martes, 23 de octubre de 2012

ARROW: JUSTO EN EL BLANCO

Oscuro, sucio, complejo, traumado, conflictivo. De dudosa moralidad, perseguido por los fantasmas de su pasado, obsesivo y determinado. Así, siguiendo al pie de la letra el decálogo establecido por Christopher Nolan en su trilogía de Batman, es esta encarnación catódica de Flecha Verde (Green Arrow), que (al menos en su episodio debut) todavía no ha sido bautizado con este nombre. Arrow, la nueva serie televisiva de Warner, camina con soltura las veredas ya transitadas por Smallville, animándose a apuntar sus cañones a un público algo más adulto que el típico rebaño asiduo a los culebrones vampíricos. Al menos, eso es lo que permite proyectar el episodio piloto que ayer (a dos semanas de su estreno en los EE.UU.) emitió Warner Channel para América Latina.



Arrow no es un desprendimiento de Smallville, en donde Justin Hartley interpretó otro tipo de Flecha Verde

El combo ideado por los productores Greg Berlanti, Marc Guggenhgeim, Andrew Kreisberg y David Nutter, toma distintos arquetipos y los ensambla con afinada certeza. Además de la capitalización de los aciertos obtenidos en las sagas del Hombre Murciélago y del Hombre de Acero, Arrow saca provecho del perfil jasonbournesco con que retratan la odisea del desaprensivo millonario Oliver Queen (Stephen Amell), que tras emular a Robinson Crusoe durante cinco años en una misteriosa isla de los mares de la China, regresa evolucionado en un violento Robin Hood dispuesto a purificar las calles y el alma de Starling City, atacando (y atracando) a los millonarios que se beneficiaron empobreciendo a la mayor parte de los ciudadanos, cumpliendo así con un mandato paterno de redistribución divina que, aparentemente, lo llevará a colisionar con su propia sangre.



El espíritu de la serie se muestra particularmente influido por los cómics The Longbow Hunters y Green Arrow: Year One, respectivamente guionados por Mike Grell y Andy Diggle, cuyos apellidos fueron utilizados para nombrar a personajes televisivos de diferente relieve dramático 

A priori, de acuerdo con las subtramas que aquí aparecen en estado embrionario, la traición aparece como uno de los grandes temas que pretende abordar la serie. Aprovechando el significado en inglés del apellido Queen (Reina), el capítulo piloto sienta las bases de un drama shakesperiano en donde el poder matriarcal de Moira Queen (Susanna Thompson) estaría basado en una sucesión de traiciones (políticas y de alcoba) para con su esposo muerto, Robert Queen (Jamey Sheridan). Traición que también marcó la relación de Oliver Queen con su ex novia Dinah Laurel Lance (Katie Cassidy) y que se adivina en el futuro del amorío que ella mantiene con el mejor amigo de Oliver, Tommy Merlin (Colin Donnell). Entremedio de todo, el misterio de la isla que, como en Lost, será uno de los ejes argumentales a desandar mediante flashbacks, echando luz sobre las consecuencias del naufragio externo e interno, dosificando la información que muestre el proceso que llevó a Queen a convertirse en lo que ahora es, una máquina de guerra a punto de estallar.


Además de intentar atrapar la atención de los adictos a las series televisivas, Arrow se muestra muy interesada en cautivar a los fanáticos del cómic, algo que no suena extraño si tenemos en cuenta que Marc Guggenheim ofició durante un tiempo como guionista de las historietas de Flecha Verde. De allí, tal vez, que este episodio piloto libere una furiosa arremetida metalinguística que cobra sentido sólo ante los ojos del público especializado: La presencia protagónica de Dinah Laurel Lance, personalidad secreta de Canario Negro, superheroina y pareja de Flecha Verde; la coincidencia en el apellido de Tommy Merlyn con el nombre del arquero archienemigo del superhéroe; la máscara de Deathstroke que puede verse en la secuencia inicial de la isla, como adelanto del episodio en donde el máximo mercenario del Universo DC aparecerá personificado por Jeffrey Robinson; la utilización de personajes secundarios del cómic en papeles secundarios de la serie, como el detective Hilton (Roger Cross), el empresario Walter Steele (Colin Salmon) y el asesino a sueldo Constantine Drakon (Darren Shahlavi); las ya confirmadas incorporaciones al elenco de Huntress, Deadshot, China White y Felicity Smoak, entre otras criaturas de diverso peso específico en las revistas; así como la inclusión de una hermana adolescente de Oliver Queen, Thea (Willa Holland), bautizada Speedy en homenaje al joven compañero de aventuras que Flecha Verde tuvo en las páginas impresas, cuyo conflicto con las drogas parecería estar remitiendo a uno de los arcos argumentales más importantes de la vida historietística del Arquero Esmeralda.



La máscara de Deathstroke

Lian Yu. Purgatorio, en mandarín. Ese es el nombre de la isla que modificó la consciencia, la moral y las capacidades físicas de Oliver Queen. Desde un punto de vista teológico, el Purgatorio es un estado transitorio de expiación de los pecados, el sendero hacia la purificación final que le toca a los elegidos. Habrá que estar atento a los desvíos que toma Arrow mientras desanda ese camino. Por ahora, dan ganas de seguirlo.
Fernando Ariel García



Arrow (episodio piloto). Director: David Nutter. Protagonistas: Stephen Amell (Oliver Queen / Arrow), Katie Cassidy (Dinah Laurel Lance), Colin Donnell (Tommy Merlin), David Ramsey (John Diggle), Willa Holland (Thea Queen), Susanna Thompson (Moira Queen), Paul Blackthorne (detective Quentin Lance), Colin Salmon (Walter Steele), Jamey Sheridan (Robert Queen), Roger Cross (detective Hilton) y Darren Shahlavi (Constantine Drakon), entre otros. Guionistas: Greg Berlanti, Marc Guggenheim y Andrew Kreisberg. Productores: Greg Berlanti, Marc Guggenhgeim, Andrew Kreisberg y David Nutter. Berlanti Productions / Warner Bros. TV. EE.UU., 2012. Lunes a las 22:00 horas, por Warner Channel.

No hay comentarios:

Publicar un comentario