Los 4 Fantásticos. Director: Josh Trank. Protagonistas: Miles Teller (Reed Richards/Sr. Fantástico), Michael B. Jordan (Johnny Storm/Antorcha Humana), Kate Mara (Sue Storm/Chica Invisible), Jamie Bell (Ben Grimm/La Cosa), Toby Kebbell (Victor Von Doom/Dr. Doom), Reg E. Cathey (Dr. Franklin Storm) y Dan Castellaneta (Sr. Kenny, profesor de Reed Richards), entre otros. Guionistas: Jeremy Slater, Simon Kinberg, Josh Trank; basado en personajes y situaciones del cómic Fantastic Four, con especial referencia (es una forma de decir) a la obra de Stan Lee y Jack Kirby. Consultores creativos: Mark Millar, Bryan Hitch. Música: Marco Beltrami y Philip Glass. Productores: Avi Arad, Stan Lee, Matthew Vaughn, entre otros. Twentieth Century Fox Film/Marvel Entertainment/TSG Entertainment. EE.UU., 2015.
La historia es conocida. Al armar su propia versión de la Liga de la Justicia, Stan Lee y Jack Kirby corrieron el eje del grupo de superhéroes al de una familia de superhéroes. Familia disfuncional, por supuesto, algo tan extraño como novedoso para los parámetros de aquel lejano 1961 en que Los 4 Fantásticos llegaron a los kioscos de los EE.UU.; y que terminó sellando la relación de los personajes, signados trágicamente por los poderes que les toca padecer, determinando la identidad del cómic y del Universo Marvel que desbordaría de esas páginas (aún hoy) creativamente incontenibles.
A principios de los ‘90, cuando la editorial Image marcaba realmente el ritmo del noveno arte estadounidense, Rob Liefeld creó (¿creó?) la peor copia que pueda imaginarse de Los 4 Fantásticos, una berretada intragable con el título de Doom’s IV. Por increíble que parezca, un año antes de que el primero de sus cuatro únicos ejemplares fuera puesto a consideración del público lector, Liefeld le embocó los derechos cinematográficos de su cómic al mismísimo Steven Spielberg, que (dicen las malas lenguas) puso un palito verde para que nadie le birle la obra birlada.
Hubo que esperar un largo tiempo, pero al fin la tan demorada versión fílmica de Doom’s IV llegó a las salas del mundo entero. Y siendo completamente sinceros, la película de Josh Trank supera con creces el desafío creativo que le tocó en suerte. Perfecta en su transposición mediática, la trama es chata, hueca, alargada y pretenciosa, aburrida en los momentos de máxima tensión y soporífera cuando juega a ponerse científico-tecnológica. Acompañando la propuesta argumental, el director sabe sortear la grandeza narrativa para refugiarse en una sosa imaginería gráfica. Y unos efectos visuales bastante por debajo de la media actual. Del resto…
Perdón, ¿qué me dice? ¿Que estos cuatro papanatas de Los 4 Fantásticos (Fantastic Four, 2015) son (o dicen ser) los 4 Fantásticos de Marvel? Entonces, me cagaron. Será por eso que no hay nada para ver después de los créditos.
Ni antes.
Fernando Ariel García
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