Mi cuaderno de dibujos y viñetas (Colección Gráfica en Movimiento). Autora: Delius. Portada: Delius. Cordinador de la colección: Ezequiel García. 128 páginas a color. Ediciones Tren en Movimiento. ISBN: 978-987-37890-6-9. Argentina, 2014.
No tiene nada que ver con la película de Spike Jonze, pero la lectura de Mi cuaderno de dibujos y viñetas me hizo recuperar la misma placentera sensación de voyeurismo intelectual que me produjo (la idea más que el filme) ¿Quieres ser John Malkovich? Esa posibilidad de meterme directamente dentro de la cabeza de un ser emocionalmente pensante, justo en el momento en que se le enciende la lamparita de la creación, ese fuego sagrado que baja de las neuronas hasta los dedos (pasando por el corazón, claro), antes de derramarse libremente por un papel de naturaleza privada, nacido (creo yo) para no ser compartido hasta el instante en que la autora, veterana integrante del colectivo El Tripero, decidió hacerlo público.
Porque Mi cuaderno de dibujos y viñetas es eso que Delius (nombre artístico de María Delia Lozupone) afirma desde el título. Una Moleskine hecha libro, respetando el tamaño real de la original y sus fetichistas puntas redondeadas. Un cuaderno de notas como el que supieron utilizar Bruce Chatwin y Neil Gaiman (y Hemingway y Picasso y…), que compila y comparte dibujos sueltos, cortas historietas con un particular sentido del humor para recuperar tiempos y músicas pasados; y un jugoso diario de viajes ilustrado que la dibujante y diseñadora dejó fluir entre diciembre de 2008 y octubre de 2014.
El libro (que son tres en uno) me compró con el efecto acumulativo de sus formas y colores, de sus pequeños (grandes) hallazgos narrativos, algo inconexos entre las distintas partes pero unidos por la identidad autoral que llamamos estilo, percepción, vivencia. Mediante apuntes personales, reflexiones introspectivas, Delius resignifica su día a día, la materia visual de sus obsesiones, la grafía generada sin pretensiones de circulación editorial. Nos abre las puertas de su perspectiva, de los ojos con que mira (y ve) la realidad que la acompaña. Nos libra un pasaporte hacia su estado de Gracia.
Y eso nos obliga a ser agradecidos y respetuosos. Sobre todo por la confianza depositada en nosotros, lectores privilegiados de su (ahora compartida) intimidad.
Fernando Ariel García
hola fernando! acabo de leer la nota.
ResponderEliminartodo lo que has escrito lo siento como cierto, me alegro mucho de que te haya gustado este viaje que ciertamente no pensaba publicar. cuando lo terminé cambié de idea y decidí compartir este exorcismo de imágenes y pensamientos con los demás.
agradezco tu cálida y atenta lectura, la actitud de hacer foco en esta obra y comentarla con los lectores del blog.
el privilegio es mío, estoy muy contenta, gracias! cariños.