Buscando a Dory. Director: Andrew Stanton. Co-Director: Angus MacLane. Voces en inglés: Ellen DeGeneres (Dory), Albert Brooks (Marlin), Hayden Rolence (Nemo), Ed O'Neill (Hank), Kaitlin Olson (Destiny), Ty Burrell (Bailey), Diane Keaton (Jenny), Eugene Levy (Charlie), Torbin Bullock (Becky), Idris Elba (Fluke), Dominic West (Rudder), Bob Peterson (Maestro Raya), Andrew Stanton (Crush), Bennett Dammann (Chiqui) y Sigourney Weaver (ella misma). Participación especial de Willem Dafoe (Gill). Voces en castellano: Patricia Palestino (Dory), Herman López (Marlin), Ángel García (Nemo), Gabriel Pingarrón (Hank), Mireya Mendoza (Destiny), Arturo Mercado Jr. (Bailey), Andrea Coto (Jenny), Roberto Carrillo (Charlie), Octavio Rojas (Fluke), Sergio Gutiérrez Coto (Rudder), Jaime López (Maestro Raya) y Ricardo Brust (Crush), entre otros. Guionistas: Andrew Stanton, Victoria Strouse y Bob Peterson, en base a personajes y situaciones creadas por Andrew Stanton. Tema musical de cierre: Unforgettable, interpretado por Sia. Walt Disney / Pixar. EE.UU., 2016. Estreno en la Argentina: 16 de junio de 2016.
La clave está, me parece, en el sentido más amplio de la voz inglesa finding, que da título original a Buscando a Dory (Finding Dory), secuela de la exitosísima Buscando a Nemo (2003), con el eje central de la trama corrido del pequeño pez payaso a la optimista pez cirujano con problemitas en la memoria de corto plazo. Porque finding nos permite nombrar tanto la acción inicial de la búsqueda como la de su deseado resultado directo, el encontrar.
Y como todo lo que puede nombrarse existe, el viaje de incierta búsqueda que inicia Dory para encontrar a sus padres, es también un periplo de confirmación. Porque más allá del resultado de la aventura, es el mismo camino el que le terminará brindando la respuesta que no sabía que conocía de antemano. La familia incluye a los lazos sanguíneos (obvio), pero se expande al infinito y más allá, siempre que las partes involucradas así lo quieran. Porque las relaciones duraderas, las que realmente cuentan, son aquellas que se forjan, se construyen día a día, mediante las elecciones que vamos tomando y acompañando.
Que una empresa autodefinida como familiar haga una película para ratificar la vigencia de los valores familiares, cae bastante de maduro. Que lo haga con humor, buen gusto y sin presunciones moralizantes, es un plus más que bienvenido. Buscando a Dory es una obra redonda, deliciosa, que sabe encontrarle la vuelta a la similar premisa de su primera parte. Y entre las razones que justifican su existencia están los guiños y paralelismos con Buscando a Nemo; y la llegada de una nueva fauna submarina que evita (con creces) los mecanismos de la repetición que suele abundar en las actuales secuelas hollywoodenses (que se venga Buscando a Hank, por favor).
Si podés elegir, conviene verla subtitulada. Si tenés que ir con los chicos, a fumársela en castellano, que también está muy bien. En cualquiera de los casos, es obligatorio llegar temprano, para ver Piper, gran corto realizado por Alan Barillaro (con música de Adrian Belew!!!!!!!); y quedarse hasta después de los títulos finales, para no perderse el gran cierre de una gran película.
Fernando Ariel García
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