Espías a escondidas. Directores: Troy Quane y Nick Bruno. Voces (en inglés): Will Smith (Lance Sterling), Tom Holland (Walter Beckett), Rashida Jones (Marcy Kappel), Ben Mendelsohn (Killian), Reba McEntire (Joy Jenkins), Rachel Brosnahan (Wendy Beckett), Karen Gillan (Ojos),DJ Khaled (Oídos) y Masi Oka (Katsu Kimura), entre otros. Voces (en castellano): Mario Filio (Lance Sterling), Emilio Treviño (Walter Beckett, rebautizado como Walter Benítez), Rosalba Sotelo (Marcy Kappel), José Luis Orozco (Killian), Rebeca Patiño (Joy Jenkins, rebautizada como Felicia Jenkins), Xóchitl Ugarte (Wendy Beckett), Alondra Hidalgo (Ojos), Víctor Ugarte (Orejas) y Mauricio Pérez (Katsu Kimura), entre otros. Guion: Brad Copeland, Lloyd Taylor y Cindy Davis, basado en el cortometraje Pigeon: Impossible (2009), de Lucas Martell. Blue Sky Studios / 20th Century Fox Animation / Chernin Entertainment. EE.UU., 2019. Estreno en la Argentina: 30 de enero de 2020.
Timing perfecto. Si hasta uno podría pensar que fue a propósito. Los productores de los films de Bond confirman (por millonésima vez) que 007 tiene chances de ser mujer, pero nunca un hombre afroamericano; y Espías a escondidas (Spies in Disguise) se estrena en la Argentina con el protagónico de Will Smith como Lance Sterling, el agente secreto negro más cool del mundo del espionaje. Es cierto, a Lance le faltan la sofisticación y la flema británica, pero le sobran la soberbia armada, el ego y la billetera de Trump.
Concebida y realizada para capturar la atención de los ojos infanto-juveniles (mi hija y los demás chicos que estaban en la privada de prensa, no pararon de reírse durante la proyección), la primera película animada de Fox bajo gerencia Disney está apoyada en un sólo chiste, explotado al máximo en todas sus variaciones posibles. Si vieron el tráiler ya saben de qué se trata: Y si no, alcanza y sobra con saber que guarda relación con la aversión de Sterling a las palomas (y no con Pigeon: Impossible, el corto de Lucas Martell en que se basa el film).
Comedia atp que no da respiro, las marchas y contramarchas de su argumento nos llevan de Washington a Japón, de Playa del Carmen a Venecia y de la base de los malos (con muchos orientales entre sus filas) de vuelta a Washington. Sin repetir y sin soplar, pasa por todas las estaciones convencionales del género (peleas, persecuciones, pérdidas familiares, sacrificios personales) para terminar bajando línea moral sobre valores que apoyamos: El trabajo en equipo, la humildad, la perseverancia como base de los logros; y la inclusión respetuosa de los “raros”.
Diversión sin otras pretensiones. Es lo único que tiene para ofrecer Espías a escondidas. Y a su favor hay que decir que lo brinda en abundancia, muy bien apoyada en la tarea vocal de sus figuras relevantes, Smith y Tom Holland, generadores de la química necesaria para que todo funcione como un relojito. Después de los créditos de cierre hay un alguito. Y ojalá, algún día, hagan una película entera con el estilo de animación que usan para los títulos de apertura.
Fernando Ariel García
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