LA FAMILIA BURRON CERRO SUS HOJITAS

Después de más de sesenta años ininterrumpidos de publicación, una de las historietas más importantes de México dejó de aparecer, al menos en su popular formato de revista semanal. Fenómeno social sin par, último bastión de la historieta de autor y verdadero icono cultural del día a día mexicano, La Familia Burrón, obra magna de Gabriel Vargas, cerró sus páginas el pasado 26 de agosto, tras la friolera suma de 1.616 ejemplares. Con indisimulable pena, nos lo cuenta todo Rubén Eduardo Soto Díaz, director del Museo de la Caricatura y la Historieta “Joaquín Cervantes Bassoco” (http://museocomicmexicano.blogspot.com/)

Me informa Maira Benítez (investigadora de la historieta mexicana) que La Familia Burrón, la más popular de las historietas mexicanas, dejó de aparecer en los puestos de periódicos. El último ejemplar consigna el número 1.616 y la fecha, 26 de agosto de 2009.
Mil seiscientos dieciséis se dice rápido, pero significan más de 31 años de publicar semanalmente (llueva, truene, o relampaguee) “ediciones optimistas para la gente que sabe reír” según reza uno de los lemas de La Familia Burrón.

Portada del último número

Pero, en realidad, La Familia Burrón nació hace más de hace 61 años, cuando su autor Gabriel Vargas Bernal sustituyó a su tira cómica diaria Los Superlocos (iniciada en 1942) por la de El Señor Burrón o Vida de Perro, en las paginas de Pepín en 1948.
En El Señor Burrón o Vida de Perro se narraban las aventuras de Regino Burrón, que batallaba con las ocurrencias de su fodonga esposa Borola Tacuche y sus desbalagados hijos, la noviera Macuca y Regino chico (el tejocote). En estos diarios episodios, Regino es tan “macho” que le daba sus cintarazos a Borola; y Regino chico no pocas veces aparecía fumando.
En 1952, con el nombre de La Familia Burrón, el número 16.000 (sí, no es un error) de la revista Paquito presentó las aventuras del señor Burrón y su familia; y la lista de personajes fue creciendo paulatinamente hasta alcanzar más de medio centenar, creando un universo que recrea puntualmente la sociedad mexicana tanto urbana, popof y lumpen (con personajes como la tía Cristeta, Tractor, el poeta Avelino Pilongano, el raterillo Ruperto Tacuche) como rural (el Güen Caperuzo, Briagoberto Memelas), sin faltar la de la estricta fantasía (el vampiro Satán Carroña y su eterno amor, Doña Cadaverina).

Paquito Nº 17.094, del 9 de julio de 1972

Esta etapa de La Familia Burrón en revista semanal terminó en 1978, cuando tras largos vericuetos legales el ya cansado (de juntar lana) coronel José García Valseca cedió sus propiedades editoriales al máximo lucrador del deporte olímpico mexicano: Mario Vázquez Raña.

Unos días después (en el mismo 1978) apareció nuevamente La Familia Burrón (la revista que en estos días dejó de aparecer en los puestos de periódicos) con el sello de la Editorial GyG, que son las siglas de Gabriel (Vargas) y Guadalupe (Apendinni) su compañera y esposa.

Primer número de la etapa GyG, aparecido el 15 de septiembre de 1978

La Familia Burrón era el último bastión de la historieta “de autor” que forjo la Época de Oro del cómic mexicano. Gabriel Vargas ha recibido infinidad de reconocimientos y premios por su trabajo y su trayectoria, no obstante es una persona sencilla y afable de gran calidad humana.Los editores se hicieron millonarios con el trabajo de talentosos historietistas mexicanos como Don Gabriel Vargas. Gran parte del aporte de México a la cultura universal se debe a su historieta. Y, entre ellas, sin duda a La familia Burrón. Así que todos estamos en deuda con el maestro Vargas, incluyendo al rimbombante gobierno mexicano, que hoy día libra batallas por minimizar nuestra historia.