(Información de prensa) Basada libremente en el libro Entre mujeres solas de Cesare Pavese, el próximo 26 de mayo llega a los cines argentinos Algunas chicas (Argentina, 2016), filme de Santiago Palavecino, protagonizado por Cecilia Rainero, Agostina López, Agustina Muñoz, Ailín Salas, Agustina Liendo, Alan Pauls, Juan Barberini, Pedro Merlo, Germán de Silva y Edgardo Cozarinsky.
Con la excusa de una crisis matrimonial, la cirujana Celina se toma unos días en la casa de campo de una vieja amiga a la que no ve desde sus días de estudiante. Allí advierte que algo parece suceder con Paula, la hijastra de su amiga, que brilla por su ausencia. Dos chicas, la mística Nené y la cínica María, acosan a Celina no sólo con preguntas sobre Paula sino tratando de integrarla a su grupo disfuncional.
Pronto sabremos que Paula ha tenido un intento de suicidio. Pero Celina no puede cuidar de nadie, ni siquiera de sí misma: poco a poco entendemos que está escapando de algo oscuro y ha caído en el lugar menos indicado. En el limbo de ese pueblo infernal, sus fantasmas no harán sino resurgir y contagiarse con los de las demás: atravesará con ellas porosas pesadillas, juegos peligrosos y una incertidumbre creciente acerca de los límites entre sueño y vigilia, entre vida y muerte. En este thriller psicológico, lo que parecía una fuga resulta un reencuentro con el propio destino.
"Durante una depresión -contó Palavecino-, la persona queda ausente del mundo. No puede hablar, porque no tiene nada para decir. Y sin embargo la sociedad la presiona a dar explicaciones. Quizás esa sea una de las razones por las cuales muchas personas tienden a ocultar o negar la depresión: Por temor a quedar del otro lado de la línea que las instituciones trazan entre la salud y la enfermedad mental. La depresión femenina, además, es del todo diferente de la masculina. En los últimos años, he visto a muchísimas chicas de mi generación atravesarla, más o menos explícitamente. Quise entonces filmar ese misterio (lo femenino, su forma particular de habitar el goce o la pena), no para explicarlo, sino porque lo creo una de las claves de nuestro extraño mundo".
Para el director, "todos conocemos la sensación de atravesar un día envueltos, como hipnotizados, en algún sueño que no nos quiere abandonar, y que se vuelve hasta más intenso que las acciones reales que ejecutamos. Así como también a veces miramos hacia atrás y algunos hechos en los que participamos parecen no sólo lejanos, sino hasta improbables. El pasado tiene la misma consistencia de los sueños. Todas nuestras experiencias son igualmente importantes e igualmente frágiles. Es entonces cuando empiezo a dudar de la división tan clara entre interior-exterior, entre real-imaginario, todas etiquetas que dependen de nuestra interpretación posterior. En realidad, los acontecimientos y las cosas están solos, y son únicos e irrepetibles. Así como los orígenes de la tristeza o la irrupción de la risa son esencialmente misteriosos, como cada ser humano. Quería dar cuenta de esa riqueza de la experiencia de estar en el mundo, que puede ser al mismo tiempo sensual y aterradora. Creo además que son problemas que el cine puede tratar de manera privilegiada. Reflejar la complejidad de la experiencia era entonces también una oportunidad de aprender doblemente: Sobre la vida y sobre el cine".
Dijo la crítica:
Fipresci Report para Rio International Film Festival: Entre las películas mejor realizadas en este festival, está la del director argentino Santiago Palavecino (Algunas chicas), que manifiesta una inquietante atmósfera de pesadilla - paisaje de mujeres con problemas emocionales en una casa de campo que trasciende los clichés.
Marcelo Panozzo (Bafici 2014): Palavecino dispone retazos o parpadeos de géneros (thriller, horror, melodrama) sobre la paleta de estados de ánimo de esas mujeres solas que retrata, y lo que consigue es una película misteriosa y narcótica, que gira sobre los chispazos de estas combinaciones, pero que sobre todo nos interpela, nos arrastra a golpes de belleza y magnetismo, nos obliga a ser nosotros mismos los signos de interrogación que intenten cerrar las preguntas que plantea esta obra formidable.
Diego Broderse (Página 12): Palavecino busca y encuentra un estilo propio para narrar los encuentros y desencuentros de sus heroínas y una de las virtudes del film es, precisamente, la dificultad a la hora de transmitir en palabras el “tema” o la “cuestión” que motoriza la trama y sus recovecos. Algunas chicas regala además un imponente trabajo de fotografía de Fernando Lockett, a esta altura el mayor creador de climas visuales del cine argentino, otro de los elementos esenciales de una película inquietante, por momentos incómoda y siempre sorprendente.
Diego Lerer (Micropsia): Mezcla de film noir, película de suspenso, melodrama y cine de terror, Algunas chicas es una apuesta formal tan lograda como inimitable, una película de vampiros, de espectros, de criaturas de la noche. Un cuento para contarse a uno mismo antes de dormir... y no dormir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario