Dago: La cuestión real. Guión: Robin Wood. Dibujos: Carlos Gómez.
Portada: Carlos Gómez. 148 páginas en blanco y negro. Comic.ar Ediciones. ISBN:
978-987-28876-6-7. Argentina, abril de 2014.
A esta altura, después de haber sido príncipe, esclavo, renegado y
jenízaro negro, a Dago le sienta cómodo (muy cómodo) el traje del mercenario,
pago testigo privilegiado de la Historia y sus vericuetos entre las cortes
europeas. Como ninguno a su alrededor, sabe sacar partido de las intrigas
palaciegas que se tejen y destejan a su paso, manipulando con mano maestra las
traiciones y los celos, el honor y la lealtad, los asesinatos y los amoríos
secretos, las deudas, las pequeñas venganzas personales que se van cocinando en
el fuego lento del destino. Es el juego que Dago mejor juega, administrando el
amargo sabor de la victoria y la humillación de la derrota.
A esta altura, después de haber firmado miles y miles de páginas a ambos
lados del Atlántico, a Robin Wood le sienta cómodo (muy cómodo) el traje de
guionista industrial con logros artísticos, escritor profesional que ha
encontrado en la narración seriada su lugar de privilegio en el mundo del
noveno arte internacional. Como ninguno a su alrededor, sabe sacar partido de
su propia historia mítica, del estilo que forjó alternando genialidades con
obras muy menores, del formato que pulió hasta alcanzar la perfección. Es el
juego que Robin Wood mejor juega, hacer de su personaje bandera una cinta de
moebius que, con las necesarias alteraciones cosméticas, vuelve a transitar los
caminos ya hollados, una y otra vez, reafirmándose con cada reiteración.
Virtud y vicio de Dago, la noria que no para vuelve a lucir la eficacia
de su mecanismo suizo de relojería en las páginas de La cuestión real, tercera
aventura (sexto libro) publicada por Comic.ar después del Saqueo de Roma y Lucca,
que marcaron el regreso del popular personaje a los kioscos argentinos, tras
años de injusta ausencia. En estos doce episodios de doce páginas realizados originalmente
para el mercado italiano, las distintas piezas reproducen los mismos pasos que
le vimos dar a otros personajes en escenarios similares, con parecidas
características traumáticas. Esta vez, el trasfondo político-religioso aparece
dominado por el deseo sexual de Enrique VIII hacia Ana Bolena, obsesionado con obtener
su divorcio real de Catalina aunque ello implique el divorcio entre la Iglesia
de Inglaterra y la Iglesia de Roma.
En el medio, otra vez, Dago se ganará el odio de los poderosos y la
admiración de los pobres marginados, despertará la admiración de sus oponentes
y abrirá las piernas de las damas inalcanzables hasta un segundo antes. Ante el sino trágico que se desencadenará sobre todo y sobre todos, los
hombres derrocharán testosterona para confirmar su virilidad; y las mujeres
consagrarán su femineidad en base a la sumisión más absoluta. Después, sólo
masacre y carnicería.
Si Dago sale íntegro de las trampas que le va plantando la historia de Robin
Wood, es porque el guionista sabe de memoria qué resorte tocar, en el momento
apropiado, para conseguir el efecto buscado en el lector. Y si Robin Wood sale
íntegro de las trampas que le va plantando su propio sistema de producción, es
porque Carlos Gómez está ahí para evitar el cansancio de la tramoya dramática,
encontrando nuevas y dinámicas formas de contarlo todo, desenredando el hilo de
Ariadna que le permitirá al héroe salir airoso del laberinto en que lo confinó
su creador.
Fernando Ariel García
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