viernes, 9 de junio de 2017

"YO, DANIEL BLAKE" SE ESTRENA EN LA ARGENTINA EL 22 DE JUNIO

(Información de prensa) No soy un cliente... Ni un número... ni un punto en una pantalla. Yo, Daniel Blake (I, Daniel Blake, Reino Unido, 2016) nueva película de Ken Loach, se estrena en la Argentina el próximo 22 de junio. Ganadora de la Palma de Oro del Festival de Cannes 2016, la película está protagonizada por Dave Johns, Hayley Squires, Briana Shann, Dylan McKiernan, Kate Rutter, Sharon Percy, Kema Sikazwe, Steven Richens y Amanda Payne. 


Daniel Blake es un carpintero de casi 60 años que, por primera vez en su vida, se ve obligado a acudir a los servicios sociales. Al caer enfermo por problemas cardíacos, solicita ayuda al Estado para poder subsistir. 


Comenzará entonces una odisea y se verá atrapado en un laberinto burocrático. Y es que, a pesar de que el médico le prohibió trabajar, la Administración lo obliga a encontrar un empleo o de lo contrario recibirá una sanción. 


En su camino se cruzará con Katie, una madre soltera con dos niños, también con una situación personal complicada. Daniel y Katie intentarán ayudarse mutuamente y lentamente entablarán una relación profunda y entrañable. 


Gran Bretaña se enorgullece de tener un sistema de seguridad social de alto nivel. Sin embargo, la realidad de quienes, por malas jugadas de la vida o del destino, tienen que lidiar con él, no corresponde a ningún ideal. Como muestra Ken Loach en la película Yo, Daniel Blake, la maquinaria burocrática es tan temible como el desempleo o la enfermedad. El tema de fondo es el que atraviesa la mayor parte de la filmografía de Loach desde prácticamente sus inicios: la conversión del Estado de bienestar en Reino Unido en un sistema que acaba destruyendo a los ciudadanos que debería proteger. El cine de Loach sigue suscitando interrogantes sobre los límites y las formas de la representación de las personas excluidas. 


En este caso, se encuentra con un escenario propicio, sobre todo en su país de origen, para funcionar como un gran artefacto de catarsis colectiva frente a las consecuencias de las políticas neoliberales. Con la sensibilidad que caracteriza filmes como Vientos de libertad o el corto 11’9”01, en el que vincula el golpe de Pinochet con la caída de las torres gemelas en Nueva York, Loach traza un panorama desesperanzador de la vida cotidiana de quienes acuden a las oficinas de ayuda social. Lejos de aliviar las vicisitudes provocadas por el desempleo, la enfermedad o el desahucio, el sistema le impone a sus víctimas normas rígidas, exigencias sin sentido, y amenazas de sanción bajo la vigilancia de los burócratas. 


En un año en que concursaban en el Festival de Cannes películas como Elle, de Paul Verhoeven; Paterson, de Jim Jarmusch; Sieranevada, de Cristi Puiu o Toni Erdmann, de Maren Ade, Ken Loach, quien ya había obtenido una Palma de Oro en 2006 por El viento que agita la cebada, la adquirió por segunda vez ese año por su último filme, que se estrenó en Reino Unido con una crítica local por demás favorable y un enorme éxito de taquilla. Hace un par de años, Loach anunciaba que iba a retirarse. Jimmy's Hall debía haber sido su última película de ficción. Sin embargo, ha vuelto a la carga. Por suerte

No hay comentarios:

Publicar un comentario