(Información de prensa) El dibujante e ilustrador catalán Fernando Fernández falleció el pasado 9 de agosto en su Barcelona natal a los 70 tras una larga enfermedad, según han informado fuentes de la familia.
Inició su carrera profesional en septiembre de 1956, a la edad de 15 años, en la editorial Grafidea para pasar enseguida a la agencia Selecciones Ilustradas del editor barcelonés Josep Toutain. Esta agencia empleaba a dibujantes españoles para trabajos en editoriales extranjeras, principalmente británicas y, posteriormente, de Estados Unidos y en ella se encontraban muchos de los mejores historietistas de la época, como Josep María Beá, Luis García, Felipe Hernández Cava, Carlos Giménez, Enric Sió y Adolfo Usero, renovadores, todos ellos, del cómic español.
En 1958, emigra con su familia a la Argentina donde colabora en las revistas El Gorrión, Totem y Puño Fuerte. Desde allí continúa con su trabajo para la Fleetway, que le encarga historietas bélicas de la serie Air-Ace.
En 1958, emigra con su familia a la Argentina donde colabora en las revistas El Gorrión, Totem y Puño Fuerte. Desde allí continúa con su trabajo para la Fleetway, que le encarga historietas bélicas de la serie Air-Ace.
Regresa a Barcelona en 1959. Las obras de esta época aparecerían posteriormente publicadas en España sin firma en las editoriales Manhattan, Ferma e Ibero Mundial de Ediciones.
Hacia 1965 se apartó temporalmente de la historieta para dedicarse a la pintura artística. Realiza en esta época varias exposiciones con éxito y recibe diversos galardones. A mediados de esta década comienza, además, a dibujar portadas de novelas y cómic e ilustraciones para revistas femeninas de la prensa holandesa, alemana y de los países nórdicos.
Desde 1970 a 1973 publica una tira cómica diaria en el Diario de Barcelona titulada La Mosca. A continuación publica trece historietas con guión propio y sin argumento común, pero que comparten una visión fantástica de la realidad cotidiana.
Es a finales de esta década cuando, ya famoso y cotizado, crea con el guionista Nicola Cuti su célebre historieta Zora y los Hibernautas que en España fue publicada en la revista 1984 entre 1980 y 1982.
Hacia 1965 se apartó temporalmente de la historieta para dedicarse a la pintura artística. Realiza en esta época varias exposiciones con éxito y recibe diversos galardones. A mediados de esta década comienza, además, a dibujar portadas de novelas y cómic e ilustraciones para revistas femeninas de la prensa holandesa, alemana y de los países nórdicos.
Desde 1970 a 1973 publica una tira cómica diaria en el Diario de Barcelona titulada La Mosca. A continuación publica trece historietas con guión propio y sin argumento común, pero que comparten una visión fantástica de la realidad cotidiana.
Es a finales de esta década cuando, ya famoso y cotizado, crea con el guionista Nicola Cuti su célebre historieta Zora y los Hibernautas que en España fue publicada en la revista 1984 entre 1980 y 1982.
En los ochenta creó Drácula y colaboró con Carlos Trillo en la serie La Leyenda de las Cuatro Sombras para Zona 84. En 1983 publica una serie de adaptaciones al cómic de relatos de Isaac Asimov.
“No tenía un personaje clave, lo suyo no era la historieta tradicional”, ha declarado uno de sus hijos.
“No tenía un personaje clave, lo suyo no era la historieta tradicional”, ha declarado uno de sus hijos.
En 1989, debido en parte a la progresiva desaparición de las revistas de cómic para adultos y a problemas de salud, abandona la historieta y la ilustración para dedicarse a la pintura. Realizó más de un centenar de exposiciones tanto individuales como colectivas en diversos países. Cotizado retratista, pintó a personajes de la talla del rey Juan Carlos I, o los periodistas María Teresa Campos o Luis del Olmo, entre otros.
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