Vuelvo a escucharlo a Obama, autosuficientemente sentado, diciendo que va a patearle el culo a la Petrolera BP por el desastre ecológico que produjo el vertido descontrolado de crudo en el Golfo de México, y la indignación me empieza a correr por el cuerpo. Lo más importante, me parece, no es saber qué trasero tiene intenciones de calentar el Presidente de los EE.UU., sino en qué bolsillos piensa meter la mano para pagar la cuenta. Porque en esa respuesta está el centro neurálgico del capitalismo salvaje.
Von Clausewitz fue el primero en conceptualizarr la guerra como una continuación de la política por otros medios. Y dándole la razón, Sergio Aragonés (con una bienvenida ayudita de Mark Evanier) va un poquito más lejos, mostrando cómo la guerra también puede ser la continuidad de la política económica por otros medios. En Groo: The Hogs of Horder hay una guerra. Se desconocen los motivos, pero las motivaciones saltan a la vista. La mentalidad rentística ha hecho de la guerra un negocio, un comercio. No para los que están pelando en el territorio, por supuesto, pero sí para todos aquellos que viven de la mano barata del soldado barato que no tiene más horizonte que el del conflicto bélico. Que son los mismos que (o tienen relaciones con quienes) explotan trabajadores, distribuyen inequitativamente la riqueza, ponen y sacan tiranos de los países libres con tal de garantizarse pingues beneficios financieros, fogonenado los enfrentamientos entre facciones o clanes para que, en un escenario de guerra civil, puedan instalar sus ejércitos de ocupación. Ejércitos formados por soldados baratos que no tienen más horizonte que el del conflicto bélico, obvio.
Por suerte para nosotros, Groo maneja los mecanismos de la sátira, razón por la cual sus páginas tienen tanto buen humor como inteligencia. Que cuando van de la mano, como es el caso, nos permiten echar una mirada tierna y nada condescendiente sobre la condición humana. Condición humana que, en un momento de la trama, descubre que en la guerra aumentan los precios y que la negociación entre las partes también es una forma de conquista. Que la migración ilegal y la exclusión social son necesarias para mantener este sistema en funcionamiento. Un sistema estructurado para sostener los privilegios de los poderosos con las carencias de los necesitados. De aquellos que deben trabajar de sol a sol para ganar menos (a veces mucho menos) de los básico e indispensable para llevar una vida con pretenciones de dignidad.
En la historieta, como en la vida real, hay empresarios ricos y trabajadores pobres. Hay desempleo, fábricas automotrices arruinadas, el negocio de la construcción por el piso, después de haber barrido con los espacios verdes y naturales, tierras compradas a muy bajo precio cuando no robadas. Bancos que otorgaron préstamos que, lo sabían, nunca iban a cobrar. Y un Estado que debe salir a “rescatar” a quienes no tienen ninguna intención de renunciar a sus salarios multimillonarios. ¿Qué de eso se trata la tan mentada crisis que amenaza con comerse al mundo? Chocolate por la noticia.
Vuelvo a escucharlo a Obama. Esta vez, después de leer la miniserie Groo: The Hogs of Horder. Y la indignación me crece a niveles exponenciales y catastróficos. Porque me queda más que claro que, de nuevo, el dueño del culo pateado no será el que abra la billetera.
Fernando Ariel García
Fernando Ariel García
Groo: The Hogs of Horder Nº 1 a 4
Autor: Sergio Aragonés
Palabras: Mark Evanier
Color: Tom Luth y Michelle Madsen
Editor: Katie Moody
36 páginas a todo color
Dark Horse
ISSN: 7-61568-16565-4
EE.UU., octubre de 2009 a marzo de 2010
Autor: Sergio Aragonés
Palabras: Mark Evanier
Color: Tom Luth y Michelle Madsen
Editor: Katie Moody
36 páginas a todo color
Dark Horse
ISSN: 7-61568-16565-4
EE.UU., octubre de 2009 a marzo de 2010
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