miércoles, 4 de septiembre de 2019

HIGH LIFE: EN EL ESPACIO NADIE PUEDE OÍRTE GRITAR

High Life. Directora: Claire Denis. Protagonistas: Robert Pattinson, Juliette Binoche, André Benjamin, Mia Goth, Agata Buzek, Lars Eidinger, Claire Tran, Ewan Mitchell, Gloria Obianyo, Victor Banerjee y Jessie Ross. Guión: Claire Denis, Jean-Pol Fargeau. Alcatraz Films / Pandora Filmproduktion / Andrew Lauren Productions / Apocalypse Films / Arte / ZDF / Canal+ / Ciné+. Francia / Alemania / Reino Unido / Polonia / EE.UU., 2018. Estreno en la Argentina: 5 de septiembre de 2019. 

Un hombre y una bebé. Los dos, solos en el espacio, repitiendo el ritual más antiguo y más difícil entre los humanos: Relacionarse. Después, gracias a la fragmentación temporal y la deliberada ruptura lineal del relato, sabremos qué vínculo real los une. E iremos conociendo los distintos acontecimientos que los depositaron ahí, en el medio del espacio, rodeados de una angustiante nada que lo es todo. 


Relato filosófico disfrazado de ciencia-ficción metafísica, High Life transita el territorio intelectual de 2001, no el de Star Wars. Utiliza el género que apunta a las estrellas para hacer blanco en el interior del ser humano, abrazar sus grandezas y sus miserias, sus sueños y desesperanzas, sus pulsiones de vida y muerte. Mientras en la pantalla se experimenta con un grupo de criminales en una misión sin retorno, en la sala de cine se juega con las subjetividades que pueda aportar cada uno de los espectadores que mira y es observado por la imagen que devuelve. 


Tragedia griega, mito artúrico, deshumanizada tesis científica sobre los efectos y las causas del vacío existencial que la raza humana carga desde la concepción que antecede a la vida. La película de Claire Denis es brutalmente brillante, tan bella como escalofriante, tan racional como sanguínea, densa, exasperantemente lenta por momentos, simbólica y físicamente violenta a la hora de representar las acciones sin someterlas a juicios éticos o morales. Tan libre de ataduras. Sin tabúes. 


Quizá porque los tabúes van a increparnos durante el metraje. La creación artificial de vida humana. El celibato y la masturbación. La identidad de género. La eutanasia y el canibalismo. El asesinato, el suicidio y el filicidio. La violación y el incesto. Ese agujero negro al final del camino de la nave espacial no es otra cosa que una pregunta animal. La más descarnada que nos escupe el film: ¿Es rompiendo los tabúes que avanzamos como especie? 
Fernando Ariel García

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