(Información
de prensa) Renoir (2012), la obra maestra de Gilles Bourdos, llega a los cines
argentinos el próximo 8 de agosto (sí, hubo cambios).
“Con
esta película –declaró Bourdos-, vuelvo a mis orígenes. Nacido en Niza, vuelvo
al Mediterráneo. Es gracias a mi país natal, que mi ensueño cinematográfico se
hizo materia. Pescando por las tierras de Renoir, me impregné de un pensamiento
del agua. Imaginando ese extraño estudio de madera y vidrio, anidado en el
corazón de su paraíso mediterráneo, la película vino hacia mí, más aun teniendo
en cuenta que fue allí donde el cine se le presentó por primera vez a Jean”.
Con los
protagónicos de Michel Bouquet (Pierre-Auguste Renoir), Christa Theret (Andrée Heuschling),
Vincent Rottiers (Jean Renoir), Thomas Doret (Coco) y Romane Bohringer
(Gabrielle), la película sigue a un Jean Renoir de 21 años, gravemente herido
en el campo de batalla y a salvo, por poco, de una amputación de pierna. Por
ese motivo, viaja a convalecer a Collettes, la casa de su padre, el renombrado impresionista
Pierre-Auguste Renoir. Mientras la guerra
prende al mundo en llamas y lo riega de sangre, en la paradisíaca
propiedad del viejo pintor se exalta la vida. Es aquí que Jean conoce a la
incandescente Andrée Heuschling, quien se convertirá en la última modelo de su
padre y también en la protagonista de sus primeras películas bajo el nombre de
Catherine Hessling.
1915.
La Costa Azul. En el crepúsculo de su vida, Auguste Renoir vive atormentado por
la pérdida de su esposa, los dolores de la vejez y la terrible noticia de que
su hijo Jean fue herido en la guerra. Pero cuando una joven mujer entra
milagrosamente en su mundo, el viejo pintor se ve invadido por una energía
nueva y totalmente inesperada. Llena de vida y de una belleza radiante, Andrée
se convertirá en su última modelo y la fuente de un increíble rejuvenecimiento.
De
vuelta al hogar familiar para recuperarse, Jean caerá en el embrujo de la nueva
estrella en el firmamento de Renoir. En ese paraíso del Mediterráneo, y frente
a la férrea oposición de su padre, el joven se enamora de este espíritu salvaje
e insaciable mientras, dentro de él, un cineasta empieza a nacer.
Convertida en una fuente de vida tanto para el
padre moribundo como para el hijo que empieza a descubrir su destino, Andrée será
objeto de laberínticos deseos, tanto amorosos como artísticos. Su destino,
único en la historia del arte, será el de modelo y actriz en el momento en que
la pintura y el cine se cruzan, y también el objeto de un complejo de Edipo artístico
para un padre y un hijo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario