jueves, 9 de mayo de 2013

ATAQUE A LA CASA BLANCA: BARRAS Y ESTRELLAS

La película empieza mal. Con la bandera de las barras y estrellas flameando sobre todo. Pero al rato empieza a levantar cabeza. Sobre todo cuando los terroristas entran a sangre y fuego en la Casa Blanca, la revientan, vuelan la mitad de las cosas, se cargan a todo y a todos, sin remordimientos ni piedad. Llegan hasta el mismísimo Presidente de los EE.UU., lo toman prisionero, lo humillan, lo golpean, lo amenazan, lo secuestran, lo obligan a hacer cosas horribles. Y todo ello dentro del que se suponía era el lugar más seguro y custodiado del mundo libre.

Postal del paraíso

A esta altura, la verdad, Ataque a la Casa Blanca (Olympus has Fallen, 2013), ya se ha convertido en un bodrio intragable, panfleto propagandístico de la peor calaña, tenuemente disfrazado de thriller con dos héroes de acción a la medida de las circunstancias. Uno, Mike Banning (Gerard Butler), ex agente secreto, ex comando especial, ex jefe de los guardaespaldas presidenciales, versión remozada y actualizada del cowboy galante y victorioso que salva a casi todos porque necesita ir cargando con una culpa atormentada hasta antes de los créditos finales. Y el otro, un tal Benjamin Asher (Aaron Eckhart), presidente de los EE.UU. sensible a la violencia física que puedan sufrir sus asesores e insensible ante la violencia que sus asesores hacen sufrir a los habitantes de naciones soberanas con petróleo bajo sus pies. 

Yo la produzco, yo la actúo y yo soy el héroe

Con la sutileza del viejo y conocido elefante en un bazar, el ultraideologizado relato se pone al servicio de los servicios, trabajando la consciente paranoia terrorista post 11-S, con un avión que llega a atacar a Washington porque no tenía a bordo ningún valiente pasajero que lo hiciera caer antes. Y como la amenaza musulmana de Bin Laden ya está muerta, qué mejor momento que éste para construir la figura del monstruoso enemigo bajo el ropaje de un nada disimulado terrorista norcoreano preocupado (y ocupado) por los misiles nucleares. De paso, el largo metraje aprovecha para escenificar (una vez más) el mito de los EE.UU. como tierra de las oportunidades, en donde un vocero presidencial puede llegar a ser Presidente (¿qué necesidad tenía Morgan Freeman de hacer este filme?) y hasta Gerard Butler puede producir una película de mierda, seguro de que va a exhibirse en todo el planeta.

De norcorea, con todo menos amor

Lo dicho. Ataque a la Casa Blanca empieza mal y termina peor. Con la bandera de las barras y estrellas flamenado sobre todo. Y el triunfo definitivo de los malos. Los yankees, claro.
Fernando Ariel García


Ataque a la Casa Blanca. Director: Antoine Fuqua. Protagonistas: Gerard Butler, Aaron Eckhart, Morgan Freeman, Angela Bassett, Rick Yune, Ashley Judd y Finley Jacobsen, entre otros. Guionistas: Creighton Rothenberger y Katrin Benedikt. Millenium Films / Nu Image Films / West Coast Film Partners. EE.UU. (¿quién si no?), 2013.

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