GREEN HORNET Nº 1: EL VUELO DEL MOSCARDÓN

Hay algo que no funciona con las historietas del Avispón Verde. O, al menos, hay algo en las historietas del Avispón Verde que no cuaja con mi visión. No voy a tomar en cuenta a los cómics de la Edad Dorada, porque si bien el Avispón Verde nació como serial radiofónico en 1936 (saltando bastante rápidamente a las páginas impresas y la pantalla grande), el único Avispón Verde que reconoce mi nostálgico corazón de niño es el de los años ’60. El de la serie televisiva con Van Williams (Britt Reid/Avispón) y -de pie, por favor- Bruce Lee (Kato), la otra joya de la corona que inventaron los creadores del Batman de Adam West. Dos héroes mucho más pesados que el Dúo Dinámico; y que hasta se dieron el lujo (y nos dieron el gusto) de cruzar un par de puñetazos y patadas ninja con el Hombre Murciélago y Robin en un legendario episodio doble del Detective Encapotado.

Retomo la idea primera. Lo que no funcionó en los cómics de Gold Key (1967, leídos en la Argentina a través del Domingos Alegres de la mexicana Novaro) es lo mismo que no funcionó en los de Now Comics (1989-1993, algunas bellísimas portadas a cargo de Steve Rude, Neal Adams y James Steranko); y es lo mismo que no funciona en el intento cosecha 2010 de Dynamite Entertainment. Más allá de cómo luzca, la dinámica del Avispón Verde no es la del superhéroe sino la del policial. Y si es policial negro, mucho mejor. No en vano una de las características prototípicas del personaje es su enfrentamiento al crimen organizado, a las mafias que corrompen los cimientos de la sociedad, haciéndose pasar por un criminal ante los ojos de la opinión pública.

En este Green Hornet Nº 1, el guionista y director cinematográfico Kevin Smith inicia la adaptación del argumento que él mismo escribiera en 2004 para una película del Avispón que nunca se filmó. Y no todos son puntos en contra. Dejemos de lado el enfoque superheroico, hagamos de cuenta que Smith tiene razón (que tal vez la tenga, por qué no?) y aceptemos que el Avispón puede andar saltando por ahí como un émulo del Hombre-Araña. Lo más interesante del trabajo de Smith, entonces, queda en la atención puesta al tema del legado familiar, del manto heroico pasado de generación en generación. Después de todo, el Avispón Verde original (el de la radio), aunque la mayoría de las versiones posteriores lo hayan obviado, era el sobrino nieto del Llanero Solitario.

El problema radica en que, a medida que avanzamos en la lectura, ya sabemos cómo va a terminar todo. Con un nuevo Avispón Verde (el hijo de Britt Reid y su esposa Janet) y un nuevo Kato (que, de acuerdo con los adelantos, va a ser una mujer). Pero ese es el futuro, cuando la historieta arranca lo hace contando la última aventura del Avispón Verde de la serie televisiva, tras cinco años de acción encubierta. Chistes de por medio y escenas varias que se suponen de acción, rota la posible fusión entre la mafia italoamericana y la yakuza japonesa, los héroes deciden retirarse. Y tras un conveniente salto temporal, conocemos a Britt Reid hijo, un niño bien con cierto grado de fama, mantenido por su padre, perseguido por los paparazzi y a punto de romper con su pareja. De cómo siente cabeza, abrace las responsabilidades y se calce el sobretodo verde, seguramente, tratarán las próximas entregas. Sabiendo de qué va la cosa, que el cómo se la cuente sea algo rutinario, poco creativo y directamente chato, no ayuda. Es cierto que empardar el concepto de acción y coreografía visual que resume el nombre de Bruce Lee es una tarea titánica, pero en la primera página queda más que claro que Jonathan Lau no es el hombre indicado para semejante proeza.

Dirigida principalmente al consumidor de historietas antes que al lector, Green Hornet Nº 1 es la punta del iceberg con el que Dynamite planea exprimir la licencia que espera explotar cinematográficamente el próximo 25 de junio. Y de allí que esta entrega haya aparecido con ¡¿quince?! portadas distintas, anticipando también la salida de otra revista protagonizada por un Avispón Verde del futuro, de otra por el Avispón de la Segunda Guerra mundial, de otra dedicada a Kato (y con la incorporación de un ¡¿Avispón Negro?!); y de otra más dedicada al Kato de la Segunda Guerra mundial.

Demasiado esfuerzo para tan poco. El verdadero Avispón Verde está acostumbrado a volar alto y picar con fuerza. El de Dynamite, apenas si carretea.
Fernando Ariel García

Green Hornet Nº 1
Guión: Kevin Smith
Puesta en página: Phil Hester
Dibujos: Jonathan Lau
Color: Ivan Nunes
Editor: Josh Jonson
32 páginas a todo color
Dynamite Entertainment
ISSN: 7-25130-13706-7