Es una de las voces más importantes de la historieta hispanoparlante contemporánea. Creador del clásico Torpedo y de las no menos clásicas De vuelta a casa, Álex Magnum y La nieve y el barro, por nombrar sólo algunas de sus obras, Enrique Sánchez Abulí está siempre al tope de los guionistas influyentes, renovándose desde una modernidad que sabe sacarle el jugo al clasicismo narrativo. Maestro indiscutido en el arte de los juegos de palabras, se sentó a charlar de todo con nuestro amigo Javier Mora. ¿El resultado? Un brillante ida y vuelta en el que nos adelanta algo del nuevo Torpedo setentista, dibujado por nuestro Eduardo Risso; y nos deja imaginando cómo será Fan, el trabajo que está realizando junto con Horacio Domínguez.
Foto de Ana Portnoy, tomada del blog Toccata y fuga, dedicado a Torpedo
¿Cuáles son tus principales influencias? ¿Te apasionaba la historieta desde pequeño o te llamaba más la atención la literatura?
Me gustaban los tebeos, como a todos los chicos, pero también los libros, y quería ser novelista como mi padre.
Tu padre, Enrique Sánchez Pascual, fue un gran y polifacético creador de novela e historieta popular. ¿Cómo te enseñó el oficio de escribir?
De joven aprendí mecanografía, y cuando mi padre vio que escribía a máquina más rápido que él, me empezó a dictar las novelas en un magnetofón. Yo, como el búho, me fijaba en todo.
Hazañas Bélicas, la colección en la que coincidieron padre e hijo
Das el salto al profesionalismo como guionista en Hazañas Bélicas. Es curioso que tu padre en el inicio de su carrera por los años 50 y bajo los seudónimos de Vicente Farrés y Alan Doyer guionizó también tebeos para esta misma colección. ¿Casualidad?
Mi padre escribió bajo numerosos pseudónimos, pero a mí no me suena el de Vicente Farrés ni tampoco el de Alan Doyer. Sí, mi padre escribió muchos guiones para la revista Hazañas Bélicas. Yo, en cambio, muy pocos.
A inicios de los años setenta tu padre dirige la agencia de cómics Comundi. ¿Qué tipo de series realizaste allí?
Que yo sepa, hice la de Kiko er torero o un título parecido, dibujada por Bernet Toledano. No recuerdo otra.
Alex Toth le puso el nombre, Torpedo...
Tras un breve tiempo en Francia, vuelves a finales del setenta a España y comienzas a trabajar en Selecciones Ilustradas primero como traductor. ¿Cuándo te encargaron tu primer guión? ¿Fue una propuesta de Toutain o tuya?
Fue idea de Toutain encargarme un guion para poner a prueba a un dibujante. Escribí el primer guion de Luca Torelli. Al leerlo, Toutain se olvidó del dibujante que quería poner a prueba y me dijo que quería hacer una serie con aquel pistolero que poco después sería bautizado por el propio Alex Toth con el nombre de Torpedo.
¿Cómo se concretaba el trabajo en la agencia? ¿Había realmente un ambiente tan distendido?
No sé qué decirte. Había de todo, pero con la llegada de la democracia lo que había sobre todo eran ganas de hacer cosas nuevas sin la censura que se había padecido durante tantos años.
... y Jordi Bernet le dio su identidad definitiva
¿Teníais conciencia de que vuestras obras marcarían un antes y un después en la historieta española? ¿En qué sentido era un cómic adulto?
Torpedo tuvo un éxito inmediato, cosa de la que tanto el dibujante como yo estábamos encantados. Por supuesto que era una historia para adultos, e incluso para adúlteros.
1984, Comix Internacional, Creepy... ¿Añoras la presencia de revistas de cómics mensuales en el mercado actual? ¿Volverán a ser viables comercialmente en el futuro?
Sí, se echan de menos, porque entonces lucían sus portadas en todos los quioscos. Ahora me temo que se han ido para no volver, aunque alguna podría atreverse a hacerlo. Estoy seguro de que muchos se apuntarían a comprarla.
¿El formato de relatos breves que conformaban una serie ofrecía al lector historias más intensas que el actual de la novela gráfica quizá más intimista?
No tiene nada que ver. Una historia te la pueden contar serializada o toda ella entera. Eso da igual. Lo que cuenta es el interés que despierta.
¿Cómo nace tu colaboración con Esteban Maroto en Zodiaco? ¿Es tu paso al frente como guionista?
Es un paso, no sé si al frente, a la derecha o a la izquierda. Me gustó hacer esa serie con Maroto, pero lo cierto es que no se vendió bien.
¿Cuál es la génesis editorial de Torpedo? ¿Cómo logras dotar a un encargo editorial de una personalidad tan arrolladora?
Uno quiere hacerlo bien, aunque no lo consigue siempre. Un encargo editorial, sin trabas, sin censura, puede dar pie a una buena historia. Creo que Torpedo es un ejemplo de ello. También cabe añadirle una pizca de suerte, que nunca viene mal.
¿Pensabas que su carácter cínico y amoral chocaría tanto con Alex Toth? ¿Te sorprendió su reacción?
No me la esperaba. Me sorprendió y me chocó. Pero cuando lo conocí personalmente, comprobé que, además de ser un maestro, era buena persona. Sin embargo, no podía dibujar Torpedo. Iba en contra de sus principios.
Aproximadamente un año después Jordi Bernet lo sustituye. ¿Qué te pareció su elección? ¿Qué supo darle al personaje?
Dicen que nunca segundas partes fueron buenas. Es falso. Algunas segundas partes superan a las primeras. Es el caso de Bernet, que supo captar la dureza y mala baba del personaje, encarnando en el papel la verdadera imagen de Torpedo.
Habéis sido una de las parejas creativas más solidas de la historieta española. ¿Qué os aportábais el uno al otro?
Yo escribía el guion y él lo dibujaba.
Torpedo no pegaba mucho en Creepy, una revista especializada en terror, ¿no? ¿Por qué crees que Toutain la incluyó en esa revista?
He oído decir que lo hizo para subir las ventas de Creepy.
Torpedo brilla por un sentido del humor cínico y retorcido que convive con la cruda presentación de los temas y su carga erótica. La mayoría de los chistes se sustentan en juegos de palabras y malentendidos alrededor de la torpeza idiomática del personaje. ¿Eran espontáneos o el chiste era quien originaba la historieta? ¿El humor es la clave que hace a Torpedo diferente?
El humor es lo que rescata a Torpedo. Sin humor, sería insoportable. Son sus salidas y sus chistes lo que le hacen “simpático” y le ganan el favor de sus numerosos fans. Es verdad que Torpedo, de origen italiano, no acabó de hablar bien el inglés americano. Por otro lado, los chistes no originan la historieta, sino que esta los va sacando a medida que se desarrolla.
¿Tu manejo del lenguaje en base a la dilogía y tu distanciamiento de los personajes (no queda títere con cabeza) son influencia de clásicos literarios como Quevedo o Valle Inclán o más de la novela negra más descarnada?
Hombre, un poco de todo. A mí, por ejemplo, aparte de Quevedo, me ha marcado mucho Mortadelo y Filemón y José Ortega y Gasset.
¿Cómo nacen Los relatos literarios de Torpedo? ¿En qué se diferencian de las historietas?
Salen para ser publicados en varias revistas, una de ellas titulada Thriller. ¿En qué se diferencian de las historietas? En que no necesitaban de los dibujos, aunque Bernet solía hacer un dibujo que ocupaba toda una página para cada una de ellas.
¿Crees que Torpedo es un retrato fiel de la cruda realidad que vivió América esos años? ¿Es un digno hijo de su tiempo?
No sé, yo quería contar la historia de un “malo” muy malo, que podía haber vivido en cualquier ciudad o población del planeta. Puede que sea hijo de su tiempo, pero lo que no está claro es que sea digno.
¿Por qué Toutain os pide que dejéis de serializar Torpedo y os embarquéis en De vuelta a casa? ¿Os resulta esta historia tan gratificante como Torpedo?
En aquel entonces se puso de moda la ciencia ficción. Se hicieron numerosas historietas con esa temática. El caso es que es más historia negra que de ciencia ficción. Supuso un alto en el camino antes de volver a Torpedo.
¿Os sorprendió su éxito?
Sí y no. Torpedo gustó desde buen principio, y luego, poco a poco, se fue asentando. Se llegó a vender en catorce países, país más o país menos.
¿Glénat Francia os intentó estafar con los derechos cinematográficos que quería comprar Warner? ¿Os ocultó la oferta de la compañía cinematográfica?
¿Glénat Francia os intentó estafar con los derechos cinematográficos que quería comprar Warner? ¿Os ocultó la oferta de la compañía cinematográfica?
Nos quisieron hacer firmar una de cesión de Torpedo al editor, de manera que de haber firmado aquel contrato leonino, hubiéramos perdido la autoría del personaje.
Viñetas de Lolita, el episodio que detonó la relación con el diario El País
¿Cómo fue vuestro paso (y el de Torpedo) por El País semanal?
Al principio bien, nos dijeron que podían publicarlo sin problemas. Hasta que les llegó la historieta titulada Lolita, y ahí se acabó el acuerdo y la publicación en el periódico.
Has realizado un guion cinematográfico de Torpedo, ¿ha habido propuestas para llevarlo a la gran pantalla?
No, pero no pierdo las esperanzas. ¿Y sabes por qué? Porque la esperanza es lo último que se pierde, dicen.
¿Por qué crees que no han cuajado otras propuestas como la obra de teatro o su versión de dibujos animados? ¿La sátira de Torpedo solo adquiere fuerza y sentido en la historieta?
Espero que no solo tenga fuerza y sentido en la historieta. Estoy seguro de que alguien se animará a convertirlo en cine. Lo que ya no sé es si para entonces estaré vivo para verlo. El teatro es oficio muy complicado y poco rentable, salvo honrosas excepciones. La versión de dibujos animados sólo conoció un primer episodio, pues seguidamente fue censurada.
Con Bernet has colaborado en otras obras como Serie negra, La naturaleza de la bestia, Snake o Historias negras. ¿De cuál te sientes más satisfecho?
No me gustaría tener que elegir. De estar obligado, puede que dijera La naturleza de la bestia e Historias negras.
¿Por qué separáis vuestros caminos Bernet y tú?
Cosas que pasan en la vida.
En la actualidad estás a punto de publicar A propósito del Mar Muerto, una nueva historia de Torpedo, ambientada en la década del setenta. ¿Por qué escoges esta década precisamente?
A medida que cumplo años me pregunto cómo será Torpedo de viejo... si es que llega. Y resulta que sí, que llega, que es viejo y que este mismo año saldrá publicado por Panini.
El dibujante elegido para esta ocasión es Eduardo Risso. ¿Por qué? ¿Qué nuevo toque le dará a Torpedo?
¿Por qué se le eligió? Porque es un muy buen dibujante. Está acabando de dibujar la primera historia de Torpedo en los años setenta, a color.
Has sido el guionista de otras grandes obras de nuestra historieta como por ejemplo Álex Magnum con Genies. ¿Os pone en contacto su padre, Manfred Sommer?
Sí, yo era muy amigo de Manfred, y ahora soy muy amigo de Genies. Manfred nos presentó, claro.
¿Es tu interpretación del cyberpunk? ¿Te atrae la ciencia ficción? Es un tema que apenas he tocado. Sin embargo, estoy muy satisfecho de mi colaboración con Genies, y de ese Álex Magnum que hicimos al alimón.
Para El Jueves realizas Kafre junto a Das Pastoras. Jesús Cuadrado la considera tu mejor obra. ¿Estás de acuerdo?
No estoy de acuerdo con Jesús Cuadrado, con el que tengo una relación lejana pero grata. Lo que sí creo, y eso es innegable, es que Jesús la considera mi mejor obra.
¿Es tu obra más crítica? ¿Te apetecería hoy en día realizar otra sátira social?
No sé si es mi obra más crítica, creo que es mi trabajo más cómico. A saber si algún día haré algo por el estilo, pero nunca se sabe.
Has realizado también varias obras eróticas como La mariposa y la llama con Martín Sauri o Las historietas de Playboy y Tríos junto a Félix Vega, por señalar algunas. ¿Qué diferencias establecerías entre sensualidad y erotismo? ¿El erostismo ha de ser meramente lúdico o, en una sociedad tan mojigata como la española se convierte en un medio para provocar?
Para mí, el placer erótico es uno de los caminos que llevan a la felicidad en esta vida. Como la lectura de buenos libros y cómics, la gastronomía, los viajes, el juego, la relación con los amigos y la gente que uno quiere. Pero todo eso no puede quedarse en lúdico. Tiene que ser real, pero que muy real.
Con Bermejo y Font has abordado el tema histórico en la colección Relatos del Nuevo Mundo (El océano sin fin y La epopeya de Chile respectivamente). ¿Os resultó difícil compaginar el rigor histórico con una narración fluida?
No, porque el rigor histórico no es tan riguroso, sino que es una especie de telón de fondo que sirve para contar una historia.
¿Crees que algún día podrás retomar El capitán Patapalo junto a Rossi? ¿Por qué se canceló tras sólo dos tomos una obra de su calidad?
Es algo que lamento no haber podido seguir, porque me gustaba mucho contar historietas de El capitán Patapalo. Además, las escribía en francés para que no tuvieran que traducirme. Pero no pudo ser. Lástma, porque tanto Patapalo como Rossi me caen muy bien.
Con Oswal inicias tu colaboración en la revista Makoki con El buitre es ave de paso. A ella le seguirán obras emblemáticas como Historias tremendas (también participa en este tomo el dibujante Darko) o La nieve y el barro. ¿Qué hacía único a Oswal?
A Osvaldo (firmaba Oswal) le hacía único el ser como era. En Osvaldo se daba el ser un maestro de maestros y un amigo de lo más amigo. Hablábamos por Skype del trabajo que hacíamos juntos y de mil cosas. Nos reíamos mucho.
¿La nieve y el barro es quizá la obra que más te ha costado elaborar? ¿Cómo consigues entretejer de forma coherente la trama de tantos personajes?
La nieve y el barro es una historia que quería escribir hace más de veinticinco años, y que iba posponiendo, hasta que tuve la suerte de hacerla con Osvaldo. Considero que La nieve y el barro es una de mis mejores historias, si bien desafortunada en cuanto a ventas, pues hasta ahora tan sólo se ha publicado en España. Cada vez que la ojeo, cosa que hago a menudo, veo moverse a sus personajes, como si tuvieran vida.
A la hora de componer tus historias, ¿cómo es tu método de trabajo cotidiano?
Tomar notas en un cuaderno, apuntar conversaciones y hasta onomatopeyas. Escribir, anotar, repasar, y luego borrar y volver a borrar. Pero hay días en que no sale nada. Y entonces lo mejor es ponerse a leer, escuchar música o salir a dar una vuelta.
¿Le planteas al dibujante la secuenciación de la historia o le das libertad a la hora de trabajar tu argumento?
Le planteo las páginas viñeta a viñeta, y le doy libertad para que dibuje, respetando lo esencial para la historia.
¿Prefieres guionizar o traducir? ¿En qué campo te sientes más reconocido?
Me gusta traducir y he traducido mucho, pero escribir es para mí más importante.
¿La figura del guionista tiene en la actualidad el reconocimiento que se merece? ¿Qué guionistas han llamado tu atención?
En la actualidad tiene más reconocimiento, pero el guionista de cómics lo tiene mal para ganarse la vida. Lo natural es que tenga otra fuente de ingresos. Me han gustado y me gustan guionistas varios, pero no voy a escribir ningún nombre no vaya a quedárseme alguno en el tintero.
Para finalizar, ¿cuáles son tus planes de futuro?
Seguir adelante mientras el cuerpo aguante. Ahora mismo, aparte del nuevo Torpedo con Eduardo Risso, estoy trabajando con dos dibujantes: Con Abel Carrasco Parras, Repóquer de damas, la historia de la que Osvaldo solo pudo ilustrar una decena de páginas, y otra con el dibujante argentino Horacio Domingues, titulada Fan.
Has realizado un guion cinematográfico de Torpedo, ¿ha habido propuestas para llevarlo a la gran pantalla?
No, pero no pierdo las esperanzas. ¿Y sabes por qué? Porque la esperanza es lo último que se pierde, dicen.
¿Por qué crees que no han cuajado otras propuestas como la obra de teatro o su versión de dibujos animados? ¿La sátira de Torpedo solo adquiere fuerza y sentido en la historieta?
Espero que no solo tenga fuerza y sentido en la historieta. Estoy seguro de que alguien se animará a convertirlo en cine. Lo que ya no sé es si para entonces estaré vivo para verlo. El teatro es oficio muy complicado y poco rentable, salvo honrosas excepciones. La versión de dibujos animados sólo conoció un primer episodio, pues seguidamente fue censurada.
Con Bernet has colaborado en otras obras como Serie negra, La naturaleza de la bestia, Snake o Historias negras. ¿De cuál te sientes más satisfecho?
No me gustaría tener que elegir. De estar obligado, puede que dijera La naturleza de la bestia e Historias negras.
¿Por qué separáis vuestros caminos Bernet y tú?
Cosas que pasan en la vida.
Torpedo, en la versión de Eduardo Risso
En la actualidad estás a punto de publicar A propósito del Mar Muerto, una nueva historia de Torpedo, ambientada en la década del setenta. ¿Por qué escoges esta década precisamente?
A medida que cumplo años me pregunto cómo será Torpedo de viejo... si es que llega. Y resulta que sí, que llega, que es viejo y que este mismo año saldrá publicado por Panini.
El dibujante elegido para esta ocasión es Eduardo Risso. ¿Por qué? ¿Qué nuevo toque le dará a Torpedo?
¿Por qué se le eligió? Porque es un muy buen dibujante. Está acabando de dibujar la primera historia de Torpedo en los años setenta, a color.
Dos viñetas del Torpedo setentista dibujado por Risso
Has sido el guionista de otras grandes obras de nuestra historieta como por ejemplo Álex Magnum con Genies. ¿Os pone en contacto su padre, Manfred Sommer?
Sí, yo era muy amigo de Manfred, y ahora soy muy amigo de Genies. Manfred nos presentó, claro.
¿Es tu interpretación del cyberpunk? ¿Te atrae la ciencia ficción? Es un tema que apenas he tocado. Sin embargo, estoy muy satisfecho de mi colaboración con Genies, y de ese Álex Magnum que hicimos al alimón.
Para El Jueves realizas Kafre junto a Das Pastoras. Jesús Cuadrado la considera tu mejor obra. ¿Estás de acuerdo?
No estoy de acuerdo con Jesús Cuadrado, con el que tengo una relación lejana pero grata. Lo que sí creo, y eso es innegable, es que Jesús la considera mi mejor obra.
¿Es tu obra más crítica? ¿Te apetecería hoy en día realizar otra sátira social?
No sé si es mi obra más crítica, creo que es mi trabajo más cómico. A saber si algún día haré algo por el estilo, pero nunca se sabe.
Has realizado también varias obras eróticas como La mariposa y la llama con Martín Sauri o Las historietas de Playboy y Tríos junto a Félix Vega, por señalar algunas. ¿Qué diferencias establecerías entre sensualidad y erotismo? ¿El erostismo ha de ser meramente lúdico o, en una sociedad tan mojigata como la española se convierte en un medio para provocar?
Para mí, el placer erótico es uno de los caminos que llevan a la felicidad en esta vida. Como la lectura de buenos libros y cómics, la gastronomía, los viajes, el juego, la relación con los amigos y la gente que uno quiere. Pero todo eso no puede quedarse en lúdico. Tiene que ser real, pero que muy real.
Con Bermejo y Font has abordado el tema histórico en la colección Relatos del Nuevo Mundo (El océano sin fin y La epopeya de Chile respectivamente). ¿Os resultó difícil compaginar el rigor histórico con una narración fluida?
No, porque el rigor histórico no es tan riguroso, sino que es una especie de telón de fondo que sirve para contar una historia.
¿Crees que algún día podrás retomar El capitán Patapalo junto a Rossi? ¿Por qué se canceló tras sólo dos tomos una obra de su calidad?
Es algo que lamento no haber podido seguir, porque me gustaba mucho contar historietas de El capitán Patapalo. Además, las escribía en francés para que no tuvieran que traducirme. Pero no pudo ser. Lástma, porque tanto Patapalo como Rossi me caen muy bien.
Con Oswal inicias tu colaboración en la revista Makoki con El buitre es ave de paso. A ella le seguirán obras emblemáticas como Historias tremendas (también participa en este tomo el dibujante Darko) o La nieve y el barro. ¿Qué hacía único a Oswal?
A Osvaldo (firmaba Oswal) le hacía único el ser como era. En Osvaldo se daba el ser un maestro de maestros y un amigo de lo más amigo. Hablábamos por Skype del trabajo que hacíamos juntos y de mil cosas. Nos reíamos mucho.
¿La nieve y el barro es quizá la obra que más te ha costado elaborar? ¿Cómo consigues entretejer de forma coherente la trama de tantos personajes?
La nieve y el barro es una historia que quería escribir hace más de veinticinco años, y que iba posponiendo, hasta que tuve la suerte de hacerla con Osvaldo. Considero que La nieve y el barro es una de mis mejores historias, si bien desafortunada en cuanto a ventas, pues hasta ahora tan sólo se ha publicado en España. Cada vez que la ojeo, cosa que hago a menudo, veo moverse a sus personajes, como si tuvieran vida.
Pin-up de Torpedo por Eduardo Risso
A la hora de componer tus historias, ¿cómo es tu método de trabajo cotidiano?
Tomar notas en un cuaderno, apuntar conversaciones y hasta onomatopeyas. Escribir, anotar, repasar, y luego borrar y volver a borrar. Pero hay días en que no sale nada. Y entonces lo mejor es ponerse a leer, escuchar música o salir a dar una vuelta.
¿Le planteas al dibujante la secuenciación de la historia o le das libertad a la hora de trabajar tu argumento?
Le planteo las páginas viñeta a viñeta, y le doy libertad para que dibuje, respetando lo esencial para la historia.
¿Prefieres guionizar o traducir? ¿En qué campo te sientes más reconocido?
Me gusta traducir y he traducido mucho, pero escribir es para mí más importante.
Ilustración de Horacio Domingues para la portada de Fan
¿La figura del guionista tiene en la actualidad el reconocimiento que se merece? ¿Qué guionistas han llamado tu atención?
En la actualidad tiene más reconocimiento, pero el guionista de cómics lo tiene mal para ganarse la vida. Lo natural es que tenga otra fuente de ingresos. Me han gustado y me gustan guionistas varios, pero no voy a escribir ningún nombre no vaya a quedárseme alguno en el tintero.
Para finalizar, ¿cuáles son tus planes de futuro?
Seguir adelante mientras el cuerpo aguante. Ahora mismo, aparte del nuevo Torpedo con Eduardo Risso, estoy trabajando con dos dibujantes: Con Abel Carrasco Parras, Repóquer de damas, la historia de la que Osvaldo solo pudo ilustrar una decena de páginas, y otra con el dibujante argentino Horacio Domingues, titulada Fan.
Muy buena la entrevista, Sanchez Abuli es un grande y espero con ansias lo nuevo de Torpedo. La falta de Bernet, la puedo pasar por alto si esta Risso. Saludos!
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