viernes, 5 de abril de 2019

CAPITANA MARVEL: TIMING PERFECTO PARA UN ENTREMÉS SIN MAYORES PRETENCIONES

Capitana Marvel. Directores: Anna Boden y Ryan Fleck. Protagonistas: Brie Larson (Carol Danvers / Capitana Marvel), Samuel L. Jackson (Nick Fury), Jude Law (Yon-Rogg), Ben Mendelsohn (Talos / Keller), Djimon Hounsou (Korath), Lee Pace (Ronan el Acusador), Gemma Chan (Minn-Erva), Annette Bening (Dra. Wendy Lawson), Clark Gregg (Phil Coulson), Lashana Lynch (Maria Rambeau), Akira Akbar (Monica Rambeau) y los gatos Reggie, Archie, Rizzo y Gonzo (Goose), entre otros. Participación especial de Stan Lee (Stan Lee), Chris Evans (Steve Rogers), Scarlett Johansson (Natasha Romanoff), Mark Ruffalo (Bruce Banner), Don Cheadle (James Rhodes) y Kelly Sue DeConnick (ciudadana anónima). Guión: Anna Boden, Ryan Fleck, Geneva Robertson-Dworet, Nicole Perlman y Meg LeFauve, basado en personajes creados y desarrollados por Stan Lee, Gene Colan, Don Heck, Jack Kirby, Roy Thomas, Neal Adams y Kelly Sue DeConnick, entre otros autores, para distintas revistas de Marvel Comics. Walt Disney Pictures / Marvel Studios / Animal Logic. EE.UU., 2019. Estreno en la Argentina: 7 de marzo de 2019. 


Qué clara la tiene Marvel. Sabe que su marca es sinónimo de moderno cine superheroico gracias al dominio en el manejo de las variables que instaló como norma. Una combinación de acción terrenal, épica intergaláctica, comedia de enredos y personajes con mucho carisma. Todo en su medida y armoniosamente. Y si el cóctel le sigue rindiendo, es porque tiene el talento para amalgamar todo con el timing justo y necesario. Dentro de la pantalla y, ahora también, fuera de los cines. Ya lo hizo con la oscarizada Pantera Negra y el reclamo de inclusión igualitaria para los afroamericanos. Y alcanza el cénit con esta Capitana Marvel (Captain Marvel), alineada con los movimientos feministas globales y, no casualmente, estrenada en todo el mundo durante la semana marcada por la celebración del Día Internacional de la Mujer. 


Una movida que tiene mucho de marketing (hay que decirlo) y mucho de contenido. Sobre todo por el enfrentamiento final entre la Capitana y su opresor patriarcal, resuelto por ella de una manera muy distinta a la que hubiera elegido un hombre con superpoderes. O a lo que se espera que elija un hombre con superpoderes en un film de género con tales características y tal discurso narrativo. Es esta secuencia la que establece una diferencia sustantiva con el resto de los filmes Marvel, ya que hasta ese momento el comportamiento de la Capitana había sido representativo del rol que la Casa de las Ideas hace jugar a los mejores exponentes de la raza humana; sin importar la variable de género que aquí sí importa. Y mucho. 


Dejando el timing de lado, Marvel está corriendo el serio riesgo de comprar el producto que vende, quedándose en la repetición de la fórmula consagratoria. En ese sentido, Capitana Marvel es otra reescritura más de los conflictos explorados en Pantera Negra, que era otra reescritura de los conflictos explorados en Ant-Man. El Hombre Hormiga: un relato de iniciación signado por el deber y un dramático componente familiar, que termina generando un antagonista equivalente al héroe o la heroína de turno.


Un recurso remanido, ya transitado y aquí, además, demasiado estirado. Porque si la trama atrae menos que el homenaje a Stan Lee, la nostalgia noventera, las explicaciones retroactivas del actual Universo Cinematográfico y las referencias a la mitología impresa del personaje (de Mar-Vell a la primera Capitana afroamericana, pasando por el sorprendente replanteo de la insoslayable Guerra Kree-Skrull, algo que sólo captarán los comiqueros), es porque Capitana Marvel podría funcionar tranquilamente como un entremés sin mayores pretensiones que prologar Avengers: Endgame
Que de eso se trata. Hay que quedarse hasta el final. 
Fernando Ariel García

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