Hans, o cavalo inteligente. Polvo. “El caso aquí presentado tiene su origen en una historia verídica que se remonta a los inicios del siglo XX. En 1904, un caballo causó gran revuelo entre la comunidad científica europea al resolver problemas matemáticos de cierta complejidad. Ese caballo era Hans y pertenecía al frenólogo W. von Osten. Creyendo haber abierto la puerta de comunicación con el mundo animal; y para orgullo de su dueño, Hans fue objeto de estudio por parte de una comisión extraordinaria de peritos, la Hans Kommission, liderada por el ministro prusiano de Educación, Dr. Studt. Efectivamente, el caballo exhibía capacidades fuera de lo común: Respondía, golpeando el suelo con una pata, las preguntas que se le hacían en alemán. Y acertaba. Esta comisión concluyó que no había fraude en el desempeño de Hans, siendo genuinas sus facultades”. Por Miguel Rocha.
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