lunes, 28 de agosto de 2017

ARGENTINA: NOVEDADES EDITORIALES


Lovechip. En el espacio nadie puede oírte gozar. D+i ediciones. De Emilio Balcarce, el mismo guionista de la trilogía Tudo bem, publicada por esta misma editorial, llega Lovechip: su primera ópera cósmica sobre una humana enamorada de un robot. Algo no tan imposible, si consideramos que recientemente un empresario japonés se casó con su muñeca sexual. Jaden Vark es una piloto de combate, una mercenaria intergaláctica que lucha para el mejor postor, y Shake, su robot, es su copiloto. Durante una misión, su amante de acero es destruido. Sólo logra rescatar el chip de su memoria, por lo que emprenderá una desesperada búsqueda a través de los planetas de un modelo igual, para implantárselo y recuperar a su amor perdido. En su aventura a través de extraños y peligrosos mundos conocerá a la versión masculina de ella: Yoga, un camionero espacial japonés que tiene una geisha robótica a su servicio. Los polos opuestos se atraen, pero en este caso son polos semejantes: los dos son amantes de robots. ¿Que sucederá entre ellos? Arte de Guillermo Donés. 


Noelia en el país de los cosos. La Maroma Ediciones. Noelia es una chica que vive en un pueblo tan pero tan aburrido, que sus habitantes se alegran cuando pasa un tornado (porque por lo menos pasó algo). Por eso decide salir por los caminos en busca de aventuras, sin rumbo fijo ¡y vaya que los encuentra! Así conoce a las hermanas Sähkökitara, Kalmari y Kiavääri, al Cara de Cráneo y Ramoncito, con quienes se involucra en los complicados conflictos del País de los Cosos, unos seres extraños que periódicamente entran en guerra. Por Ignacio Minaverry. Previamente serializada en Historietas Nacionales (suplemento de Télam) y Fierro


No soy Hordak. Loco Rabia. "Si fueras Hordak tendrías una vida oscura y tremenda. Compartirías tu departamento con ratas superpoderosas y cuca-rachas que se toman tu ginebra. Querrías jugar con los juguetes de tu infancia pero los juguetes se reirían de vos. Si fueras Hordak, te mirarías en el espejo para ver cada vez algo distinto pero verías siempre lo mismo. Recorrerías durante horas los negocios del centro para darte cuenta de que los personajes que te fascinaban de chico ya no te interesan. Pero no sería cierto, porque si no fuera por esos personajes, no podrías emborracharte con los linyeras del barrio ni tirarle onda a la chica que te gusta. Si fueras Hordak, para leer este libro tendrías que aceptar ponerte una máscara, la máscara que usa Pedro Mancini para fingir que nos cuenta su vida cuando en verdad nos está contando nuestra propia vida, llena de cosas reales que nunca pasaron. Con esa máscara, y solo con esa máscara, podrías admitir lo mucho que extrañás a tu abuela, como yo. Y si al terminar de leer te sacaras la máscara, te darías cuenta de que Pedro Mancini es un mentiroso. Miente cuando dice que es Hordak y miente cuando dice que no lo es. Por eso, al fin y al cabo, Pedro siempre dice la verdad", escribió Federico Grunauer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario