miércoles, 8 de marzo de 2023

ELLAS HABLAN: VOCES CONTRA EL PATRIARCADO

Ellas hablan. Directora: Sarah Polley. Protagonistas: Rooney Mara, Claire Foy, Jessie Buckley, Judith Ivey, Sheila McCarthy, Michelle McLeod, Kate Hallett, Liv McNeil, August Winter, Ben Whishaw, Frances McDormand, Kira Guloien, Shayla Brown, Emily Mitchell, Nathaniel McParland y Eli Ham, entre otros. Guionista: Sarah Polley, basada en el libro Women Talking (2018) de Miriam Toews. Orion Pictures - Plan B Entertainment - Hear/Say Productions. EE.UU., 2022. Estreno en la Argentina: 9 de marzo de 2023.


Tranquilamente, podría ser una obra de teatro. Espacio definido y cerrado, el de un granero en alto que funciona como escenario principal y casi único. El peso dramático de la obra recargado en las palabras que motorizan acciones y sentimientos; y en los silencios que gritan aquello que las gargantas no pueden liberar. Protagonismo coral que va haciendo postas a la hora de sacarse chispas, capaz de pasar de lo íntimo a lo colectivo, de lo individual a lo universal, sin perder nunca de vista que están elaborando, frente a nuestros ojos subyugados, la cuestión moral más álgida y urgente de los últimos tiempos.


Estamos en el 2010, aunque parece que hayamos quedado anclados en las oscuras mazmorras del siglo pasado. En un lugar alejado de todo, que bien podrían ser los EE.UU. tierra adentro, el interior inhóspito y abandonado de la Argentina o algún lugar de Bolivia, que es en dónde realmente pasaron los hechos que Ellas hablan (Women Talking) transcribe en clave de ficción. Dentro de una comunidad religiosa que podría ser menonita o no, porque también podría ser católica apostólica romana, evangelista o judía, o una comunidad hippie o una secta cualquiera.


Porque más allá del tiempo, el lugar y el anclaje narrativo, lo que importa de la película es lo que expone de manera poética y brutal, elegante y descarnada, arrancándose los jirones de dolor, bronca reprimida, ira revolucionaria que se han ido sedimentando con el tiempo. Las violencias de todo tipo que las mujeres han venido sufriendo por parte de algunos hombres. El desprecio al que las han sometido el imperio de la Ley, sin importar su origen divino o humano. La revictimización que la Justicia les impuso sin ningún tipo de contemplaciones. El abandono al que las condenó la sociedad. La contención y la motivación que encontraron al abrazarse y ponerse en pie de guerra. Esa solidaridad de género que hoy tiene nombre propio: sororidad.


Ellas hablan describe el momento exacto en que las protagonistas deben tomar la decisión que no sólo cambiará sus vidas para siempre, sino que impactará de lleno en el crecimiento y desarrollo de sus hijas e hijos, poniendo en el centro de la trama a una mujer embarazada, pronta a dar a luz. Se anima a mirar (y apuntar) más allá y más arriba de la abusada y el abusador. Sin exculpar a nadie, sabiendo diferenciar víctimas de victimarios, el film de Sarah Polley toma conciencia de la naturaleza del patriarcado, expresión de poder y sistema de dominación cuyas estructuras y prácticas sociales han sido naturalizadas y ejercidas por hombres y mujeres, aunque las víctimas fatales se encuentren siempre entre las segundas. Y plantea una posible salida, que incluye a hombres y mujeres en una discusión intelectual y física sinceramente inclusiva, que revisita las heridas del pasado para soñar y luchar y construir algo mucho más grande que un futuro distinto. Un futuro mejor. 
Fernando Ariel García

viernes, 3 de marzo de 2023

EL ÚLTIMO HEREJE: PREMISAS INTERESANTES EN UNA PROPUESTA FALLIDA

El último hereje. Director: Daniel de la Vega. Protagonistas: Germán Palacios, Victoria Almeida, Gloria Carrá, César Bordón, Germán de Silva, Daniel Migloranza, Héctor Calori, Miguel Jordán, Dante Bruni, Anita Co, Iván Moschner, Verónica Intile y Constanza Maral. Guionista: Sergio Esquenazi. Furia Films / Del Toro Films. Argentina, 2022. Estreno en la Argentina: 2 de marzo de 2023.


Siendo extremadamente benevolente, lo mejor que podría decir de El último hereje es que es un film fallido. Se le reconoce buenas intenciones en cuanto a lo narrativo, la puesta en escena, el ritmo y la iconografía desplegada en cada plano. Se nota que hay una apuesta a la calidad y cierto apego a las estructuras clásicas del thriller sanguinolento inscripto en la tradición del giallo italiano. Pero en ningún momento logra construir el verosímil que la película requiere para funcionar. Hay algo en las actuaciones (y mucho en los diálogos) que terminan demoliendo la credibilidad que la trama exige para su discurrir natural.


Las cosas no cierran, pasan muy deprisa y demasiado superficialmente. Todo suena falso e impostado, aunque el cuidado puesto en la creación de climas intente convencer de lo contrario al espectador. Jugando con los disparadores del Misery de Stephen King, el film sigue el descenso a los infiernos de Juan Conte (un desperdiciado Germán Palacios, incapaz de superar lo discursivo), cínico y exitoso escritor de libros sobre el ateísmo que, después de pasar por un trasplante de corazón, se verá obligado a replantearse la naturaleza inasible de Dios desde las laceraciones del fanatismo y la sinrazón.


Apostando al exceso y al desborde, plantea discusiones interesantes sobre la naturaleza de la fe y la religión, el rol de las instituciones y el accionar de sus pastores y sus fieles. Va más allá de la eterna lucha entre el Bien y el Mal, entre la salvación de las almas y la condena de los cuerpos. Articula perspectivas interesantes desde posiciones antagónicas y absolutistas, aunque los argumentos esgrimidos suenen como fría letra teórica dentro de una apabullante fuente de imágenes simbólicas, que no llegan a elaborar el sentido dramático para el que (supongo) han sido incorporadas.


Elijo quedarme con las posibilidades que el universo cinematográfico de Daniel de la Vega exhibe sin condicionamientos. Aunque en esta ocasión se me antojen completamente desaprovechadas, su curiosidad para esgrimir cuestionamientos ambiciosos, su capacidad para generar imágenes de alto impacto con envidiable factura técnica, están presentes por todo el metraje de El último hereje. Pero con eso solo, esta vez, no alcanzó.
Fernando Ariel García

miércoles, 22 de febrero de 2023

EL TRIÁNGULO DE LA TRISTEZA: LUCHA DE CLASES EN CLAVE EXISTENCIAL

El triángulo de la tristeza. Director: Ruben Östlund. Protagonistas: Harris Dickinson, Charlbi Dean, Dolly de León, Zlatko Burić, Iris Berben, Vicki Berlin, Henrik Dorsin, Jean-Christophe Folly, Amanda Walker, Oliver Ford Davies, Woody Harrelson, Sunnyi Melles y Carolina Gynning, entre otros. Guionista: Ruben Östlund. Imperative Entertainment / Film i Väst / BBC Film / 30West, entre otras. Suecia / Alemania / Francia / Reino Unido / México / Dinamarca / Grecia / Suiza / EE.UU. / Turquía, 2022. Estreno en la Argentina: 23 de febrero de 2023.

La belleza debe estar libre de pecado, entendiendo al pecado como una arruga en el rostro. Al menos, para el actual mundo de la moda que el director sueco Ruben Östlund disecciona con precisión y sin anestesia en su nuevo trabajo, El triángulo de la tristeza (Triangle of Sadness), cuyo título remite directa (y explícitamente) a la zona del entrecejo donde aparecen las marcas del sufrimiento de las personas. Algo que puede enmascararse con bótox, pero que necesita mucho más que la aplicación de una toxina para arreglarse definitivamente.
Sobre esta dialéctica entre la realidad y la construcción tuneada de la realidad, se monta el film galardonado con la Palma de Oro en el último Festival de Cannes y nominado al Oscar como Mejor Película. Todo más que justo para una obra que empieza siendo una versión seria de Zoolander, continúa como una remake revulsiva de El crucero del amor; y termina en una recreación sardónica de La isla de Gilligan. Sin perder el pulso, el ritmo ni la mirada crítica.
Apelando al humor negro, Östlund analiza el efecto del poder en la naturaleza humana, modificando brutalmente los posicionamientos (reales y simbólicos) de los principales protagonistas de la trama: Una pareja de influencers, un matrimonio de ancianos fabricantes de armas, una mujer discapacitada, un empresario tecnológico, los tripulantes y el personal de limpieza de un crucero de ultralujo, un millonario ruso capitalista y el capitán del barco, comunista asumido y declarado.
Yendo de la abundancia a la carencia, del exceso a la necesidad, del orden impuesto al caos indisciplinado, de la (supuesta) civilización a la (supuesta) barbarie, la película establece la manipulación y el sometimiento del otro como ejercicio violento de la supremacía, modificando las relaciones de dependencia y rompiendo cualquier canon social, racial, étnico, cultural e ideológico pre-establecido, para discutir la lucha de clases en clave netamente existencialista. Una situación límite que dejará en evidencia la tensión siempre irresuelta entre el Capital y el Trabajo, en un contexto donde lo vital no pasa por las posesiones sino por las habilidades. Y un final avasallante, que enfrenta la psicología prepotente del poder frente a la empatía y la búsqueda del bienestar común, clavando una duda esencial en el corazón y la cabeza de cada espectador.
Fernando Ariel García

Nota: El afiche, el trailer y las fotografías de la película que acompañaban este artículo de manera ilustrativa, fueron retirados por pedido de Blogger, ya que "infringirían los derechos de autor de otros contemplados en la ley estadounidense de protección de los derechos de autor (Digital Millenium Copyright Act o DMCA)", a pesar de que los mismos sólo habían sido utilizados con motivos periodísticos, habiéndome sido provistos por la distribuidora argentina del film.

domingo, 12 de febrero de 2023

TÁR: EL ARTE, EL ARTISTA Y LA CULTURA DE LA CANCELACIÓN

Tár. Director: Todd Field. Protagonistas: Cate Blanchett, Nina Hoss, Noémie Merlant, Sophie Kauer, Julian Glover, Allan Corduner, Mark Strong, Sylvia Flote, Mila Bogojevic y Zethphan Smith-Gneist, entre otros. Participación especial de Adam Gopnik. Guionista: Todd Field. Standard Film Company / EMJAG Productions. EE.UU. / Alemania, 2022. Estreno en la Argentina: 9 de febrero de 2023.


Casi siempre, se muestra como una falsa biopic. Aunque, por momentos, parece una historia de amor, lealtades y traiciones. De repente, se erige en un thriller misterioso, con algo de secretismo hermético guiando sus pasos. Pero se enamora con algunas secuencias escapadas directamente del cine de terror, subgénero de fantasmas y casas embrujadas. En estas bases, me parece, Tár se apoya para contar una historia sobre la naturaleza del poder, el abuso de autoridad y la obsesión enfermiza por el control. Y lo ambienta en el mundo de la música clásica, un espacio que se nos presenta tan elitista como vil. Cómodamente ubicado en esa posición, entonces, el film de Todd Field se anima a formular, con profunda y honesta brutalidad, la pregunta central de esta cultura de la cancelación que nos toca habitar: ¿Qué hacer con el arte sublime de una persona detestable?


Lydia Tár (Cate Blanchett) es la directora de orquesta más importante del presente, la primera en estar al frente de la Filarmónica de Berlín. Y se encuentra en el momento más alto de su carrera, preparando el lanzamiento de un libro y la grabación, en vivo, de la Quinta Sinfonía de Gustav Mahler. Una obra que, según los entendidos, discurre por los caminos de la melancolía, la tristeza y la nostalgia, marcadas sobremanera por la sombra de la locura y la presencia tangible de la muerte. La fanfarria de Mahler pasa también por la violencia, la revuelta y el salvajismo para construir y mostrar el estado de soledad que definirá a su protagonista. Los momentos de alegría aparentemente consustanciada, derraparán hacia una oscuridad elegíaca. Y de ese contrapunto nacerá el final, envuelto en una artificial calma que confunde la disolución como forma de renacimiento.


Tár, la película y el personaje, pasa por todos estos estadíos. Los articula de manera nada lineal y algo compleja, prestándole atención a los subterfugios, los espacios en blanco, las repeticiones consuetudinarias, las capas de sentido que se van asentando unas sobre otras. Hay algunos disparadores puntuales, por supuesto, que van del maltrato y la humillación, a la discriminación y el favoritismo entendido como chantaje sexual. Aberraciones que se articulan en el discurso abusivo (físico, psíquico y emocional) que la directora parece haber naturalizado para mantener la posición de privilegio que también sostiene con su talento.


Nada de todo esto, obviamente, hubiera sido posible sin Cate Blanchett. Lo suyo es de una majestuosidad rayana con lo divino. Cuerpo y alma de una criatura que expresa con gestos simples aquello que quiere esconder. Una sociópata cruzada por el amor y el egoísmo, la astucia y el capricho, la hipocresía y el oportunismo. Lo mejor, a mi entender, es que Field y Blanchett eligen mostrar las luces y sombras de Tár sin caer en el juicio valorativo más fácil y obvio. Van un poco más allá, develándola también como exponente de una estructura de poder que todavía sobrevive, explotando idolatrías y cancelaciones por igual.
Fernando Ariel García

sábado, 11 de febrero de 2023

TOP GUN - MAVERICK: REVALIDACIÓN NOSTÁLGICA DE UN IMAGINARIO VETUSTO

Top Gun: Maverick. Director: Joseph Kosinski. Protagonistas: Tom Cruise, Val Kilmer, Miles Teller, Jennifer Connelly, Jon Hamm, Glen Powell, Lewis Pullman, Ed Harris, Mónica Bárbaro, Charles Parnell, Jay Ellis, Danny Ramírez, Greg Davis, Bashir Salahuddin, Manny Jacinto, Raymond Lee, Jake Picking, Jack Schumacher, Kara Wang, Lyliana Wray y Jean Louisa Kelly, entre otros. Guionistas: Ehren Kruger, Eric Warren Singer y Christopher McQuarrie, sobre una historia de Peter Craig y Justin Marks. Basado en personajes y situaciones creados por Jim Cash y Jack Epps Jr. para el film Top Gun (1986). Música: Harold Faltermeyer, Lady Gaga y Hans Zimmer. Tema principal: Hold My Hand, interpretado por Lady Gaga. Productores: Jerry Bruckheimer, Tom Cruise, Christopher McQuarrie, David Ellison. Paramount Pictures / Skydance / TC Productions / Don Simpson - Jerry Bruckheimer Films. EE.UU., 2022. Estreno en la Argentina: 25 de mayo de 2022.


No recuerdo mucho de la primera Top Gun. Fui a verla al cine específicamente por Tony Scott (1944-2012), hermano menor de Sir Ridley que había parido esa maravilla de El ansia, glamorosa historia de vampiros protagonizada por David Bowie y Catherine Deneuve. Pero Top Gun estaba muy lejos de lo que yo esperaba. Tenía ritmo y un refinado imaginario audiovisual, sí, pero no pasaba de un enganchado de videoclips armado para vender una banda de sonido que todavía sigue sonando en mi memoria. Lo importante, el contenido, me pareció un mamarracho fascistoide, propagandístico y militarista. Una película intragable, llena de clichés y machista, hasta para los cánones de la época.


Casi cuarenta años después, Top Gun: Maverick repite tópicos y características, pero aggiornados a los tiempos que corren. Sigue siendo un mamarracho fascistoide, propagandístico y militarista, pero un poco más inclusivo y autoconsciente de su exacerbada masculinidad tóxica. El que la tiene más larga, por supuesto, es Tom Cruise, que repite personaje y código básico de testosterona senior. Sigue mostrándose como el eterno e irredimible rebelde ante la autoridad, sólo para confirmar lo necesaria que es la autoridad autoritaria a la hora de mantener ordenada a la tropa.


Para salvaguardar la seguridad global, los protagonistas deberán cumplimentar una misión (eufemismo para referirse a una intervención militar ilegal en territorio extranjero y soberano), tan peligrosa como exigente desde lo físico-tecnológico. La excusa perfecta para que se vuelva a contar la misma película de antes, con el agregado de un nuevo conflicto intergeneracional que replica y duplica el original. En el mientras tanto, Tom “Maverick” Cruise lucirá su mejor sonrisa, exorcizará los fantasmas de su pasado, se volverá modelo a seguir para toda una nueva camada de pilotos y se quedará con la chica linda. Todo muy yanqui, todo muy rancio.


Revalidación nostálgica de un imaginario vetusto, Top Gun: Maverick es un tanque hollywoodense hecho con el profesionalismo que requiere un tanque hollywoodense de Tom Cruise. Es efectivo, está bien contado y las escenas de acción capturan permanentemente la atención del ojo. Aun así, el laburo de Joseph Kosinsky está a años luz de la elegancia visual de Scott, básicamente porque el proyecto está pensado para representar a Cruise y no al director de turno. Y musicalmente, a pesar de tener a Lady Gaga en el soundtrack, es muchísimo más pobre y limitada que la primera. En resumen: El mismo panfleto, pero peor filmado.
Fernando Ariel García 

jueves, 2 de febrero de 2023

SIN NOVEDAD EN EL FRENTE: HOMBRES Y ESTRUCTURAS

Sin novedad en el frente. Director: Edward Berger. Protagonistas: Felix Kammerer, Albrecht Schuch, Aaron Hilmer, Moritz Klaus, Adrian Grünewald, Edin Hasanovic, Daniel Brühl, Thibault de Montalembert, Devid Striesow, Andreas Döhler y Sebastian Hülk, entre otros. Guionistas: Edward Berger, Ian Stokell y Lesley Paterson, basado en la novela homónima de Erich Maria Remarque (1929). Amusement Park Film /Gunpowder Films / Sliding Down Rainbows Entertainment / Anima Pictures. Alemania / EE.UU. / Reino Unido, 2022. Estreno en la Argentina: Disponible en Netflix desde el 28 de octubre de 2022.


Primavera de 1917, en el tercer año de la Primera Guerra Mundial. Una trinchera de tantas, uno de los tantos batallones de soldados anónimos, un ataque de los ¿cuántos? que se llevaban a cabo, otra de esas masacres incomprensibles y demenciales. Cadáveres alemanes mutilados y esparcidos por el territorio acre, ominoso y mugriento. Alguien desnuda a los muertos, les saca sus uniformes rotos y manchados de sangre. Los lavan, los secan y los remiendan. Los empaquetan y los distribuyen para su reutilización por otras miles de futuras osamentas sin nombre ni tumba.


Magistral primera secuencia de Sin novedad en el frente (Im westen nichts neues), hermosa y brutal adaptación de la novela que (a mi modesto entender) mejor representa el sinsentido de la guerra, la deshumanización del ser humano, la naturalización de la violencia criminal ejercida por los oficiales sobre los soldados, la imposibilidad de volver a una vida normal (cualquiera haya sido) después de transitar ese extremo trauma psicológico y físico, capaz de desmembrar en mil pedazos la identidad de una persona.


Cruel y violento, tierno e inocente. Así entendí al apabullante film de Edward Berger, notable en el registro del gran escenario y el detalle intimista. Capaz de retratar y describir la inmoralidad extrema que va del patriotismo inoculado al asesinato premeditado de una nueva generación, ofrendada por nada a la insensible maquinaria bélica. Sin regocijarse con el morbo, pero abrazándose a la bestialidad del combate cuerpo a cuerpo, de la carne lacerada, quemada y aplastada sin piedad ni compasión, la película va elaborando el descenso al infierno que implica reconvertir a un niño con sueños y posibilidades, en un miserable envoltorio de la más barata carne de cañón.


Para serle fiel al mensaje antibelicista del libro de Erich Maria Remarque (que en la Argentina de 1929 tradujo Álvaro Yunque para la Editorial Claridad, dicho sea de paso), la película se permite alguna que otra pequeña traición, que bien podrían haberse evitado. Sobre todo, en el remarcado tono moralizante de algunos de sus pasajes, puestos para explicitar discursivamente aquellas obscenidades que el metraje ya había divulgado, mil veces mejor, sólo con el poder narrativo de sus fantasmagóricas imágenes. La degradación moral a la que el hombre es arrastrado por la guerra tiene detrás, siempre, nombres culpables y estructuras responsables.
Fernando Ariel García

lunes, 30 de enero de 2023

NADIE: SERIE AMARILLA

Nadie: El misterio de Fu Manchú (Colección Lo mejor de… Nº 4). Guion: Carlos Trillo. Dibujo: Alberto Breccia. Portada: Alberto Breccia. Prólogo y notas: Claudio Díaz, Javier Doeyo. Doedytores. Argentina, agosto de 2020.


De pibe y hasta entrada la adolescencia, una de las cosas que más me gustaba de revolver las polvorientas librerías de viejo, era toparme sorpresivamente con cualquier volumen de la insustituible Serie Amarilla de la Editorial Tor. Se trataba de una colección de bolsillo dedicada a las novelas policiales clásicas, muy mal impresas, en papel de bajísima calidad y con una letra más que diminuta. Pero qué placer me generaba el abrir esas portadas enmarcadas por una guarda amarilla. Entre sus páginas descubrí al Sherlock Holmes de Conan Doyle, al Fantasma de la Opera de Gaston Leroux, al Arsenio Lupin de Maurice Leblanc y, por supuesto, al Fu Manchú de Sax Rohmer.


El mismo asombro, la misma intriga, la misma entrega, volvieron a recorrer mi cuerpo cuando tuve entre las manos este Nadie: El misterio de Fu Manchú, tomo recopilatorio de la serie que Carlos Trillo y Alberto Breccia serializaran en la Tit-Bits de Record entre 1977 y 1978, con el agregado de un final inédito re-escrito por Trillo en 2008 sobre los dibujos modelo ’78 del Viejo. No es una historieta con muchas pretensiones y nunca lo fue, ya que nació como un “respiro comercial entre Daneri y Buscavidas”, según el guionista. Pero si te gusta el pulp como a mí, es un viaje trepidante hacia la aventura internacional, el espionaje, la novela negra y el thriller terrorífico. Una pequeña obra maestra, autoconsciente de su naturaleza episódica y reiterativa. Lo que hoy podríamos definir como metafolletín, con cabos sueltos que no se cierran nunca y que no importa que queden abiertos de par en par.


Nadie es un agente secreto británico, tan secreto que no lo conoce ni el propio Gobierno. 50% Bond y 50% Kojak, responde al jefe de una oficina de contraespionaje, encargándose de los trabajos sucios que son necesarios realizar para mantener las apariencias limpias. Es el mejor entre los mejores, una máquina preparada para hacer lo que haya que hacer sin perder la flema inglesa. Habla el lenguaje de las lealtades y las traiciones, se maneja como pez en el agua en el suburbio londinense y en el escenario internacional. No le tiembla el pulso.


Al igual que su protagonista, la trama es lineal y directa, sin medias tintas ni subterfugios. Va a los bifes desde el principio, cabalgando en ese indefinido interregno temporal que fluctúa entre el final de la noche y el inicio del día, entre los titulares de los diarios y la exageración mítica. Los primeros episodios definen el tono que va a mantener y exprimir la saga: Noctámbulo, oscuro, melancólico, trágico, denso, agridulce. Se habla de cuestiones de seguridad que ponen en riesgo la continuidad del Reino Unido, pero la verdadera amenaza viene dada por la recuperada figura del Fu Manchú literario que leyó Breccia en los viejos libros de la Editorial Tor. Encarnación pura del Mal, que el genio de Trillo mantiene como símbolo del arcaico Peligro Amarillo reconvertido en sinónimo de la Pesadilla Nuclear que se tiende sobre el mundo bipolar de la Guerra Fría. Como corresponde a un pulp desaforado, Nadie deberá derrotar a Fu Manchú si quiere garantizar el futuro de la humanidad y poner a salvo el patrimonio más importante de su propio pasado: El amor de una mujer. Tremendo. Para alcanzar la perfección, a este libro sólo le falta una gurda amarilla en la portada.
Fernando Ariel García