Pepe
Mujica y las flores de la guerrilla. Guion: Matías Castro. Arte: Leo
Trinidad. Salamandra Graphic. España, mayo de 2023.
El
guerrero ya está descansando. José Alberto Mujica Cordano, “Pepe”
para todo el mundo, falleció ayer en su chacrita en las afueras de
Montevideo. Uno de los líderes más importantes de la izquierda,
partió en un momento en que el mundo anda necesitando,
desesperadamente, más tipos como él. Íntegro, solidario, lúcido,
revolucionario y demócrata. Pero sobre todo, comprometido y empático
con sus semejantes. Un faro que nos seguirá iluminando, una utopía
que debería movilizarnos más, un símbolo aspiracional en escala
humana y reconocible.
Apenas
conocí la noticia me entró la necesidad urgente de entrarle a Pepe
Mujica y las flores de la guerrilla, historieta biográfica que el
uruguayo Matías Castro y el costarricense Leo Trinidad publicaron
por primera vez en Francia en 2021 (Les fleurs de la guérilla). Un
álbum sensible, sencillo y brillante, como la figura que abordaron
con respeto, cariño y cercanía. Mostrando el proceso de más de dos
años de gestación y armado del libro, que terminó con la pandemia
mordiéndole los talones, los autores elaboran la historia personal y
la búsqueda colectiva de Mujica, sin descuidar la coyuntura uruguaya
como parte de una América Latina con las venas bien abiertas.
A
saltos de mata temporales, la historieta va enhebrando hechos,
relatos, anécdotas, recuerdos, coberturas periodísticas y lecturas
históricas, antes de llegar a una entrevista cara a cara con el
“Pepe”, un par de páginas que deberían circular entre todas las
personas de buena voluntad. Con la misma rigurosidad, Castro y
Trinidad exponen luces y sombras, acciones y contradicciones de un
Presidente
irrepetible, dueño de una filosofía de vida basada en valores
inquebrantables y no negociables. Valores que cristalizaron
en transformaciones políticas, sociales, educativas y culturales, en
pos de una sociedad cada vez más libre, cada vez más responsable,
cada vez más inclusiva y con más derechos para todos. Con más
trabajo, más industria y más conciencia de clase.
Adoptando
(y adaptando)
el modelo periodístico que instaló Maus, los
autores desandan
los sueños del Mujica militante y los ponen a dialogar con la
gestión del Mujica gobernante y el análisis del Mujica
ex-presidente. Aparecen así su pertenencia al movimiento obrero, su
lucha contra la desigualdad social, el imperialismo y la Dictadura
militar; su actividad guerrillera en Tupamaros, las cárceles, la
fuga cinematográfica, la tortura, el regreso a la democracia y la carrera
política que lo llevó a lo más alto. También
su opción por una vida despojada de los oropeles con que el Poder
obnubila la moralidad de los máximos mandatarios.
Parafraseando
las palabras que Mujica dice en algún momento del libro, lo más
importante de la historieta no es lo que Castro y Trinidad dicen
sobre Mujica, sino lo que Mujica demuestra (con palabras y con
hechos) sobre la condición humana: Se puede cambiar el mundo (aunque
sea un poquito) sin dejar que el mundo lo cambie a uno. Un tipo
atípico, que ya descansa en paz.
Fernando
Ariel García