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miércoles, 30 de diciembre de 2020
VICENTA: YA ERA LEY
Vicenta.
Director: Darío Doria. Voz en off: Liliana Herrero. Guionistas: Luis
Camardella, Florencia Gattari y Darío Doria, basados en una historia real.
Directora de arte: Mariana Ardanaz. Cepa Cine. Argentina, 2020. Estreno en la
Argentina: 3 de diciembre de 2020.
Por
momentos, pienso que hoy no es el día adecuado para compartir este posteo.
Después de ¿cuántos años? y demasiadas muertes evitables, la Argentina ha
pasado a formar parte del grupo de países que cuentan con la interrupción legal
del embarazo. Creo que el aborto es una situación no deseada por nadie; y que
las mujeres no abortan por placer o por deporte. Está claro que ninguna está
obligada a hacer aquello que no quiere hacer. Y a partir de ahora, está claro
que la mujer que tome la decisión de interrumpir su embarazo, podrá hacerlo
como siempre tuvo que poder hacerlo: En condiciones sanitarias óptimas, con el
acompañamiento de sus familiares y/o amigos (si así lo quisiera) y con el
seguimiento psicológico que considere necesario. Es un día para festejar la existencia
de la ley, los logros de tanta lucha.
Y
por momentos pienso que hoy es el día más adecuado para compartir este posteo.
Porque Vicenta habla específicamente del incumplimiento de una ley sancionada
en 1921. Desde hace un siglo, en la Argentina es legal el aborto cuando el
embarazo es producto de una violación. Y desde hace un siglo, en la Argentina
es prácticamente imposible que se haga cumplir esa ley. ¿Por qué? Por jueces,
sacerdotes, funcionarios públicos, médicos, directivos de organizaciones, personas
con malas intenciones y personas con buenas intenciones, que se aprovechan o
son aprovechadas por un sinfín de zonas grises en donde el derecho de la mujer
es permanentemente violentado por interpretaciones burocráticas, en donde las
cuestiones de salud pública son permanentemente violentadas por preceptos
religiosos que deberían quedar en las prácticas privadas.
En
una humilde casa de chapa y madera, en el seno de una familia pobre, una joven
con discapacidad mental ha sido violada por su tío. Y por esa violación, la
joven quedó embarazada. Es obvio que se trata de una maternidad no deseada. Lo
sabe Vicenta, madre de la joven abusada, pero parece no entenderlo ni aceptarlo
el Estado argentino en su más amplia extensión, a pesar de que la ley es clara
y ampara a Vicenta y a su hija. El viaje hacia la Justicia terminará siendo de
naturaleza kafkiana; y el camino estará lleno de sinsabores, piedras, destratos
y más violencia institucional. Pero Vicenta avanza. Contra todo y contra todos.
Por su hija.
La
historia que cuenta Vicenta es una historia real. Pasó no hace mucho, en el
conurbano bonaerense. Y con otros nombres y en otros lugares, ha pasado antes.
Y antes. Y antes. Y también después. Con la milenaria técnica de los muñecos
animados de plastilina, Darío Doria y Mariana Ardanaz parieron este documental
tan necesario como urgente, tan bello como doloroso, de visión imprescindible
para padres, madres, hijos e hijas. Todos juntos, sentados en el mismo sillón
frente a la tele o la computadora. Abrazados y hablando, hablando, hablando.
Generando conciencia. Porque la ley ya existía. Porque la ley ahora existe. Y
porque la lucha para que se cumpla con la ley, todavía sigue.
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