jueves, 30 de enero de 2020

MUJERCITAS: IMAGINARIO DECIMONÓNICO Y SENSIBILIDAD CONTEMPORÁNEA

Mujercitas. Directora: Greta Gerwig. Protagonistas: Saoirse Ronan (Josephine "Jo" March), Emma Watson (Margaret "Meg" March), Florence Pugh (Amy March), Eliza Scanlen (Elizabeth "Beth" March), Laura Dern (Marmee March), Timothée Chalamet (Theodore "Laurie" Laurence), Meryl Streep (Tía March), Tracy Letts (Sr. Dashwood), Bob Odenkirk (Padre March), James Norton (John Brooke), Louis Garrel (Friedrich Bhaer), Chris Cooper (Sr. Laurence), Jayne Houdyshell (Hannah), Dash Barber (Fred Vaughn), Hadley Robinson (Sallie Gardiner Moffat), Abby Quinn (Annie Moffat) y Maryann Plunkett (Sra. Kirke), entre otros. Guion: Greta Gerwig, basado en el libro Mujercitas (1868), de Louisa May Alcott. Columbia Pictures / Regency Enterprises / Pascal Pictures. EE.UU., 2019. Estreno en la Argentina: 30 de enero de 2020. 

Un clásico de la literatura infanto-juvenil es, ante todo, un clásico de la literatura. Y como tal, lo mejor que tiene para ofrecer son las preguntas con que sigue interpelando a las generaciones (y sociedades) que le prosiguieron. Mujercitas, de Louisa May Alcott, es uno de esos clásicos. Y además de la vigencia de sus avanzados planteos feministas, la novela viene a sumar nuevos puntos de vista y otras experiencias al puntual debate social que hoy reperfila al mundo: El empoderamiento de la mujer y su contracara, el fin del modelo patriarcal. 


La Mujercitas (Little Woman) de Greta Gerwig, en tanto adaptación e intervención del texto original de Alcott, alcanza el equilibrio justo entre el imaginario decimonónico y la sensibilidad contemporánea, a la hora de retratar el fenómeno del feminismo desde su mirada más abarcativa posible. Rompiendo la linealidad narrativa de la novela, la película se articula mediante saltos en el tiempo que refuerzan los efectos dramáticos de una trama que no le escabulle el bulto al dolor y a la felicidad, a la realización y a la postergación de los deseos, al amor encontrado y al amor renunciado. 


Y aprovechando que la historia de Mujercitas estaba basada en la vida de Alcott, Gerwig tunea al personaje de “Jo” March hasta transformarlo en el alter ego ficcional de Alcott y en el alter ego metaficcional de la propia Gerwig, asumiendo que su voz es la confluencia de los millones de voces que hoy dicen ¡Basta! El mundo que gira alrededor de Jo no es el mismo mundo que Jo pone a girar a su alrededor. Y en ese cruce se cuece lo más rico que tiene para ofrecer el film. O sea, el entramado de los cuatro grandes temas que, históricamente, han forjado el universo básico de los mandatos femeninos: La maternidad, la responsabilidad del hogar, las posibilidades laborales fuera de casa; y la búsqueda del amor verdadero, entendiendo por verdadero a la vertiente romántica de tan valorado sentimiento. 


Con el cuerpo y las acciones de las hermanas March, Gerwig se anima a ir deconstruyendo las verdades y los mitos que se han ido asociando a esos cuatro pilares. Hasta llegar a la síntesis más compleja y completa. El único modelo que legitima y fortalece a la mujer como mujer es aquel que cada una haya elegido para sí misma, a consciencia y en libertad, respetando (y haciendo respetar) su identidad como persona y su integridad como ser humano. El resto es materia ficcional que puede servir para escribir una gran novela o filmar una gran película. Como Mujercitas, por ejemplo. 
Fernando Ariel García

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