Si lo mejor que pudo pasarle al
Universo Marvel cinematográfico fue la elección de Robert Downey Jr. como Tony
Stark, personaje al que viste con mayor gracia, ductilidad y convencimiento
actoral que a su alter ego en brillante y ultratecnificada armadura; lo mejor
que pudo haberle pasado a la franquicia de Iron Man es haber delegado el rol de
director en las manos de Shane Black, principal responsable de la mejor
película Marvel, ésta Iron Man 3 (2013) de la que está hablando el mundo
entero; de una de las mejores películas de superhéroes de todos los tiempos
(olvídense de la pretención pomposa de Christopher Nolan) y del cierre perfecto
para una saga que no merecería ser arruinada con una cuarta parte. Muchos
“mejor” en un sólo párrafo, lo sé, pero no encuentro sinónimos para hablar
haciéndole justicia a este filme.
Partiendo de la premisa
expuesta en la historieta Extremis (arco argumental de The Invincible Iron Man
a cargo del guionista Waren Ellis y el dibujante Adi Granov), Black y Drew
Pearce escribieron una aventura que, apostando por una desmedida grandilocuencia
escénica, logra desarrollar un espectáculo visualmente arrebatador, sumamente
entretenido y ligero de llevar, sin renunciar a cuestiones de fondo mucho más
densas de lo que aparentan. Desde la comedia de enredos, la heroicidad
patriotera, la ingenuidad ridícula, el humor simple y ramplón, Iron Man 3
aborda temáticas sensibles con una mirada más crítica de la habitual. Sobre
todo en lo concerniente al miedo terrorista post 11-S, la construcción de un
enemigo desde la implantación de un clásico ideario xenófobo (atenti al
Mandarín de Ben Kingsley, uno de los grandes trucos ideológicos de la cinta) y
su directa relación con la política exterior de los EE.UU. y la lógica del
negocio petrolífero garantizado por la intervención militar en territorios
soberanos de ultramar.
Desde una cáscara frívola que
reproduce la lógica exterior de Tony Stark, el filme ahonda en la psiquis del protagonista
principal, presa de ataques de pánico causados por su participación en Los
Vengadores; a través del camino externo de la exageración, del amontonamiento
de efectos y la sobreabundancia de armaduras, personajes, explosiones, acción
física, conflictos emocionales, peligros mortales que están en el ADN del
género superheroico. Y al contrario de lo que había ocurrido con la entrega
anterior (ver http://labitacorademaneco.blogspot.com.ar/2010/05/mas-no-siempre-es-mejor.html),
aquí funciona. Tiene sentido. Cobra sentido frente a los ojos sorprendidos tras
los lentes 3D. Hace equilibrio entre lo humano y lo superhumano, desarrollando
un mundo bastante similar al nuestro, pero de veracidad lineal, simplista y
efectista.
El Mandarín de Ben Kingsley, notable
construcción y deconstrucción del villano más relevante de los cómics de Iron Man
Como punta de lanza de la
autodenominada Fase 2 de la cinematografía Marvel, Iron Man 3 redobla la
apuesta y genera mucho entusiasmo ante lo que vendrá (Thor: The Dark World,
Captain America: The Winter Soldier, Guardians of the Galaxy, Ant-Man y The
Avengers 2, en este supuesto orden de aparición), incendiando el fanatismo de
los Zombies Marvel con la incorporación de la agrupación terrorista Ideas
Mecánicas de Avanzada, un clásico de los cómics en soporte papel. Y por si
alguien quiere saberlo, acá también hay que quedarse hasta el final. Por un
chiste menor, que no quita ni agrega nada. O porque, a esta altura, ya forma
parte del rito cinematográfico marvelita que todos estamos esperando.
Fernando Ariel García
Iron Man 3. Director: Shane Black. Protagonistas: Robert Downey Jr. (Tony Stark / Iron Man), Ben Kingsley (El Mandarín), Gwyneth Paltrow (Pepper Potts), Don Cheadle (James Rhodes / War Machine / Iron Patriot), Guy Pearce (Aldrich Killian), Jon Favreau (Happy Hogan), William Sadler (presidente Ellis) y Paul Bettany (voz de Jarvis), entre otros. Participación especial de Stan Lee. Guionistas: Drew Pearce y Shane Black, en base al cómic de Warren Ellis y Adi Granov. Marvel Studios / Paramount Pictures. EE.UU., 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario