sábado, 11 de diciembre de 2021

PEARL HARBOR: HISTORIA ANTIGUA, HISTORIETA VIEJA

Commando Nº 5497. Guion: Ferg Handley. Dibujos: Morhain y Defeo. Portada: Keith Burns. DC Thompson & Co. Ltd. Reino Unido, 7 de diciembre de 2021.


Hace 80 años, el 7 de diciembre de 1941, la Armada Imperial japonesa atacó la base naval de los Estados Unidos en Pearl Harbor, Hawái. Con las primeras luces de la mañana, más de 300 aeronaves (entre cazas de combate, bombarderos y torpederos) dañaron y/o hundieron un centenar de naves estadounidenses atracadas en el puerto, matando en el camino a más de 2400 personas, entre militares en servicio y personal civil, dejando heridas a más de 1000. La mayoría de los historiadores coincide en que la agresión pretendía ser una acción preventiva, que intentaba evitar la intervención de la flota estadounidense en la campaña militar del Imperio del Japón contra las posesiones del Reino Unido, Francia, Holanda y los EE.UU. en el sureste asiático. El resultado, hoy harto conocido, fue la efectiva entrada de los EE.UU. en la Segunda Guerra Mundial.


Con un timing perfecto e impecable, la veterana revista británica Commando, que desde hace 60 años viene publicando un cómic bélico autoconclusivo cada semana, distribuyó el pasado 7 de diciembre este Pearl Harbor guionado por Ferg Handley y dibujado por nuestro Morhain (+ Defeo). Si bien el ataque a la base naval ocupa el cuerpo principal de la aventura, las primeras páginas se toman el trabajo de contarnos la historia personal de Jimmy Steele, un fumigador de Ohio que, por esas cosas de la vida y su odio hacia los nazis, termina siendo piloto e instructor de la Real Fuerza Aérea británica, la tan mentada RAF. Experiencia que lo depositará en Pearl Harbor, justo para formar parte del “día de la infamia”, como terminó bautizándolo Franklin Delano Roosevelt.


Tengo que ser honesto. No me gustan nada las historietas de Commando, ambientadas principalmente en los diferentes escenarios de la Segunda Guerra Mundial. Las encuentro peyorativamente populares, ideológicamente arcaicas y maniqueas a más no poder. Exaltan valores eurocentristas y defienden posturas supremacistas. Sus héroes son clásicos representantes del paternalismo más rancio, construidos en base a una masculinidad tóxica, que encuentra en la acción bélica la única validación para su hombría conservadora; y la justificación necesaria para cosificar y estigmatizar al enemigo. Sus cómics pueden ser modelos 2021, pero están realizados tal como se hubieran hecho hace sesenta años. Y en este caso puntual, el ataque a Pearl Harbor no parece una tragedia, sino una estudiantina donde se pueden poner a prueba las condiciones morales occidentales y efectivizar la venganza sobre un puñado de viciosos deshumanizados. Como siempre, Commando sigue confundiendo la historia antigua con la historieta vieja.
Fernando Ariel García

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