viernes, 12 de junio de 2015

SÍ, PERO NO: EL DETALLE QUE FALTABA

Sí, pero no. Autor: Alberto Montt. Portada: Alberto Montt. 128 páginas a color. Ediciones De la Flor. ISBN: 978-950-515-972-1. Argentina, abril de 2014. 

El segundo antes o el segundo después de que aparezca el más imperante sentido común. El oculto lado b de los iconos globalizados. La consistencia líquida de las relaciones interpersonales. La faz inesperada de aquello que estamos esperando. El estado de insatisfacción emocional que nos tiene a mal traer. Y la verdadera relación entre Dios y el Diablo. 


Todo esto (y mucho más) está presente en el humor del chileno Alberto Montt, una de las voces más personales que la historieta y la gráfica contemporáneas le deben a internet. Si bien la identidad artística de Montt es rápidamente reconocible, fácilmente identificable y sumamente accesible, se me vuelve muy difícil de explicar en palabras. Resultado de curiosos cócteles meta-artísticos, cada una de sus viñetas deviene un proceso integral de descontextualización y resignificado. Cerrado en sí mismo y abierto a la interpelación del pensamiento. Autosustentable.


Instantáneas de un momento único. Tuits enviados desde el imaginario popular. Grajeas del sinsentido cotidiano. Haikus de bizarría poética. Pantallazos de fina ironía. Mirada voyerista sobre la faceta tiernamente torpe de las gentes y las cosas. Juegos de palabras, de imágenes, de humores. Vanos esfuerzos (los míos, por supuesto) para intentar definir en conceptos limitados (y limitantes) los distintos reveses de las tramas que habitan Sí, pero no, cuarta compilación argentina de la obra que Montt va desgranando en el blog En dosis diarias


El formato, lúdico, frontal y de contundente simpleza, le permite abordar concepciones religiosas, preconceptos sobre el bien y el mal, la tensión entre lo popular y lo académico, los puntos de contacto (y divergencia) entre la Historia, el mito y la actualidad. Al volver sobre la condición dual del ser humano, afirmándolo y negándolo en su indivisibilidad existencial, también termina hablando de los sistemas de control social instalados entre (y sobre) nosotros. 


Porque lo de Montt es, básicamente, la generación de un espacio de ideas y opinión. Libertario y literario. Inteligente y amigable. Esta sucesión de sátiras surrealistas, de viñetas ácidas sin relación secuencial entre sí, delinean una perspectiva particular sobre el mundo contemporáneo, definen un territorio concreto y simbólico desde donde ejercer el arte de la observación sutil, con la cultura popular como filtro para separar la paja del trigo y quedarse con el detalle, ese detalle que faltaba. 
Fernando Ariel García

No hay comentarios:

Publicar un comentario