viernes, 11 de septiembre de 2009

CAPTAIN AMERICA Nº 601: BARRAS, ESTRELLAS Y VAMPIROS

Nació como un número de espera entre los eventos que se le amontonaron al Centinela de la Libertad en un lapso no mayor de tres meses. Recapitulemos un poco: El quinto volumen de la colección Captain America había llegado al número 50 e, inmediatamente, Marvel fusionó las numeraciones de todos los volúmenes, retomando la original que, oh casualidad, caía justo en el Nº 600. Y ahí nomás, pegadito, empezó la serialización de la miniserie Captain America: Reborn, dedicada a resucitar al verdadero Capitán América, Steve Rogers, asesinado dos años atrás en medio de un revuelo mediático que cubrió el globo. Entremedio de todo esto; y con el bajo perfil que impone la condición de relleno; apareció este Captain America Nº 601, firmado por Ed Brubaker y Gene Colan, uno de los nombres fundamentales a la hora de medir los revolucionarios logros artísticos del Universo Marvel allá por los ’60.
Los que saben hacer empanadas o tartas dicen, siempre, que el secreto no está en la masa ni en la cocción. Sino en el relleno. Y, la verdad, Brubaker y Colan se encargaron de darle un especial sabor nostálgico a esta aventura, que se asume como una anécdota (algo alargada, todo hay que decirlo) sin otras pretensiones que la de atrapar al lector. Al lector veterano, me animaría a decir, antes que al moderno. Porque toda la revista es un tour de force por los temas que hicieron de Colan uno de los artistas favoritos de los marvelófilos: Guerra, Superhéroes y Vampiros.
La excusa surge de una charla entre Bucky y Nick Fury en medio de los hechos narrados en Civil War, antes de la muerte de Steve Rogers. Ese intercambio de palabras favorece la entrada de la historia central, ambientada en el municipio belga de Bastogne, poco después de la Batalla de las Ardenas, sobre el final de la Segunda Guerra Mundial. A esa localidad devastada por el conflicto bélico, arriban el Capitán América y Bucky con una firma misión: Detener al vampiro que anda transformando en chupasangres a los soldados norteamericanos acantonados en el lugar. Ni más ni menos que un pretexto para el lucimiento de Colan en lo que hace al trabajo de atmósferas y la recreación de las mejores dinámicas narrativas que dieron identidad a The Tomb of Dracula, ese incombustible clásico de los ’70 que jalonó la carrera del dibujante.
A pesar de los personajes estereotipados, la trama extremadamente lineal y sin sorpresas; y los fallos notorios que muestra el grafismo de un Colan anciano y algo enfermo, si algo hace irresistible a este ejemplar son justamente los lápices de Colan, un lujo que demuestra estar para cosas más importantes que un número de relleno, sobre todo si uno tiene la posibilidad de ver la edición especial que Marvel publicó en blanco y negro, infinitamente superior a la versión regular a todo color (sin que esto signifique menospreciar la tarea de Dean White), donde se percibe la extrema sensibilidad que el grafito puede transmitir cuando es guiado por una mano privilegiada. Fernando Ariel García

Captain America Nº 601
Guión:
Ed Brubaker
Dibujos: Gene Colan
Color: Dean White
Letras: Dave Lanphear
Editor: Tom Brevoort
Marvel Comics
48 páginas a todo color
ISSN: 0274-5267

Captain America Nº 601 (Edición Especial)
Guión:
Ed Brubaker
Dibujos: Gene Colan
Letras: Dave Lanphear
Editor: Tom Brevoort
Marvel Comics
48 páginas en blanco y negro
ISSN: 0274-5267

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