martes, 18 de mayo de 2010

LAS GRANDES ENTREVISTAS DE SONASTE MANECO: FRANK FRAZETTA (1928-2010)

Frank Frazetta, el ilustrador que definió la imaginería gráfica del género fantástico, falleció el lunes 10 de mayo en Fort Myers, Florida, EE.UU. Su dibujo elevó a la categoría de arte infinidad de cómics, afiches cinematográficos, discos y portadas de novelas populares. Conan, Tarzán y Flash Gordon son algunos de los personajes modificados por su magia. Podríamos escribir un largo texto de despedida, pero preferimos homenajearlo reproduciendo íntegramente (aún con las fallas periodísticas que carga) la entrevista exclusiva que pudimos hacerle a principios de 1986; y que se transformó en la nota central del cuarto número de Akfak (abril de 1986), el fanzine que con muchas más ganas que profesionalismo hacíamos Fernando Ariel García, Hernán Ostuni y Ricardo García en aquellos años mozos.
Sombras. Nada más. Un murmullo de seda y oro. La cadencia de una mujer flotando en el aire. El bárbaro acecho de la muerte. Es él: Frank Frazetta. Con F de Fantasía Heróica.
¿Cuándo comenzó a dibujar?
Muy joven, a los tres años. Por supuesto que eran dibujos imperfectos, pero ya tenían toda esa carga, esa “fuerza” característica del estilo Frazetta.
O sea que ya a los tres años comenzó a descubrir la potencia de un mundo interior muy creativo. El suyo.
Mirá, yo crecí en un barrio muy pobre, consecuentemente muy violento. Todas esas características que vos decís (violencia y erotismo por sobre todas) me fueron “obsequiadas” cuando no las comprendía. Con el correr del tiempo y la ayuda del estudio artístico, mi subconsciente liberó toda esa violencia latente en mí, en mis dibujos. Te aclaro, para dibujar las tapas de Conan no necesité imaginarme ningún tipo de barbarismo, sólo recordé las caras y amenazas de mi barrio. Aún hoy pienso que hasta Conan tendría problemas para sobrevivir en el Brooklyn de esos años. En ese Brooklyn en particular. En el mío.
Volviendo a la parte artística, ¿cuándo y dónde comenzó sus estudios?
A los ocho años comencé a estudiar en la Brooklyn’s Academy of Fine Arts, bajo la tutela del dibujante italiano Michael Falanga, un excelente maestro. El me obligó a trabajar en mis potencias, pero desde dentro de mis potencias mismas. Me hizo conocer todo lo que yo no sabía que estaba dentro mío mientras creía que solamente estaba aprendiendo. ¡Y no señor! En esos momentos yo estaba creando por primera vez. Daba vida a los movimientos, ponía toda esa “fuerza” en las sombras y los colores. Poco después empezaría a trabajar profesionalmente.
Aquí me interesaría hacer una pausa para poder dividir su obra en tres temas: Cómics, ilustraciones y cine. Y saber por qué algunas sí, otras no o muy esporádicamente. ¿Le parece bien?
No querés nada, pero bueno, dale. ¿Con cuál querés empezar?
Con los cómics.
Bueno, a la edad de 16 años comencé a trabajar como ayudante de John Giunta, con quien realicé historias de ciencia-ficción. Más tarde, publiqué Snowman, bajo el nombre de Fritz. En la National Periodical (actual DC Comics) realicé The Shining Knight, historias unitarias para Mystery in Space, portadas para los Alan Ladd Comics y pasé a tinta la serie Tomahawk.
En esa misma época trabajé para Fawcett con Golden Arrow y comencé a colaborar con la editorial EC Comics (la de los Cuentos de la Cripta). Realicé White Indian y, en 1952, Thun’da, King of Congo. En la década del ’50 dibujo portadas para Ghost Rider (personaje creado por Stan Lee) e historietas y un par de ilustraciones de Buck Rogers (que serían utilizadas como tapas) para la revista Famous Funnies. Hasta 1964, que conocí a Jim Warren, no realicé cómics.
En el campo de las tiras para periódicos produje, en 1952, Johnny Comet (que más tarde sería rebautizada Ace McCoy). La serie sólo duró un año, pero me posibilitó conocer a Al Capp, que me pidió ir a trabajar con él por un año. Y estuve nueve junto con Li’l Abner. También colaboré con Dan Barry en Flash Gordon; y con Harvey Kurtzman, Will Elder y Jack Davis (tres viejos amigos) en Little Annie Fannie, para Playboy.
De todos estos trabajos hay alguno que lo atraiga en especial. ¿Y por qué?
Me gustan todos, puse todo lo que tenía en ese momento en la realización de cada uno. Tal vez ejerzan en mí especial atracción The Shining Knight y Thun’da, por acercarse más al trabajo que desarrollé como ilustrador. Por esa mezcla entre extrañeza, erotismo y mitología. Pero también me gustó mucho el tipo de historias de la EC. Por primera vez se contaban horrores realistas y con una calidad imaginativa que no se volvió a ver hasta la salida de Creepy.
… Y no me puedo olvidar de Al Capp, fue un gran maestro.
Ya que habló de EC y Warren, ¿qué significaron esos nombres en su vida profesional?
Me permitieron desarrollar el Frazetta que yo quería desarrollar. Eso pasó con todos los que trabajaban en EC. Cada uno era libre para crear, por lo tanto podía desarrollar su talento en libertad. Creo no equivocarme si afirmo que lo mejor de la historieta está allí. Y allí están los mejores dibujantes y argumentistas de la historieta.
¿Se considera el mejor?
El mejor y el más grande en mi estilo.
¿Por qué?
Porque nadie dibuja o pinta como Frazetta. Sólo Frazetta puede dar ese toque mágico e inigualable en cada pintura. Sólo yo puedo dibujar cómo lo haría Frazetta.
Entonces, ¿todos los demás son malos?
No, son menos buenos que Frazetta.
Jim Warren.
Me posibilitó dar a conocer el trabajo de ilustrador (el que yo realmente quería) en cantidades industriales, sin que perdiera su condición de obra de arte. Porque esas revistas (tanto Creepy como Eerie) fueron verdaderas galerías de arte. Desde exacerbados expresionismos hasta tintes románticos por el módico precio de un par de dólares. Ya quisieran “exponer” así los pintores una vez al mes.
Nuevamente estaba reunido el grupo de “Los Mejores”.
Y con la experiencia EC en las espaldas, lo que nos hizo mejores aún. Si eso era posible.
¿Y Vampirella?
Es la chica Frazetta por excelencia. A quién no le gustaría caer bajo sus garras. Es la seducción de la muerte, el temor a lo desconocido y el amor a la belleza. Es una mujer.
Vampirella nació de una idea de Forrest J. Ackerman (director de Famous Monsters of Filmland, una revista Warren dedicada principalmente al cine de terror y ciencia-ficción), pero toda ella es mía… salvo la ropa, que fue diseñada por Trina Robbins. Pero la sugestión del empleo de esa vestimenta se la debo al método de aprendijaze-enseñanza de Falanga.
¿Qué piensa sobre las historietas? Y, ¿por qué ya no las realiza?
Las historietas son lindas, divertidas, pero son (o deberían ser) más que una sucesión de cuadritos. No es que no me guste dibujarlas o que no esté conforme con lo que hice en ese campo, solamente siento que puedo dar mucho más con lo que en realidad me gusta: La ilustración. Por eso me sentía tan bien trabajando para Warren.
En cuanto al por qué hoy no hago cómics, mirá… más bien tendrías que preguntarme por qué alguna vez los hice si, como género, nunca me gustó demasiado.
¿Por qué alguna vez dibujó historietas?
Porque en esos momentos, el campo de la ilustración estaba muy manoseado. Mucha gente que no sabía I-LUS-TRAR se dedicó a dibujar tapas y todas esas cosas. Como resultado, todas las publicaciones (en balance general) eran iguales. Los dibujos estaban mediocratizados a tal punto que parecían hechos por una sola persona con miles y miles de pseudónimos.
¿Cómo entró en ese campo? En el de la ilustración.
Por casualidad. Un amigo me llevó a la editorial Ace Books y para ellos realicé mi primera ilustración con destino a tapa de libro: Tarzan and the Lost Empire. A la casa editora no le gustaba mi forma de dibujar, era diferente a todas y eso fue lo que le gustó al público. Por eso me encargaron casi la totalidad de los títulos de Edgar Rice Burroughs (del que soy un gran admirador y fanático): Tarzan, Carson of Venus y Pellucidar para portadas y dibujos interiores.
¿Allí arribó su fama como ilustrador?
No. En ese momento yo era conocido por el público. Más tarde, con Conan, la gente me re-conoció como el mejor.
¿Cómo trabaja las ilustraciones?
Cuando son por encargo, leo primero el texto del libro. En algún momento me voy a encontrar con una escena que resuma el espíritu del mismo. Si la puedo ver mentalmente, el dibujo ya está terminado. Después estudio los personajes, los boceto desde todos los ángulos, en movimiento y en descanso; así logro que mi mano se acostumbre al tempo interno de la criatura para que, cuando dibuje en la tela, el trazo fluya naturalmente del pincel y armonicen así forma y fondo del personaje.
Una vez terminada esta preparación, tomo la tela, hago las bases con cepias y luego aplico el óleo directamente. El personaje sale definido por todo el trabajo anterior. De ahí la frescura y naturalidad del movimiento del cuerpo en mis dibujos. Me preocupo mucho por el ondular del cabello y el accionar de los músculos. Para un dibujo de Fantasía Heroica es fundamental que el personaje esté en movimiento. Y, por lo tanto, sus músculos deben estar ejecutando ese movimiento.
¿Y cuándo no son por encargo?
Cuando dibujo para mí los temas son otros, son pinturas con tintes románticos y hasta melancólicos. Me preocupo más por la atmósfera del cuadro, por transmitir un sentimiento antes que un movimiento o ritmo.
Profesionalmente hablando, ¿avanzó o se estancó como ilustrador luego de Conan?
Pienso que avancé. Estoy en contínua búsqueda. Los dibujos nuevos son diferentes a todo lo que hice antes y después. Sí pasó que la gente me encasilló como el dibujante de Fantasía Heroica; por lo tanto me llovieron pedidos para trabajos con tipos feos y musculosos. Todas las editoriales quieren tener un Frazetta en la tapa poruqe les reditúa mucho más en el momento de vender el libro.
¿Cómo ve el campo de la ilustración hoy día?
Practicamente no avanzó. Todo el mundo me copia.
Me interesaría hablar de su relación con el cine. ¿Cuándo comenzó?
Supongo que con la adaptación de Thun’da y con mis dibujos para las tapas de los Buster Crabbe Comics, que, justamente, fue el protagonista del serial.
¿Qué le pareció la película?
No se puede plasmar el universo Frazetta en una película protagonizada por seres humanos. Y menos si se la realizó en los ’50. Como en todos los casos de cómics adaptados a la pantalla (en esa época) lo único que las dos obras tenían en común era el título.
¿Participó en la filmación?
No. Pensaron que ellos harían mejor a Frazetta que yo mismo. Ni se molestaron en llamarme.
¿Algún otro trabajo?
Afiches para un par de películas, la primera The Busy Body; y la última para Conan.
¿Qué opina de Conan, la película protagonizada por Arnold Schwarzennegger?No está mal, está muy bien contada, es atrapante y tiene mucha acción. Pero los actores no son relamente los bárbaros ideados por Robert E. Howard. Les falta ese amor a la violencia y ese respeto a la sangre que les inculcó su creador y que yo logré representar en mis tapas.
¿Usted creó a Conan?
La parte gráfica sí, las historietas, los muñecos y la película misma están muy basadas en mis dibujos. Yo no cree literariamente a Conan, pero sí le di vida plástica. Cuando una piensa en el Conan de Howard instintivamente lo une al Conan de Frazetta. Son indisolubles.
¿Y Tygra?
Es la culminación de mis sueños. Siempre quise hacer algo así. Cuando uno ve la película Fire and Ice encuentra todo Frazetta. Yo mismo estoy ahí porque me preocupé de los mínimos detalles durante la filmación. Y también uno ve ahí a todo (el director, Ralph) Bakshi, ya que logró mostrar todo mi universo desde una óptica personal. Es un trabajo de fusión perfectamente logrado.
¿Qué piensa hacer ahora?
Seguir trabajando. De vez en cuando hago de nuevo algún antiguo dibujo. Si todavía logro transmitir esa “fuerza” de la pintura original, puedo seguir en esto. El día que ya no lo logre, no sé, tal vez me retire o intente otras cosas, la escultura tal vez.
Por lo que hablamos, se puede decir que es un artista completo.
El arte es uno sólo con muchas formas de expresarlo. Cualquiera de ellas que elijas es válida si lo hacés con amor.
Sabemos que no le gusta mucho dar entrevistas. Muchas gracias por todo.
No me gusta dar entrevistas a quien apunta al Frazetta factor comercial y olvida al Frazetta artista y ser humano. El medio under es distinto. No “crezcan” nunca.

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