martes, 16 de enero de 2024

QUÍROMON: CURIOSO, CREATIVO Y FELIZ

Quíromon (colección Los especiales de Toing!). Autor: Marko Torres. Comiks Debris. Argentina, enero de 2023.


La impronta pop del Batman de Adam West. El ritmo sincopado de Las Chicas Superpoderosas. El contenido intergeneracional de El laboratorio de Dexter. El minimalismo de Pocoyó. El humor físico de Buster Keaton. La inocencia avasalladora de El Chapulín Colorado. Podría seguir, pero creo que no es justo. El mayor logro de Quíromon no está en las referencias que uno pueda ir amontonando en estas líneas, sino en el disfrute de esos valores, eternos y universales, que Marko Torres logró sintetizar con mano maestra, dinamismo envidiable y tramas tan sencillas como redondas.


Si la internet no miente, Quíromon nació en 2009 en Chile, como una serie de cortos animados para la TV. De ahí saltó al cómic y, en 2013, RIL Editores publicó el álbum Quíromon: Héroe en entrenamiento, que parece ser el mismo que Comiks Debris presenta en nuestro país bajo el rótulo básico de Quíromon. Pero, ¿quién es este pequeño quiróptero con ínfulas heroicas y estilo moderno, chibi y altamente mercantilizable, capaz de hacer sentir a los Funko Pop como reliquias del bisabuelo?


Tan adorable como inepto, el superhéroe oficial de Ciudad Carrusel es un extraterrestre, hijo del héroe más grande que haya conocido la galaxia. Con su adictiva naturaleza optimista, cuenta con una extensa galería de compañeros y archienemigos abrumadoramente cute. O sea, capaces de despertar la ternura del lector apenas asomen su figura por la viñeta, sin importar la naturaleza de las acciones que vayan a llevar a cabo. Incluido el Ninja Kururo, otro clásico personaje del autor, que aquí hace valer el necesario cross-over que imponen las leyes del género.


Sin embargo, pensar a Quíromon como una obra para preescolares interesados en el multiverso superheroico, me parece, es minimizar la calidad de los contenidos articulados por Torres. Más allá del Presidente manejado como un títere, el juego de las anacrónicas sentencias moralizantes o las referencias a la pandemia, la ironía adulta nunca opaca el sentido lúdico que exhuman estas aventuras. Detrás de la autoconciencia de su naturaleza ficticia, de la exquisita ruptura de la cuarta pared, Quíromon le habla a los chicos en su propio lenguaje, los incentiva a interactuar con sus premisas y tomar partido. Se hace (super)fuerte al mostrarse tal cual es: Imperfecto. Pero, sobre todo, curioso, creativo y feliz. Es contagioso, por eso conviene leerlo en familia.
Fernando Ariel García

No hay comentarios:

Publicar un comentario