Capitán América: Civil War. Directores: Anthony Russo y Joe Russo. Protagonistas: Chris Evans (Steve Rogers / Capitán América), Robert Downey Jr. (Tony Stark / Iron Man), Scarlett Johansson (Natasha Romanoff / Viuda Negra), Sebastian Stan (Bucky Barnes / Soldado del Invierno), Anthony Mackie (Sam Wilson / Halcón), Don Cheadle (teniente James Rhodes / Máquina de Guerra), Jeremy Renner (Clint Barton / Ojo de Halcón), Chadwick Boseman (T'Challa / Pantera Negra), Paul Bettany (Visión), Elizabeth Olsen (Wanda Maximoff / Bruja Escarlata), Paul Rudd (Scott Lang / Ant-Man), Emily VanCamp (Sharon Carter), Tom Holland (Peter Parker / Hombre-Araña), Daniel Brühl (Zemo), Frank Grillo (Brock Rumlow / Crossbones), William Hurt (Thaddeus Ross, secretario de Estado de los EE.UU.). Con Marisa Tomei (May Parker), John Slattery (Howard Stark) y Hope Davis (Maria Stark). Participación especial de Stan Lee. Guionistas: Christopher Markus y Stephen McFeely, basados en personajes y situaciones de distintos cómics Marvel, en particular Civil War (de Mark Millar y Steve McNiven) y sus series relacionadas; y la andadura del guionista Ed Brubaker al frente de Captain America. Marvel Studios. EE.UU., 2016. Estreno en la Argentina: 5 de mayo de 2016.
Si hubo una película de superhéroes complicada para hacer, debe haber sido esta. Es la tercera del Capitán América, pero también funciona como la cuarta de Iron Man y la tercera de los Vengadores. O como los pilotos para las primeras aventuras en solitario del Hombre-Araña y Pantera Negra (a estrenarse, respectivamente, en julio de 2017 y febrero de 2018). Y hasta se toma el trabajo de hacer avanzar las problemáticas de aquellos superhéroes con y sin filmes propios, desde Viuda Negra a Visión, proponiendo interesantísimas variables para Máquina de Guerra y Ant-Man, cuyo minúsculo tramo XXL amerita un desarrollo mayor.
Como en la anterior entrega del Centinela de la Libertad, Capitán América: Civil War (Captain America: Civil War) hibrida géneros que le son muy compatibles al superheroico: El cine catástrofe post 9-11, el bélico, el espionaje internacional y, a diferencia de El soldado del Invierno, la comedia que tan buenos resultados obtuviera en las taquillas de Guardianes de la Galaxia y Ant-Man. Pero aquello que antes aparecía disociado, aquí se muestra orgánicamente ensamblado. Tanto, que hasta se permite una épica batalla entre las dos facciones que puede ser paladeada como un mediometraje (relativamente) independiente, capaz de condensar la filosofía (industrial y artística) inherente a este universo de papel trasladado a la gran pantalla.
Pero si algo hace que Civil War sea la película más lograda de este interminable tetris fílmico, es el haberse animado a abrir un debate sobre el axioma identitario de Marvel: Todo gran poder conlleva una gran responsabilidad. Y esa responsabilidad gira alrededor de la ideología que sustente el uso de ese gran poder. Sobre todo cuando ese uso genera consecuencias irreversibles en los vasos comunicantes que van y vienen entre los derechos individuales y los derechos colectivos, entre las personas y los estados soberanos. Un dilema moral que no tiene respuesta única, que no se arregla a las trompadas y que requiere de una permanente mediación empática para administrar las fuerzas tendientes a equilibrar semejante estado de tensión.
Respondiendo a la avasallante campaña de marketing mundial que incitaba a tomar partido por una de las dos posiciones (libertad de conciencia o control político supranacional, el Capi o el Cabeza de Lata), Civil War elige de qué lado pararse. No en vano, pudiendo haber sido un montón de películas distintas, decidió ser la tercera entrega del Capitán América. Y que esa postura convalide los argumentos esgrimidos por los EE.UU. para (auto)justificar sus decisiones en materia de política exterior e injerencia extraterritorial, habla de la honestidad intelectual con que se abordó la realización del filme; y de los peligros latentes que puede esconder una causa justa resuelta unilateralmente.
Producto típico de la Casa de las Ideas, Civil War también piensa en los Zombies Marvel. A ellos van dirigidos la llegada de Red Wing bajo las alas protectoras del Halcón, el infaltable chiste de (y con) Stan Lee y las dos minisecuencias entre y post-títulos finales. Esta última, sobre todo, pensada para dejarnos caminando (literalmente) por las paredes.
Fernando Ariel García
Marvelinks:
Agents of S.H.I.E.L.D. (1º temporada y 2º temporada)
Daredevil (primera temporada)
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