miércoles, 3 de junio de 2015

VIVA LA VIDA: NI UNA MENOS

Viva la vida. Los sueños de Ciudad Juárez. Autores: Edmond Baudoin y Troubs, con la colaboración de Francisco Arce, Marcos Porras y Oliver Lee. Traducción: Ana Sánchez. Prólogo: Paco Ignacio Taibo II. 144 páginas en blanco y negro. Astiberri. ISBN: 978-84-15163-14-5. España, abril de 2011. 

En 1974, trabajando en un libro que no llegaría a publicar, la escritora estadounidense Carol Orlock acuñó el término Femicidio. Dos años después, ante el Tribunal Internacional sobre los Crímenes contra la Mujer, reunido en Bruselas, la activista feminista sudafricana Diana Russell visibilizó la palabra invisibilizada y la llenó de sentido concreto: El asesinato de mujeres por el hecho de ser mujeres, llevado a cabo por hombres movidos por el odio, la misoginia, el desprecio, el placer, el sexismo y/o el sentido de posesión. El final de un camino progresivo de actos violentos que suelen incluir, juntos o por separado, maltratos emocionales y psicológicos, golpes, insultos, violación, tortura, mutilaciones, abuso infantil y hasta el infanticidio de sus hijos. 


Si bien es una tipología criminal de escala planetaria, la mexicana Ciudad Juárez se ha convertido en la referencia más directa cuando se habla de Femicidio. Por la alta tasa de asesinatos, por la brutalidad y la saña de los mismos; y por la pasividad que saben mostrar las autoridades locales y nacionales. Hablando siempre en sentido generalizado, por supuesto, porque de esta misma regla aberrante también han surgido (y siguen surgiendo) excepciones corajudas y liberadoras. 


A 400 de estos misteriosos asesinatos, el escritor chileno Roberto Bolaño los convirtió en materia literaria para su libro 2666. Y después de leer la novela, al francés Edmond Baudoin se le ocurrió viajar a Ciudad Juárez para historietizar la realidad de la zona, pensando que la línea gráfica era una buena herramienta para intentar descubrir y comprender lo que allí estaba pasando. Convenció a su amigo y colega Troubs (Jean-Marc Troubet); y gracias a la beca “Misson Stendhal” de Culture France, los dos viajaron hasta la ciudad fronteriza marcada por la violencia, dominada por el narcotráfico, carcomida por la corrupción, abusada por los EE.UU. con la ilusión de una mejor calidad de vida, con la brutalidad de sus maquiladoras y la prostitución forzada. 


La premisa de Baudoin y Troubs fue tan simple como perturbadora. Pedirle a los habitantes de Ciudad Juárez que le cuenten sus sueños. Y a cambio le harían un dibujo, un retrato. La respuesta que encontraron fue tan lógica como impensada. En medio del horror cotidiano, del miedo, del dolor que no cesa ni discrimina, aún late la esperanza, todavía crecen los proyectos de vida, se derrama la solidaridad y se contagia la convicción de que un mañana mejor es posible. Viva la vida, este cómic editado en gran parte de Europa y en México en 2011, es el claro testimonio de ello. Y la experiencia subjetiva que rescata, respeta y transmite con sensibilidad y decoro, vale también para los hombres de Tánger y para las mujeres de Burundi, Ruanda y el Congo, que aparecen en el libro; y para las familias de España, la Argentina y el resto del mundo, que no aparecen en el libro pero están incluidas en el sustrato de esta obra bella, abierta, visceral, redentora y enamorada. 


Cuaderno de viajes hecho a cuatro manos, habitado por la espontaneidad de los testimonios reflexivos, la gratuidad sensacionalista de los medios de comunicación locales y la seca geografía que intenta abochornar con sus valores térmicos a la resistencia que Ciudad Juárez también cobija. A grandes rasgos, el trazo de Troubs aborda el registro de tono más periodístico y documental, cediéndole al grafito verborrágico de Baudoin la pulsión emocional que liga empáticamente al emisor del mensaje con el lector que lo recibe. Arte íntimo y personal, retrato coral de un lugar, un tiempo y un fenómeno que se han hecho carne, uña y mierda. 


¿Algunos sueños de los hombres y las mujeres de Ciudad Juárez? Paz para el mundo. Pintar, viajar, ser feliz. Basta de pobreza, de explotación, de maltrato. Una nueva casa. Pasear sin tener miedo. Que no me violen, que no me maten. Justicia para todas las mujeres del mundo. Llegar a vieja. Banderas por las que vamos a marchar hoy, concentrándonos a las 17:00 horas en la Plaza Congreso (los que vivimos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires), en otras ciudades de la Argentina y hasta en el Uruguay y Chile. 
#NiUnaMenos. Eso exigimos. 
Fernando Ariel García

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