo de narrativa. Pero Rigor Mortis va un pasito más allá. Las muertes ganan un entorno familiar, un espacio de contención que le quita peso dramático a ese paso trascendental que es el irse para no volver. Lo vuelve algo cotidiano, parte de la cultura y la tradición con que decidamos mirarla a la cara.
Candia tiene una pasmosa capacidad de síntesis. Y en Rigor Mortis brilla (me animo a decir) aún más que en sus trabajos políticamente más comprometidos. Disparando instancias de pensamiento y reflexión, diversos niveles de lectura, creciendo hasta escaparse de las fronteras impresas de la viñeta. Con mucha poesía y sin golpes bajos, la muerte termina siendo, al final de todo, una emoción de la inteligencia.
Fernando Ariel García
Rigor Mortis
Autor:
Chelo Candia
68 páginas en blanco y negro
La Duendes
ISBN: 978-987-25280-1-0
Argentina, noviembre de 2009

1 comentario:

  1. Creo que hace mucho no leía una crítica tan copada, esa es la palabre. Felicitaciones Chelito!
    PD: no sé por qué aparece la dirección de mi hijo Teby, pero el comentario es mío: Priscila

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