Spider-Man: Sin camino a casa. Director: Jon
Watts. Protagonistas: Tom Holland (Peter Parker / Spider-Man), Zendaya (MJ), Jacob
Batalon (Ned Leeds), Benedict Cumberbatch (Doctor Strange), Alfred Molina (Otto
Octavius / Doctor Octopus), Willem Dafoe (Norman Osborn / Green Goblin), Jamie
Foxx (Max Dillon / Electro), Thomas Haden Church (Flint Marko / Sandman), Rhys
Ifans (Curt Connors / Lizard), Marisa Tomei (May Parker), Jon Favreau (Happy
Hogan), Benedict Wong (Wong), J.K. Simmons (J. Jonah Jameson), Angourie Rice (Betty
Brant) y Tony Revolori (Flash Thompson), entre otros. Guionistas: Chris McKenna
y Erik Sommers, basado en personajes y situaciones creados por Stan Lee y Steve
Ditko para los cómics de Marvel. Columbia Pictures / Sony Pictures
Entertainment / Marvel Studios / Pascal Pictures. EE.UU., 2021. Estreno en la
Argentina: 16 de diciembre de 2021.
Llegó el día. Después de tantas expectativas,
tantas filtraciones y tantas fake news generadas alrededor de Spider-Man: Sin
camino a casa (Spider-Man: No Way Home), el final de la trilogía “hogareña” del
nuevo trepamuros (ver aquí y aquí) se muestra al público con todo lo que tiene
para ofrecer. La misma película se encargará de responder si Tobey Maguire y
Andrew Garfield vuelven a calzarse el icónico traje rojo y azul; y si el rincón
Netflix del Universo Cinematográfico Marvel (UCM) pasa a ser considerado
canónico. O no.
Porque más allá del ruido y el fanatismo que
despiertan estas dudas nunca aclaradas (aunque siempre alimentadas) por Marvel,
Sin camino a casa es un film que viene a marcar un punto y aparte en el UCM y
en el Spider-Man de Tom Holland. En el UCM, porque le otorga al concepto del
Multiverso el peso específico (visual y, sobre todo, emocional) que habían
dejado entrever las series de Loki y What If…? Principalmente, por hacer lo que
ya habían hecho la película animada Spider-Man: Un nuevo universo y el evento
televisivo de la Distinguida Competencia: Crisis en Tierras Infinitas. Darle
carnadura existencial al recurso técnico de los universos paralelos; y forjar un
sólo lienzo narrativo metaficticio con las pasadas vidas audiovisuales de la
licencia. Y para eso, ahí están (ahí brillan) Willem Dafoe y Alfred Molina,
recordándonos lo buenas que fueron las dos primeras películas de la trilogía
dirigida por Sam Raimi; y Jamie Foxx, confirmando lo buenas que podrían haber
sido las dos entregas de Marc Webb, si no la hubiera pifiado tanto con el
registro elegido (ver aquí y aquí).
Pero lo más importante, sin dudas, es el
impacto que el film guarda para el arácnido de Tom Holland. Por fin, Spider-Man
asume la gran responsabilidad que conlleva su gran poder. Como en los mejores
cómics de Stan Lee y John Romita, el superhéroe demuestra que ya no necesita
tutores de ningún rango (tecnológico o místico) para re-afirmarse en sus
convicciones, plantarse de igual a igual ante cualquier Vengador y hacer valer
su cosmovisión de las cosas. Tomando los riesgos que tenga que tomar, pagando
los costos que tenga que pagar; y aprendiendo a vivir con las consecuencias de
sus actos.
Tan entretenida como innecesariamente extensa, Spider-Man:
Sin camino a casa no tiene sorpresas. Es la película que se esperaba que fuera. Épica,
melodramática, empática y emotiva, entrega (para
bien de algunos, para mal de otros) aquello que se estaba esperando de ella.
Conviene quedarse hasta el final, porque hay escenas post-créditos. Y lo que se
viene, promete ser muy interesante.
Fernando Ariel García
Me gusta la idea del Multiverso.
ResponderEliminarMe parece una gran idea de que la usen. Y ver a Tobey Maguire de nuevo como Spiderman. Y además el regreso de los villanos, con los mismos actores.
Tengo un problema con el personaje de Zendaya. MJ me parece un personaje con menos carisma, menos interesante que Mary Jane Watson y Gwen Stacy, que fueron magistralmente personificadas.
MJ no se basa en ninguna de las novias que ha tenido Peter, en los comics. No tiene sentido inventar un personaje, además poco interesante, cuando está Betty Brant en un papel injustamente secundario. Y podrían haber recurrido a Anna Maria Marconi, científica de muy baja estatura, habría sido algo realmente. integrador-